¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica comienza en la infancia, pero se prolonga por todo el arco vital afectando a los adultos. Te contamos todo sobre la patología en este artículo dedicado a ella.
¿Qué es la dermatitis atópica?
Diego Pereira

Escrito y verificado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 16 diciembre, 2020

La dermatitis atópica es una enfermedad muy frecuente y se presenta sobre todo en la infancia. Tiene una fuerte asociación con la genética y los síntomas incluyen piel seca, picazón, enrojecimiento y eccema.

Algunos autores consideran a esta enfermedad como una expresión adicional de un síndrome atópico, en el que los pacientes desarrollan varias condiciones a lo largo de su vida. Esto incluye el asma y otras formas de dermatitis.

Las distintas caras de la atopia

El término atopia se utiliza para describir a aquellos pacientes que tienden a generar reacciones alérgicas a repetición. Estas, además, suelen involucrar muchos órganos y sistemas.

Existe una teoría que postula la existencia de la marcha alérgica. Esta se define como la historia natural de un paciente alérgico, el que podrá desarrollar varias patologías a lo largo de su vida. Dependiendo de la edad, es más común la aparición de algunas condiciones, como las alergias alimentarias en los menores de 2 años y las rinitis en los escolares.

La dermatitis atópica es la inflamación de la piel por motivos alérgicos. Involucra reacciones inflamatorias moderadas y suele presentarse en los primeros seis meses de vida. En muchos casos está precedida de alergias alimentarias. Esta enfermedad suele tener una proporción similar en ambos sexos.

Bebé con dermatitis atópica.
La dermatitis tiende a comenzar en la infancia para luego proyectarse a la adultez.

Manifestaciones clínicas de la dermatitis atópica

Los síntomas cutáneos de la dermatitis atópica son bastante variados y se presentan de forma conjunta. La mayoría de los pacientes tienen antecedentes familiares de alergias, en especial de asma.

Piel seca o xerosis

Se presenta en la mayoría de los pacientes y se acompaña de descamación leve a moderada. Se piensa que se debe a alteraciones en el metabolismo de los lípidos y por aumento de la permeabilidad al agua en la epidermis.

Esto conlleva problemas para la hidratación natural de la piel. De hecho, estos macronutrientes tienen un papel importante al evitar la pérdida de agua bajo el efecto de la luz solar. Por ello hay enrojecimiento y es el síntoma que más suele llamar la atención de los padres.

Eccema

Este término hace referencia a un conjunto de alteraciones cutáneas con causas muy diversas, además de la atopia. La característica principal es la picazón de la piel que aparece de forma abrupta.

Es posible encontrar lesiones muy diversas asociadas al eccema:

  • Descamación: se produce por la pérdida de la capa más superficial de la piel.
  • Hinchazón (edema): se caracteriza por la retención localizada de líquido, propia de fenómenos inflamatorios. A veces es consecuencia del rascado.
  • Vesículas: son lesiones dermatológicas primarias, pequeñas, ligeramente elevadas y con contenido líquido escaso.
  • Ampollas: pueden formarse por la confluencia de las vesículas.
  • Eritema: enrojecimiento de la piel.

Pitiriasis alba

Esta condición se caracteriza por zonas de tamaño variable hipopigmentadas. Esto significa que las lesiones adquieren una tonalidad más suave o tenue respecto a la piel del paciente. Por lo tanto, tienen aspecto blanquecino y son muy pálidas.

Suelen ser asintomáticas y su aspecto tiende a empeorar cuando hay exposición a la luz solar. Además, es más frecuente en los pacientes jóvenes que en los adultos y se encuentran en las extremidades expuestas al sol.

Estas lesiones se confunden mucho con una infección por hongos conocida como pitiriasis versicolor que tiene las mismas características, pero se añade prurito. Es parte de los diagnósticos diferenciales.

Picazón o prurito

Es una sensación incómoda porque aparece de forma progresiva y no se alivia completamente con el rascado. De hecho, en muchos pacientes puede llevar a lesiones abiertas que, en caso de no ser limpiadas, llevan a sobreinfección bacteriana.

Algunas condiciones pueden desencadenar los síntomas, como por ejemplo el estrés, el consumo de algunos alimentos alergénicos e infecciones en cualquier órgano.

Queilitis

Este término se refiere a la inflamación de los labios. Cuando afecta a la comisura de los mismos se denomina queilitis angular. Es muy molesta y puede extenderse alrededor de toda la boca.

En las épocas más frías del año, a pesar de que no estén presentes los otros síntomas de la dermatitis atópica, es posible que los labios se sequen. En estos casos, la práctica habitual y espontánea de lubricarlos con saliva tiende a empeorar el problema.

