Las 10 enfermedades cardiovasculares más comunes

¿Sabías que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo? Aprende a detectar las más comunes con nosotros, pues una visita temprana al médico salva vidas.
Las 10 enfermedades cardiovasculares más comunes
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 24 septiembre, 2021

El aparato circulatorio o cardiovascular es el conjunto de órganos y tejidos encargados del transporte interno de oxígeno y nutrientes a todas y cada una de las células del cuerpo. El corazón es el centro orgánico de este sistema, y bombea de 4 a 6 litros de sangre por minuto. Por desgracia, existen ciertas enfermedades cardiovasculares comunes que pueden trastocar el flujo sanguíneo.

Las patologías del sistema circulatorio son la primera causa de muerte en el mundo, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Algunas de ellas provocan síntomas leves, mientras que otras (como la cardiopatía isquémica o el accidente cerebrovascular) presentan una tasa de letalidad muy alta. Conoce con nosotros las más comunes e interesantes en las siguientes líneas.

¿Qué son las enfermedades cardiovasculares y cuáles son las más comunes?

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, una enfermedad cardiovascular es cualquier problema que se presente en el corazón, los vasos sanguíneos o ambos a la vez. Su origen puede ser congénito, hipertensivo, isquémico o inflamatorio, y el especialista adecuado para tratar estas condiciones es el cardiólogo.

La OMS nos otorga una serie de cifras y datos muy interesantes en lo que a las enfermedades cardiovasculares (ECVs) se refiere. Te los resumimos en la siguiente lista:

  • Las enfermedades cardiovasculares (ECVs) son la primera causa de muerte en todo el mundo. En el año 2019, 17,9 millones de personas murieron a causa directa de una ECV. Esto representa un 32 % de las defunciones globales.
  • De todas las muertes producidas por estos cuadros, el 85 % se corresponden a ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares (ACVs).
  • Alrededor de 3/4 de las defunciones por ECVs ocurren en países de bajo ingreso o ingreso medio-bajo. La falta de maquinaria sanitaria se cobra muchas vidas en este frente.
  • De las más de 17 millones de muertes prematuras (antes de los 70 años) que se reportan de forma anual por enfermedades no transmisibles, las ECVs son las responsables de casi el 40 %.
  • La mayoría de las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir, pero su incidencia no deja de aumentar. El estilo de vida sedentario, la obesidad y una mayor esperanza de vida general promueven que cada vez sean más comunes.

Como puedes ver, un fallo en el sistema circulatorio puede pagarse muy caro si no se aborda a tiempo. A continuación, te presentamos las 10 enfermedades cardiovasculares más comunes y sus síntomas tempranos, pues detectar con presteza una patología de este tipo puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. No dejes de leer.

1. Accidentes cerebrovasculares (ACVs)

Entre las enfermedades cardiovasculares comunes están los ACV
Los accidentes cerebrovasculares tienen causas muy variadas, pero muchas de ellas son prevenibles o controlables. Aun así, hoy en día representan una importante causa de mortalidad a nivel mundial.

Tal y como indica el Instituto Nacional del Cáncer (NIH), un accidente cerebrovascular es una patología derivada de la pérdida de flujo sanguíneo al encéfalo, lo cual se traduce en un claro daño tisular cerebral. Los síntomas generales de este cuadro incluyen mareos, adormecimiento, debilidad en un lado del cuerpo, problemas para hablar y dificultad para entender el lenguaje.

La prevalencia de los ACVs es muy alta, ya que se detectan de media 8,6 casos por cada 1000 habitantes. Una persona tiene un accidente cerebrovascular o derrame cerebral en Estados Unidos cada 40 segundos y cada 4 minutos un paciente muere a causa de él. En esta misma región, cada año más de 795 000 personas experimentan un ACV.

Si el flujo sanguíneo se detiene a una parte del cerebro solo unos pocos segundos, las neuronas mueren y se producen efectos irreversibles (o letales) en el paciente. Los accidentes cerebrovasculares pueden ser isquémicos o hemorrágicos. Te mostramos sus distinciones en las siguientes líneas.

1.1 ACV isquémico

El accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro se ve bloqueado por un coágulo sanguíneo. Este “tapón” puede producirse en la propia arteria estrechada (ACV trombótico) o haberse despegado de otra parte del cuerpo y viajar hasta una zona de flujo esencial cerebral (ACV embólico). Este último es el tipo más común.

El ACV isquémico representa el 80 % de los derrames cerebrales totales.

1.2 ACV hemorrágico

En esta variante, un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se debilita con el tiempo y se rompe, provocando el derramamiento de sangre en el tejido encefálico. Existen muchas causas, como la ruptura de malformaciones arteriovenosas como los aneurismas (que implican el ensanchamiento y debilitamiento de las paredes de algún vaso sanguíneo), traumatismos o inclusive como complicación de un ACV isquémico previo.

