¿Qué es el metoprolol y para qué sirve?
Conocido con los nombres comerciales Lopressor, Tropol o Tropol XL, el metoprolol es un medicamento utilizado para tratar enfermedades cardiovasculares. Está aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) y la European Medicines Agency (EMA). Cuenta con versiones de liberación rápida y liberación prolongada.
El fármaco se puede utilizar solo o en compañía de otros y forma parte del grupo de los bloqueadores beta. Todos los medicamentos de este grupo operan relajando los vasos sanguíneos, reduciendo la frecuencia cardíaca y aliviando con ello el esfuerzo que debe hacer el corazón. Veamos para qué se usa, sus contraindicaciones, dosis y cómo almacenarlo.
¿Para qué se usa el metoprolol?
El metoprolol es un agente bloqueante de los receptores beta adrenérgicos. Aunque en dosis bajas o medias tiene un efecto preferencial en adrenorreceptores beta 1 (localizados en el músculo cardíaco), en dosis altas también inhibe a los adrenorreceptores beta 2 (localizados en la musculatura vascular y bronquial).
Sabemos que luego de su ingesta se desintegra en gránulos pequeños que actúan como células independientes que liberan el fármaco. Esta liberación es constante y en promedio dura alrededor de 20-24 horas. Se trata de un medicamento muy bien tolerado por los pacientes, cuyo tratamiento inicia en dosis bajas que luego aumentan en las semanas siguientes.
Las propiedades del fármaco se aprovechan para las siguientes condiciones:
Hipertensión arterial
Múltiples estudios e investigaciones han avalado el uso del metoprolol como medicamento para tratar la hipertensión arterial. Su uso se remonta a mediados de los 70 por su efecto dilatador de los vasos sanguíneos, aunque este es un poco más lento que otros fármacos de su misma clase.
Con frecuencia se usa en compañía de otros agentes (como diuréticos), con el objetivo de reducir al máximo los efectos colaterales de la elevación de la presión sanguínea. Su uso persiste en la actualidad bajo la venta de nombres comerciales.
Angina de pecho
También se ha demostrado a través de ensayos y pruebas que el fármaco es efectivo para contrarrestar los síntomas de la angina de pecho. De hecho, es su segundo uso más común.
La angina de pecho se caracteriza por un dolor agudo generado por una disminución de la irrigación sanguínea al músculo cardíaco. La enfermedad de arterias coronarias suele ser la principal causa de la angina.
Infarto del miocardio
También se ha demostrado que la administración única del metoprolol reduce las posibilidades de sufrir un infarto del miocardio. Este es su uso más frecuente, aunque también puede usarse como tratamiento luego de que el paciente ha experimentado un ataque. Algunos estudios sugieren que la reducción del infarto puede ser hasta de un 36 %.
Estos son los tres usos más frecuentes del medicamento. Sin embargo, y en determinadas circunstancias, también puede usarse como tratamiento de palpitaciones cuando hay ausencia de enfermedad cardíaca, profilaxis de la migraña, adyuvante de la tirotoxicosis y para las arritmias cardíacas.
Contraindicaciones del metoprolol
A pesar de la versatilidad del fármaco, este está sujeto a varias contraindicaciones. Siguiendo los boletines de la Food and Drug Administration se debe evitar en uso del metoprolol en los siguientes casos:
- Hipertensión arterial y angina: está contraindicado ante la presencia de bradicardia sinusal, bloqueo cardíaco mayor de primer grado, insuficiencia cardíaca manifiesta y shock cardiogénico.
- Infarto del miocardio: no se recomienda para pacientes con una frecuencia cardíaca menor a 45 latidos por minuto, bloqueos cardíacos en segundo o tercer grado o presión arterial sistólica menor a 100 mmHg.
Tampoco se recomienda su uso en personas que padecen el síndrome del seno enfermo, enfermedad arterial periférica con riesgo de gangrena y pacientes con tratamiento inotrópico que actúe por agonismo con los receptores beta.
Si se padece de diabetes, hipoglucemia, feocromocitoma o hipotensión su uso debe evitarse. Por otro lado, se debe ser cuidado ante la hipersensibilidad o alergia ante el componente del fármaco. Si existen antecedentes de ambos en la ingesta de otros beta bloqueadores su administración debe hacerse con precaución.
La evidencia también nos indica que está contraindicado durante el embarazo y la lactancia. Además de ello, se debe ser cuidadoso con la interacción del medicamento con otros fármacos. Debe evitarse su ingesta en presencia de barbitúricos, propafenona y verapamilo.
A su vez, es posible que el médico tenga que ajustar la dosis en presencia de: amiodarona, antiarrítmicos clase I, antiinflamatorios no esteroideos, glucósidos digitálicos, difenhidramina, adrenalina, clonidina, quinidina y rifampicina, entre otros.
Efectos secundarios de la ingesta de metoprolol
Según nos indica la European Medicines Agency (EMA), el 10 % de los pacientes desarrollan efectos adversos. Por lo general, esto se debe a la dosis suministrada. Siguiendo a esta organización, entre los principales efectos colaterales encontramos los siguientes:
- Generales: aumento de peso y fatiga.
