¿Qué es la depresión sonriente?

Cuando pensamos en alguien con depresión, nos imaginamos a una persona triste que sabemos que está sufriendo. Pero ¿qué ocurre con aquellas personas con depresión que ocultan su sufrimiento y aparentan una vida perfecta? Entonces hablamos de la depresión sonriente.
¿Qué es la depresión sonriente?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 04 abril, 2021

Cuando pensamos en alguien con depresión, nos imaginamos a una persona muy triste, sin energía, que llora con frecuencia o que verbaliza que no tiene ganas de vivir. Nada más lejos de la realidad, pues cada depresión es un mundo, y hay muchísimos tipos de trastornos depresivos, como sería el caso de la depresión sonriente.

Con este término nos referimos a aquellas personas que sufren depresión pero que, de cara al mundo exterior, están muy bien. Esto nos puede hacer pensar, por ejemplo, en el aumento de casos de suicidio de muchos jóvenes influencers, youtubers… (personas que viven de su imagen pública), con una aparente vida «perfecta».

Tras todas esas «muestras» de felicidad exuberante, puede ocultarse un caso de depresión sonriente. Es por ello que en estos casos deberemos estar atentos a otros síntomas más sutiles, y sobre todo explorar y ahondar en el estado de ánimo de la persona, observando mucho y manteniéndonos disponibles para ella. ¿Qué más sabemos sobre este tipo de depresión?

¿Qué es la depresión sonriente?

La depresión sonriente puede ser grave.
Las personas con depresión sonriente pueden vivir una profunda tristeza mientras aparentan.

Las personas con esta condición se caracterizan por sufrir mucho pero ocultándolo a los demás. Así, su vida pública puede parecer de lo más satisfactoria posible, y de «cara a la galería» todo es perfecto. Sin embargo, en su mundo interior sufren los mismos síntomas depresivos que otras personas con el trastorno.

Podemos interpretar que si una persona nos sonríe está feliz; sin embargo, puede que nos sonría y transmita felicidad, aparentando una vida satisfactoria cuando en realidad está sufriendo una depresión de forma encubierta.

-Eva Mª González-

Son personas a las que les preguntas: «¿Cómo estás?», y afirman que muy bien. Esto lo hacen no solo con desconocidos, sino con todas las personas de su alrededor (seres queridos, pareja, profesionales, compañeros de trabajo, etc.).

Es decir, no se trata de que no quieran explicar que están mal a determinadas personas, sino que lo ocultan a toda costa y a todo el mundo.

Diagnóstico «no oficial»

A nivel oficial la depresión sonriente no está reconocida como un subtipo de depresión o como una categoría independiente en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales). Sin embargo, sí podemos hablar del trastorno depresivo como tal, con las características atípicas mencionadas.

Síntomas de la depresión sonriente

Por todo lo demás la depresión sonriente se corresponde con cualquier otro tipo de depresión, en el sentido de que los síntomas del trastorno son los mismos que en el trastorno depresivo. Hablamos de síntomas como: un bajo estado de ánimo o una pérdida de interés o disfrute de las cosas (estos son indispensables) seguidos de otros como:

  • Falta de energía.
  • Desmotivación generalizada.
  • Fatiga.
  • Tristeza profunda.
  • Sentimientos de culpa, inutilidad, etc.
  • Pensamientos negativos recurrentes.
  • Desesperanza (creer que nada cambiará).
  • Irritabilidad.
  • Aumento o disminución del peso o el apetito.
  • Baja autoestima.

¿Qué ocurre en la depresión sonriente? ¿Cómo se manifiestan estos síntomas? La persona puede experimentar muchos de ellos (o incluso todos) pero ocultarlos de cara al exterior. En público, «todo va bien» pero por dentro la persona está realmente sufriendo.

Consecuencias psicológicas

El hecho de ocultar los síntomas depresivos y de no exteriorizar el bajo estado de ánimo de cara al exterior, aparentando normalidad, puede conllevar efectos psicológicos importantes. ¿Por qué? Porque todo lo que sea reprimir emociones acaba pasando factura en nuestra psique y en nuestro sistema emocional.

Así, la represión de emociones y el constante «aparentar que todo va bien», puede generar otros síntomas más allá de la propia depresión, como por ejemplo: problemas gastrointestinales, ansiedad, ataques de pánico, pesadillas, malestar, otros síntomas somáticos, etc.

