Diferencias entre bronquitis y neumonía

Existen varios tipos de enfermedades respiratorias. En esta oportunidad, te presentamos las diferencias entre la bronquitis y la neumonía, dos cuadros con tantas similitudes como disparidades.
Diferencias entre bronquitis y neumonía
Samuel Antonio Sánchez Amador

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 04 octubre, 2021

Las enfermedades respiratorias son un problema sanitario global muy grave. Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), varias de ellas están entre las 10 patologías causantes de más muertes anuales. Conocer las diferencias entre cuadros como bronquitis y neumonía es esencial para evitar la progresión y la muerte de los pacientes.

Aunque a veces se utilicen como términos intercambiables, en realidad estos dos conceptos médicos son bastante distintos entre sí. La diferencia radica, sobre todo, en el punto del árbol respiratorio en el que se presente el foco infeccioso. Si quieres saber más sobre este grupo de patologías tan prevalentes, sigue leyendo.

¿Qué son las enfermedades respiratorias?

Antes de explicar las diferencias entre ambas condiciones, es necesario establecer que tanto la bronquitis como la neumonía se engloban en el grupo de las enfermedades respiratorias. Todas ellas, en conjunto, son condiciones patológicas que afectan a los órganos encargados de realizar el intercambio respiratorio con el medio ambiente.

Estas enfermedades pueden afectar a la tráquea, los bronquios, los bronquíolos, los alvéolos, la pleura, la cavidad pleural y las terminaciones nerviosas (o musculares) encargadas del acto mecánico de respirar. La OMS y otras fuentes nos muestran la importancia de estas patologías con los siguientes datos:

  • En las últimas décadas se ha producido un aumento marcado en muertes y discapacidad debido a las enfermedades respiratorias crónicas.
  • Estas condiciones son un problema grave de salud pública, pues solo en el año 2017 provocaron 3,9 millones de muertes, el 7 % de todas las defunciones. En Estados Unidos, esta cifra se eleva al 7,5 %.
  • La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y las infecciones de las vías respiratorias son la tercera y cuarta causa de muerte en todo el planeta, solo superadas por la cardiopatía isquémica y el derrame cerebral.
  • Cerca de 65 millones de personas en el mundo tienen un cuadro de EPOC. 334 millones de habitantes padecen asma, lo cual convierte a esta patología en la condición crónica más común en la niñez (el 14 % de la población infantil la experimenta).

Las enfermedades respiratorias reportan una morbilidad y mortalidad nada desdeñables, sobre todo en los países de bajo ingreso y en grupos vulnerables. Por ello, es esencial saber distinguir entre los distintos cuadros antes de que el pronóstico del paciente empeore.

¿Cuáles son las diferencias entre bronquitis y neumonía?

La bronquitis y la neumonía son enfermedades respiratorias con bastantes disparidades. A continuación, exploramos sus diferencias por apartados, abarcando desde la etiología hasta el tratamiento. ¡No te lo pierdas!

1. Lugares de afección diferentes

Las diferencias entre bronquitis y neumonía incluyen el origen anatómico
La anatomía del árbol respiratorio es muy diversa, y dependiendo del sitio en el que se encuentre el problema, es posible diferenciar entre neumonía y bronquitis.

Una de las diferencias principales entre bronquitis y neumonía radica en el lugar de infección. Tal y como indica el portal médico Healthlinela bronquitis provoca inflamación en los bronquios, mientras que la neumonía afecta de forma primaria a los alvéolos.

Los bronquios principales son 2 tubos que se ramifican de la tráquea a la altura de la cuarta o quinta vértebra torácica, y se encargan de transportar aire desde y hacia pulmones. Tras su división, cada uno de estos conductos ingresa en el parénquima pulmonar y se subdivide en ramificaciones mucho más pequeñas de un milímetro o menos, los bronquiolos.

Los bronquiolos, por último, desembocan en los alvéolos. El Instituto Nacional del Cáncer define a estas estructuras como ‘bolsas diminutas llenas de aire en las que se produce el intercambio gaseoso (de O₂ y CO₂) entre el pulmón y la sangre durante la respiración aérea’. Cada alvéolo mide 200 micras de diámetro y está delimitado por una pared formada por células delgadas (neumocitos).

Los términos bronquios, bronquíolos y alvéolos son complementarios, pues todos forman parte de la cadena respiratoria del ser humano. Así pues, resumimos la diferencia entre bronquitis y neumonía en este ámbito con los siguientes conceptos:

  • Bronquitis: esta hace referencia a una inflamación que ocurre en el revestimiento interno de los bronquios. Se caracteriza por una dificultad respiratoria marcada y por la excreción de mucosidades.
  • Neumonía: en la neumonía, la inflamación tiene lugar en los sacos aéreos (alvéolos) de uno o ambos pulmones. Esta condición puede variar mucho en gravedad y va desde leve a mortal.

