Trabajar de pie: una nueva tendencia en las oficinas
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Desde hace varios años una nueva tendencia se afianza en las oficinas de todo el mundo: trabajar de pie. Popularizada como una alternativa para el trabajo sedentario, se trata de una opción que también ha ganado un espacio en el trabajo desde casa. ¿Qué tan beneficioso es? ¿Existen riesgos asociados? ¿Qué dicen los expertos sobre trabajar de pie? Respondemos a todo esto y ofrecemos algunas reflexiones.
Tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estilo de vida sedentario bien podría estar entre las 10 principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo. El trabajo de oficina es eminentemente sedentario, de modo que trabajar de pie se perfila como una opción paralela. Veamos por qué ha sido tan popular y qué tener en cuenta al respecto.
¿Cuándo nació la tendencia de trabajar de pie?
Es muy difícil rastrear cuándo empezó la tendencia de trabajar de pie. En primer lugar, conviene recordar que la práctica se ha ejercido en mayor o menor medida desde siempre, y personajes como Winston Churchill, Pedro I de Rusia, Ernest Hemingway y Napoleón se caracterizaron por hacerlo. Sin embargo, cuando se piensa en trabajar de pie se hace en relación con el trabajo de oficina moderno.
De acuerdo con los investigadores, hasta el 75 % de toda la jornada laboral trascurre sentado. Para luchar frente a ello han surgido alternativas, como por ejemplo hacer pequeños descansos para estirar las piernas y hacer breves paseos. En este contexto, trabajar de pie se ha consolidado como una opción para hacer frente a las consecuencias a medio y largo plazo del sedentarismo en la oficina.
Además de luchar contra el sedentarismo, las jornadas laborales de pie han atraído a millones de personas debido a la consolidación de los espacios de trabajo informales. En compañía de esto, el aspecto estético también ha jugado a su favor. Para ello se utilizan mesas para trabajar de pie especiales, las cuales se pueden personalizar al tamaño del trabajador o ajustar a diferentes alturas. Muchas permiten usarse como una mesa convencional.
Finalmente, otra variable que ha contribuido a su popularización han sido los grupos de trabajo colaborativos. Moverse de un espacio de trabajo a otro es mucho más intuitivo y rápido cuando no hay una silla de por medio, y muchas personas pueden estar al frente de un ordenador o una mesa de trabajo en ausencia de esta. Ha calado en casi todos los rincones del mundo, con especial importancia en Estados Unidos, Europa y algunos países de Asia.
Beneficios de trabajar de pie
Existen algunos indicios de que trabajar de pie reporta ciertos beneficios en la salud. Un estudio publicado en International Journal of Environmental Research and Public Health en 2021 encontró que los trabajadores de pie reportan un aumento significativo en la salud subjetiva, la vitalidad en el compromiso relacionado con el trabajo y el desempeño laboral autoevaluado durante un período de prueba de cuatro semanas.
De igual modo, existe evidencia de que el rendimiento laboral es un poco más alto al momento de trabajar de pie, pero en las jornadas más largas puede ocasionar molestias musculoesqueléticos. En cuanto a la receptibilidad de los trabajadores, los estudios y las investigadores han encontrado una aceptación positiva entre estos de manera general al momento de asumir la alternativa.
Otros autores señalan que el principal beneficio de trabajar de pie se siente en la consciencia a largo plazo sobre los efectos del trabajo sedentario. En efecto, y aunque no todos lo asumen como la principal opción, sí adquieren una mayor movilidad al momento de asumir el trabajo de oficina convencional. Después de todo, se ha asociado el trabajo sentado con enfermedades cardiacas, metabólicas, inflamatorias y endocrinas.
Consejos para implementar el trabajo de pie
Ten en cuenta que las jornadas completas se relacionan con ciertas complicaciones. Los dolores de espalda, la retención de líquidos y el dolor de cuello son algunas de ellas. Más allá de implementar una jornada completa de pie, se recomienda conjugarlo con el trabajo sentado.
Como bien apunta Harvard Health Publishing, lo ideal es empezar con 30 o 60 minutos; e ir aumentando el tiempo de forma progresiva según convenga. Una cambio brusco del estilo de trabajo puede generar más efectos adversos que beneficios, de modo que aunque te parezca poco te sugerimos apegarte a este límite de tiempo. Como complemento ten en cuenta lo siguiente para mejorar tu postura:
- Asegúrate de que el cuerpo esté perfectamente alineado con el escritorio. Esto es, en paralelo con él.
- Tus codos deben forman un ángulo de 90° en relación con el escritorio.
- Relaja los hombros y el cuello para evitar la acumulación de tensión muscular.
- Utiliza zapatos cómodos sin tacón. Si así lo deseas puedes utilizar una colchoneta de ejercicio como base de apoyo.
- Inclina la pantalla del ordenador de manera que apunte directamente hacia los ojos.
- Considera tener un escritorio convencional o compra un escritorio que se puede ajustar a ambos estilos.
Por último, recuerda que trabajar de pie no sustituye el ejercicio regular. Incluso cuando trabajes varias horas en esta posición debes hacer un mínimo de 150 minutos de actividad física intensa o en su defecto 300 minutos de actividad moderada a lo largo de la semana. Si no te adaptas a esta posición, no te sientas obligado a adaptarla, siempre puedes encontrar la manera de incluir movimiento al trabajar sentado frente al escritorio.
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