Los 8 tipos de acné

Existen muchos tipos de acné. La clasificación típica hace referencia a la cantidad de lesiones inflamatorias presentes en la piel del paciente, diferenciando distintos grados de severidad.
Los 8 tipos de acné
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 19 mayo, 2021

El acné es una enfermedad epidérmica multifactorial que afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo. Se trata de una patología inflamatoria de la piel que involucra a las unidades pilosebáceas (folículo y glándulas), que se presenta en forma de comedones, pápulas, nódulos, pústulas y, finalmente, cicatrices.

En general, estas formaciones aparecen en las regiones más grasas del cuerpo —como la cara o la espalda—, aunque pueden surgir en todas las secciones corporales externas del paciente. Se estima que el acné vulgar afecta a casi el 10 % de la población en cualquier momento y lugar dados, lo que la convierte en la octava patología más prevalente en todo el mundo.

El acné leve puede tratarse de un mero desajuste estético, pero las variedades más graves, debido a su potencial infeccioso, pueden generar complicaciones y dejar marcas de por vida. Si quieres saberlo todo sobre el acné y sus tipos, sigue leyendo.

Las bases del acné

Hay muchos tipos de acné.
El acné está causado por una bacteria.

El acné (acne vulgaris) es una patología que comienza con la obstrucción de los folículos pilosos, tal y como indica el portal EucerinEstas son pequeñas unidades presentes en la piel que posibilitan el crecimiento del cabello (al concentrar células madre). Están formadas a partir de una invaginación tubular de las capas dérmicas.

Solo en la cabeza un ser humano presenta, de media, más de 4 millones de folículos pilosos. Dentro de estas unidades pilosebáceas se encuentran las glándulas sebáceas, encargadas de producir el sebo que recubrirá la superficie del cabello. El problema surge cuando el poro que está en contacto con el exterior del organismo se tapona.

Por diversos motivos, una cantidad excesiva de corneocitos (células epidérmicas muertas que se desprenden con la descamación) en el entorno de la superficie cutánea puede provocar que el poro del folículo se obstruya. Si esto sucede, el sebo producido por las glándulas pilosebáceas no puede salir, lo que desemboca en la formación de la espinilla o punto negro.

La producción excesiva de sebo (seborrea) o la acumulación de corneocitos (hiperqueratosis) pueden provocar que aparezca el acné. Esto es lo que todos conocemos como acné leve, que no va acompañado de lesiones de tipo inflamatorio. De todas formas, la cosa se complica cuando entra en juego la bacteria Cutibacterium acnes.

C. acnes es una bacteria comensal que vive en la superficie de la piel del ser humano. Aunque en sí misma no sea mala, su multiplicación dentro de un folículo taponado puede dar lugar a inflamación y otros eventos nocivos. En posteriores apartados, analizaremos el cuadro inflamatorio del acné moderado y severo.

Cifras epidemiológicas

Existen diferentes tipos de acné y, por ello, calcular una cifra epidemiológica absoluta es bastante difícil. Artículos científicos de la revista PubMed estiman que hasta el 9,4 % de la población mundial lo sufre. Además, se ha demostrado que es mucho más común en las poblaciones adolescentes, sobre todo en hombres.

La razón principal por la que los hombres adolescentes tienen más acné es conocida: la producción de andrógenos durante la pubertad. Estas hormonas estimulan la síntesis y excreción de sebo en las glándulas pilosebáceas, lo que promueve su taponamiento y posterior infección. Hasta un 70 % de los jóvenes están en riesgo de desarrollar acné en esta etapa.

Tampoco hay que olvidar que las espinillas y comedones también son cosa de adultos. Hasta el 40 % de la población mayor de 25 años tiene acné transitorio en algún momento de su vida, y casi 8 de cada 10 pacientes en este caso son mujeres. Se sospecha que los desajustes hormonales en las etapas vitales femeninas podrían desencadenarlo.

Los 8 tipos de acné

Ya hemos sentado todas las bases necesarias para comprender esta patología multifactorial y diversa. Sin más dilación, te presentamos los 8 tipos de acné y sus consecuencias orgánicas . No te lo pierdas.

1. Acne vulgaris: uno de los tipos de acné más comunes

Su método de aparición es el mismo que el citado con anterioridad. El poro del folículo piloso se tapona, lo que fomenta que aparezcan espinillas o puntos negros (que son otro tipo de granos). La única diferencia entre ambos es que el punto negro está abierto, lo que hace que el sebo esté en contacto con el exterior. La oxidación del sebo le da ese tono negruzco a la formación.

Cuando la bacteria C. acnes coloniza el folículo taponado es cuando comienza el cuadro más preocupante. Este gérmen se alimenta del sebo y desechos metabólicos celulares, así que el medio folicular lleno de sebo es un lugar perfecto para su multiplicación. En este entorno, comienza a sintetizar enzimas digestivas y otros compuestos.

Esta actividad enzimática provoca daños en las paredes de las células del folículo. Las bacterias sintetizan productos de desecho y otras señales de que su expansión no es la normal. Así, el sistema inmunitario del organismo humano pone en marcha una respuesta inflamatoria, lo que da lugar al enrojecimiento y dolor de los cuadros de acné más severos.

Como ves, entre una espinilla y una formación de acné evidente hay una diferencia clave: la infección e inflamación. Con base en estas premisas, podemos diferenciar diversos tipos de acné vulgar. Vamos a ello.

1.1 Acné leve (grado 1)

El tipo de lesión principal son los comedones, es decir, espinillas y puntos negros clásicos. Tal y como indica el portal InformedHealth.orgel acné leve se caracteriza por presentar comedones pequeños y repartidos, pero en un número bajo y sin inflamación (o con pocos eventos inflamatorios). Es la variante menos grave.