2. La bronquitis se presenta en dos tipos diferentes

Otra de las diferencias entre bronquitis y neumonía radica en la división de la condición según su duración. La neumonía no se suele concebir como crónica en ningún caso, ya que casi siempre es provocada por agentes infecciosos y el curso de la enfermedad es rápido. Una excepción a esta regla es la neumonía eosinofílica crónica (NEC), pero no la vamos a tratar aquí.

Por otro lado, la bronquitis sí que se diagnostica como aguda o crónica según su duración. Te mostramos en los siguientes apartados las características clínicas de cada variante.

Bronquitis aguda

Como su propio nombre indica, la bronquitis aguda responde a una inflamación de los bronquios por un periodo corto (de 3 semanas o menos). Es el tipo más común de bronquitis y en el 90 % de los casos su causa radica en infecciones virales. Estudios estiman que el 5 % de la población presenta un episodio de este tipo al año, lo cual se traduce en 10 millones de visitas médicas anuales.

A pesar de que los virus son los agentes causales más comunes, este cuadro también puede deberse a alérgenos, polución y compuestos químicos irritantes. La inflamación aguda de las paredes bronquiales se traduce en espesamiento de la mucosa, descamación de las células epiteliales y denudación de la membrana basal.

La bronquitis aguda dura unas 3 semanas.

Bronquitis crónica

La premisa de la bronquitis crónica es la misma que la aguda, pero dura mucho más. Por definición, para diagnosticarla los síntomas tienen que presentarse al menos por 3 meses durante 2 años consecutivos. La etiología es muy diferente al caso anterior, pues en este cuadro no se puede atribuir la inflamación de los bronquios a un cuadro vírico.

Tal y como indica el portal Statpearls, este tipo de bronquitis se debe a la hiperestimulación y sobreproducción de moco por parte de las células caliciformes de los bronquios. Además, en estos cuadros se observa cómo las células epiteliales responden a la exposición a tóxicos (como el humo del tabaco) secretando agentes inflamatorios, como la interleucina 8.

Cuando la bronquitis crónica se acompaña de reducción de flujo aéreo el cuadro recibe el nombre de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Muchas de las personas con bronquitis crónica terminan desarrollando EPOC, pero no todas las personas con EPOC presentan también la inflamación bronquial crónica típica de la bronquitis.

En resumen, la bronquitis crónica es de instauración más lenta pero de duración mucho mayor. 

3. La duración de las enfermedades varía

Ahora que hemos descrito la bronquitis aguda y la bronquitis crónica, vemos de interés comparar estas variantes patológicas con respecto a la neumonía en lo que a extensión temporal se refiere. En la siguiente lista resumimos las cifras de mayor interés:

  1. Bronquitis crónica: como hemos dicho, esta condición ocurre de manera frecuente cada 3 meses por al menos 2 años. Se pueden mejorar los síntomas, pero nunca se cura del todo.
  2. Bronquitis aguda: la bronquitis aguda tiene una duración media de 2 a 3 semanas. Aunque la tos pueda permanecer por un mes o más, no debería ir a peor en las últimas etapas de la patología.
  3. Neumonía: dependiendo del agente causal y del paciente, la neumonía puede prolongarse por una o varias semanas. De todas formas, su duración general es menor que la de los cuadros de bronquitis, sobre todo si la comparamos con la crónica.

4. Causas diferentes

Los agentes causales son diferentes en la bronquitis y en la neumonía. Como hemos dicho, el 90 % de los cuadros bronquíticos agudos se deben a agentes virales, mientras que el 50 % de las neumonías adquiridas en la comunidad son provocadas por el agente bacteriano Streptococcus pneumoniae. Así pues, una variante es eminentemente vírica y la otra bacteriana.

La bronquitis aguda suele estar causada por el virus respiratorio sincitial, los virus desencadenantes de la gripe (influenza A e influenza B), los rinovirus y otros agentes biológicos comunes en la población general. Los desencadenantes bacterianos son muy poco comunes, pero hay que destacar a las especies Mycoplasma pneumoniae, Chlamydophila pneumoniae y Bordetella pertussis, entre otras.

La bronquitis crónica no encuentra su desencadenante en un agente vírico o bacteriano, pues las infecciones de las vías respiratorias más comunes no duran tanto tiempo. El consumo de tabaco es uno de los causantes más comunes, ya que hasta el 75 % de las personas que terminan desarrollando este cuadro fuman (o fumaban) en el momento del diagnóstico. La exposición a otros químicos también lo promueve.

En contraposición, la mitad de las neumonías contraídas fuera de los hospitales se deben a S. pneumoniae. El 20 % de cuadros restantes son causados por Haemophilus influenzae y el 13 % responden a una infección por Chlamydophila pneumoniae. Existen cepas resistentes a antibióticos de algunos de estos patógenos, lo cual dificulta mucho el tratamiento.

