Tratamiento de la enfermedad de Parkinson

El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que si bien no tiene cura, sí tiene tratamiento. Este puede personalizarse según la etapa en la que se encuentre el paciente y otros aspectos.
Tratamiento de la enfermedad de Parkinson
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 12 agosto, 2021

El tratamiento de la enfermedad de Parkinson está principalmente orientado a retrasar la progresión de la enfermedad y brindarle al paciente la mejor calidad de vida posible. Para ello, existen diversas estrategias que van desde lo farmacológico hasta lo quirúrgico.

Dependiendo de cuál sea la etapa de la enfermedad en la que se encuentre el paciente, los síntomas que más impacto tienen en su vida, su historia clínica, entre otros aspectos, el tratamiento hace mayor énfasis en un punto o en otro. Por esto, no todas las personas son tratadas exactamente igual.

La ventaja de que el tratamiento pueda personalizarse en cierta medida ayuda a facilitar el funcionamiento de la persona en su día a día.

Prescripciones

El tratamiento de la enfermedad de Parkinson incluye múltiples fármacos
Existen muchos fármacos para controlar la enfermedad, a pesar de que hasta los momentos no existe cura.

Desde The Michael J. Fox Foundation for Research, advierten que encontrar la combinación de medicamentos adecuada para el tratamiento de los síntomas motores es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, tanto por parte del médico como del paciente.

Adicionalmente, recuerdan que en todo momento no solo hay que prestar atención a los avances que los medicamentos puedan brindar, sino también a los efectos secundarios que puedan presentarse.

Aparte de la medicación antiparkinsoniana, el tratamiento puede incluir medicación sintomática para controlar las molestias secundarias.

Los medicamentos que se prescriben en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson (también conocidos como fármacos antiparkinsonianos) tienen como objetivo o bien imitar el efecto de la dopamina u optimizar la acción de este neurotransmisor en el cerebro. Esto es lo que ayuda a controlar los síntomas.

La base del tratamiento es levodopa (un precursor de la dopamina) + carbidopa (un inhibidor de la descarboxilasa). Ahora bien, es importante tener en cuenta que, según sea el caso, se podrían prescribir dos o más medicamentos. Luego, según sea la edad del paciente, la dosis variará. De acuerdo con el Manual MSD, en los adultos mayores esta se suele reducir.

La levodopa ha demostrado ser eficaz a la hora de reducir la rigidez, mejorar la movilidad y disminuir el temblor de los pacientes. Y según la fuente ya citada, “permite a muchos afectados con una enfermedad leve retornar a un nivel casi normal de actividad, y también permite caminar de nuevo a algunos que estaban confinados en cama”.

Otros medicamentos con receta pueden incluir los siguientes:

  • Agonistas de la dopamina: pramipexol, ropinirol, apomorfina HCl.
  • Inhibidores de la monoaminooxidasa (inhibidores de la MAO): rasagilina, selegilina.
  • Inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa (COMT): entacapona, opicapona, tolcapona.
  • Otros fármacos anticolinérgicos, incluidos algunos antihistamínicos y antidepresivos tricíclicos, para reforzar la acción de la levodopa.
  • Amantadina (Gocovri ®).

La istradefylline (Nourianz ®) es un medicamento que se aprobó en el año 2019 por la FDA como complemento de la base levodopa + carbidopa. Ayuda a bloquear la señalización de la dopamina.

Terapia a pedido

Los pacientes que experimentan síntomas graves durante sus períodos de inactividad (que además son de carácter impredecible) pueden recurrir a las terapias a pedido. Estas se pueden aprovechar cuando se necesite y no dentro de un horario concreto, y brindan un alivio más rápido que los medicamentos orales. Las más destacadas son las siguientes:

  • INN-Levodopa (vía inhalatoria).
  • Apomorfina HCl (vía sublingual).

Manejo de los efectos secundarios de los medicamentos

Las alucinaciones y los movimientos involuntarios (discinesias) son algunos de los efectos secundarios que los pacientes pueden experimentar después de un largo periodo de tratamiento farmacológico. Si bien pueden llegar a ser angustiantes, la buena noticia es que pueden tratarse ajustando las dosis de los medicamentos y realizando otros ajustes.

  • El ya mencionado Gocavri ayuda con las discinesias.

Tratamiento para problemas asociados

Los pacientes con enfermedad de Parkinson suelen necesitar tratamiento para otros problemas de salud asociados, como la depresión, la ansiedad, el insomnio, el llanto inexplicable, la demencia y otros. Según sea el caso, el médico pauta unos medicamentos u otros.

Medicamentos de venta libre

Para el alivio de las molestias más comunes derivadas de la enfermedad de Parkinson, se puede recurrir a algunos medicamentos de venta libre. Por ejemplo, los analgésicos (como el ibuprofeno, para el dolor muscular), los suplementos de fibra (para el estreñimiento), o los suplementos de vitamina D o calcio (para mantener la salud ósea).

En los pacientes que tengan problemas para deglutir, también podrían ser necesarios algunos medicamentos espesantes para líquidos (para evitar que la comida o la bebida vaya hacia las vías respiratorias en lugar del estómago).

Tratamiento quirúrgico

El tratamiento de la enfermedad de Parkinson incluye neurocirugía
Los neurocirujanos pueden proporcionar cierto alivio para los síntomas motores de la enfermedad mediante diversas intervenciones.

Para disminuir los síntomas en aquellos casos en los que la medicación resulta insuficiente, se tienen en cuenta algunos tratamientos quirúrgicos:

  • Estimulación cerebral profunda.
  • Cirugía con ultrasonido focalizado.

Terapias de movimiento

Como complemento a lo comentado anteriormente, tenemos que para tratar la rigidez muscular, las dificultades para mantener el equilibrio, los problemas para hablar y tragar es posible recurrir a disciplinas como la fisioterapia, la terapia ocupacional y la terapia del habla.

    Estilo de vida

    El estilo de vida juega un papel importante a la hora de complementar cualquier tratamiento, sea el del párkinson u otra enfermedad. Cuanto más se apueste por el mantenimiento de buenos hábitos de vida, más beneficios se podrá obtener de la estrategia terapéutica y mayor calidad de vida se ganará a corto y largo plazo.

    Mantener un consumo adecuado de agua y fuentes de fibra, así como también fuentes de ácidos grasos omega 3, permite prevenir y aliviar problemas de estreñimiento y otras molestias, pero también a mantener una nutrición adecuada.

    Por otro lado, cumplir una rutina de ejercicios (o sesiones de yoga o taichí) contribuye en gran medida con el bienestar porque ayuda a mantener la funcionabilidad, aliviar las molestias físicas y drenar la tensión emocional acumulada.




    Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.