Preguntas frecuentes sobre la infiltración de rodilla

La infiltración de rodilla puede ser la herramienta terapéutica adecuada para tu malestar de rodilla. Pero si tienes inquietudes, aquí encontrarás las respuestas a las dudas más habituales sobre el procedimiento.
Preguntas frecuentes sobre la infiltración de rodilla
Laura Herrera

Escrito y verificado por la médica Laura Herrera.

Última actualización: 19 febrero, 2024

La rodilla es una articulación compleja y de gran importancia para las actividades diarias de los seres humanos. Su funcionamiento adecuado es necesario para llevar una vida activa y sin limitaciones.

Sin embargo, la estructura puede verse afectada por múltiples condiciones médicas derivadas de lesiones deportivas, inflamación o desgaste. Ante esas circunstancias, la infiltración de rodilla podrá proponerse como una opción terapéutica.

El dolor articular localizado en la rodilla o gonalgia es uno de los principales síntomas que experimentan los pacientes. Para su alivio, se han desarrollado técnicas de colocación de antiinflamatorios y analgésicos dentro de la articulación. Eso es una infiltración y aquí te respondemos las preguntas más frecuentes que pueden surgir cuando nos indican este tratamiento.

¿Qué es una infiltración de rodilla?

Una infiltración de rodilla es un procedimiento médico en el cual se aplica directamente dentro de la articulación un medicamento. La finalidad es disminuir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la movilidad.

La técnica se plantea como un acceso directo del fármaco a los tejidos que se van a tratar. En teoría, ello aumentaría el efecto en el sitio correcto. Además, propiciaría una recuperación más rápida de las dolencias.

Por tratarse de un procedimiento invasivo, la infiltración de rodilla debe ser realizada por un profesional de la salud. Luego de la inyección se deberán respetar algunas recomendaciones y pautas.

¿En qué enfermedades es útil la infiltración de rodilla?

La infiltración de rodilla se utiliza para tratar diversas condiciones médicas. Algunas de las indicaciones más frecuentes para el procedimiento son las siguientes:

  • Artritis reumatoide: en pacientes con dolores recurrentes en la zona a causa de su enfermedad de base.
  • Osteoartritis: ayuda a reducir la inflamación y alivia el dolor en casos de degeneración ósea de la articulación.
  • Tendinitis: tanto el tendón rotuliano como otros tendones accesorios de la rodilla pueden inflamarse tras un sobreesfuerzo o un traumatismo.
  • Bursitis: es la inflamación de las bursas o bolsas que ayudan al deslizamiento de los huesos entre sí. A veces, además de la inflamación, hay rotura de las mismas, con el consiguiente dolor por el roce entre los tejidos óseos.
  • Sinovitis: es la inflamación de la membrana sinovial, un delgado tejido que recubre la articulación. Al igual que sucede con la bursitis, se pierde un medio de lubricación y los huesos comienzan a contactar entre sí.

La infiltración de rodilla también puede indicarse cuando no se encuentra diagnóstico preciso para un dolor crónico de la articulación. Es algo bastante frecuente entre pacientes que recibieron un reemplazo total de rodilla. En este caso, no se pretende la curación, sino el alivio momentáneo, hasta determinar la causa de base.



¿Cómo se realiza?

Por lo general, el procedimiento es ambulatorio. Es decir, no requiere de una estancia hospitalaria para su realización.

Suele practicarse por un médico especializado en ortopedia o reumatología, en su consultorio. Luego de una evaluación del caso del paciente y de sus preferencias, se determina el fármaco a aplicar y la posibilidad o no de repetir la inyección en el futuro.

Para el procedimiento en sí, el paciente suele estar acostado y cómodo. Se inicia con una desinfección de la zona a infiltrar. Luego se aplica anestesia local con la finalidad de disminuir la incomodidad al momento de inyectar.

Una vez que la anestesia local funciona, se inserta una aguja estéril a través de la piel para llegar a la articulación de la rodilla. A veces, el médico usa referencias o reparos anatómicos para la inserción correcta, y otras veces se hace con la guía de una ecografía.

Una vez la aguja se encuentra en el espacio articular, se inyecta el medicamento. Posterior a ello, se retira la aguja y se coloca un vendaje o apósito.

¿Qué medicamentos se pueden utilizar en una infiltración de rodilla?

Los medicamentos a utilizar varían según el objetivo terapéutico. La elección del compuesto dependerá del diagnóstico de cada paciente y del objetivo del tratamiento.

