Trocanteritis: qué es y cómo tratar la inflamación de cadera

El dolor en la cadera es más frecuente en la vejez, en mujeres y en deportistas por sobreuso. Puede resolverse con reposo y fisioterapia.
Trocanteritis: qué es y cómo tratar la inflamación de cadera
Mariel Alexandra Mendoza Delgado

Escrito y verificado por Mariel Alexandra Mendoza Delgado.

Última actualización: 19 octubre, 2023

La trocanteritis, también conocida como tendinitis de cadera o bursitis trocantérea, es la inflamación de las bursas ubicadas alrededor del trocánter mayor del fémur. Esta afección es una de las causas más frecuentes de dolor en la región de la cadera y parte lateral del muslo.

Las bursas sinoviales son bolsas llenas de líquido que se encuentran en áreas donde los tendones, los músculos, los huesos y la piel están en contacto y pueden rozar entre sí. De esta manera, funcionan como amortiguadores al reducir la fricción entre las estructuras anatómicas durante el movimiento. Pueden inflamarse debido a lesiones, infecciones u otras afecciones.

Esta inflamación en la cadera puede ser debilitante y afectar la calidad de vida de quienes la padecen.

¿Qué es la trocanteritis?

La trocanteritis es una inflamación de las bursas ubicadas alrededor del trocánter mayor del fémur, afectando así la región de la cadera y parte lateral del muslo.

La cadera es la articulación que conecta el fémur (hueso del muslo) con la pelvis. En la parte superior del fémur lateral a la cadera, se encuentra una protuberancia ósea denominada trocánter mayor.

Entre este y el músculo tensor de la fascia lata hay una bursa que permite el deslizamiento durante el movimiento de flexión y extensión de la cadera. Cualquier proceso inflamatorio de esta estructura da como resultado la tendinitis de la cadera. 

La trocanteritis puede causar dolor, sensibilidad y molestias en la cadera y en la parte lateral o externa del muslo. Las molestias incluso pueden extenderse a la región lumbar.



Causas de la trocanteritis

La trocanteritis puede tener múltiples causas, aunque suele ser la combinación de factores. Es más frecuente en deportistas, edad avanzada, mujeres y personas con sobrepeso.

Sobrecarga o uso excesivo

La sobrecarga o uso excesivo de la cadera es uno de los factores implicados en la trocanteritis. Actividades que involucren movimientos repetitivos de la cadera, como correr, caminar largas distancias, trotar, subir escaleras o deportes de alto impacto, pueden aumentar el riesgo de desarrollar trocanteritis. Esto hace a los deportistas más propensos a padecerla.

Cambios en la mecánica corporal

Cuando hay sobrepeso u obesidad con una distribución desigual de peso, o ante una marcha anormal, se puede ejercer una presión adicional sobre los tendones de la cadera y la bursa de un lado de forma predominante. Esta alteración de la mecánica corporal puede inflamar las bursas.

Envejecimiento

El envejecimiento influye en el desarrollo de inflamación en la cadera. Con el tiempo, los tendones, huesos y otras estructuras de soporte se van debilitando, lo que aumenta el riesgo de lesiones.

Traumatismos

Las caídas, los golpes o las lesiones deportivas en la cadera pueden dañar los tendones y la bursa, lo que se traduce en inflamación crónica.

Variaciones anatómicas

Algunas variaciones anatómicas entre personas, como la forma de la cadera o la posición de los huesos y tendones, pueden predisponer al desarrollo de mayor fricción entre las estructuras. Es por ello que es más frecuente en mujeres, debido a que la distancia entre ambos fémures es mayor y los hace más propensos al roce.

Síntomas asociados

La trocanteritis afecta la región de la cadera y la parte lateral o exterior del muslo. Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, pero entre estos se incluyen los siguientes.

Dolor en la cadera y la parte externa del muslo

El dolor es el síntoma más común. Este suele ser agudo y punzante, y empeorar con la actividad física o al ejercer presión sobre la zona (aumento de la sensibilidad).