Causas de la dermatitis atópica

Esta condición es el resultado de la interacción entre factores genéticos y ambientales. Por la fuerte asociación con la herencia, es probable que la genética cobre un papel más importante.

Existen mutaciones relacionadas con la dermatitis atópica que afectan a los genes vinculados con la producción de filagrina, un constituyente de la queratina muy abundante en la epidermis. Además, otras mutaciones están relacionadas con el correcto funcionamiento de las células del sistema inmune.

Es necesaria la exposición a sustancias externas que actúen como alérgenos para desatar las crisis. Es decir, que sean capaces de inducir una respuesta inmune exagerada que provoque, como consecuencia, la alergia.

Diagnóstico de la dermatitis atópica

Debido a la ausencia de pruebas diagnósticas directas y a sus manifestaciones tan características, la dermatitis atópica suele detectarse clínicamente. Para ello es importante proporcionarle al médico información referente a los antecedentes familiares de atopia y a los distintos signos.

El especialista encargado de diagnosticar y tratar estas enfermedades es el dermatólogo, aunque otros médicos (alergólogos, médicos de familia, pediatras o internistas) también pueden realizarlo.

Debido a que no se disponen de exámenes complementarios específicos, es común que el médico se plantee algunos diagnósticos diferenciales. Algunos de los más comunes son los siguientes:

  • Dermatitis seborreica: en etapas avanzadas puede generar lesiones enrojecidas (eritema) y descamación, similares a los casos de dermatitis atópica. Sin embargo, esta condición se caracteriza por abundante producción de sebo.
  • Escabiosis: es una infección parasitaria producida por ácaro Sarcoptes scabiei que produce lesiones elevadas muy pequeñas y pruriginosas.
  • Pitiriasis versicolor: se trata de una micosis superficial (infección por hongos) que se asemeja mucho a las lesiones del tipo pitiriasis alba que fueron mencionadas.

¿Existe tratamiento para la dermatitis atópica?

Sí, existe tratamiento para la dermatitis atópica. Aquellos pacientes que tienden a presentar recidivas de la enfermedad es posible que necesiten control permanente con un alergólogo.

Medidas generales

Cuando la enfermedad se presenta en bebés es necesario tomar en cuenta una serie de medidas que pueden aliviar los síntomas o evitar su aparición. Estas incluyen el aseo frecuente, la aplicación de cremas emolientes (hidratantes) después del baño y priorizar las duchas cortas. También sirve evitar la exposición al calor y los alimentos ricos en histamina, como las fresas, huevos y mariscos.

Medicamentos tópicos

Suelen utilizarse en todos los casos, en especial cuando las lesiones son muy localizadas y es fácil aplicar las cremas. Los fármacos más utilizados por los dermatólogos son los esteroides, que son compuestos derivados del colesterol. Estos tienen una potente actividad antiinflamatoria.

Algunos de los más utilizados son la hidrocortisona y triamcinolona. En algunas regiones, como la cara y los grandes pliegues corporales, son necesarios otros medicamentos e indicaciones debido a la posibilidad de generar efectos adversos.

En los últimos años ha aumentado el uso de inmunomoduladores tópicos, como el pimecrolimus. Estos son capaces de regular la actividad de los linfocitos, disminuyendo la respuesta inflamatoria propia de la enfermedad.

Dermatitis en las piernas.
Los tratamientos pueden ser locales o por vía oral. De todos modos, las medidas higiénico-dietéticas son clave.

Medicamentos sistémicos

Este último apartado se refiere a aquellos fármacos que se ingieren vía oral:

  • Antihistamínicos: también conocidos como antialérgicos, ayudan a disminuir los síntomas como la picazón y se suelen administrar con los esteroides tópicos. La loratadina y la cetirizina son opciones muy comunes.
  • Esteroides: los médicos pueden indicar estos medicamentos vía oral en casos excepcionales, cuando hay mala respuesta al tratamiento tópico.
  • Inmunomoduladores: al igual que los medicamentos de uso tópico que mencionamos en el apartado anterior, estos fármacos pueden reducir la respuesta inflamatoria. No son de uso común y también se reservan para casos especiales.

Controlar la dermatitis atópica es cuestión de toda la vida

La dermatitis atópica necesita un abordaje intensivo, ya que los síntomas son recurrentes y molestos. La experiencia de un dermatólogo puede resultar esencial para elegir los tratamientos más adecuados en cada caso. También se debe considerar la edad del paciente y sus patologías concomitantes.

En todo caso, las medidas iniciales son higiénico-dietéticas. Pequeños cambios en las rutinas hacen una gran diferencia que las personas con el padecimiento pueden aprovechar.



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