Dolor en el ombligo: causas y qué hacer
El dolor en el ombligo puede llegar a ser muy desconcertante. Lo es porque no siempre es posible determinar el punto exacto en el cual surge el dolor, también porque cuando se manifiesta suele condicionar el movimiento y la flexibilidad de la persona. Hoy recopilamos las principales causas del dolor en el ombligo y te enseñamos qué debes hacer al respecto.
Antes de continuar te advertimos que solo un profesional cualificado puede hacer un diagnóstico de la causa del dolor en el ombligo. No es algo que se pueda determinar desde casa, y en ocasiones puede ser un síntoma de una condición que debe tratarse de inmediato. La información que encontrarás a continuación es referencial. Luego de leerla, te exhortamos a que consultes con un médico si el dolor persiste.
7 causas del dolor en el ombligo
Existen múltiples desencadenantes que pueden generar dolor en el área umbilical. A continuación hemos recopilado sus principales causas, aunque la lista real es mucho más amplia. Te dejamos con las principales acompañadas de otros síntomas y características de la condición.
1. Apendicitis
La apendicitis es la inflamación del apéndice. El apéndice es una pequeña estructura que se prolonga en el lado inferior derecho del colon.
Aunque se caracteriza por dolor en esta zona del cuerpo (en lado derecho de tu torso), en realidad este puede iniciar en el ombligo y luego se desplaza lentamente hacia el flanco del abdomen. Suele acompañarse de náuseas, escalofríos, fiebre y pérdida de apetito.
La resolución de este cuadro clínico requiere cirugía, ya que el apéndice se puede reventar y dar lugar a un proceso de infección sistémica (sepsis). La apendicitis es muy común. Algunos expertos sugieren que su prevalencia en EE. UU. en los hombres es de 8,6 % y en mujeres 6,7 %.
2. Hernia umbilical
Una hernia umbilical se genera cuando protruye una parte del intestino a través de una debilidad de la pared abdominal. Sucede en las inmediaciones del ombligo, de manera que se caracteriza por un fuerte dolor en esta zona.
Es más común en los niños, pero puede ocurrir también en los adultos. De acuerdo con la evidencia, entre el 19 % y el 54 % de los pacientes que tuvieron una en el pasado experimentarán una recurrencia.
Por tanto, el que hayas tenido una hernia umbilical en el pasado eleva las probabilidades de tener una en el presente. Además del dolor, el síntoma más característico es una leve protuberancia en la zona del ombligo. En los niños suele curarse por sí sola (hasta los 4-5 años como mucho), aunque en ciertos contextos requiere una intervención quirúrgica. Las hernias más graves se consideran una emergencia médica.
3. Gastroenteritis
La gastroenteritis viral, también conocida como gripe estomacal, se desarrolla al comer o beber alimentos contaminados o por estar en contacto estrecho con una persona enferma.
De acuerdo con los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), los norovirus son su principal causa, ya que ocasionan un promedio de 685 millones de casos en todo el mundo todos los años.
Sus síntomas más característicos son dolor abdominal tipo cólico, diarrea acuosa, náuseas y vómitos, fiebre baja y dolor de cabeza leve. Es más común en niños, adultos mayores y personas con el sistema inmunitario comprometido; aunque cualquiera está expuesto a los virus. En los grupos de riesgo puede ser mortal.
4. Úlceras pépticas
Las úlceras estomacales, también conocidas como úlceras pépticas, son úlceras abiertas que se desarrollan en el estómago o en la parte superior del intestino delgado. En el primer caso se denominan úlceras gástricas, en el segundo úlceras duodenales. Las causas más comunes son la infección por H. pylori y el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos.
Los síntomas más frecuentes son sensación de estómago ardiente, dolor abdominal, acidez, intolerancia a ciertos alimentos (picantes, grasosos y similares), náuseas, hinchazón y eructos.
Los cuadros graves no tratados pueden derivar en perforaciones en el revestimiento del estómago, hemorragias internas y obstrucción. Quienes beben alcohol y fuman cigarrillos son más propensos a desarrollarlas.
5. Cálculos biliares
Los cálculos biliares son depósitos endurecidos que se concentran en la vesícula biliar. Se estima que entre el 10 % y el 15 % de la población mundial adulta tiene cálculos biliares.
Empieza con un dolor agudo y repentino en el centro del abdomen, el cual se traslada de forma progresiva a la parte superior derecha de este. El dolor en la espalda, en el hombro derecho y las náuseas también con comunes.
6. Trastornos del intestino delgado
En esta sección agrupamos una variedad de afecciones que pueden provocar dolor en el ombligo. La enfermedad de Crohn, la enfermedad intestinal inflamatoria, la enfermedad celíaca, el síndrome del intestino irritable y la obstrucción intestinal son las más frecuentes. La irritabilidad, la diarrea, el malestar estomacal, la hinchazón, el estreñimiento y los vómitos son comunes en todas estas.
7. Diverticulitis
La diverticulitis es la inflamación de los divertículos, unas pequeñas bolsas que se desarrollan en el revestimiento del sistema digestivo. Los síntomas incluyen dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento y náuseas. El tratamiento incluye antibióticos, cambios en la dieta y en algunos contextos cirugía.
Otras posibles causas del dolor en el ombligo son pancreatitis, infecciones estomacales bacterianas, infecciones del tracto urinario, secuelas de una intervención quirúrgica en un pasado reciente, estreñimiento, indigestión y embarazo.
También es posible que el dolor se produzca por desencadenantes más graves, como por ejemplo obstrucciones parciales o completas del intestino delgado, aneurisma aórtico abdominal e isquemia mesentérica. Solo un profesional puede diagnosticar estas afecciones, de manera que debes consultar con uno si el síntoma persiste.
Tratamiento para el dolor en el ombligo
Son muchas las afecciones que pueden provocar dolor en el ombligo. Si el dolor solo se ha manifestado de manera leve y ha desaparecido en uno o dos días no deberías preocuparte. Sin embargo, si su intensidad ha sido moderada y has lidiado con ellos durante varios días sin una mejora aparente, debes programar una cita con el médico.
No existe una forma segura de tratar el dolor en el ombligo desde casa, en esencia porque no conoces sus causas. Con base en los síntomas no se puede determinar per se si padeces alguna de las condiciones enumeradas, de modo que es necesario la mediación de un especialista. No postergues la visita con este, actuar en las primeras etapas es de gran ayuda para acelerar el proceso de recuperación.
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