Cómo ayudar al bebé a que duerma toda la noche
De acuerdo con algunas estimaciones, hasta el 30 % de los bebés manifiestan problemas a la hora de acostarse y despertares nocturnos recurrentes. Dichos problemas reciben el nombre de trastornos del sueño persistentes en bebés y niños pequeños (ITSD, por sus siglas en inglés), y como es natural, afectan de forma negativa el bienestar de los pequeños y sus padres. Repasamos algunas recomendaciones para ayudar a que el bebé duerma toda la noche.
Lo primero que debes saber es que no estás solo: todas las madres y los padres deben lidiar con el desafío del descanso nocturno de sus hijos. Hay muchas cosas que puedes hacer para ayudar a tu bebé a que duerma toda la noche, y por fortuna la mayoría de ellas son muy fáciles de aplicar. Te advertimos que las recomendaciones que te presentamos no sustituyen las consideraciones del pediatra, de manera que puedes aplicarlas como complemento a sus criterios.
Reglas básicas de seguridad durante el sueño infantil
Una parte de ayudar al bebé a que duerma toda la noche es crear un entorno de sueño seguro. Además de fomentar su descanso, aplicar reglas básicas reduce las probabilidades del síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS, por sus siglas en inglés). Te dejamos con las recomendaciones de los expertos para crear un entorno de sueño seguro:
- Durante el primer año de vida el lugar más seguro para dormir es en la cuna del niño. Lo debe hacer siempre boca arriba.
- No se deben utilizar objetos de espuma o toallas enrolladas para mantener a los bebés estables en una posición.
- En el momento en el que el bebé puede darse la vuelta por sí mismo, no hay necesidad de obligarlo a dormir boca arriba.
- Los pequeños nunca deben dormir sobre colchones de aire, almohadas, camas de agua, cojines o materiales blandos (como ropa o edredones).
- Los asientos para automóviles y los portabebés nunca se deben usar para reemplazar la cuna (más allá de unos minutos u horas, por supuesto).
- Considera vestir a su bebé con pijamas para que el uso de mantas no sea necesario.
- Nunca dejes a tu bebé duerma solo en un sofá o un sillón, tampoco se recomienda dormir la siesta o dormir toda la noche con él. Esto eleva las probabilidades asfixia.
- Nunca dejes el biberón de leche junto a la cama del bebé.
- Asegúrate que su cuna cumpla con los estándares de seguridad de los organismos locales.
Estos son los consejos básicos para fomentar un entorno de sueño seguro. Al momento de asumirlos no solo consolidas su integridad, sino que también puedes ayudar al bebé a que duerma toda la noche. No es lo único que puedes hacer, ya que hay algunos hábitos y técnicas que te pueden ayudar a lograr mejor esto último.
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7 consejos para ayudar al bebé a que duerma toda la noche
Hay muchas razones por las cuales tu bebé no lograr mantener el sueño durante toda la noche. Los requerimientos que tiene de alimentarse, los problemas de comodidad, la sensación de seguridad que le genera el contacto cercano con sus padres y los cambios fisiológicos median para que tenga problemas para conciliar el sueño. Te dejamos con 7 consejos para ayudar al bebé a que duerma que puedes aplicar todos los días.
1. Establece una rutina para ir a dormir
Establecer una rutina para el descanso quizá sea lo mejor que puedes hacer para ayudar a que tu bebé duerma toda la noche. Esto incluye, pero no limita, a reducir las sobreestimulaciones en las horas antes de llevarlo a dormir. Esto es útil para establecer una diferencia abrupta entre el día y la noche, lo que le permitirá consolidar la asociación entre las horas nocturnas y el descanso.
Restringe los juegos activos solo durante el día, mientras que por la noche apela solo a juegos tranquilos. Atenúa la intensidad de las luces, apela por el silencio y opta por actividades tranquilas y pacíficas justo antes de dormir. Hazlo todas las noches, así consolidas una rutina que antecede el momento de dormir. Esto incluye por supuesto acostarlo siempre a la misma hora cuando es posible y desarrollar los patrones en el mismo orden siempre.