Un ACV es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Se trata de un cuadro grave, pues solo el 30 % de los pacientes sobreviven 5 años después del accidente.

2. Arritmias

Las arritmias ocurren cuando los impulsos eléctricos que coordinan los latidos del corazón no funcionan de forma adecuada. Esto hace que el órgano encargado de bombear la sangre lata muy lento (bradicardia), muy rápido (taquicardia) o de forma irregular. A continuación, te presentamos los tipos de arritmias más comunes en la sociedad general.

2.1 Fibrilación auricular (FA)

Tal y como indica el portal Cardio Alianza, la fibrilación auricular es el tipo de arritmia más común en todo el mundo. En el año 2016 se estimó que la presentaban 46,3 millones de pacientes y su prevalencia se ha incrementado por 3 en las últimas décadas. Se caracteriza por un ritmo cardíaco rápido ocasional o persistente de 100 a 175 latidos por minuto.

Esto genera síntomas como debilidad, habilidades reducidas a la hora de realizar ejercicio, fatiga, aturdimiento, mareos, problemas para respirar y dolor en el pecho. El tratamiento se basa en restablecer el ritmo cardíaco y controlar la frecuencia (cardioversión), mantenerlo normal y evitar la formación de coágulos sanguíneos.

El control de la frecuencia cardíaca es esencial en los cuadros arrítmicos.

2.2 Taquicardia ventricular (TV)

Este tipo de taquicardia ocurre por la transmisión de señales eléctricas anormales a las cámaras inferiores del corazón, los ventrículos. Esto provoca que se aumente el ritmo cardíaco. Su incidencia general no es del todo conocida, pero se sabe que junto a la fibrilación ventricular (FV) es causante del 50 % de las muertes cardíacas.

Dependiendo de la salud general del corazón y de la duración de la taquicardia, se pueden presentar complicaciones como las siguientes:

  1. Desmayos frecuentes con pérdida del conocimiento.
  2. Insuficiencia cardíaca.
  3. Muerte súbita provocada por un paro al corazón.

Los objetivos del tratamiento son los mismos que los del caso anterior.

2.3 Síndrome de QT largo

En este tipo de taquicardia el corazón también late rápido, pero además lo hace de forma caótica. El síndrome de QT largo suele provocar desmayos repentinos, convulsiones y, en casos graves, muerte fulminante del paciente. La prevalencia de la enfermedad se sitúa en 1 de cada 2500 nacimientos vivos, tal y como indica el portal Orpha.net.

A diferencia del resto de taquicardias citadas, el síndrome de QT largo casi siempre es una condición de tipo hereditario, aunque existen más de 100 medicamentos que pueden prolongar el intervalo cardíaco QT en personas aparentemente sanas. El tratamiento suele llevarse a cabo con ciertos fármacos, como los betabloqueantes y la mexiletina.

Existen muchos más tipos de arritmias, pero estas representan algunas de las enfermedades cardiovasculares más comunes del grupo.

3. Hipertensión arterial

Sin duda, la hipertensión es una de las enfermedades cardiovasculares más comunes del mundo, si no la más extendida. Se estima que en la Tierra hay más de 1130 millones de personas con hipertensión y 2/3 de ellas viven en países de ingreso bajo-mediano. 1 de cada 4 hombres y 1 de cada 5 mujeres son hipertensos, y solo 1 de cada 5 pacientes controlan el cuadro clínico de forma activa.

Aunque parezca algo anecdótico y extendido en nuestra sociedad, cabe destacar que la hipertensión es uno de los principales desencadenantes de muerte prematura en todo el planeta. Algunas de las complicaciones graves de esta patología se resumen en la siguiente lista:

  • Ataque al corazón: una tensión arterial elevada y sostenida puede promover que se endurezcan y engrosen las arterias (aterosclerosis). Este cuadro clínico aumenta de forma exponencial las probabilidades de sufrir un ataque al corazón.
  • Accidente cerebrovascular: la hipertensión promueve la aparición de ACVs tanto isquémicos como hemorrágicos.
  • Insuficiencia cardíaca (IC): la hipertensión es el factor de riesgo más detectado en los pacientes con insuficiencia cardíaca. Si este cuadro se trata, las probabilidades de presentar una IC se reducen en más de un 50 %.

Una persona es hipertensa cuando uno o ambos parámetros de presión arterial (sistólica y diastólica) son mayores a la referencia de 120-130/80 mikímetros de mercurio (mmHg).

El tratamiento de este cuadro siempre pasa por modificar la dieta y adoptar un estilo de vida más sano, pero también se requieren fármacos como diuréticos, antagonistas de los receptores de la angiotensina y bloqueadores de los canales de calcio.

