Las 15 fobias más comunes
Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que el paciente desarrolla un miedo irracional y patológico hacia algo. Se recoge en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en su quinta edición (DSM-V). Aunque allí no se hace referencia a todas las fobias más comunes, sí se dan parámetros que permiten identificarlas o clasificarlas.
Por ejemplo, en el DSM-V se dan cinco categorías generales para la clasificación de las fobias: relacionadas con los animales, con el entorno natural, con la sangre, las lesiones o los problemas médicos y otras. No existe una lista oficial o completa de fobias, de manera que estas se nombran y se describen en la medida en que se detectan. Técnicamente, el número está limitado por la experiencia con la realidad.
Las fobias más comunes en todo el mundo
Aunque no se habla abiertamente de ello, las fobias son más frecuentes de lo que se piensa. Se suelen desarrollar de por vida o limitarse a cuadros de 12 meses, y de acuerdo con las encuestas su prevalencia en la sociedad oscila entre 7,5 % y 5,5 %, respectivamente. Son más frecuentes en las mujeres y en personas que habitan en países con ingresos medios/altos.
Tal y como nos recuerda Johns Hopkins Medicine, la mayoría de los casos se pueden rastrear en la infancia, aunque se suelen desarrollar entre los 15 y los 20 años de edad. Por otro lado, y siguiendo a Harvard Health Publishing, todos los pacientes hacen cambios drásticos para tratar de evitar la interacción o el contacto con aquello que desencadena su fobia.
Antes de presentarte una lista con las 15 fobias más comunes te recordamos que todas ellas son un tipo de trastorno de ansiedad. La mayoría de los casos no logran una remisión completa a lo largo de la vida, aunque la terapia y en ciertos contextos los medicamentos pueden ser de gran ayuda. Con todo esto como preámbulo veamos las fobias más comunes en todo el mundo.
1. Acrofobia: miedo a las alturas
La acrofobia se caracteriza por un miedo patológico e irracional a las alturas. Se diferencia de la intolerancia visual a la altura en la medida en que los síntomas y las reacciones asociadas con ella son más graves e incontrolables. De acuerdo con los investigadores, la prevalencia de la acrofobia es de 8,6 % para las mujeres y 4,1 % para los hombres.
La mayoría de los casos se desarrollan en la segunda década de vida, y por lo general evolucionan gradualmente a estados crónicos. Una persona con intolerancia visual a la altura desarrolla acrofobia en el 6,4 % de los casos, y en el 20 % de ellos ataques de pánico (ver estudio citado). A menudo está relacionada con la migraña y el vértigo.
2. Claustrofobia: miedo a los espacio cerrados
La claustrofobia es el miedo a los espacios cerrados. Tal y como indica la evidencia, hasta el 12,5 % de la población mundial padece de ella. Una persona claustrofóbica desarrolla un miedo patológico a estar en ascensores, máquinas de resonancia magnética, cuevas e incluso habitaciones muy pequeñas (baños, por ejemplo).
Existen muchas hipótesis de por qué tantas personas desarrollan claustrofobia. Al margen de los casos asociados con traumas, se sabe que casi todos los pacientes comparten alteraciones en la amígdala cerebral. Como curiosidad, y siguiendo a los investigadores, estas alteraciones también están presentes en las personas diagnosticadas con el trastorno de ansiedad social.
3. Entomofobia: miedo a los insectos
La entomofobia es una fobia específica (aunque con características generales) que se diferencia por el miedo irracional hacia los insectos. Los expertos han encontrado que el 35,8 % de los niños de edad escolar tienen miedo a los insectos, y un 52,45 % de ellos desarrollan un sentimiento de asco y repulsión. Estos últimos son propensos a desarrollar fobia durante su adolescencia o adultez.
Aunque describe un miedo general a los insectos, muchos casos se concentran en insectos específicos como las cucarachas y las abejas. Cualquiera la puede desarrollar, pero es más frecuente en personas con ingresos medios/altos y que han interactuado poco con dichos insectos (por vivir en la ciudad, por ejemplo).
4. Ofidiofobia: miedo a las serpientes
Otra de las fobias más comunes en la ofidiofobia, término con el cual se conoce al miedo o terror a las serpientes. Aunque cerca de la mitad de la población desarrolla sentimientos de ansiedad frente a estos animales, lo cierto es que la evidencia indica que solo el 2-3 % de ella califica para un diagnóstico de fobia.
A menudo no se distingue la peligrosidad del animal, de manera que puede manifestarse tanto con serpientes como con víboras. Se piensa que la mitad de todas las fobias de animales se corresponden con casos de ofidiofobia, de manera que se cuenta entre las fobias más comunes en todo el mundo. Muchas personas con ansiedad a las serpientes desarrollan esta fobia a largo plazo.
5. Tripanofobia: miedo a las agujas
Una lista de fobias más comunes estaría incompleta sin hacer mención a la tripanofobia; esto es, el miedo patológico a las agujas (o a las inyecciones, en todo caso). Los investigadores alertan que el miedo a las agujas afecta entre el 20 % y el 50 % de los adolescentes, y entre el 20 % y el 30 % de los adultos jóvenes. Es más frecuente de lo que se piensa, y la mayoría de los pacientes desarrollan sentimientos de vergüenza al respecto.
Aunque todas las fobias más comunes se relacionan con complicaciones, lo cierto es que la tripanofobia puede comprometer la salud del paciente. Este puede evitar a toda costa vacunarse contra ciertas enfermedades o realizarse exámenes médicos.