Dificultad para caminar o realizar otras actividades cotidianas

El dolor y el aumento de la sensibilidad causados por la trocanteritis pueden dificultar la capacidad para caminar, subir escaleras, mantenerse de pie o realizar otras actividades cotidianas. Es frecuente que las personas afectadas experimenten limitación en la movilidad de la cadera.

Rigidez

En algunos casos, el dolor, la sensibilidad y la limitación de la movilidad de la cadera se asocian con rigidez de la misma. Es más frecuente después de períodos de inactividad prolongada, como al levantarse de la cama.

Signos de inflamación localizada

En casos más graves, pueden verse los signos y síntomas de inflamación visibles en la región de la cadera: hinchazón, calor, enrojecimiento y dolor.

¿Cuándo debo consultar a un médico?

Ante cualquier síntoma de trocanteritis, es importante buscar atención médica especializada en ortopedia o reumatología. El diagnóstico se basa en la historia clínica y la exploración física. Las pruebas adicionales, como resonancia magnética o radiografía, suelen utilizarse para descartar otras condiciones debido a que el diagnóstico suele ser por exclusión.

Existen algunas señales de alarma en la trocanteritis que te indican que la atención médica debe ser inmediata. Es el caso del dolor severo e incapacitante que no mejora con tratamiento convencional, la fiebre y los cambios en la coloración de la piel.

Tratamientos para la trocanteritis

El tratamiento para la trocanteritis depende de la gravedad de la afección y de la respuesta de cada persona al tratamiento. Algunos de los enfoques más frecuentes, de más conservador a más invasivo, incluyen los siguientes:

  1. Reposo: el dolor de la trocanteritis puede aliviarse de forma significativa con el reposo y modificación de las actividades. Se recomienda evitar las actividades que empeoren los síntomas, como correr, trotar o caminar largas distancias. En ocasiones, se recomienda el uso de muletas para reducir la presión sobre la cadera.
  2. Fisioterapia: el fisioterapeuta puede desarrollar un programa de ejercicios diseñado para fortalecer los músculos alrededor de la cadera, mejorando la biomecánica de la articulación y el dolor. Incluir ejercicios de estiramiento también es útil para reducir la tensión de los tendones.
  3. Medicamentos: para reducir el dolor y la inflamación se suelen recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, diclofenaco o naproxeno.
  4. Infiltración de corticoesteroides: en los casos más graves o que no responden a otros tratamientos, se puede recomendar, como se hace en el tratamiento de la artritis, la infiltración de corticoesteroides en la bursa trocantérea. La infiltración de cadera por trocanteritis puede reducir la inflamación y aliviar el dolor; aunque lo recomendable es que la cantidad de inyecciones sea limitada debido a que disminuyen su eficacia con el tiempo.

Cuando ninguno de los tratamientos anteriores funciona, se puede considerar la cirugía. La cirugía para la trocanteritis implica eliminar la bursa trocantérea inflamada (bursectomía), y en ocasiones se reparan los tendones afectados si es necesario.

La recuperación varía de acuerdo con la persona, la gravedad de la afección y la respuesta al tratamiento. Suele ser de unas pocas semanas con reposo, analgésicos y la fisioterapia.

Consejos para mejorar o prevenir la trocanteritis

Aunque no es posible prevenir del todo la trocanteritis, se puede reducir el riesgo, así como mejorar su progresión, con ayuda de algunas pautas:

  • Mantener un estilo de vida y peso saludable.
  • Usar calzado adecuado para la actividad física.
  • Fortalecer los músculos de la cadera con ejercicios específicos.
  • Realizar calentamiento y estiramiento antes de cualquier actividad física.

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El dolor de cadera no debe ignorarse

La trocanteritis se manifiesta por dolor y sensibilidad en la región de la cadera y la parte lateral del muslo, lo que puede causar dificultad para ejecutar actividades cotidianas. Si experimentas síntomas, lo ideal es consultar a un médico especialista.

Con el diagnóstico adecuado y tratamiento oportuno, la trocanteritis puede resolverse con reposo y fisioterapia en pocas semanas. Si bien es más común en adultos mayores, puede afectar a todas las edades, incluidos los atletas jóvenes de deportes de alto impacto. ¡Cuida la salud de tus articulaciones para evitarla!




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.