Alucinaciones auditivas: ¿por qué surgen?

Podríamos pensar que las alucinaciones auditivas son un fenómeno exclusivo de las personas con un trastorno del espectro psicótico. Sin embargo, todos tenemos el potencial de alucinar. ¿Por qué? En este artículo te lo contamos.
Alucinaciones auditivas: ¿por qué surgen?
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 23 marzo, 2023

Las alucinaciones auditivas consisten en la percepción de elementos sonoros, a veces carentes de significado (como por ejemplo, pequeños pitidos o acúfenos), mientras que en otras ocasiones son conversaciones, cuyo impacto en la persona es muy intenso. Sin embargo, dichos sonidos distan de existir. Son el resultado de la mente de la persona.

Así, las alucinaciones auditivas tienen todo el impacto de lo que sería la percepción real. Por ejemplo, Patrick es un varón de 21 años que acude a consulta e identifica con claridad dos voces. La primera de ellas tiene por nombre Clara y le verbaliza «eres un chico malo, muy malo» mientras que la otra voz, Rosa, solamente habla con Clara. Nunca se ha puesto en contacto con Patrick, quien escucha con malestar manifiesto voces como «estoy completamente de acuerdo contigo, Clara. Él es el destructor del mundo».

«Algunas personas sin trastorno mental tienen experiencias alucinatorias transitorias».

-American Psychiatric Association-

¿Qué tipos de alucinaciones existen?

Existen tantos tipos de fenómenos alucinatorios, como modalidades sensoriales posee el ser humano (Belloch, 2020). A su vez, estas pueden ser fenómenos de carácter simple como por ejemplo «oír a los estorninos piar»; o complejo, como es el caso de Patrick que hemos puesto al comienzo del artículo. Asimismo, las alucinaciones pueden ser de la siguiente manera (Belloch, 2021):

  • Visuales, como al ver pequeños animales que reptan por la cama con la misión de roer los hilos de las sábanas.
  • Somáticas, como sucede al sentir insectos que hacen pequeños túneles bajo la piel, que realmente distan de existir.
  • Olfativas, como oler a podrido en mitad de un jardín de tulipanes.
  • Táctiles, como por ejemplo sentir que diversas entidades o «espíritus» rozan la piel del paciente.
  • Gustativas, como por ejemplo notar el sabor del algodón de azúcar como extremadamente amargo.
  • Cenestésicas (es decir, relacionadas con la percepción de cómo el propio cuerpo se mueve). Por ejemplo, notar que se mueven de manera intensa los dedos de la mano derecha, cuando en realidad están quietos.
  • Musicales. Por ejemplo «escuchar el himno de la patria» cuando se encuentra completamente en silencio.

El abanico de modalidades es extremadamente grande. Además, en la actualidad se sabe que «cuanto más complejo» sea el fenómeno alucinatorio, es probable que su causa sea psiquiátrica, en vez de orgánica.

Por ejemplo, «percibir sonidos de grillos en el fondo de la mente» tiene con mayor frecuencia una causa orgánica. En contraparte, «escuchar la voz de Dios» se relaciona de manera más intensa con psicopatologías psiquiátricas como la esquizofrenia.

«La esquizofrenia no puede entenderse sin comprender la desesperación».

-Ronald David Laing-

¿Por qué surgen las alucinaciones auditivas?

Son numerosas las investigaciones que han tratado de encontrar la causa de la alucinación auditiva. En consecuencia, las hipótesis que se barajan en la actualidad son numerosas y apuntan a que el fenómeno alucinatorio podría ser consecuencia de una predisposición tanto biológica como psicológica a alucinar. Hagamos un recorrido por las diferentes teorías que explican la etiología de las alucinaciones auditivas.

El estudio de Hebb

Las alucinaciones auditivas ocurren en contextos de aislamiento
Algunos estudios sugieren que el contexto fundamental para que se genere una alucinación auditiva es el aislamiento total.

Según Hebb, todo el mundo tiene el potencial de alucinar. Únicamente es necesaria una condición: que la persona se encuentre sensorialmente deprivada. Es decir, que esté aislada por completo.

