¿Qué es la saturación de oxígeno y cómo medirla?

El asma, el EPOC y la COVID-19 son algunas enfermedades en las que es útil medir la saturación de oxígeno con regularidad.
¿Qué es la saturación de oxígeno y cómo medirla?
Diego Pereira

Escrito y verificado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 21 marzo, 2021

La saturación de oxígeno en sangre influye sobre gran cantidad de funciones en el organismo humano. Varias enfermedades pueden afectarla, y existen algunos métodos (invasivos y no invasivos) para medirla.

A continuación, encontrarás un breve artículo sobre este interesante aspecto de la salud. ¡Sigue leyendo para más información!

Algunos aspectos de fisiología humana

La saturación de oxígeno se puede medir fácilmente.
Cuando el tejido pulmonar se deteriora (sin importar la causa) puede disminuir la saturación de oxígeno.

El oxígeno se encuentra de forma muy abundante en el ambiente del planeta tierra. Si bien esta medida puede variar dependiendo de varios factores, se estima que el oxígeno conforma alrededor del 21 % de los elementos en el aire, siendo muy importante para lo seres vivos.

Este es utilizado, desde un punto de vista molecular, para generar energía de una forma mucho más eficiente. En el caso de los seres humanos, este proceso se denomina respiración aeróbica. Como resultado, se produce dióxido de carbono (CO2), una sustancia “de desecho”, ya que no cumple otras funciones en el ser humano (pero sí en la naturaleza).

A medida que disminuya la concentración de oxígeno en el ambiente (como ocurre a grandes alturas), los órganos empiezan a fallar por falta de energía. Existen algunos mecanismos de compensación en estas situaciones, pero por lo general se producen luego de varios meses de exposición.

La entrada de oxígeno, así como también la salida de dióxido de carbono, se da a través del sistema respiratorio. Los pulmones son los principales órganos del sistema, y desde un punto de vista microscópico poseen unas estructuras denominadas alvéolos, que tienen forma de saco con paredes muy delgadas.

Estas paredes están en estrecho contacto con unos vasos sanguíneos llamados capilares (que transportan el dióxido de carbono de los tejidos). Durante la ventilación, el oxígeno inspirado pasa a los capilares para irse al resto del cuerpo, mientras que el CO2 pasa a los alvéolos, para ser expulsados mediante la exhalación.

Este último proceso se conoce como intercambio gaseoso, y numerosos factores pueden alterar su funcionamiento.

¿Qué expresa la saturación de oxígeno?

El término saturación solo hace referencia a la cantidad de determinado gas en un medio líquido, expresándose en porcentaje (%). En este caso, es la cantidad de oxígeno en la sangre.

Este elemento se encuentra unido a la hemoglobina, una molécula dentro de los glóbulos rojos o eritrocitos. Su disminución patológica origina anemia, siendo la drepanocitosis una de las más importantes.

En las personas sanas, el rango normal es entre el 95-99 %. En estos niveles, todos los órganos y tejidos tienen un suministro adecuado de oxígeno para funcionar de forma correcta. Por supuesto, esto último depende de otros factores como la presencia de macronutrientes en el organismo, así como el correcto funcionamiento del sistema cardiovascular.

Desde un punto de vista clínico, los médicos suelen determinar este parámetro para detectar fallas en el sistema pulmonar. Como verás más adelante, existen varios métodos para medirla. Por fortuna, el uso de oxímetros es una forma no invasiva, económica y de rápido acceso para tomar decisiones cuando esté comprometida la vida de un paciente.

Existen varias denominaciones para expresar la saturación de oxígeno, dependiendo de la estructura vascular involucrada. Algunas de ellas son las siguientes:

  • S02: esta es la medida general.
  • Sa02: se refiere a la saturación arterial.
  • Sv02: es el caso de la saturación venosa.
  • PaO2: este significa presión parcial de oxígeno, y solo puede ser medida con una gasometría arterial.

¿Cómo medir la saturación de oxígeno?

Existen varios métodos para realizar esta medición. El principal, debido a su fácil acceso y uso, es con el saturómetro o pulsioxímetro. Si bien durante años fue utilizado como un instrumento de uso exclusivo para el personal de salud y los pacientes con patologías pulmonares graves, a raíz de la pandemia por COVID-19 empezó a formar parte de muchos hogares.

