Artritis psoriásica: todo lo que debes saber

La artritis psoriásica es una enfermedad poco frecuente que empeora con rapidez cuando no es tratada. Veamos qué dicen los especialistas en torno a ella.
Artritis psoriásica: todo lo que debes saber
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 01 agosto, 2021

La artritis psoriásica es una enfermedad crónica que afecta a las articulaciones del organismo. De acuerdo con la National Psoriasis Foundation, se estima que afecta hasta un 30 % de los pacientes diagnosticados con psoriasis. Aunque puede empezar a cualquier edad, con mayor frecuencia se desarrolla en adultos entre los 30 y 50 años.

En sus inicios, los investigadores pensaban que era la convivencia de dos enfermedades diferentes (artritis y psoriasis), pero hoy está ampliamente aceptado que es una condición con características propias. Hoy te mostramos todo lo que se sabe en torno a ella.

Causas de la artritis psoriásica

Como bien lo señala Johns Hopkins Medicine, los médicos no han encontrado las causas exactas de la artritis psoriásica. Se cree que la enfermedad se puede presentar frente a una multiplicidad de elementos, entre los que los genes, los factores ambientales y los trastornos inmunitarios tienen un papel protagónico.

La mayoría de los pacientes que desarrollan este tipo artritis cuentan con un familiar de primer grado que la padece. Los estudios al respecto indican que este patrón se repite hasta en el 95 % de los casos, con evidencia de que la trasmisión mantiene una línea no mendeliana (como sucede con la psoriasis). Sin embargo, por sí sola esta predisposición no es suficiente para activar la enfermedad.

Hace falta un catalizador externo para la manifestación final. Una infección, la ingesta de algunos fármacos o un virus, según algunas hipótesis, pueden hacer que se desencadene el proceso inflamatorio.

El alcohol, el tabaquismo, los trastornos endocrinos, el estrés y otros factores también han sido señalados por los investigadores como posibles culpables. No es infrecuente que en algunos casos sea imposible encontrar una causa.

Virus que desencadena artritis psoriásica.
Las infecciones virales podrían ser gatillos para los pacientes con predisposición a la artritis psoriásica.

Tipos de artritis psoriásica

La enfermedad no cuenta con una sola manifestación. Los especialistas han identificado varios tipos con características, evoluciones y pronósticos diferentes.

1. Predominante interfalángica distal

En promedio, el 5 % de los casos de artritis psoriásica se corresponden con esta variedad. Afecta a las articulaciones de las manos y los pies, en especial aquellas cercanas a las uñas. Su presentación suele ser asimétrica y su evolución progresiva.

2. Asimétrica oligoarticular

La forma asimétrica es la manifestación más común del trastorno. El 70 % de los pacientes diagnosticados tienen esta variedad.

Los estudios al respecto señalan que afecta hasta 5 articulaciones al mismo tiempo. Estas pueden ser interfalángicas o metacarpofalángicas.

3. Poliartritis simétrica

Los síntomas en este caso son idénticos a los de la artritis reumatoide, de manera que con frecuencia se confunden una y otra. Se caracteriza por desarrollar manifestaciones simétricas en 5 o más articulaciones. En promedio, el 15 % de los casos se corresponden con este tipo.

4. Espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una de las divisiones más problemáticas, ya que la línea que la divide de la espondilitis clásica es muy delgada. Esto ha hecho verter ríos de tinta al respecto por parte de los investigadores. Gran parte del curso de su evolución se desconoce.

5. Artritis mutilante

La presentación más grave de la enfermedad es la mutilante. Ocasiona deformaciones en manos y pies y destrucción de las partes distales del hueso. Su incidencia es en torno al 5 % de los pacientes y algunos estudios sugieren que es más frecuente en edades tempranas.

Síntomas de la artritis psoriásica

Cada tipo de artritis psoriásica presenta síntomas diferentes. Incluso entre los pacientes diagnosticados con la misma variante, las manifestaciones clínicas difieren.