Para este estudio, sometió a diversas personas a diferentes tipos de estimulación auditiva. Entre los resultados de su estudio se encontró que cuando el estímulo auditivo era monótono, los pacientes se sentían intensamente irritados y apáticos.

A veces, incluso desarrollaban síntomas de un ataque de pánico. De manera paralela a lo anterior, los pacientes reportaban anomalías en su percepción, es decir, alucinaciones.

«Las alucinaciones podrían consistir en una respuesta ‘normal’ a la ausencia o a una disminución drástica de la estimulación ambiental».

-Amparo Belloch-



Las «sensaciones visuales auditivas» de Zuckerman

Zuckerman (Belloch, 2021) hizo una diferenciación entre los diferentes tipos de alucinación auditiva. Así, propuso que:

  • Las alucinaciones de tipo A son aquellas que son simples, como por ejemplo pequeños tonos o fragmentos de sonidos.
  • Las alucinaciones de tipo B son complejas y poseen un significado especial para la persona.

En sus experimentos, Zuckerman se dio cuenta de que, a medida que los pacientes se encontraban sensorialmente más «deprivados» (es decir, sin estimulación o aislados) se producía una curiosa progresión.

Así, conforme se aislaba más a los participantes de fuentes de estimulación sensorial, las alucinaciones, en principio de tipo A, se convertían progresivamente en alucinaciones de tipo B.

«Hasta un 15 % de los participantes reportó alucinaciones auditivas complejas o de tipo B».

-Amparo Belloch-

Estudio de Slade y Bentall

Estos autores proponen dos variables importantes a la hora de alucinar: las expectativas y la sugestión. Es decir, si la estimulación ambiental (por ejemplo, los sonidos de los coches circulando) es escasa o nula (es decir, el paciente está aislado) se incrementaría el riesgo de alucinar cuando la persona está predispuesta a ello, es decir, cuando se le sugestiona.

En este sentido, se encontró que, si los pacientes realizaban tareas verbales (como cantar o verbalizar en voz alta los pensamientos), la probabilidad de que surgieran alucinaciones auditivas disminuía. Mencionan que «la palabra» podría ser un marcador temporal externo que inhibe la presencia del fenómeno alucinatorio.

«En el experimento de Slade y Bentall se encontró que, cuanto menos compleja era la situación, más claras y duraderas eran las alucinaciones, y viceversa».

-Amparo Belloch-

Variables influyentes en el origen de las alucinaciones auditivas

De entre la población general, hasta un 27 % de las personas han alucinado en algún momento de su vida (Belloch, 2021). De esta manera, cabe preguntarse ¿qué otras variables influyen a la hora de alucinar auditivamente? Te las explicamos:

  • Como hemos visto, la estimulación ambiental escasa y de baja estructuración (por ejemplo, el aislamiento) aumenta la probabilidad de experimentar alucinaciones auditivas.
  • La habilidad de la persona para crear fantasías o imaginar hechos fantásticos, junto con la capacidad para abstraerse o «perderse» en la imaginación, son dos factores de riesgo en este contexto.
  • Existe una rasgo en las personalidades de algunos sujetos que aumenta la probabilidad de experimentar estos fenómenos alucinatorios. Hablamos de la esquizotipia.
  • Determinadas sustancias (por ejemplo la mescalina, el LSD o el cannabis) tienen el potencial de desarrollar alucinaciones auditivas. En este sentido, se ha encontrado que los efectos del LSD varían en función de la personalidad y de la expectativa de la persona que lo consume. Esta sustancia podría, potencialmente, «hipersensibilizar» los sistemas sensoriales.
  • El trauma es otro de los factores que se ha asociado frecuentemente a lo psicótico, en las diferentes investigaciones. Existe una intensa asociación entre el hecho de haber sufrido abuso sexual cuando se era pequeño y la presencia de alucinaciones auditivas en la adultez.

De hecho, se ha encontrado que «sufrir una violación antes de los 16 años de edad» multiplica por seis el riesgo de padecer alucinaciones auditivas en el año posterior a la agresión.

