Vivir con obesidad

La obesidad es un trastorno que compromete tu salud de maneras diferentes. Descubre qué puedes hacer para vivir con ella mientras sigues el plan de tratamiento.
Vivir con obesidad
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 02 agosto, 2021

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en la actualidad más de 650 millones de personas padecen de obesidad. Muchas de estas son niños y jóvenes, con porcentajes que se han triplicado desde 1975. La mayoría de los investigadores no temen en catalogar los números como una epidemia.

Tal y como nos recuerda Harvard Health Publishing, revertir este trastorno va mucho más allá de un recuento de calorías. Ya te hemos hablado del tratamiento de la obesidad y cómo prevenirla, de manera que en este apartado nos enfocamos en describirte algunas pautas que pasan desapercibidas entre muchos pacientes obesos.

La emociones al vivir con obesidad

Hasta no hace mucho tiempo la atención de las emociones era un problema secundario entre los especialistas que trataban la obesidad. La mayoría se centraba en el plano físico, olvidando así el impacto psicosocial complejo que envuelve a todas las personas obesas.

Por fortuna, hoy existe un consenso entre los investigadores de que el bienestar psicosocial es una parte imprescindible al momento de vivir con obesidad. Aunque el impacto negativo del trastorno se puede sentir de diferentes maneras, a continuación analizamos tres de las más importantes.

Estigma

Vivir con obesidad puede ser difícil
El estigma sobre la obesidad suele iniciar en la infancia, y en ocasiones muchas personas afectadas son incapaces de superarlo por sí mismas.

Como muy bien lo recoge la European Coalition for People Living with Obesity (ECPO), el estigma es una secuela frecuente de la obesidad. Las personas obesas tienen que lidiar, desde muy pequeños, con el sesgo y el prejuicio de un grupo de personas hacia su condición.

De acuerdo con algunos estudios, el estigma la mayor parte del tiempo se centra en lugares comunes sobre los motivos del aumento peso (por ejemplo, que solo está relacionado con comer en exceso o no hacer ejercicios). Este puede provenir de colegas, amigos o familiares, y es un gran obstáculo al momento de intentar tratar el trastorno.

Como consecuencia, las personas desarrollan baja autoestima, sentimientos de vergüenza y culpa, ansiedad, pensamientos negativos e incluso pensamientos suicidas. El estigma puede impedir a muchos obesos conseguir un puesto de trabajo (o lograr un ascenso), aislarlo socialmente, disminuir su rendimiento educacional y muchos otros obstáculos similares.

Existen varias formas de contrarrestar el estigma. Una de las más importantes es a través de iniciativas públicas y privadas destinadas a la concientización. En muchos países, hoy existen legislaciones destinadas a revertir esta tendencia. Las cosas que puedes hacer por tu cuenta, siguiendo a Obesity Action Coalition (OAC), son las siguientes:

  • Educa sobre las repercusiones del estigma a tu círculo cercano (familiares y amigos). Motívalos a que ellos hagan lo mismo.
  • Expresa, siempre que sea posible y con buenas palabras, la disconformidad con ciertas actitudes prejuiciosas sobre la obesidad.
  • Asiste a terapia de la mano de un profesional de la psicología para trabajar en los sentamientos negativos.

Depresión y obesidad

No son pocos los estudios e investigaciones que han encontrado una asociación directa entre la obesidad y la depresión. Afecta a todos los grupos de edad y género e incluso puede persistir cuando ya se han logrado avances durante el tratamiento. Se sabe que los episodios de depresión pueden incentivar el aumento de peso, creando un efecto de bola de nieve a medio y largo plazo.

La depresión desde hace años dejó de ser un trastorno excéntrico de aquellos que por algún motivo no querían ser felices. Su estigma en la sociedad es cada vez menor, y la iniciativa de tratarla de la mano de profesionales (psicólogos, psiquiatras, terapeutas y demás) literalmente salva miles de vidas cada año.

No dudes en consultar con los especialistas si desarrollas algunos de los síntomas de la depresión. Como hemos indicado, esta puede ser un obstáculo gigante durante el tratamiento. Esto sin mencionar todos los problemas asociados directamente con ella. Conoce los síntomas de la depresión para que estés alerta a las señales.

Aceptación

Por aceptación no hacemos referencia al hecho de considerar a la obesidad un trastorno que no requiere tratamiento. En cambio, nos referimos a la aceptación de que se tiene una condición que está asociada con decenas de comorbilidades y problemas que pueden reducir la esperanza de vida.

La terapia de aceptación y compromiso (ACT, por siglas en inglés) es un enfoque que se ha utilizado como método para bajar de peso. Los estudios e investigaciones avalan su uso, siempre y cuando se aplique de la mano de un profesional. El primer paso para lograr el cambio es estar consciente de su importancia, algo que debes recordar de manera permanente al vivir con obesidad.

Consejos para vivir con obesidad

Vivir con obesidad incluye considerar la probabilidad de acudir a terapia mental
Además de realizar cambios en el estilo de vida para combatir la enfermedad, es importante considerar la terapia psicológica. Está demostrado que puede mejorar la calidad de vida de estas personas.

En paralelo con el cuidado emocional, existen muchas cosas que puedes hacer para vivir con obesidad. No exploraremos aquí las opciones de tratamiento que ya te hemos enseñado en otras entradas, sino recomendaciones que pueden hacerte la vida más simple en tu camino para afrontar el trastorno.

  • Conoce las iniciativas públicas y privadas que existen en tu comunidad para prevenir y afrontar la obesidad (los CDC sugieren empezar por escuelas, universidades, hospitales y lugares de servicios de alimentos).
  • Evita comer fuera de casa y sustituye este hábito por preparaciones caseras.
  • Limita el tiempo que pasas al frente de la pantalla (Harvard T.H. Chang recomienda solo dos horas al día).
  • Únete a grupos de apoyo presenciales o en línea destinados a luchar contra la obesidad.
  • Lleva un registro de qué comes a diario. Así puedes acceder de forma material al final de la semana a tus hábitos alimenticios reales.
  • Involucra a todos los miembros de tu familia a seguir hábitos saludables.
  • Considera contratar a un entrenador personal para establecer metas realistas.
  • No te obsesiones con alcanzar objetivos a corto plazo.
  • Medita sobre la posibilidad de hacer una cirugía solo como última opción y cuando ya has logrado importantes avances (tal y como lo aconseja la American Heart Association).

Lo importante es que asimiles que vivir con obesidad no implica recorrer el camino en soledad. Especialistas de disciplinas diferentes, familiares y amigos son un bastón de gran ayuda durante el proceso. Mientras más pronto logres asimilar esto, más comprometido estarás en mantener el tratamiento a largo plazo.



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