2. Acuesta a tu bebé con sueño, pero todavía despierto
Un error muy común de los padres es acostar al pequeño cuando se ha dormido por completo. Cuando se hace esto se fomenta la asociación de quedarse dormido en lugares ajenos a su sitio de descanso. Por el contrario, cuando lo acuestas con sueño, pero aún despierto, internalizas la relación cama-sueño. Como ya te hemos advertido, debes hacerlo siempre boca arriba.
3. Considera acostarlo con un chupete
El chupete es una herramienta de gran ayuda para conseguir que el bebé intranquilo se duerma. De hecho, podría ser un aliado para evitar el síndrome de muerte súbita del lactante. Un estudio publicado en Maternal and Child Health Journal en 2012 encontró que el uso del chupete a la hora de dormir disminuye el riesgo de SIDS. Se trata de un beneficio por partida doble, de manera que lo puedes considerar ante problemas para conciliar el sueño.
4. Acondiciona la habitación
El pequeño debe dormir en la misma habitación que la tuya, pero lo debe hacer siempre en una cuna u otra estructura especial para bebés hasta al menos el año de nacido. Acondicionar la habitación para garantizar el sueño es muy importante, y de por medio te ayudará a ti a dormir mejor. Te dejamos con algunas cosas que puedes hacer a continuación:
- Limita la cantidad de luz artificial una hora antes de dormir.
- Utiliza ruido rosa o blanco de fondo para crear ambientación.
- Gradúa la temperatura de manera que la habitación esté ligeramente fresca.
- Evita el uso de dispositivos electrónicos cerca de él.
- Cierra puertas y ventanas para evitar que el ruido exterior perturbe el sueño (usa cortinas para bloquear la luz que ingresa por las ventanas).
Si tienes en cuenta estos prácticos consejos, ayudarás al bebé a que duerma durante más tiempo. De igual modo, también mejorarás tus hábitos de sueño; lo que puede reducir tu irritabilidad, tu somnolencia y tus cambios de humor durante el día siguiente debido a no haber dormido de forma adecuada.
5. Ajústate a sus preferencias de descanso
Los recién nacidos pueden llegar a dormir hasta 16 horas al día en periodos no continuos. El tiempo se irá reduciendo a medida que pasan las semanas, así como la consolidación de un horario de descanso. Alrededor de los 4 meses podrá dormir entre 4 y 6 horas seguidas, y para el año la mayoría de los bebés duermen 10 horas continuas sin problemas.
Dado que los ciclos de vigilia-sueño no están alineados en los pequeños con los de día-noche, sus preferencias de descanso a menudo contrastan con las tuyas. Por tanto, debes ajustarte a sus preferencias de descanso, y asumir así que se trata de una etapa temporal. Los tiempos dados son solo referenciales, ya que algunos bebés de 3 meses pueden dormir hasta 6 horas continuas.
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6. Prueba con el entrenamiento del sueño infantil
Algunos especialistas aprueban el uso del entrenamiento del sueño infantil, también conocido como llanto controlado, para ayudar al bebé a que duerma más tiempo. Consiste en que los padres respondan al llanto de su bebé en intervalos cada vez mayores de tiempo. Todo esto con el objetivo de permitir que se calme de forma independiente.
No existe una manera estándar de aplicar este entrenamiento, aunque la media es responder al llanto del bebé entre 2 a 5 minutos. Cuando lo hacen se optará por consolarlo y acompañarlo, y no levantarlo. Luego de 2,5 minutos los padres se retiran de la habitación y no regresan hasta 2-5 minutos después (en caso de que sea necesario). En cuestión de una semana los despertares continuos y el llanto mejoran en muchos de ellos.
7. Pon en práctica los despertares programados
Dado que el método anterior se percibe como angustioso para muchos padres, otros expertos avalan el uso de los despertares programados. Aunque es menos efectivo que la técnica anterior, aún manifiesta mejoras significativas en comparación con no hacer nada. Consiste en despertar al bebé entre 15 y 60 minutos antes de su despertar habitual.
Reiteramos de nuevo que todos estos consejos deben acoplarse con las recomendaciones del pediatra. Todos ellos son seguros, aunque en función de muchas variables se adaptarán o no a tus necesidades. Al final, lo más importante del proceso es tener paciencia. Ciertamente, solo es cuestión de tiempo para que el pequeño internalice hábitos de sueño que se acercan cada vez más a los tuyos.
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