Se trata de un método no invasivo y económico para estimar la saturación de oxígeno. En la mayoría de los casos, es un equipo pequeño (alrededor de 6×5 cm) capaz de abrirse e insertarse en uno de los dedos del paciente.

Este emite luces que “atraviesan” el dedo del paciente y son captadas por un detector en el otro extremo del aparato, permitiendo determinar la saturación de la hemoglobina.

Además, es una técnica indolora y que puede realizarse en cualquier momento. Tiene como desventaja que no es completamente precisa, por lo que no existe un valor exacto que pueda definirse como grave. En general, cuando existe una saturación por debajo del 90%, es necesario solicitar evaluación médica para determinar los motivos.

La gasometría arterial es un método invasivo que se utiliza en los centros asistenciales, y aporta información mucho más exacta que la pulsioximetría.

Como dijimos en el apartado anterior, permite medir la presión parcial de oxígeno (PaO2), pero requiere tomar una pequeña muestra sanguínea, por lo general en la arteria radial. El inconveniente es que suele resultar algo doloroso.

Esta muestra se introduce en un equipo que, casi de forma automática, es capaz de revelar datos importantes sobre la oxigenación y el pH sanguíneo. Esto permite detectar anomalías metabólicas o respiratorias, y se utiliza mucho en las unidades de cuidados intensivos. A menos que se trate de una situación de urgencia, no se realiza de rutina.

Condiciones que pueden alterar la saturación de oxígeno

La saturación de oxígeno disminuye en algunas enfermedades.
La EPOC es una de las condiciones en donde suele disminuir la saturación de oxígeno.

Existen varias patologías que pueden alterar estos valores, siendo la mayoría de ellas de origen pulmonar. Las enfermedades crónicas pueden provocar daño de forma progresiva, por lo que el organismo del paciente es capaz de adaptarse a niveles bajos de oxígeno sin que existan síntomas importantes.

Es el caso de los pacientes fumadores que desarrollan una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Muchos suelen manejar valores bajos de oxígeno debido al daño pulmonar, y en ocasiones pueden tolerarlo mejor que pacientes que sufren disminución rápida del oxígeno arterial por cualquier patología aguda. Existen otras causas de EPOC que puedes consultar aquí.

Otras condiciones incluyen la neumonía, la fibrosis pulmonar o los tumores del aparato respiratorio. Cualquiera de ellas puede alterar el equilibrio existente entre la anatomía del pulmón y los vasos sanguíneos que entran en contacto con los alvéolos.

Por ejemplo, algunos tipos de cáncer de pulmón son capaces de provocar colapso pulmonar, con la consecuente falla en la oxigenación.

Es un caso similar a la fibrosis pulmonar. Aquí, por causas muy diversas, puede aumentar la cantidad de tejido cicatricial que dificulte el adecuado intercambio gaseoso. Esto puede ser consecuencia de la exposición ocupacional a ciertas sustancias (como los metales pesados y el asbesto), la radiación, la quimioterapia y las enfermedades inflamatorias sistémicas.

A veces, algunos defectos en la hemoglobina pueden ocasionar incapacidad para liberar el oxígeno a los tejidos. Es el caso de la metahemoglobinemia, en la que, a pesar de que el sistema respiratorio se encuentre intacto, la oxigenación de los tejidos se dificulta, conllevando a daño progresivo en los órganos.

Saturación de oxígeno y COVID-19

La COVID-19 puede generar un cuadro clínico de rápido deterioro de la función pulmonar. A pesar de que muchas de las causas de mortalidad tienen que ver con fenómenos de la coagulación (que, en personas sanas, existen signos de alarma que conviene saber), la disminución de la saturación de oxígeno es responsable de muchos de los síntomas de la enfermedad.

Esto puede provocar cualquiera de los siguientes síntomas:

  • Debilidad o fatiga.
  • Piel pálida.
  • Extremidades frías o con coloración azul.
  • Aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca.

Muchos de estos pacientes suelen tener un pulsioxímetro a la mano, con el objetivo de acudir al médico de forma precoz, en caso de detectar alteraciones.

Conocer la saturación de oxígeno es importante desde un punto de vista práctico

La medición de saturación de oxígeno es una herramienta básica en medicina. En situaciones de urgencia vital puede ser muy útil para tomar decisiones terapéuticas, y, gracias a la pulsioximetría, muchos pacientes pueden vigilar de cerca su enfermedad de base.



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