Lactancia: beneficios y consejos

La lactancia no impide que el bebé enferme, pero sí que le ofrece beneficios al enfermo. La razón de ello, es que el cuerpo de la madre produce anticuerpos contra cualquier infección.
Lactancia: beneficios y consejos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 21 julio, 2021

El término lactancia hace referencia al hecho de alimentarse a través de la leche del seno de la madre.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, es decir, UNICEF, señalan que la lactancia es una forma inigualable de facilitar alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los niños.

Asimismo, estas organizaciones recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses del recién nacido. También aconsejan continuarla a partir de los 6 meses, acompañada de otros alimentos adecuados para su edad.

Que el periodo sea mínimo 6 meses se debe a que la lactancia es uno de los métodos más eficaces para proteger la salud de los niños. Si se extendieses a niveles prácticamente universales, se salvarían las vidas de unos 820.000 niños cada año.

A partir de los 2 primeros años, este tipo de alimentación se puede alargar en el tiempo todo lo que el niño y la madre quieran, ya que no se sabe cuál es la duración exacta de la lactancia materna en los humanos.

En este sentido, algunos estudios antropológicos publicados concluyen que la franja natural de lactancia en humanos se encuentra situada entre los 2,5 años y los 7.

Beneficios de la lactancia para la salud

lactancia materna bebé leche

No cabe la menor duda de que la leche materna es el mejor alimento para el recién nacido. Las innumerables ventajas de la lactancia hacen que el bebé también pueda beneficiarse de la leche de muchas otras maneras.

Además de servirle como alimento, la leche materna también protege al bebé. Esta está llena de ingredientes que incluyen:

  • Citoblastos.
  • Glóbulos blancos.
  • Bacterias beneficiosas.
  • Anticuerpos.
  • Enzimas.
  • Hormonas.

Todas estas sustancias ayudan a combatir infecciones, evitar enfermedades y contribuir a un desarrollo normal y saludable.

Los niños que se alimentan de leche materna durante los 6 primeros meses tienen menos posibilidades de sufrir diarreas y náuseas, gastroenteritis, gripes y resfriados, además de infecciones de oído, de pecho y candidiasis. A su vez, la lactancia reduce la incidencia de que el bebé sufra el síndrome de muerte súbita del lactante.

No obstante, la lactancia no impide que bebé enferme, pero sí que le ofrece beneficios al enfermo. La razón de ello, es que el cuerpo de la madre produce anticuerpos específicos contra cualquier infección que pueda tener, favoreciendo la recuperación.

Beneficios duraderos de la lactancia para el bebé

lactancia materna bebé leche madre

La lactancia no solo es beneficiosa durante los primeros meses. Como hemos dicho no se conoce en humanos un tiempo ideal que tiene que durar. Sí que se sabe que cuanto más tiempo siga tomando leche materna, más ventajas obtendrá el niño.

Cada vez que el niño amamanta, se elevan los niveles de oxitocina, tanto en la madre como en el niño, lo que refuerza el vínculo entre ambos.

Hay estudios que muestran que los niños alimentados a base de leche materna cuando eran bebés son menos proclives a padecer algunos tipos de cáncer como leucemias o linfomas. También tienden a tener una mejor visión y una dentadura más recta.

Además, también hay estudios que concluyen que el bebé tiene menos posibilidades de desarrollar diabetes al llegar a la edad adulta.

Algunos consejos para el inicio de la lactancia

A continuación, explicamos 3 consejos sencillo a tener en cuanta cuando se vaya a amamantar por primera vez. Hay que tener en cuenta que, en general, la duración de las tomas es variable y viene determinada por la respuesta del recién nacido.

Al principio, puede que requiera más tiempo en cada pecho y luego tenga suficiente con un periodo más breve. Cada niño es diferente. Ten en cuenta estos sencillos consejos.

  • Mantén una postura correcta: el niño debe tener la boca abierta, con una inclinación de cabeza adecuada (unos 180 grados) y debe abarcar toda la areola con la boca.

No se recomienda hacer la pinza con los dedos para que salga más leche, ya que en realidad sólo se logra obstruir algunos conductos. La postura convencional es aquella en la que la barriga de la madre y la del niño se tocan.

  • Frecuencia y duración de las tomas: siempre se recomienda darle de mamar cuando el niño lo requiera. Un bebé recién nacido no tiene horario, pero poco a poco irá cogiendo el hábito. Para facilitar esta adaptación, se aconseja que el niño pase el mayor tiempo posible con la madre.
  • Otros consejos durante la toma: la concentración de grasa en más alta al final de la toma. Por ello, es importante que dejar que el niño vacíe completamente un pecho antes de darle el otro.


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