Obesidad

La obesidad está definida como un trastorno patológico que se evidencia en personas con niveles de grasa corporal muy elevados. Dicho padecimiento, conocido a nivel médico como adiposis, se suele tratar de forma no invasiva por medio del cuidado personal y las terapias de comportamiento.

El mayor riesgo de la obesidad es que se considera el punto de partida de una serie de enfermedades graves. En tal sentido, la acumulación desproporcionada de grasa puede provocar hipertensión, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, diabetes, cáncer (endometrio, colon, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar y riñones), dislipidemia y depresión.

En definitiva, la obesidad es conocida como la pandemia invisible, ya que los casos se multiplican año tras año en diferentes rangos de edad. A tal efecto, el diagnóstico de adiposis se produce cuando la persona tiene un índice de masa corporal (IMC) igual o mayor de 30.

Preguntas frecuentes

En adultos, una persona se considera obesa cuando su índice de masa corporal (IMC) está entre 30 y 39,99. Asimismo, por encima de 40 en el IMC se categoriza como obesidad extrema. Por último, al presentar más de 45 kg por encima del peso ideal, se determina lo que se conoce como obesidad mórbida.




El ingerir más calorías de las que se queman es la causa general de la obesidad. Además, existen factores que generan una predisposición corporal al aumento de grasa. Asimismo, dentro de los principales aspectos que catalizan la aparición del padecimiento están los siguientes:

  • Historial familiar (genética).
  • Sedentarismo.
  • Exceso de azúcar.
  • Medicamentos (antiepilépticos, antipsicóticos, esteroides, etc.).
  • Alteraciones del sueño.



Si bien existen factores genéticos que exigen mayor rigurosidad preventiva, la obesidad puede evitarse con modificaciones sustanciales en favor de los hábitos saludables. Por consiguiente, la disciplina y la constancia son vitales. En ese sentido, las medidas necesarias son las siguientes:

  • Practicar actividad física con regularidad.
  • Seguir una dieta balanceada y sin excesos.
  • Respetar las horas de sueño.
  • Regular el estrés de forma saludable.

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La obesidad promovida por el desequilibrio energético maltrata diversas partes del cuerpo. Sin embargo, el mayor deterioro se produce en el cerebro, hígado, corazón, riñones y páncreas. Lo que desencadena una serie de padecimientos que pueden poner en peligro la vida del afectado a mediano y largo plazo.




Términos clave

Índice de masa corporal

El índice de masa corporal es una relación matemática entre el peso de una persona y su estatura. Su utilidad neurálgica radica en la evaluación y detección tanto de problemas de peso como de los posibles riesgos asociados a la condición irregular.



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Obesidad mórbida

La obesidad mórbida también es conocida como obesidad de clase III. Es una enfermedad crónica que se identifica cuando el individuo exhibe un índice de masa corporal (IMC) igual o superior de 40. También se relaciona con las personas que superan, como mínimo, en 45 kg su peso idóneo.



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Sobrepeso

El sobrepeso es el incremento de grasa corporal hasta niveles que se consideran perjudiciales para la salud, pero no representa una condición de gravedad inmediata. Se diferencia de la obesidad por el índice de masa corporal (IMC), el cual se ubica por encima de 25 e inferior a 30.


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