La relación entre el trauma y la sintomatología psicótica es de tipo «dosis-efecto». Es decir, cuanto más frecuentes hayan sido los traumas, mayor es la probabilidad de padecer alucinaciones auditivas (Belloch, 2021).

«Los traumas que más se asocian con las alucinaciones son el abuso sexual y el acoso».

-Amparo Belloch-


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Los «escuchadores de voces»

Cada vez es más frecuente encontrar a expertos en psiquiatría y psicopatología cuestionar el diagnóstico de psicosis. En este sentido, defienden que las experiencias psicóticas son fenómenos típicamente humanos y eminentemente psicológicos.

En el contexto del que hablamos, existe una hipótesis, denominada hearing voices o ‘escucha voces’ cuyo objetivo es validar la experiencia (Belloch, 2021).

De esta manera se consigue que el hecho de «oír voces» sea menos estigmatizante (Belloch, 2021). Al validar esta experiencia alucinatoria y etiquetarla como «normal», se produce una mejoría de la salud mental de la persona.

Para ello, se han creado lo que se denomina «grupos de apoyo mutuo», al que pueden asistir los escuchadores de voces con el fin de compartir su experiencia y las estrategias que ponen en marcha para afrontar este hecho.

«Los escuchadores de voces sin diagnóstico psiquiátrico experimentan un bajo malestar y una mayor capacidad para manejar y controlar sus voces».

-Amparo Belloch-

La teoría de Morrison: una novedosa explicación de las alucinaciones auditivas

Las alucinaciones auditivas tienen varias explicaciones
El sustrato neurobiológico de las alucinaciones auditivas todavía no es bien comprendido, por lo que existen muchas investigaciones activas al respecto.

Existen multitud de variables, hipótesis y teorías que tratan de explicar el origen de las alucinaciones auditivas. Para concluir este artículo nos parece interesante aportar una novedad en torno al estado de esta cuestión.

Según Morrison, existiría una correspondencia entre lo que ocurre en el contexto del TOC y las alucinaciones auditivas. Para el autor, los pensamientos intrusos (PI u obsesiones) presentes en el TOC podrían entenderse como «alucinaciones auditivas».

Justifica esta idea al exponer que las alucinaciones, al igual que los PI, distan de ser intencionados. Además, propone que:

  • Tanto los PI como las alucinaciones auditivas poseen un significado importante desde el punto de vista emocional.
  • Sus contenidos suelen ser, con frecuencia, poco agradables e indeseados.
  • Versan sobre acontecimientos y fenómenos raros y la persona es incapaz de ejercer control alguno sobre los mismos.

De hecho, se ha observado que los pacientes con vulnerabilidad a padecer alucinaciones auditivas reportan un mayor número de pensamientos intrusos. Para rebajar el grado de intrusión del pensamiento, la persona realizaría una «atribución del pensamiento al exterior». Es decir, convertiría su pensamiento intrusivo en una voz (escuchada externamente).

Las alucinaciones auditivas son multifactoriales

En definitiva, la importancia de estas alteraciones sensoriales es tan grande que todavía se hacen nuevas investigaciones al respecto, en especial en cuanto a su origen real. Se trata entonces de un tema multifactorial que puede disminuir la calidad de vida de los afectados, por lo que requiere un enfoque multidisciplinar temprano.



  • Belloch, S. A. (2023). Manual De Psicopatologia, Vol I.
  • American Psychiatric Association. (2014). DSM-5. Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5: DSM-5®. Spanish Edition of the Desk Reference to the Diagnostic Criteria From DSM-5® (1.a ed.). Editorial Médica Panamericana.
  • Perona-Garcelán, S. (2006). Estado actual de la investigación psicológica en las alucinaciones auditivas. Apuntes de Psicología, 83-110.
  • Langer, Á. I., & Cangas, A. J. (2007). Fundamentos y controversias en la diferenciación entre alucinaciones en población clínica y normal. Terapia psicológica, 25(2), 173-182.

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