Debemos pensar que esa «presión» que se pone la persona de cara al mundo externo, puede acabar siendo agotadora. Y el cuerpo se resiente de todo esto.

¿Cómo se ve desde fuera a estas personas?

Las personas del entorno pueden verla como una persona activa, con un trabajo estable, una vida social y familiar satisfactoria y completa, alguien con salud, alegre, optimista y feliz. Son solo algunos ejemplos, pero lo que ocurre es que lo que se ve desde fuera no se corresponde con la realidad.

Más allá de los típicos síntomas depresivos como la tristeza y la pérdida de interés en las cosas, la persona con depresión sonriente presenta otros síntomas como:

  • Sensación de pesadez y cansancio en brazos y piernas.
  • Aumento del apetito.
  • Dormir muchas horas (y aun así sentir sueño).
  • Episodios de irritabilidad o ira.
  • Susceptibilidad a la crítica y al rechazo.

¿Qué siente alguien con depresión sonriente?

Algunos de los sentimientos que pueden experimentar estas personas son sentir que mostrar signos de depresión es un signo de debilidad, sentir que no tiene depresión en absoluto (que todo está «bien»), sentir que es posible que otros estén peor o sentir que el mundo estaría mejor sin él/ella.

Muchas veces son personas acostumbradas a reprimir lo que sienten. Con frecuencia se sienten culpables por sentirse tristes, o sienten que no «tienen derecho» a estarlo. En este sentido, invalidan sus emociones y no le dan espacio ni a la tristeza ni a otras emociones asociadas a la depresión, como la ira, la irritabilidad, etc.

Riesgo de suicidio

Las personas que sufren depresión pueden haber tenido, en alguna ocasión, el deseo de quitarse la vida (o incluso pueden haberlo intentado en varias ocasiones). En la depresión sonriente ocurre lo mismo; de hecho, son casos incluso más complejos, porque suelen ser más difíciles de detectar.

Si además la persona no va a terapia y no cuenta lo que está pasando (o no lo cuenta a sus seres queridos), el riesgo de suicidio se multiplica, porque en estos casos será difícil prevenirlo. Además, según los expertos, un síntoma depresivo típico es tener una gran pérdida de energía.

Esta pérdida de energía, sumada a la falta de motivación o a la apatía, hacen que la persona sienta verdaderas dificultades para levantarse de la cama.

Pero en el caso de la depresión sonriente, los niveles de energía pueden no verse alterados y en este sentido, nadie puede «notarlo» (aunque cuando la persona está sola, sí puede mostrar estos síntomas). Esto se extrapola a muchos otros síntomas, incluidos aquellos relacionados con un mayor riesgo suicida.

Tratamiento

La depresión sonriente requiere tratamiento.
La consulta psicológica o psiquiátrica es fundamental para el tratamiento de esta condición.

El tratamiento de la depresión sonriente puede realizarse desde la perspectiva psicológica y la médica. En casos graves se recomienda un tratamiento multidisciplinar que incluya estas dos vertientes.

A nivel médico se suelen emplear psicofármacos como los antidepresivos. A nivel psicológico, la terapia recomendable será aquella empleada para la depresión, siendo las terapias más eficaces hasta la fecha las siguientes:

  • Terapia cognitivo-conductual: con técnicas como la reestructuración cognitiva (cuyo objetivo es modificar los pensamientos disfuncionales por otros más adaptativos).
  • Terapia conductual: con técnicas como la programación de actividades agradables, por ejemplo, o la activación conductual.

En el caso más específico de la depresión sonriente, será primordial validar las emociones del paciente y sacarlas a la luz. En este sentido, será importantísimo trabajar la represión de todas esas emociones, así como entender por qué el paciente ha llegado a esta situación.

Analizar las causas del trastorno nos servirá para entender mejor a la persona, y sobre todo para trabajar en ellas.

Una condición difícil de comprender pero peligrosa

La depresión sonriente puede afectarnos a nosotros mismos y a miembros queridos de nuestro círculo social o familiar. Es importante saber detectar algunos signos o síntomas tempranos si se pretende otorgar ayuda (que puede ser incluso un simple abrazo o conversación).



  • American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
  • Caballo (2002). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos. Vol. 1 y 2. Madrid. Siglo XXI.
  • Morgado, I. (2007). Emociones e inteligencia social: las claves para una alianza entre los sentimientos y la razón. Barcelona: Editorial Ariel.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.