Se estima que hasta el 20 % de los pacientes con un acné de tipo 1 transicionarán a formas más complicadas de la enfermedad. Cuanto más sebo produzcan las glándulas pilosebáceas y más hiperqueratosis exista, mayor será la probabilidad de que C. acnes prolifere.

1.2 Acné moderado (grado 2)

Se caracteriza por la predominancia de pápulas y pústulas más allá de los comedones típicos. Las pápulas y pústulas son eventos inflamatorios sensibles al tacto, de forma enrojecida, elevada y con un núcleo purulento presente o ausente (las pápulas no lo tienen, las pústulas sí). En este punto, se hace necesario acudir al dermatólogo.

En esta ocasión el tronco puede verse afectado. Se considera que un acné pasa de grado 1 a grado 2 cuando el paciente presenta entre 6 y 20 eventos inflamatorios en la mitad de la cara. En comparación, una persona con acné leve solo exhibe 5 o menos lesiones inflamadas en la mitad del plano facial.

1.3 Acné moderado-severo (grado 3)

Según la Canadian Medical Association Journalademás de aparecer numerosas pápulas y pústulas en la cara del paciente, aquí comienzan a observarse nódulos. Los nódulos son lesiones muy dolorosas y profundas que se extienden en grandes áreas, ingresando en la capa dérmica de la piel. Estas lesiones son indicativos de que la infección empeora.

En este punto el tratamiento debe ser a largo plazo, pues los nódulos pueden persistir durante grandes periodos de tiempo. Como la lesión es más profunda, es más probable que aparezcan cicatrices tras el tratamiento.

1.4 Acné severo (grado 4): uno de los tipos de acné más graves

El paciente presenta más de 50 lesiones inflamatorias (pápulas, pústulas y nódulos) en la mitad de la cara. Los nódulos son muy dolorosos al tacto, la inflamación facial es evidente y algunas surgencias dejan marcas irreversibles. En este punto, es urgente ponerse en manos de un dermatólogo, ya que la infección debe tratarse con antibióticos sistémicos.

2. Acne fulminans

El acné fulminante es uno de los tipos de acné.
Esta condición suele requerir antibióticos.

Quizá no te lo esperabas, pero existen más variantes de acné fuera del tipo vulgar. Tal y como indica el portal StatPearlsel acné fulminante es una enfermedad rara de la piel que se presenta de forma aguda, ulcerosa, dolorosa y hemorrágica. Incluso, puede llegar a causar lesiones óseas y anormalidades en el ámbito de análisis laboratorial.

El tratamiento de un acné severo con ciertos fármacos y la sobreproducción de testosterona pueden tener un rol en su aparición. Se sabe muy poco de la enfermedad, ya que se han registrado menos de 200 casos en todo el mundo. Los corticosteroides e isotetrinoina son el camino a seguir en esta grave variante de la patología clásica.

3. Acné queloideo de la nuca

Este tipo de acné se caracteriza por la aparición de pápulas y pústulas en la zona occipital (nuca).

Se trata de un proceso inflamatorio crónico que favorece la alopecia (es decir, la caída del cabello) en la región afectada y, de media, se estima que lo presenta del 0,5 al 9 % de la población. El acné queloideo tiene un claro componente genético, pues es más común en personas de etnia negra.

Además, tal y como indica el portal SpringerOpenes 20 veces más común en hombres que en mujeres. La prevención del cuadro es esencial para que el paciente deje de padecer la condición, y esto pasa por el uso de ropas que reduzcan el estrés mecánico y la aplicación de antisépticos cutáneos para prevenir una infección secundaria.

4. Acné conglobata

Desde un punto de vista médico, este término es intercambiable con el acne vulgaris de grado 4. Se caracteriza por la presencia de múltiples nódulos, pápulas y pústulas faciales, surgencias inflamatorias que son un claro signo de que la infección por C. acnes se está descontrolando. Incluso con tratamiento, esta patología suele dejar marcas permanentes.

El tratamiento para poner fin a esta patología se basa en la administración de isotretinoína durante 20-28 semanas o más tiempo. Solo un dermatólogo habilitado puede recetar este fármaco, ya que se trata de un teratógeno severo que puede tener efectos secundarios muy diversos y, en algunos casos, graves.

5. Erupciones acneiformes

Tal y como indica el portal Oncology Pro, este tipo de erupciones son similares a las formas medias y severas del acné, ya que se manifiestan en forma de pápulas y pústulas que se localizan en áreas seborréicas (sobre todo en la cara).

La etiología de estas entidades clínicas es diferente, las causas son distintas (medicamentos/infecciones) y su abordaje no es el mismo.

Los 8 tipos de acné y sus implicaciones

Te hemos presentado 8 tipos de acné, 3 de ellos dentro de la categoría de acne vulgaris y otros un poco más alejados de esta condición. De todas formas, la idea general es clara: todos los tipos de acné surgen por la oclusión del poro de la glándula pilosebácea y las diferencias radican en lo avanzado que esté el cuadro bacteriano infeccioso subyacente.

A pesar de poder provocar dolor y malestar en las formas más graves, el acné es un claro modificador facial que puede pasar factura a la autoestima y presencia social del paciente. Por todas estas razones, si tienes a un familiar con acné o te has visto reflejado/a en estas líneas, te recomendamos que acudas al dermatólogo con presteza.

Un tratamiento antibiótico y farmacológico a tiempo puede prevenir que C. acnes cause daños irreparables en la piel del paciente, evitándose así las temidas marcas vitalicias que las variantes más agresivas suelen dejar en la cara del paciente. Si presentas más espinillas y puntos negros de lo normal en cualquier zona de tu cuerpo, no lo dejes pasar y visita al médico.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.