Tratamiento del asma

El tratamiento del asma consiste en desarrollar un plan que controle los síntomas, en especial en pacientes con cuadros severos. Se hace de manera personalizada, con la mediación de un especialista.
Tratamiento del asma
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 31 mayo, 2021

El asma en una enfermedad que afecta las vías respiratorias y cuyos síntomas pueden desmejorar la calidad de vida. A pesar de no tener cura, existen muchas formas de contrarrestarla y contenerla. El tratamiento del asma siempre se aplica de manera personalizada, teniendo en cuenta otras comorbilidades y la gravedad de los signos.

En general, se suelen dividir los abordajes en dos tipos: los tratamientos con base en medicamentos de control y los de rescate. Los primeros se prescriben a largo plazo, mientras que los segundos alivian los síntomas en el momento en que aparecen.

Debido a que se ha relacionado el cambio del estilo de vida con una mejoría, también se suelen prescribir hábitos en pro de la salud del paciente. Esto incluye dejar el tabaco, reducir la exposición a alérgenos y disminuir los estresores externos.

Estilo de vida como tratamiento del asma

La mayoría de los episodios agudos de asma se desarrollan por un catalizador externo. Identificando cuáles son los que afectan a la persona, el especialista puede recomendar cambios en el estilo de vida como tratamiento conservador para el asma.

Algunos de los hábitos para contrarrestar los síntomas son los siguientes:

  • Reducir la interacción con el polvo, el polen, los gases, los insectos, los animales con pelo y demás agentes que desencadenan episodios agudos.
  • Reducir el consumo de tabaco o eliminarlo por completo.
  • Hacer actividad física con intensidad baja o moderada.
  • Mantener un peso saludable, ya que existe evidencia de que la obesidad puede agravar los ataques.
  • Implementar una dieta saludable.
  • Reducir el estrés y la ansiedad.
  • Controlar otras afecciones del paciente que pueden exacerbar los episodios. Algunas, como el reflujo gastroesofágico, pueden motivar el desarrollo de los síntomas.
  • Controlar las alergias.

Aún cuando se utilicen fármacos para el control del asma, los afectados deben tener en cuenta todos estos consejos para mejorar su calidad de vida. Pequeños cambios contribuyen a mitigar los cuadros severos e incluso postergar durante más tiempo los estadios de remisión.

Dejar el cigarrillo como tratamiento para el asma.
Es una recomendación principal que los asmáticos dejen el hábito tabáquico. El cigarrillo empeora la evolución y reduce la efectividad de los abordajes farmacológicos.

Tratamiento para el control del asma a largo plazo

El tratamiento del asma a largo plazo se aplica a pacientes que desarrollan síntomas moderados o intensos. Permiten controlar la patología de forma permanente, de modo que se basan en medicamentos que se toman todos los días o al menos varias veces a la semana.

Antes de describir los más usados, debes tener en cuenta que toda prescripción se hace de manera personalizada. Muchos de los tratamientos de este tipo producen efectos colaterales, así que solo se deben aplicar cuando exista una verdadera razón que los justifique.

El especialista también debe explicarle al paciente la importancia de la ingesta a largo plazo. Se han identificado inconvenientes en la adherencia al tratamiento para el asma; algo que se ha relacionado con un mayor porcentaje de hospitalizaciones y muerte en cuadros severos.

Corticoesteroides inhalados

Los corticoides reducen la inflamación de las vías respiratorias con efectos colaterales mínimos (en contraste con su variante oral, de mayor incidencia de efectos adversos). Los medicamentos incluyen principios activos como los siguientes:

  • Budesonida.
  • Ciclesonida.
  • Propionato de fluticasona.
  • Beclometasona.
  • Mometasona.

Se pueden recetar solos o en conjunto con otros, como la teofilina, por ejemplo. Es posible que trascurran varios días o semanas antes de percibir una mejoría. Vienen en presentaciones para aplicar a través de un inhalador de polvo seco o con ayuda de uno de dosis medida.

La evidencia nos alerta de la importancia de la enseñanza en el uso correcto del inhalador para aumentar su efectividad. Sobre todo si se trata de pacientes muy jóvenes o que no tienen experiencia previa con los mismos.

Modificadores de leucotrienos

Es muy común que se suministren modificadores de los leucotrienos a pacientes que padecen cuadros persistentes con intensidad leve. Por ejemplo, se suelen prescribir a quienes desarrollan episodios de asma por practicar actividad física.