Por último, cabe destacar que hasta 1/3 de las neumonías pueden ser provocadas por agentes víricos (y hay alguna variante no infecciosa). Los rinovirus, los coronavirus, los virus de la influenza y el virus respiratorio sincitial son algunos de los más comunes. Curiosamente, estos mismos agentes se han citado para describir la etiología de la bronquitis aguda. 

La bronquitis aguda es causada casi siempre por virus y la neumonía por bacterias. De todas formas, ambas comparten patógenos entre ellas. La bronquitis crónica, por su parte, se explica por la exposición a agentes químicos dañinos.

5. Síntomas diferenciales

Aunque ambas sean enfermedades respiratorias, la bronquitis y la neumonía se presentan con síntomas bastante diferentes (y de duración variable). En la siguiente lista, comparamos cada patología de interés según su signología:

  • Bronquitis aguda: tos productiva, malestar, dificultad respiratoria y sibilancias. La tos es la queja principal de los pacientes y se acompaña de la excreción de esputo mucoso, generalmente de color claro o amarillento. La tos dura de media 10-20 días después de la resolución del cuadro, aunque puede alargarse por hasta 4 semanas. Los síntomas catarrales también son comunes.
  • Bronquitis crónica: tos (productiva en el 50 % de los casos, pero no siempre), sibilancias, “chirridos” al respirar, falta de aliento y sensación de opresión en el pecho crónica. En el caso de presentarse, los esputos pueden ser amarillentos, verdes e incluso estar teñidos de sangre.
  • Bronquitis crónica complicada a EPOC: todos los síntomas anteriores, más pérdida de peso, falta de energía e hinchazón de los tobillos, pies y piernas.
  • Neumonía: dolor en el pecho al respirar o toser, desorientación, tos flemosa, fatiga, fiebre, escalofríos, temblor, náuseas, vómitos y dificultad para respirar.

Toda esta terminología puede sonar complicada, pero las distinciones son sencillas. La bronquitis aguda se suele presentar con formas leves-moderadas y se acompaña muchas veces de síntomas catarrales (ya que casi siempre es provocada por virus). A medida que el cuadro empeora (en su variante crónica o EPOC) los esputos se pueden volver sanguinolentos y la falta de aire es más evidente.

En cambio, la neumonía suele presentarse con síntomas más típicos de una infección bacteriana. La fiebre es más alta, el dolor del pecho es más evidente y los vómitos, náuseas y escalofríos son más comunes. Además, aquí no se esperan signos clínicos catarrales (como nariz tapada o carraspera).

6. Tratamientos diferentes

Las diferencias entre bronquitis y neumonía incluyen el tratamiento
El tratamiento de pacientes con neumonía y bronquitis difiere ampliamente, ya que depende de la gravedad clínica y la necesidad de hospitalización.

Es complejo hablar de las diferencias entre bronquitis y neumonía en lo que a tratamiento se refiere, pues cada condición puede tener muchas causas. Como podrás imaginar, el abordaje médico de una bronquitis aguda viral difiere mucho del usado para paliar la EPOC o para resolver una neumonía bacteriana. Por ello, mantendremos las cosas simples (y generales).

Tal y como indica la Clínica Mayo, la mayoría de los casos de bronquitis aguda no requieren tratamiento específico, ya que son causados por virus. Simplemente hay que esperar a que el sistema inmunitario del paciente luche contra la infección y desaparezcan los síntomas. Si la tos es muy molesta se pueden utilizar antitusivos, pero poco más. No suele ser necesaria la hospitalización.

Por otro lado, un cuadro de neumonía requiere el uso de antibióticos en muchos casos (siempre que sea provocado por bacterias). La amoxicilina, la doxiciclina y los macrólidos son los fármacos que se recetan de forma casi sistemática, ya que es necesario comenzar a tratarla cuanto antes. Por desgracia, a veces esto desemboca en el uso abusivo de antibióticos y no se elige el tipo adecuado al principio.

En caso de que el cuadro no mejore, hay que cambiar el tratamiento del paciente y buscar antibióticos más novedosos (o la combinación de dos de ellos). En algunos casos es necesaria la hospitalización y la oxigenoterapia (sobre todo en gente mayor).

La bronquitis crónica se trata mayoritariamente con broncodilatadores y cambios en el estilo de vida. Como hemos dicho en líneas previas, no se concibe la recuperación total en este caso. 

Un grupo patológico muy complejo

Hablar de las diferencias entre bronquitis y neumonía es complejo. Ambas condiciones son muy generales y pueden estar causadas por virus, bacterias, otros microorganismos y hasta agentes no infecciosos (como químicos). De todas formas, la distinción principal es clara: la bronquitis aguda es casi siempre vírica, y la neumonía, bacteriana.

La bronquitis aguda se suele curar por sí sola, mientras que la neumonía requiere la aplicación de antibióticos genéricos o específicos. Por otro lado, los cuadros como la bronquitis crónica y la EPOC no tienen solución, aunque sí es posible mejorar la calidad de vida del paciente con terapias de soporte.




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