La relación entre el asma y las alergias

Las alergias y el asma mantienen una estrecha relación de la cual la mayoría de los pacientes está al tanto. Veamos qué se sabe al respecto y algunos consejos de gran interés.
La relación entre el asma y las alergias
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 20 agosto, 2021

El asma y las alergias están más relacionadas de lo que muchos pacientes creen. Aunque nuestra comprensión de ambas afecciones está lejos de ser completa, sí se han establecido varios comunicantes que permiten hacer una asociación.

Quizá te hayas preguntado por qué muchos asmáticos también desarrollan episodios alérgicos. Hoy intentaremos dar respuesta con base en lo que dicen los investigadores.

¿Cómo se relacionan el asma y las alergias?

El asma y las alergias se relacionan en su origen
Tanto el asma como las alergias se relacionan con una mayor actividad de ciertos elementos del sistema inmunitario, como los mastocitos, eosinófilos y algunos tipos de anticuerpos (como IgE).

De acuerdo con la Australasian Society of Clinical Inmunology and Allergy, el 80 % de los asmáticos tienen resultados positivos para pruebas de alergia. A su vez, siguiendo a Asthma Canada, se estima que el 75 % de ellos desarrolla alergias estacionales de forma recurrente.

Frente a estas estadísticas tan contundentes, cabe la pregunta de cómo ambas afecciones pueden estar relacionadas.

Para dar respuesta, primero hay que comprender cuáles mecanismos se esconden detrás de cada condición. Para detalles más precisos te invitamos revisar todas las secciones que tenemos para ambas enfermedades, aunque sintetizamos los puntos más importantes a continuación.

¿Qué es el asma?

El asma es una afección crónica de las vías respiratorios que se desarrolla cuando estas se inflaman y obstruyen parcialmente el flujo del aire. Las causas del asma no se han determinado de forma puntual, pero sí se han asociado ciertos desencadenantes que la pueden provocar.

La American Lung Association apunta entre los principales los factores genéticos, la contaminación, las infecciones y por supuesto las alergias. La condición se manifiesta a través de episodios puntuales, también conocidos como exacerbaciones.

Durante una exacerbación, el paciente presentará una serie de síntomas como sibilancias, dificultad para respirar, sensación de ahogo y dolor u opresión en el pecho. El asma no se puede curar, pero los especialistas la pueden controlar. Para más detalles revisa los tratamientos para el asma.

¿Qué son las alergias?

Se conoce como alergia a una variedad de manifestaciones cutáneas y respiratorias que se desencadenan cuando el organismo reacciona de forma desmedida ante un agente externo. Estos se denominan alérgenos o desencadenantes e incluyen animales, plantas, alimentos o insectos, entre otros.

Los investigadores concuerdan en que la predisposición genética, la contaminación y las infecciones son factores de riesgo importantes. Pueden ser estacionales o perennes, manifestarse solo en la piel o acompañarse de dificultad respiratoria e inflamación en las mucosas.

En algunos pacientes se logra una desensibilización al desencadenante, en otros la enfermedad se desarrolla de forma crónica. Entre sus manifestaciones más comunes encontramos la rinitis alérgica (también conocida como fiebre del heno) y la dermatitis atópica. Las reacciones alérgicas graves se conocen como anafilaxis.

El asma y las alergias: comprendiendo su asociación

Ambas afecciones comparten muchas características en común. Incluso se pueden generar por los mismos mecanismos, siendo ciertos alérgenos responsables de algunos episodios de asma.

La evidencia señala que la exposición a los desencadenantes es el culpable de la mayoría los cuadros de asma persistente. Por tanto, evitarlos forma parte del tratamiento en estos pacientes.

Los alérgenos como el polen o el polvo pueden entrar con facilidad a través de las vías respiratorias superiores (boca y nariz). Cuando estos llegan a los pulmones y entran en contacto con los conductos bronquiales se genera una reacción indeseada.

Estos conductos se inflaman y secretan mucosidades, lo que obstruye de forma parcial el paso del aire. También es posible que los músculos que los rodean se hinchen, limitando aún más el flujo de aire. Esto se conoce como ataque de asma y, aunque se pueden generar en otras circunstancias, los alérgenos están estrechamente relacionados.

Es posible que se desarrolle la misma reacción tras la ingesta de algunos medicamentos o tras la interacción con algunos animales (principalmente por su caspa) o insectos como ácaros. Muchos pacientes asmáticos perciben mejorías alejándose de estos desencadenantes, tal y como sucede con quienes han sido diagnosticados con alergia.

Consejos para los asmáticos y alérgicos

Los episodios de asma y alergias pueden prevenirse
Las medidas higiénicas de cuidado personal y familiar son muy importantes para evitar la exposición a los desencadenantes de algunas alergias y el asma.

Aparte del tratamiento principal recetado por el neumólogo o alergólogo, algunos ajustes en tus hábitos de vida pueden hacer reducir tus síntomas y la frecuencia con la cual desarrollas una reacción. De la mano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Canadian Lung Association te apuntamos los siguientes consejos:

  • Lávate las manos con frecuencia.
  • Evita la exposición al humo del tabaco (de forma pasiva y activa).
  • Reduce el contacto que tienes con los animales. Si tienes mascotas, mantenlas alejadas de dormitorios y sofás.
  • Lleva un registro de los desencadenantes para que los evites en el futuro (medicamentos, alimentos, plantas y demás).
  • Mantén tu residencia libre de polvo. Usa la aspiradora siempre que puedas.
  • Evita salir durante la temporada estacional. Cuando lo hagas lleva anteojos, sombreros o mascarillas (si tu asma o alergia es especialmente grave).
  • Lava de manera regular sábanas y fundas. Opta por usar piezas diseñadas a prueba de ácaros.
  • Mantén las ventanas cerradas durante la época estacional o si vives en una zona con mucha contaminación.
  • Ten siempre a la mano tus medicamentos de acción rápida (un broncodilatador o inyecciones de epinefrina, en caso de que estas últimas sean necesarias).
  • Recurre al especialista si no puedes mantener los episodios bajo control.

Esto último es muy importante, ya que debes tener en cuenta que existen muchas opciones de tratamiento para detener la evolución del asma y las alergias. Si crees que los medicamentos no están haciendo efecto, consulta con tu médico en busca de una solución. No postergues la visita, siempre habrá algo que se puede hacer para mejorar tu calidad de vida.



  • Baxi SN, Phipatanakul W. The role of allergen exposure and avoidance in asthma. Adolesc Med State Art Rev. 2010 Apr;21(1):57-71.
  • De Swert LF. Risk factors for allergy. Eur J Pediatr. 1999 Feb;158(2):89-94.
  • World Health Organization. Prevention of allergy and allergic asthma. 2003.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.