6. Aracnofobia: miedo a las arañas
Dado que las arañas no son insectos, el miedo a las arañas no se cataloga dentro de la entomofobia, sino que cuenta con su propia clasificación: aracnofobia. No solo alude al terror a las arañas en sí mismo, sino a otros animales de esta especie (escorpiones, garrapatas y demás). De acuerdo con los indicios, hasta el 3,5 % de la población califica para este tipo de fobia.
7. Aerofobia: miedo a volar
La aerofobia es una fobia específica que describe el miedo patológico de algunas personas a volar. No se sabe mucho de ella, ya que se puede confundir con facilidad con la acrofobia. En todo caso, los expertos apuntan que entre el 2,4 % y el 40 % de la población experimentan ansiedad al volar. Una parte de ellos recoge las suficientes características para un diagnóstico de aerofobia.
Aunque su prevalencia agrupa a un sector importante de la sociedad, lo cierto es que algunos investigadores señalan que el miedo a volar es menor al de hace varias décadas atrás. La masificación de los vuelos a través de todo el mundo y la consolidación como una de las opciones de trasporte más seguras pueden estar de por medio.
8. Astrafobia: miedo a truenos y relámpagos
Aunque la astrafobia alude al miedo a las tormentas en general, lo cierto es que a menudo se refiere al pánico a los truenos y relámpagos. Es una fobia específica muy común, una que de acuerdo con Cleveland Clinic puede llegar a afectar hasta al 8 % de la población mundial. Un paciente con esta fobia desarrollará un interés desmedido y patológico a las previsiones meteorológicas como consecuencia.
9. Fobia social
La fobia social, también conocida como ansiedad social, es una manifestación del trastorno de ansiedad que afecta al 4,0 % de la población mundial (así lo señala la evidencia). Se caracteriza por el miedo y la ansiedad manifiesta en situaciones de interacción social, en principio por el miedo al escrutinio de los demás. Como consecuencia, el sujeto se ve imposibilitado de desarrollar una vida normativa.
Un paciente con fobia social puede sentir terror al momento de hablar en público o iniciar una conversación. Estos son solo dos ejemplos, aunque son suficientes para comprender la magnitud del problema. Quien padece de ella tiene problemas para estudiar, trabajar y relacionarse con conocidos o desconocidos. Es una condición frecuente que está parcialmente invisibilizada en la sociedad.
10. Agorafobia: miedo a espacios abiertos
Aunque la mayor parte del tiempo se refiere a la agorafobia como el miedo a los espacios abiertos, en la práctica esta fobia es más compleja de definir. Los pacientes que la padecen sienten angustia, miedo o terror a espacios que consideran inseguros, desconocidos o que perciben que son difíciles de encontrar una escapatoria de ellos.
De acuerdo con la evidencia, hasta el 1,7 % de la población es agorafóbica. La mayoría de los casos se manifiestan antes de los 35 años y lo hacen en diferentes contextos: en trasporte público, centros comerciales, plazas o todo espacio que no sea el hogar. En casos severos, que no en todos, los sujetos se aíslan de la sociedad y se encierran en su casa.
11. Misofobia: miedo a los gérmenes y a la suciedad
La misofobia, también conocida como germofobia o bacteriofobia, alude al miedo patológico a la contaminación y a los gérmenes. A menudo se asocia con el trastorno obsesivo compulsivo, tanto que de hecho los primeros casos que se reportaron en 1879 se hicieron en relación con él. También se suele referenciar con el hábito recurrente de lavarse las manos.
Un paciente con misofobia evita lugares concurridos porque los relaciona con la alta presencia de gérmenes, evita el contacto estrecho con extraños, desarrolla un miedo a enfermarse y evita compartir objetos de su posesión. También desarrollan un hábito de limpieza extremo en su hogar y en las zonas donde interactúa regularmente (el trabajo, por ejemplo).
12. Cinofobia: miedo a los perros
Otra de las fobias más comunes en todo el mundo que está parcialmente invisibilizada es la cinofobia, o miedo a los perros. Puede estar relacionada con experiencias traumáticas en la infancia con estos animales, pero no siempre es así. Es una de las fobias en relación con los animales más frecuentes, pero la gente evita hablar al respecto por la alta estima social que existe hacia los perros.
13. Acluofobia: miedo a la oscuridad
La acluofobia, también conocida como nictofobia, es el miedo patológico a la oscuridad.. Casi todas las personas desarrollan instintivamente un cierto grado de temor hacia la oscuridad, solo que en estos pacientes el temor es llevado al extremo.
14. Coulrofobia: miedo a los payasos
La coulrofobia describe al miedo irracional a los payasos. Al igual que con otras fobias comunes no todas las personas que desarrollan temor o angustia hacia al desencadenante en cuestión califican para el diagnóstico de la fobia, esto considerando que el terror o el miedo a los payasos es bastante común.
A menudo se asocia con los niños, pero como sucede con otras fobias se desarrolla exponencialmente durante la adolescencia y la adultez. El uso masivo de payasos en películas, cortos, libros y otras producciones similares en un contexto de terror ha ayudado a incrementar los reportes de esta condición.
15. Dentofobia: miedo a los dentistas
Los investigadores creen que hasta el 36 % de las personas sienten angustia por una consulta con el dentista, y un 12 % de la población general desarrolla un miedo patológico que se puede clasificar como dentofobia. Como es de esperar, esto tiene repercusiones en la salud oral del sujeto; de manera que en ciertos contextos puede asociarse con complicaciones moderadas o graves.
Como bien hace en recordarnos la Asociación de Ansiedad y Depresión de América (ADAA), no es infrecuente que los episodios de fobia se acompañen del trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo y la depresión. Algunas fobias comunes se pueden controlar sin ayuda, otras requieren la mediación de un psicólogo o un psiquiatra. No dudes en buscar apoyo profesional si es tu caso.
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