Entre los más comunes destacamos los siguientes:

  • Montelukast.
  • Zileutón.
  • Zafirlukast.

Su ingesta siempre debe estar mediada por un especialista, ya que se han reportado efectos adversos con el uso prolongado. Por ejemplo, el montelukast puede desarrollar agitación y otros efectos psicológicos.

Agonistas beta de acción prolongada

Conocidos también como LABA (por su nomenclatura inglesa), se prescriben por sus efectos broncodilatadores. La mayoría de las veces se recetan como terapia complementaria, es decir, como refuerzo a los medicamentos ya nombrados.

Entre los más usados encontramos los siguientes:

  • Formoterol.
  • Salmeterol.
  • Tartrato de arformoterol.

Inhaladores combinados

Con el ánimo de conjugar los efectos, el médico también puede recomendar la ingesta la inhaladores combinados. Estos contienen un agonista beta junto con un corticosteroide. Por ejemplo, puede ser una combinación de fluticasona con salmeterol, de formoterol con mometasona o fluticasona con vilanterol.

En paralelo con estos tratamientos, también se pueden prescribir antagonistas muscarínicos de acción prolongada y medicamentos biológicos e inmunomoduladores. De todos modos, representan una opción marginal para pacientes concretos.

Tratamiento de rescate para el asma

El rescate para el asma gira en torno a fármacos destinados a controlar un ataque agudo, de modo que su acción es a corto plazo. Se pueden usar sin importar la intensidad de los síntomas; incluso es frecuente que se indiquen antes de hacer actividad física, buscando un efecto preventivo.

Agonistas beta de acción corta

Son broncodilatadores que actúan en solo minutos y que se suministran bien con un nebulizador o con un inhalador. Incluyen el albuterol, el levalbuterol y el salbutamol.

Se recomienda, en caso de que se elija su suministro por vía del inhalador, que los pacientes lleven consigo siempre alguno de ellos en caso de una emergencia. Se conocen también como SABA por sus siglas en inglés.

Corticosteroides (intravenosos y orales)

Los corticosteroides de este tipo se usan para tratar el asma grave y generan efectos secundarios cuando se suministran a largo plazo. Su uso debe estar regulado siempre por un especialista. Los más recetados son la prednisona y la metilprednisolona.

Solo se recomiendan si no existe una alternativa en el momento o cuando los demás fármacos han resultado ser ineficaces en el episodio agudo. Es muy importante que el especialista informe el uso apropiado al paciente para reducir los efectos colaterales.

Agentes anticolinérgicos

Se utilizan con frecuencia en compañía de los SABA y actúan relajando, en cuestión de minutos, las vías respiratorias. También se pueden recetar para la bronquitis crónica. Destacamos como ejemplos representativos al tiotropio y el ipratropio.

No es necesario el uso de estos y otros tratamientos de acción rápida cuando los medicamentos a largo plazo están surtiendo efecto. De todas maneras, alérgenos imprevistos o enfermedades concomitantes pueden desatar una crisis en cualquier momento, lo que amerita tener el rescate a mano.

Inhaladores para el tratamiento del asma.
Tener un inhalador de acción rápida es una indicación para los pacientes asmáticos, quienes deben llevarlo siempre al alcance.

Tratamiento complementario del asma

Como apoyo a los tratamientos del asma reseñados se pueden utilizar también terapias complementarias. Estas se utilizan teniendo en cuenta las posibles causas o los agentes catalizadores de cada paciente.

Por lo tanto, solo se deben aplicar de manera personalizada. Las más usadas son las siguientes:

  • Vacunas contra la alergia.
  • Termoplastia bronquial.
  • Ejercicios de respiración.
  • Terapias de medicina alternativa (como la acupuntura).

El uso de terapias alternativas es controvertido, aunque existe evidencia de que en algunos contextos pueden resultar beneficiosas. Siempre deben practicarse bajo la recomendación del médico especialista y hay que ser cauteloso con los resultados.

Según nos indican las investigaciones, los tratamiento del asma deben adecuarse en mujeres embarazadas, ya que algunas opciones son insuficientes o generan efectos adversos en la madre y en el feto.

Nunca automedicarse

Los pacientes con asma, sin importar el grado de intensidad, deben evitar la automedicación. Estudios han señalado la importancia de caracterizar el tratamiento de acuerdo con los síntomas de cada paciente. He aquí la importancia de un diagnóstico certero y seguimiento especializado.



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