¿Cuál es el mejor momento para tomarse la presión arterial?
Tomar la presión arterial de manera recurrente es un excelente habito de prevención en pro de la salud. No es un método recomendado solo para los hipertensos, ya que toda personas adulta debería conocer sus valores para advertir un desequilibrio.
Aunque la adquisición y el acceso a los tensiómetros hoy es una realidad para millones de personas, aún persisten dudas sobre cómo se usan y, lo que es más importante, cuál es el momento idóneo para hacer la medición. Hoy te explicamos qué criterios tener en cuenta para tomar la presión sanguínea y por qué deberías hacerlo con relativa frecuencia.
Tomar la presión arterial: comprensión de las lecturas
Lo primero que debes saber es que la presión arterial varía a lo largo del día. Sus valores oscilan de acuerdo con tu dieta, las bebidas que tomes, la actividad que estés haciendo o el grado de nerviosismo que experimentes. Debido a esto último los pacientes suelen experimentar una condición llamada hipertensión de bata blanca.
Siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la American Heart Asociation (AHA) se estima que la presión sanguínea es normal cuando está en 120/80 mmHg.
Descensos o ascensos pequeños también se consideran normales. El primer número corresponde a la presión sistólica (cuando se contrae el corazón), y el segundo a la diastólica (cuando se relaja).
Con base en este valor primario se pueden determinar otras lecturas. Si piensas tomar la presión arterial por tu cuenta, a un amigo o conocer acerca de la condición presta atención a lo siguiente:
- Elevada: se considera que la presión sanguínea está elevada cuando los valores para la presión sistólica oscilan entre 120 y 129 mmHg, con una presión diastólica igual o inferior a 80 mmHg. No significa que quienes presenten estos rasgos sean hipertensos, pero sí que tienen mayores probabilidades de serlos en el futuro. Muchas veces se denomina prehipertensión.
- Hipertensión en etapa 1: sucede cuando los resultados varían entre 130-139 mmHg y 80-89 mmHg para la sistólica y diastólica, respectivamente. Las personas con estos espectros tienen riesgos de sufrir afecciones cardíacas y cerebrovasculares. Por lo general, se contrarresta con un cambio en el estilo de vida y la ingesta de fármacos.
- Hipertensión en etapa 2: en este caso los valores son iguales o superiores a 140/90 mmHg. Muchas veces se opta por la combinación de varios fármacos antihipertensivos. Cambios en la dieta y en la actividad física también pueden ser efectivos.
- Crisis hipertensiva: se denomina crisis hipertensiva a aquella elevación igual o superior a 180/120 mmHg. Puede presentarse sin daño orgánico (urgencia hipertensiva) y con daño orgánico (emergencia hipertensiva). Esta última condición puede ser mortal.
Cómo y cuándo tomarse la presión arterial en casa
Ahora que ya conoces los valores puedes proceder a tomar la presión arterial. Esta la harás con ayuda de un tensiómetro, de preferencia uno que cubra tu brazo. Existen muchos valores que pueden condicionar los resultados. Para hacer la medición Harvard Healt Publishing nos recomienda lo siguiente:
- No bebas o fumes 30 minutos antes de hacer la prueba.
- Toma la presión solo cuando has pasado 5 minutos en silencio y sentado sin moverte.
- Al momento de tomar la presión sanguínea tus pies deben estar en el suelo y tu codo cerca del corazón.
- Evita hablar durante la medición.
- Haz dos mediciones con un intervalo de uno minuto. Si la diferencia es mayor a 5 puntos, haz una tercera medición.
- El brazalete debe colocarse directamente sobre la piel y cubrir al menos el 80 % del brazo.
Una medición errónea puede provocar una diferencia de 10 % de los valores obtenidos. Debido a ello, se pueden obtener valores altos o bajos al margen del verdadero. Tener en cuenta lo anterior contribuye a acceder a resultados más objetivos.
Una vez consideres lo anterior, ya estás listo para proceder a hacer la prueba. Como ya indicamos, respaldado por la evidencia, los valores de la presión arterial pueden oscilar hasta en un 30 % a lo largo del día.
Si un especialista te ha sugerido una monitorización domiciliaria de la presión arterial (MDPA), el mejor momento de realizarla es durante la mañana, justo al despertar, y por la noche.
La hora exacta dependerá de tus hábitos y posibilidades. Por ejemplo, si sueles llegar muy tarde a casa o levantarte temprano. Es muy poco frecuente que se diagnostique presión alta solo por la obtención de un valor.
Son necesarias al menos tres confirmaciones, separadas por una semana de diferencia, para que médico considere que haya desequilibrios de ella y proceda con aplicar un tratamiento.
De esta manera, haz un seguimiento durante varios días seguidos durante tres semanas de tus niveles. Procura hacerlo siempre a la misma hora, con la mayor exactitud que puedas. No se recomienda tomarla luego de hacer actividad física, después de comer o luego de la ingesta de cafeína, alcohol o bebidas energéticas.
Ventajas del control de la presión sanguínea en el hogar
Es posible que estés haciendo un seguimiento de tus niveles de presión arterial porque sospeches que padeces de hipertensión o formas parte de los grupos de riesgo.
Como procedimiento general se utiliza la monitorización ambulatoria de la presión arterial, también conocida como MAPA. Sin embargo, la evidencia sugiere que su variante domiciliaria, la MDPA, puede ser igual de eficaz en el diagnóstico.
Los resultados los debes llevar un registro, el cual compartirás con el médico para su posterior análisis. Entre las ventajas de optar por este método encontramos las siguientes:
- Evita alteraciones por ansiedad producto de la visita al consultorio.
- Se puede hacer desde la comodidad del hogar con ayuda de un tensiómetro.
- No se necesita gran experticia para hacerlo (solo hay que seguir las indicaciones anteriores y las del médico).
- Se puede hacer por cuenta propia o con la ayuda de un tercero.
- Permite adaptar las pruebas a la disposición y hábitos de cada paciente.
- Es una herramienta para detección y posterior control de la hipertensión.
La hipertensión se considera hoy una enfermedad con características pandémicas. Según los estudios ocasiona más de 10 millones de decesos al año. Las investigaciones sugieren que más de 1,3 mil millones de personas padecen de ella; esto es 1 de cada 5 personas.
Está ampliamente documentado el riesgo de desarrollo de enfermedades cardiovasculares, renales y cerebrovasculares como consecuencia directa de la presión arterial alta. Si tienes historial de hipertensión en tu familia, eres obeso, haces poca actividad física y no llevas una dieta balanceada, las probabilidades de padecerla o desarrollarla con complicaciones son mayores.
Por todo esto, resulta de gran ayuda hacer mediciones periódicas de la presión. La frecuencia dependerá de varios factores, pero como mínimo debe hacerse una vez al año. En caso de detectar algún desequilibrio, nunca se debe optar por la automedicación.
Solo un profesional cualificado puede interpretar los datos en su contexto, determinar posibles causas subyacentes e indicar un tratamiento.
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