Esto representa un obstáculo para el proceso diagnóstico, ya que no existen señales bien definidas entre ellas. De manera general, y siguiendo a Arthritis Australia, los síntomas compartidos en cualquier forma son los siguientes:

  • Dolor, rigidez e inflamación en una o varias articulaciones del cuerpo.
  • Cambios en la apariencia de las uñas (color, textura y grosor).
  • Dolor en los ojos (en ocasiones, acompañado de enrojecimiento).
  • Sensación de inflamación en los tendones (con frecuencia acompañada de dolor).
  • Rigidez en los glúteos, la espalda baja o el cuello.

Si la enfermedad se encuentra en un estado avanzado, puedes experimentar atrofia en las extremidades. Esto limita tus movimientos y compromete la calidad de vida.

Diagnóstico de la artritis psoriásica

No existe una prueba para diagnosticar la artritis psoriásica. El método utilizado es descartar otras explicaciones de los síntomas.

El proceso puede extenderse si el médico no encuentra patrones claros que le permitan diferenciar este tipo de otras manifestaciones reumáticas. De acuerdo con el American College of Rheumatology, algunos de los exámenes que se pueden hacer son los siguientes:

  • Resonancias magnéticas.
  • Radiografías.
  • Ecografías.
  • Tomografía computarizada.
  • Pruebas de orina y de sangre.
  • Biopsia de piel.

Todo esto le permitirá al médico distinguir si el proceso inflamatorio es ocasionado por otras afecciones (como lupus, osteoartritis, artritis reumatoide). La revisión del historial médico es muy importante. Si existe prevalencia de psoriasis en la familia, las señales son más sólidas para la confirmación.

Tratamiento de la artritis psoriásica

No existe cura para la artritis psoriásica, pero es una enfermedad que puede tratarse. Las terapias deben empezar cuanto antes, ya que la condición suele tener un ritmo de progresión acelerado. Arthritis Ireland apunta las siguientes opciones entre las más utilizadas.

Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME)

Los FAME son la terapia principal para detener el proceso inflamatorio y evitar la degeneración de las articulaciones. La mayoría son de acción lenta, de modo que pueden pasar varias semanas o meses antes de que se aprecie la mejoría. Los más usados son el metotrexato y la leflunomida.

Inhibidores de la fosfodiesterasa 4

Por lo general, se utilizan como alternativas a los anteriores, en especial en pacientes que no reportan mejorías luego de un par de meses. Aunque se trata de un grupo de fármacos relativamente nuevo, los estudios avalan su uso en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias. Uno de los más usado es apremilast.

Terapias biológicas

Forman parte de los FAME, pero en la práctica muchos investigadores los catalogan aparte, debido a su accionar. Su incorporación es reciente y se utilizan cuando no se han experimentado avances con las opciones anteriores. La mayoría se administra por inyección o goteo.

Medicamento endovenoso para la artritis psoriásica.
La mayoría de los fármacos biológicos se administran vía endovenosa en ambientes médicos y hospitalarios.

Antiinflamatorios no esteroides (AINEs)

Los AINEs se utilizan para tratar el dolor y la inflamación. Forman parte de la terapia principal, sobre todo en aquellos pacientes que desarrollan manifestaciones crónicas.

El ibuprofeno, la aspirina y el paracetamol son los más usados. Aunque existen decenas de opciones.

Inyecciones de esteroides

El algunos casos, el médico puede aprobar las inyecciones de esteroides. Se utilizan solo en pacientes graves o cuando no hay alivio del dolor o inflamación a través de los fármacos ya descritos. Se aplican de manera focalizada en el sitio donde se concentra el padecimiento.

La artritis psoriásica es una enfermedad compleja

La historia de falta de definición concreta sobre la posición que debía tener la artritis psoriásica en la clasificación de enfermedades, revela que es un padecimiento complejo. Al inicio de los síntomas, es común que los profesionales no atinen a considerarla.

Los dolores articulares necesitan ser estudiados con detenimiento. Cuanto antes se arribe a la confirmación, más fácil será instaurar un abordaje que mejore la calidad de vida.



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