¿Qué es la cardiopatía isquémica?

La cardiopatía isquémica puede favorecer episodios de dolor torácico y dificultad respiratoria. También predispone a sufrir otras complicaciones médicas.
¿Qué es la cardiopatía isquémica?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 17 febrero, 2023

La cardiopatía isquémica, también conocida como cardiopatía coronaria, es un término que hace referencia a los problemas generados ​​por la reducción del flujo sanguíneo de las arterias cardíacas.

Se trata de un problema muy común, uno que se sabe afecta más a los hombres que a las mujeres. Repasamos sus síntomas, causas, diagnóstico y opciones para abordarla de acuerdo con su gravedad.

Características de la cardiopatía isquémica

El término isquemia se utiliza en los contextos clínicos para aludir al suministro incompleto de sangre a un área determinada en razón de la obstrucción de los vasos sanguíneos. En términos muy simples, significa que un órgano no está recibiendo suficiente sangre oxigenada debido a que la irrigación hacia él es ineficiente.

Así, cuando se habla de cardiopatía isquémica se hace referencia a la irrigación deficiente hacia el músculo cardíaco. Normalmente, se usa como sinónimo de la enfermedad de las arterias coronarias; aunque de manera estricta no son lo mismo.

En efecto, y como veremos más adelante, la irrigación deficiente de sangre al corazón puede tener diferentes causas, no solo el estrechamiento de las arterias coronarias.



La cardiopatía isquémica no siempre se manifiesta con síntomas y signos evidentes. De hecho, la Asociación Estadounidense del Corazón advierte que los episodios silenciosos son muy comunes. Las personas que han tenido ataques cardíacos en el pasado y las que padecen en el presente de diabetes son más propensas a desarrollar esta última.

Síntomas de la cardiopatía isquémica

Síntomas de la cardiopatía isquémica
La fatiga y la dificultad para respirar suelen presentarse de forma progresiva y crónica en las personas con cardiopatía isquémica.

Las manifestaciones más comunes de la cardiopatía isquémica son la angina de pecho y el infarto agudo de miocardio. La angina de pecho es el dolor que se origina como consecuencia de la reducción del suministro de sangre al músculo cardíaco. Normalmente, ocurre debido a la oclusión parcial de una o varias arterias coronarias.

La angina suele manifestarse en situaciones específicas, al menos cuando se desarrolla bajo un patrón estable. La mayor parte del tiempo el paciente experimentará el síntoma cuando realiza una actividad físicamente exigente.

Aun así, y en caso de desarrollar una angina inestable, también puede hacerlo cuando se encuentra en reposo. Estos últimos casos se suelen catalogar como síndrome coronario agudo. La angina de pecho puede generar dolor en las siguientes áreas:

  • Mandíbula;
  • Hombros;
  • Espalda;
  • Clavícula;
  • Brazos.

Además de ser más comunes en contextos de esfuerzo físico, también lo son en situaciones de estrés emocional. Es importante señalar que no es un síntoma exclusivo de esta condición, sino que este puede aparecer también en la hipertensión no controlada, la enfermedad valvular, la miocardiopatía hipertrófica y muchas otras. El dolor en el pecho se suele acompañar de lo siguiente:

  • Dificultad para respirar;
  • Aceleración del ritmo cardíaco;
  • Náuseas y vómitos;
  • Aumento de la sudoración;
  • Pérdida del conocimiento (en casos graves).

La fatiga también es relativamente común, de modo que se trata de un síntoma característico. Como ya hemos advertido, la manifestación silenciosa de la condición no es infrecuente. Así, puedes tener cardiopatía isquémica sin manifestar ningún síntoma evidente.

Causas de la cardiopatía coronaria

Ya hemos mencionado una de las principales causas de la cardiopatía coronaria: la enfermedad de las arterias coronarias. Esta última genera un estrechamiento de las arterias que irrigan al corazón, lo que se traduce en una reducción del flujo sanguíneo.

Por otro lado, y como advierten los investigadores, a menudo la isquemia del corazón aparece frente a la arterioesclerosis calcificada. Esto es, la acumulación de placa en la pared arterial.

También puede manifestarse como consecuencia de un coágulo sanguíneo, el cual limita parcial o totalmente el suministro de sangre al corazón. Destacamos los siguiente factores de riesgo que median en su desarrollo:

  • Padecer de hipertensión (en especial cuando no está controlada);
  • Mantener un estilo de vida sedentario;
  • Ceñirse a una dieta desequilibrada;
  • Padecer de diabetes (en especial cuando no está controlada);
  • Ser obeso;
  • Fumar.

Hay otros factores de riesgo que pueden tener cierta incidencia en su desarrollo: la depresión mayor, el abuso de alcohol y la contaminación del aire son algunos de ellos. Por último, se sabe que la condición se puede desencadenar debido a la disfunción endotelial, la desregulación microcirculatoria, el vasoespasmo coronario y otras anomalías coronarias.

Diagnóstico de la cardiopatía isquémica

Los expertos recomiendan las pruebas de imágenes funcionales o anatómicas no invasivas para diagnosticar la isquemia cardíaca. Antes de ello, el médico hará una evaluación general del paciente en el que tendrá en cuenta el historial personal y familiar.

También puede solicitar exámenes de sangre y procederá con un examen físico. Las evaluaciones por imágenes más usadas son las siguientes:

  • Electrocardiograma;
  • Ecocardiograma;
  • Prueba de esfuerzo.

Si el médico así lo considera, también puede realizar una angiografía coronaria. Se considera en pacientes con un factor de riesgo muy alto, o en su defecto cuando las pruebas anteriores no han arrojado resultados completos para un diagnóstico seguro. La intervención no se recomienda para los pacientes con bajo riesgo.



Opciones de tratamiento

Tratamiento de la cardiopatía isquémica
Hay gran variedad de fármacos disponibles en el mercado para tratar la cardiopatía isquémica y prevenir complicaciones.

El tratamiento de la cardiopatía isquémica depende de los hallazgos en el proceso de diagnóstico. En todo caso, se optará por un abordaje integral. Así, se tendrán en cuenta los factores de riesgo asociados, las condiciones médicas subyacentes relacionadas, los cambios en el estilo de vida y la terapia farmacológica.

En primer lugar, el médico recomendará un cambio en los hábitos de vida: mejorar la dieta, bajar de peso, dejar de fumar, reducir la ingesta de alcohol y hacer ejercicio, entre otras cosas.

De igual modo, resulta conveniente controlar las situaciones de estrés y las alteraciones emocionales de cualquier otro tipo. A los pacientes con depresión o ansiedad se les puede sugerir buscar ayuda profesional.

A su vez, se evaluará la adherencia a los tratamientos para afecciones subyacentes; o en su defecto se iniciará uno. Es muy importante controlar la hipertensión, la dislipidemia y la diabetes. En cuanto a los medicamentos para controlar la afección, el médico puede recetar alguno de los siguientes:

  • Antiplaquetarios;
  • Bloqueadores beta;
  • Bloqueadores de los canales de calcio;
  • Bloqueadores de renina-angiotensina-aldosterona;
  • Medicamentos para el control de los lípidos.

Estos medicamentos no solo abordan algunos factores que median en la progresión de la condición, sino que también controlan los síntomas. De nuevo, la elección de ellos se hace con base en el resultado del proceso diagnóstico. Agenda una visita con tu médico para evaluar tu estado de salud y elegir una terapia personalizada.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.