6 mitos sobre las alergias

En la población general persisten muchos mitos alrededor de las alergias. Diseccionamos algunos de ellos de acuerdo con la evidencia actual.
6 mitos sobre las alergias
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 30 mayo, 2023

Las alergias afectan a millones de personas en todo el mundo, y en muchos casos condicionan seriamente el bienestar de vida. Se desencadenan cuando el cuerpo reacciona de manera exagerada a sustancias extrañas que en principio son inofensivas. Existen muchos mitos sobre las alergias, los cuales tienen una gran receptividad en la población. Analizamos 6 de ellos y los desterramos de la mano de los científicos.

6 mitos sobre las alergias que debes dejar de creer

Los desencadenantes más comunes de las alergias son los alimentos, el polen, los ácaros, los animales, las picaduras de los insectos, el moho, los medicamentos y la interacción con ciertos compuestos (metales, látex y demás). Veamos 6 mitos sobre las alergias que debes dejar de crear de acuerdo con los expertos.

1. Las alergias no se pueden superar

Uno de los principales mitos sobre las alergias es que estas nunca se superan. De hecho, muchos niños y adolescentes que las desarrollan las superan antes de llegar a la etapa adulta. Es mucho más común con las alergias respiratorias (como el asma) y las alergias en la piel (como el eccema). Otras son más difíciles de superar, como es el caso de las alergias alimentarias.

Además de esta remisión natural, es posible superar las alergias con base en la inmunoterapia específica para alérgenos (AIT, por sus siglas en inglés). Hasta el momento, los investigadores lo consideran el único tratamiento curativo disponible para los pacientes. Si bien no todos logran superar los episodios, y se trata de un campo aún en exploración, los resultados obtenidos hasta el momento son positivos.

2. Las alergias son solo cosas de niños

Se estima que entre el 8 % y el 10 % de la población mundial padece una o más enfermedades alérgicas. Algunas de ellas son muy comunes, como es el caso de la rinitis alérgica (que puede alcanzar hasta el 30 % de la población) o las alergias en la piel (tiene una prevalencia de por vida superior al 20 %). Aunque es cierto que a menudo se habla de ella en el contexto de la población más joven, también es un problema que afecta a los adultos.

De hecho, los expertos no dejan de alertar del creciente aumento de los trastornos alérgicos entre las personas mayores de 15 años en los países desarrollados. Se cree que, por una variedad de factores, los trastornos de este tipo serán cada vez más frecuentes en el futuro a medida que las personas envejezcan. Piensa que en la actualidad entre el 5 % y el 10 % de las alergias afectan a las personas mayores de 65 años.

3. Las alergias no se pueden distinguir de los resfriados

Hemos preparado un artículo completo dedicado a exponerte las diferencias entre las alergias y el resfriado. Te invitamos a leerlo para diseccionar los detalles, aunque te adelantamos que sí se pueden distinguir y que se tratan de afecciones muy diferentes. Aunque comparten algunos síntomas en común, como secreción nasal, estornudos y congestión, sus desencadenantes, evolución y duración son muy diferentes.



4. Las alergias no son peligrosas

La mayoría de los episodios alérgicos se manifiestan con una intensidad leve o moderada. Aquellos que lo hacen con una intensidad grave se asocian con varios problemas que comprometen la salud. Por ejemplo, los científicos han encontrado que la inflamación alérgica crónica se asocia con remodelación tisular. Esto se traduce en cambios a largo plazo en los elementos estructurales de los sitios afectados.

Por solo mencionar algunos casos, los pacientes con dermatitis atópica grave se expone a un deterioro de la función de la barrera cutánea (lo que los expone a infecciones recurrentes por patógenos); los pacientes con rinitis alérgica grave son susceptibles a infecciones sinusales crónicas y los pacientes asmáticos a procesos infecciosos por virus respiratorios. Aunque es poco común, la anafilaxia es una consecuencia potencialmente mortal de algunas alergias.



5. Las alergias alimentarias son muy comunes

De acuerdo con los científicos, las alergias alimentarias afectan a un promedio del 8 % de los niños y el 10 % de los adultos. Ciertamente, su prevalencia es muy alta, pero no tanto como la mayoría de las personas piensan. En compañía de este, existen otros mitos sobre las alergias alimentarias que debes dejar de creer:

  • La lactancia materna es clave para prevenir las alergias alimentarias (la evidencia actual no ha encontrado una relación sustancial).
  • Retrasar la introducción de alimentos alergénicos previene el desarrollo de alergias alimentarias (de hecho, se ha indicado que su introducción gradual entre los 6 y los 12 meses puede prevenirlas).
  • Todos los bebés con eczema desarrollarán alergias alimentarias (es un factor de riesgo, pero se sabe que no todos las desarrollan).
  • Los niños alérgicos al maní deben evitar todos los frutos secos (los expertos señalan que algunos toleran las nueces de árbol y otros frutos secos).
  • La alergia al huevo es una contraindicación para la vacuna antigripal (estudios recientes avalan el uso de la vacuna contra la influencia en personas alérgicas al huevo).
  • Las reacciones alérgicas a los alimentos a menudo dan como resultado muertes (se estima que la anafilaxia fatal por alergia a los alimentos es de 1,81 casos por millón de habitantes al año).

Además de esto, recuerda que la alergia alimentaria ocurre cuando el sistema inmunitario reacciona a las proteínas de los alimentos. Las reacciones que no involucran al sistema inmunitario no se consideran alergias. Por ejemplo, la intolerancia a la lactosa.

6. Comer miel curará tus alergias

Aunque es verdad que se ha sugerido una leve mejoría de los síntomas luego del consumo o la aplicación de miel en pacientes alérgicos, esto no implica que la ingesta recurrente del alimento cure la alergia. De hecho, los beneficios son mucho menores que los alcanzados por los antihistamínicos. Se sabe que la miel puede desencadenar reacciones alérgicas, de manera que los pacientes con trastornos moderados o graves deben ser precavidos en apostar por su ingesta.

Por supuesto, existen muchos otros mitos en torno a las alergias, pero estos son algunos imprescindibles que debes saber. Ten en cuenta que la mayoría de los episodios se pueden controlar muy bien de la mano de un especialista, así que no dejes de buscar ayuda profesional en caso de que sean recurrentes.



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