El tabaco y la fibromialgia: ¿cómo se relacionan?

El consumo de cigarrillo es contraproducente para la salud en cualquier caso, pero cuando se trata de fibromialgia, aún más. Tiene la capacidad de empeorar los síntomas drásticamente.
El tabaco y la fibromialgia: ¿cómo se relacionan?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 30 junio, 2021

El tabaco y la fibromialgia es uno de los peores binomios que existe en cuanto a salud se refiere. En efecto, el cigarrillo no solo perjudica al sistema respiratorio, sino que tiene un impacto global en el cuerpo. En el caso de una persona con fibromialgia, se vive y siente peor.

La fibromialgia es una enfermedad que tendemos a abreviar como la sensación de fatiga persistente y dolor difuso y generalizado. No es común que tengamos en cuenta que, además de dichos síntomas, puede abarcar muchos otros, como confirman diversas fuentes especializadas. Asimismo, no es habitual que pensemos en el gran impacto que pueden tener factores internos y externos en su agravamiento.

Por lo general, se tiende a catalogar al estrés emocional y al esfuerzo físico como los principales o únicos agravantes. Sin embargo, no es así. Por ello mismo, la fibromialgia es una enfermedad compleja en la que hay mucho que tener en cuenta.

¿Qué hay que saber sobre la fibromialgia?

Tal y como señalan los expertos del American College of Rheumaology, la fibromialgia es una afección de difícil clasificación. Clásicamente se la ha definido como una reumática de tejidos blandos, pero cada vez más se pone de relieve la participación de lo neurológico. No se trata de una enfermedad autoinmune y, aunque durante mucho tiempo se consideró que lo era, no es un padecimiento meramente psicológico.

Aunque se desconoce su origen, están involucrados varios sistemas del cuerpo. Quien sufre la patología experimenta dolor y sensibilidad generalizados, a menudo ante estímulos que no deberían producir molestias. O al menos, no deberían hacerlo de una manera significativa. Por ejemplo, la presión de una prenda de ropa.

El dolor va y viene, a veces con más y otras con menos intensidad. No obstante, casi siempre está presente de alguna manera, tanto de día como de noche.

Por ello mismo, la persona se siente cansada, falta de energía y fatigada mentalmente. Esto último es la fibroniebla, un término que describe el embotamiento de pensamiento que se deriva del malestar crónico. Dependiendo del caso, pueden haber síntomas más relacionados con un sistema del cuerpo que con otro.

Cansancio por fibromialgia.
El cansancio en la fibromialgia deriva en problemas cognitivos y cierta torpeza en el pensamiento.

¿Qué relación hay entre el tabaquismo y la fibromialgia?

Desde la Asociación de Pacientes de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de Málaga (APAFIMA) nos indican que los problemas para respirar son comunes en los pacientes con dicha enfermedad. Asimismo, más de la mitad de las personas con fibromialgia y síndrome de fatiga crónica desarrollan algún patrón que se corresponde con trastornos de la respiración.

Los trastornos respiratorios pueden causar diversos síntomas, que van desde el dolor de pecho, los mareos, la sensación de entumecimiento y la falta de aire, hasta la irritabilidad y la confusión mental.

Hay pacientes que, además de haber sido diagnosticados con fibromialgia, padecen apnea del sueño, asma, alergias u otras patologías respiratorias. En efecto, la comorbilidad incrementa considerablemente la intensidad de los síntomas de la fibromialgia. Si a esto se le suma el tabaquismo, la incapacidad de oxigenación se hacen más intensa y la calidad de vida disminuye.

¿El tabaco podría causar fibromialgia?

Aunque en torno al año 2009 existía la idea de que el tabaco y la fibromialgia no suponían una combinación tan perjudicial, con el tiempo y conforme se ampliaron las investigaciones quedó demostrado que sí.

De acuerdo con un artículo publicado por los expertos de la Clínica Mayo en el 2019, el tabaquismo es un factor de riesgo de disfunción cognitiva en una persona que tiene fibromialgia. Además, los fumadores son más propensos a percibir los síntomas de la fibromialgia con mayor intensidad.

En definitiva, el tabaquista con fibromialgia tiene peor calidad de vida, más problemas de sueño y mayor ansiedad. Esto en comparación con los no fumadores con fibromialgia.

Entonces, aunque no se ha podido comprobar que el tabaquismo por sí solo cause fibromialgia, sí se ha observado que promueve la intensificación de los síntomas, tanto físicos como emocionales. Por otro lado, la relación entre el tabaco y la fibromialgia sigue estudiándose para comprenderla mejor.

Cigarrillo en la fibromialgia.
El tabaco tiene efectos deletéreos en la respiración. Como esto se vincula a la apnea del sueño, los pacientes con fibromialgia que fuman duermen peor.

¿Dejar de fumar es la solución?

A todos los fumadores se les recomienda abandonar el hábito. Ahora bien, en el caso de los pacientes con fibromialgia esta recomendación gana aún más fuerza.

Si no se adopta y mantiene un estilo de vida saludable, el agravamiento de los síntomas será cada vez más pronunciado y la persona perderá calidad de vida. Esto quiere decir que, además de experimentar molestias más intensas, no podrá llevar una vida normal y tendrá dificultades para desenvolverse en su rutina.

El efecto de esa disminución de la calidad de vida es una bola de nieve que pronto consigue afectar todas (o casi todas) las esferas de la vida de la persona. Además de problemas físicos, los psicológicos serán aún más contundentes. En concreto, la ansiedad y la depresión.

En definitiva, no vale la pena mantener el hábito de fumar si va a causar una pésima calidad de vida. Por ello, lo mejor es dejarlo cuanto antes. Para conseguirlo se puede solicitar el apoyo del médico, del psicólogo e incluso de los seres queridos.

Dejar de fumar no revertirá la fibromialgia, pero sí podrá mejorar en gran medida la sintomatología y ayudará a sobrellevar mejor las molestias.




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