Algunos de los fármacos más empleados son los siguientes:

  • Corticoides: la triamcinolona y la metilprednisolona, por ejemplo, son antiinflamatorios potentes que pueden ayudar a reducir el dolor en la articulación de la rodilla. Los corticoides son los fármacos más empleados y resultan de elección en la osteoartritis, la artritis reumatoide y la bursitis.
  • Antiinflamatorios no esteroideos o AINE: el diclofenaco es una opción inyectable que puede colocarse de modo directo dentro de la rodilla. En general, se prefieren los corticoides para el mismo fin, pero una contraindicación a los primeros habilitaría el cambio de monodroga.
  • Ácido hialurónico: esta sustancia inyectada emula las funciones del líquido sinovial natural. Se emplea para mejorar la viscosidad y la lubricación de la articulación.
  • Anestésicos: dan un alivio temporal al dolor. La lidocaína y la bupivacaína son ejemplos.

¿Es dolorosa?

La infiltración puede ser percibida por algunas personas como algo dolorosa o molesta, debido a la variabilidad de la sensibilidad de cada uno. Sin embargo, el uso de la anestesia local suele eliminar la percepción de la aguja al penetrar la piel.

Sí puede haber una ligera hinchazón o enrojecimiento en el área durante las horas posteriores o al día siguiente. Es una respuesta normal, que a veces se acompaña de sensación de calor y rigidez temporal.

Ninguno de estos efectos es duradero ni grave.


¿Qué beneficios tiene la infiltración de rodilla?

Esta intervención médica ofrece, como principal beneficio, el alivio rápido del dolor y la disminución de la inflamación en la articulación. Además, puede mejorar los arcos de movilidad de la rodilla. Esto permite a los pacientes volver a realizar actividades que podrían haber suspendido, como un deporte o simplemente caminar.

Otros de los beneficios de la infiltración de la rodilla es secundario. Al aplicar de modo directo el medicamento en la articulación, se evita la toma oral con los efectos secundarios que pudiera acarrear la misma, como gastritis por los antiinflamatorios. A su vez, el paciente reducirá la cantidad de pastillas requeridas para el manejo de su dolor.

Finalmente, otra ventaja es la rapidez. Se trata de un tratamiento mínimamente invasivo con un tiempo de recuperación corto, en comparación con intervenciones más grandes y cirugías a rodilla abierta.

¿Qué riesgos tiene?

Aunque las infiltraciones de rodilla son seguras para la mayoría, como cualquier intervención médica invasiva, encierran riesgos y complicaciones. Los eventos adversos más reportados son los siguientes:

  • Reacciones alérgicas: en personas con hipersensibilidad al fármaco empleado.
  • Pigmentación de la piel de la rodilla: no es un efecto grave, pero el procedimiento más los fármacos podrían cambiar la coloración cutánea.
  • Hematomas: un sangrado profuso en el sitio de la inyección llevaría a la formación de moretones en la piel o acumulación de sangre en el espacio articular.
  • Infección: al colocar una inyección, algunas bacterias pueden penetrar a la articulación de modo excepcional. Sin embargo, ya que los profesionales toman precauciones de esterilidad, es algo poco probable.

¿Cuánto dura el efecto de la infiltración?

La duración del efecto beneficioso de la infiltración de rodilla es muy variable. En ello influyen diversos factores, como la enfermedad de base del paciente, los medicamentos empleados y la respuesta propia de cada uno.

El procedimiento no es una solución permanente casi nunca. Se trata de un alivio temporal para una condición médica que se encuentra en tratamiento.

Podría considerarse exitosa la infiltración que provoque mejoría por unas semanas hasta 4-6 meses.

¿Qué cuidados se deben tener luego del procedimiento?

Los cuidados recomendados luego de la infiltración de rodilla facilitan la recuperación y reducen el riesgo de las complicaciones. El principal consejo es el reposo articular por al menos 24 horas. Junto a ello, la aplicación de frío local y la elevación del miembro contribuyen al bienestar.

Algunas actividades deberían evitarse en el corto plazo por precaución, como nadar, sumergirse en jacuzzis o realizar una actividad física extenuante.

¿Se puede realizar varias veces?

La infiltración de rodilla puede repetirse en varias ocasiones. No obstante, la decisión de concretar infiltraciones múltiples depende de la condición del paciente, la respuesta al tratamiento previo, las preferencias personales, el medicamento utilizado y el criterio del médico.

La infiltración de rodilla es un complemento

Este procedimiento médico es una opción segura y efectiva para el manejo de diversas patologías de la rodilla. Sin embargo, es importante aclarar que se indica de manera concomitante con otras terapias, como fisioterapia, medicamentos e incluso dispositivos ortopédicos (soportes, vendajes o plantillas).

Podrá ser el abordaje inicial o un procedimiento agregado a otra terapia en curso. En especial, si no hay buena respuesta clínica al tratamiento que se dispuso en un principio.

Es bueno tener siempre en mente que la infiltración de rodilla no es mágica. Alivia el dolor, mejora el bienestar y hasta permite retomar los deportes, pero no asegura un efecto beneficioso por años ni significa el tratamiento definitivo.



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