El síndrome del intestino perezoso

El síndrome del intestino perezoso alude a los episodios de digestión lenta. Repasamos qué dicen los expertos sobre él y cómo tratarlo.
El síndrome del intestino perezoso
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 16 junio, 2023

El síndrome del intestino perezoso, a veces denominado intestino lento o estreñimiento funcional de tránsito lento, es el nombre que se le da a una serie de síntomas similares al estreñimiento, pero con una menor intensidad y regularidad. A veces es una consecuencia del uso masivo de laxantes, aunque la dieta, los hábitos de vida y la morfología del intestino pueden estar detrás de los episodios.

En general, el uso del término se hace para aludir a la digestión lenta. La digestión lenta es más un síntoma de una condición que una condición en sí misma, de manera que el síndrome del intestino perezoso no es un diagnóstico formal. Con esto último como advertencia procedemos a explicarte las características que rodean a esta afección.

Síntomas del síndrome del intestino perezoso

Como ya hemos reseñado, el término síndrome del intestino perezoso se utiliza para referenciar a los episodios caracterizados por la digestión lenta. Dado que no se trata de una experiencia única, cada persona manifiesta síntomas diferentes. Los más comunes son los siguientes:

  • Evacuaciones con muy poca frecuencia (no más de tres veces por semana).
  • Distensión abdominal.
  • Dolor al momento de evacuar.
  • Náuseas y vómitos.
  • Fatiga.
  • Fiebre.
  • Ruidos intestinales (borborigmos).

Aunque la afección se puede manifestar en estados crónicos, lo cierto es que la mayor parte del tiempo se desarrolla con una intensidad leve o moderada. No suele interferir en el bienestar de la persona hasta el punto de comprometer su día a día, aunque puede generar angustia. Además de esto, muchas personas pueden forzar la evacuación, lo que los expone a manifestar hemorroides y desgarros en la pared intestinal.



Causas del síndrome del intestino perezoso

La digestión lenta es un síntoma de un problema subyacente, no una condición propiamente dicha. Existen muchas cosas que pueden desencadenarla, la mayoría del tiempo de carácter benigno y relacionados con los hábitos de vida. Te dejamos con una selección de posibles explicaciones.

Uso inadecuado de laxantes

El uso a largo plazo de laxantes se considera una causa frecuente de diarrea y estreñimiento. Además de ello, y como han encontrado los expertos, también se relaciona con cambios electrolíticos y acidobásicos que pueden afectar los sistemas renal y cardiovascular, lo que puede poner en peligro la vida. El uso inadecuado está muy generalizado en los siguientes grupos:

  • Personas que padecen trastornos alimentarios (anorexia o bulimia nerviosa).
  • Personas de mediana edad o adultos mayores que padecen de estreñimiento (y que prolongan su uso más allá de las sugerencias del prospecto).
  • Atletas que practican algún deporte con límites de peso establecidos (como el boxeo).
  • Personas que por una u otra razón apelan por el uso de laxantes debido a sus supuestos beneficios.

Los cuatro laxantes más comunes disponibles en el mercado actual son los agentes estimulantes, los productos salinos y osmóticos, los agentes de carga y los tensioactivos. Los primeros son los más usados, en principio por su rápida acción.

Síndrome del intestino irritable

El esfuerzo al evacuar, la sensación de evacuación incompleta, la expulsión de moco, la hinchazón, la distensión abdominal y los calambres estomacales son algunos de los síntomas del síndrome del intestino irritable. Como bien señalan los expertos, el síndrome a veces se solapa con los síntomas del estreñimiento funcional, aunque en teoría se tratan de afecciones diferentes. La causa de la digestión lenta puede encontrarse en esta condición.

Síndrome de defecación obstruida

Los especialistas utilizan el término síndrome de defecación obstruida para aludir a los episodios de estreñimiento caracterizados por heces fragmentadas, sensación de evacuación incompleta, necesidad de hacer fuerza al defecar, tenesmo, pesadez pélvica y autodigitación (en las mujeres). También se denomina síndrome del iceberg, ya que las complicaciones más frecuentes son el rectocele y el prolapso de la mucosa interna del recto.

Ingesta de algunos medicamentos

Existe evidencia de que hasta el 34 % de las personas mayores que padecen digestión lenta lo han desarrollado como consecuencia de la ingesta de medicamentos. La frecuencia con la cual se ingieren algunos medicamentos y el número de ellos es un factor de riesgo para esta complicación. Los suplementos de calcio, las vitaminas y los inhibidores de la ECA (enzima convertidora de la angiotensina) son los más propensos a este efecto adverso.

La lista real de causas que pueden estar detrás del tránsito intestinal lento es mucho más extensa. Reseñamos una selección de otros catalizadores:

  • Hemorroides.
  • Disfunción del suelo pélvico.
  • Daño a los músculos anales.
  • Daño en los nervios del tracto digestivo.
  • Enfermedad de la tiroides.
  • Bloqueos físicos en el canal digestivo.
  • Enfermedad de Hirschsprung.
  • Enfermedad de Crohn.

Los hábitos alimenticios y el estilo de vida también pueden explicar gran parte de los episodios. No beber abundante líquido y comer poca fibra puede conducir a un tránsito digestivo lento. El sedentarismo, la obesidad, el estrés, el envejecimiento, el embarazo y otros, también. Las causas son muy variadas, ya que como hemos mencionado se trata de un síntoma y no de una condición específica.



Tratamiento para el síndrome del intestino perezoso

Por suerte, la mayor parte del tiempo el síndrome del intestino perezoso se debe a desencadenantes benignos. Los cambios en el estilo de vida y de los patrones alimenticios se consideran el principal eje de acción. Con base en esto se sugieren las siguientes recomendaciones:

  • Aumentar la ingesta de agua a al menos 2 litros al día.
  • Incluir alimentos con una buena fuente de fibra.
  • Limitar el consumo de productos lácteos, ultraprocesados, muy grasos, picantes o muy conservados.
  • Reducir la ingesta de café.
  • Incluir probióticos en la dieta.
  • Hacer más actividad física.
  • Reducir los episodios estresantes a través de prácticas o técnicas de relajación.

A la par de esto, se pueden implementar una serie de terapias orientadas a un mayor control del proceso intestinal. Por ejemplo, se sabe que el entrenamiento intestinal es muy efectivo para personas en esta situación. De igual modo, existe evidencia de que la estimulación eléctrica interferencial ofrece beneficios positivos en los pacientes con trastornos de la motilidad intestinal.

Por supuesto, la manera de abordar el problema está restringido a sus causas. Te recomendamos poner en práctica los consejos anteriores y, en caso de que luego de una o dos semanas el problema persista, recurras a un profesional. Él encontrará los motivos detrás del síndrome del intestino perezoso y definirá un plan de acción.



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