- Cardíacos: bradicardia y palpitaciones. Menos frecuentes son el dolor de pecho y las arritmias cardíacas.
- Sistema nervioso: mareos y cefaleas.
- Oculares: sequedad e irritación. La conjuntivitis es un efecto secundario poco frecuente en los pacientes.
- Respiratorios: disnea y otros síntomas de asma.
- Gastrointestinales: diarrea, estreñimiento, vómitos, náuseas y dolor abdominal.
- Vasculares: sensación fría en manos y pies. El síncope es un efecto colateral muy raro.
- Psiquiátricos: pesadillas, alteraciones del sueño y depresión. Estas tres no son frecuentes.
Otro efecto secundario relativamente común es la somnolencia. Por esta razón, se debe ser cuidadoso luego de su ingesta, en especial si se trabaja en un ambienta laboral que demanda estar en alerta siempre.
Si experimentas una reacción alérgica normalmente se manifestará a través de urticaria y sarpullidos. De presentar este y otros problemas debes comunicarte con el especialista en busca de un posible ajuste de dosis.
Dosis recomendada de metoprolol
La dosis se administra de acuerdo con la afección que se va a tratar, su gravedad y las características del paciente (peso, edad, altura, enfermedades subyacentes, ingesta de otros medicamentos y demás). Con base en el boletín de la EMA citado en el apartado anterior las dosis más usadas según el caso son las siguientes:
- Hipertensión arterial: entre 100 y 200 miligramos al día. Puede hacerse con una sola ingesta o divida en dos tomas al día. Si no se obtienen los resultados esperados se sugiere combinar el metoprolol con diuréticos o antagonistas de calcio.
- Angina de pecho: por lo general se administra dos tomas de 100 o 200 miligramos. Se puede combinar con nitratos de ser necesario.
- Arritmias cardíacas: se administran dos o tres tomas durante el día de 100 o 200 miligramos. La dosis se puede incrementar de acuerdo con el criterio del especialista.
- Infarto al miocardio: 50 miligramos cada 6 horas 15 minutos después de la primera inyección. Esto se mantendrá durante dos días luego de los cuales se puede continuar con comprimidos del fármaco.
- Migrañas: entre 100 y 200 miligramos divididos siempre en dos tomas durante el día.
- Palpitaciones: cuando existen palpitaciones con ausencia de enfermedad cardíaca el médico por lo general recetará 100 miligramos en una sola toma, de preferencia durante la mañana.
- Tirotoxicosis: se ajusta en función de la necesidad del paciente, aunque de preferencia se inicia con una dosis de 50 miligramos tres veces durante el día. Se puede aumentar hasta un máximo de 100 miligramos.
Recomendaciones finales
De ser posible el metoprolol debe tomarse en ayunas, así se potencia la asimilación en el organismo. Sin embargo, se deben seguir las indicaciones del médico según corresponda. El fármaco se almacena en su recipiente a una temperatura entre 15 y 30 grados centígrados. Los compuestos deben estar sellados herméticamente.
Recuerda que no debes iniciar su ingesta sin la supervisión de un especialista. Si sospechas que padeces de alguna enfermedad reseñada anteriormente busca asistencia médica para realizar un diagnóstico certero, descartar otras afecciones y ajustar la dosis en función del caso.
- Borer, J. S., Comerford, M. B., & Sowton, E. Assessment of metoprolol, a cardioselective beta-blocking agent, during chronic therapy in patients with angina pectoris. Journal of International Medical Research. 1976; 4(1): 15-22.
- Fernández-Jiménez, R., & Ibanez, B. Health and cost benefits associated with the use of metoprolol in heart attack patients. Expert review of clinical pharmacology. 2014; 7(6): 687-689.
- Hjalmarson, Å., Herlitz, J., Malek, I., Ryden, L., Vedin, A., Waldenström, A., ... & Wilhelmsson, C. Effect on mortality of metoprolol in acute myocardial infarction: a double-blind randomised trial. The Lancet. 1981; 318(8251): 823-827.
- Keyriläinen, O., & Uusitalo, A. (1976). Effects of Metoprolol in Angina Pectoris: A Subacute Study with Exercise Tests and a Long‐term Tolerability Study. Acta medica Scandinavica. 1976; 199(1‐6): 491-498.
- Mann, S., Craig, M. M., Altman, D. G., Melville, D. I., & Raftery, E. B. The effects of metoprolol on ambulatory blood pressure. Clinical Science. 1979; 57(s5): 375s-377s.
- Prakash, A., & Markham, A. Metoprolol. Drugs. 2000; 60(3): 647-678.
- Ryu, R. J., Eyal, S., Easterling, T. R., Caritis, S. N., Venkataraman, R., Hankins, G., ... & Hebert, M. F. Pharmacokinetics of metoprolol during pregnancy and lactation. The Journal of Clinical Pharmacology. 2016; 56(5): 581-589.
- Wikstrand, J., Warnold, I., Tuomilehto, J., Olsson, G., Barber, H. J., Eliasson, K., ... & Leer, J. Metoprolol versus thiazide diuretics in hypertension. Morbidity results from the MAPHY Study. Hypertension. 1991; 17(4): 579-588.