Alrededor de 9 de cada 10 hipertensos tienen un cuadro incurable, pero sí que se pueden mantener a raya sus síntomas y evitar que aparezcan complicaciones.

4. Cardiopatía congénita (CC)

Las cardiopatías congénitas son un grupo de enfermedades cardiovasculares que implican problemas en la estructura y el funcionamiento del corazón desde que el paciente nace. Es la principal causa de muerte antes del primer año de vida, y los cuadros englobados en ellas se pueden dividir en 2 categorías que mencionaremos a continuación.

4.1 Cardiopatía congénita cianótica

En estos cuadros clínicos, las malformaciones estructurales hacen que la sangre azul o venosa (baja en oxígeno) y la roja o arterial (rica en oxígeno) se mezclen a través de canales sanguíneos anormales. El cuadro provoca que el paciente presente una falta clara de oxígeno en sus tejidos, lo cual se manifiesta con un cuadro clínico denominado cianosis.

Los bebés con cardiopatías congénitas cianóticas tienen una coloración azulada marcada en labios y dedos de las manos y pies. Más allá de esto, también pueden presentar síntomas de ansiedad, hiperventilación, piel grisácea y cansancio permanente. La mayoría de los cuadros requieren de una cirugía a corazón abierto para la reparación del defecto del corazón.

4.2 Cardiopatía congénita acianótica

En las cardiopatías congénitas acianóticas, el flujo sanguíneo a nivel pulmonar se mantiene constante y normal (o como mucho aumenta). También se conocen como CCs “rosadas”, ya que el paciente no presenta el azulado tisular de la cianosis al momento del nacimiento. De todas formas, sigue siendo grave y promueve la aparición de soplos y cardiomegalias, entre otras condiciones.

5. Insuficiencia cardíaca

Entre las enfermedades cardiovasculares comunes está la insuficiencia cardíaca
Las complicaciones derivadas de la insuficiencia cardíaca representan una de las principales causas de hospitalización en pacientes mayores.

El término insuficiencia cardíaca se aplica cuando el corazón ya no puede bombear de forma efectiva la sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo. Esto provoca una serie de síntomas sistémicos graves, como tos, fatiga, desmayos, dificultad para respirar, congestión vascular hepática, hinchazón de pies y tobillos, aumento de peso y pulso irregular.

Tal y como indica la Revista Española de Cardiología, hasta el 1 % de la población mayor de 40 años sufre insuficiencia cardíaca. La prevalencia se duplica con cada década de edad y se sitúa hasta en el 10 % en las personas mayores de 70 años. Es un trastorno progresivo y letal y, aunque se trate, provoca la muerte en el 50 % de los casos 5 años después del diagnóstico.

La insuficiencia cardíaca suele manifestarse después de que otros trastornos hayan dañado al corazón a lo largo de la vida del paciente. La hipertensión, las válvulas cardíacas defectuosas, la miocarditis, las arritmias y todos los cuadros que ya hemos citado pueden desembocar en esta enfermedad grave. Existen muchos medicamentos y dispositivos médicos para retrasar su empeoramiento.

La insuficiencia cardíaca es una de las enfermedades cardiovasculares más comunes en la población envejecida.

6. Cardiopatía coronaria

Cerramos este espacio con la cardiopatía coronaria, otra de las enfermedades cardiovasculares más comunes y preocupantes a nivel sanitario. A nivel clínico, se trata de un estrechamiento de los pequeños vasos sanguíneos que aportan sangre y oxígeno al corazón. Provoca 4 millones de muertes anuales en Europa y es la primera causa de muerte en EE.UU., ni más ni menos.

El dolor en el pecho es el síntoma más común, aunque en sus estadios iniciales la enfermedad se puede desarrollar de forma silenciosa. El malestar incrementa al realizar ejercicio físico o durante momentos de emociones fuertes y suele acompañarse de fatiga y dificultad para tragar. Es una condición que se ve propiciada por otros de los cuadros ya citados, sobre todo la hipertensión.

El tabaquismo, el colesterol alto y la falta de actividad física también pueden propiciar este cuadro clínico.

Un grupo de enfermedades muy preocupante

En total, en esta oportunidad te hemos presentado 10 tipos de enfermedades cardiovasculares comunes, teniendo en cuenta que los accidentes cerebrovasculares, las arritmias y las cardiopatías congénitas se dividen por su parte en 2 o más entidades clínicas separadas. Todas ellas son preocupantes y requieren abordaje inmediato, pues antes o después aumentan las probabilidades de muerte prematura.

Como hemos dicho en líneas previas, las condiciones cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo. Es necesario mantener un estilo de vida sano y activo para retrasar el daño al sistema cardiovascular, y si el paciente siente cualquier síntoma atípico, debe acudir de inmediato al médico. Solo así se evitará una muerte fulminante por un fallo cardíaco súbito.




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