Odontología restauradora: ¿en qué consiste?

A través de la odontología restauradora es posible restaurar los dientes rotos y reponer los perdidos. Descubre los procedimientos que se aplican para recuperar la sonrisa.
Odontología restauradora: ¿en qué consiste?
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 17 octubre, 2023

La odontología restauradora es una rama de esta ciencia de la salud que se enfoca en reparar o reemplazar los dientes dañados. Para ello, su objetivo principal es devolver a las personas la salud, las funciones y la estética de la boca.

El deterioro o la pérdida de las piezas dentarias es una situación bastante común. Según un comunicado de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la caries dental no tratada es la afección con mayor prevalencia a nivel mundial. Se estima que afecta a 2500 millones de personas. Por su parte, la periodontitis grave es una de las causas principales de la pérdida de dientes y afecta a 1000 millones de personas en todo el mundo.

Tratar, solucionar y rehabilitar estas situaciones permite a las personas recuperar su calidad de vida. Para lograrlo, la odontología restauradora se vale de múltiples procedimientos, capaces de devolver a la boca su salud, funciones y apariencia perdidas. En este artículo te lo contamos.

¿Qué es la odontología restauradora?

La odontología restauradora es una especialidad odontológica que se encarga de estudiar y aplicar de forma integrada el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico dental. Así la define el libro Odontología restauradora publicado en 2012 por la Editorial Médica Panamericana.

Los tratamientos que esta especialidad aplica pretenden mantener o restablecer la forma, función, integridad fisiológica y estética del diente. Con este fin, considera la relación de la pieza dentaria con los demás elementos remanentes, los tejidos blandos y todo el sistema estomatognático, buscando armonía y salud.

Muchos de los procedimientos de los que se vale la odontología restauradora los puede realizar un odontólogo general. Los tratamientos abarcan diferentes áreas, como estética, periodoncia, endodoncia, prótesis y cirugía oral. En otros casos, las prácticas a realizar requieren una formación más específica y un título que homologue la experiencia.

¿Por qué es necesaria la odontología restauradora?

La salud de la boca es parte de la salud general de la persona. Por eso, sufrir afecciones en las estructuras orales impacta en la alimentación, en el habla y en la estética.

Cuando un elemento dentario se rompe o se pierde, todo el sistema oral sufre las consecuencias y la calidad de vida de la persona se compromete:

  • La placa bacteriana se acumula en los huecos de los dientes rotos o en los espacios en los que faltan piezas. Esto predispone a sufrir patologías orales.
  • La estética se perjudica: esto provoca menor seguridad y confianza al hablar y sonreír, afectando las relaciones sociales y disminuyendo la autoestima.
  • La falta de los dientes que intervienen en la pronunciación de algunas palabras afecta el habla y la correcta comunicación.
  • La masticación resulta comprometida, afectando la alimentación.
  • Los demás elementos dentarios tienden a moverse, alterando la oclusión.

Al reparar o restituir las piezas dentarias dañadas, la odontología restauradora evita estas consecuencias y mejora la calidad de vida de las personas. Así lo confirma un estudio longitudinal realizado en adolescentes que recibieron tratamientos para sus caries. Los resultados demostraron que recuperar la salud oral aportaba beneficios en la calidad de vida y el bienestar emocional.

Motivos para recurrir a la odontología restauradora

Son varias las razones que exigen que las piezas dentales sean reparadas o reemplazadas. Estas son las más frecuentes:

  • Traumatismos y fracturas dentales: golpearse un diente puede llevar a que la corona se fracture, se produzcan daños internos o se pierda el elemento dentario.
  • Desgaste de las piezas dentales.
  • Periodontitis: la pérdida de los tejidos que sostienen los elementos dentarios conduce a la falta de dientes.
  • Malformaciones o anomalías en la anatomía dentaria.
  • Caries: motivo más frecuente de destrucción dentaria.


¿Qué tratamientos realiza la odontología restauradora?

Como adelantamos, a la hora de devolver a la boca la funcionalidad y la estética perdidas, la odontología restauradora se vale de diferentes procedimientos. Las siguientes son las alternativas más utilizadas.

Empastes dentales

Los empastes dentales son una de las alternativas más sencillas, cómodas y económicas que permiten tratar un diente roto. El procedimiento se realiza en una sola sesión.

Consiste en limpiar y eliminar los tejidos dañados y rellenar la cavidad resultante con un material adecuado. De esta manera, se recupera la salud, la forma, el aspecto y las funciones de la pieza dentaria.

Los empastes también reciben el nombre de «reconstrucciones directas». Esto se debe a que el odontólogo coloca el material de relleno directamente sobre la cavidad, donde luego endurecerá. En estos procedimientos no es necesario tomar moldes ni la intervención de un laboratorio dental.

Existen diferentes materiales para realizar las obturaciones de los dientes:

  • Amalgamas
  • Ionómeros vítreos
  • Resinas compuestas

El odontólogo elegirá la más conveniente según cada caso clínico. De todos modos, los estudios sugieren que, en la actualidad, las resinas compuestas son el principal material que se utiliza para las restauraciones directas.

Incrustaciones dentales

Las incrustaciones dentales son similares a los empastes y sirven para reparar piezas dentarias dañadas y rotas. En general, se recurre a esta técnica cuando los dientes han perdido una mayor cantidad de tejido dentario y el remanente de la corona es escaso. Así lo indica una revisión bibliográfica que analiza las técnicas de restauración de acuerdo a la cantidad de estructura remante del órgano dental.

Para restaurar un diente con incrustaciones, es necesario eliminar el tejido dental dañado y preparar el diente para recibir la restauración. Luego, se toma una impresión o se realiza un escaneo de la boca del paciente para obtener un molde. Este se envía a un laboratorio dental donde se diseña y se confecciona la incrustación.

Cuando la incrustación está lista, se prueba en la boca y se la cementa a la pieza dentaria. Según el material que se utilice, estos pasos pueden variar. Las incrustaciones pueden confeccionarse de diferentes materiales que se adaptan a las necesidades del paciente: resinas compuestas, porcelana o metales.

Coronas dentales

Las coronas o fundas dentales son un tratamiento eficaz para devolver a las piezas dentarias muy dañadas su anatomía y estética perdidas. Consisten en restauraciones que recubren por completo la porción coronaria de los dientes, al estilo de un capuchón.

Las coronas presentan la misma forma y tamaño que los dientes originales, pudiendo actuar en la boca como un elemento más. Si se colocan en el sector anterior, se realizan con materiales estéticos de la misma tonalidad del resto de la dentadura, lográndose un aspecto natural.

Para colocar una corona es necesario realizar un pequeño desgaste a la superficie dental. Así, se elimina tejido dentario para generar el lugar que ocupará la corona. Este tallado del diente, que pasa a denominarse «pilar», es lo que da sostén y apoyo a la funda.

Con el diente tallado, se obtiene un molde de la boca y se envía al laboratorio para la confección de la corona. Cuando la misma está lista y, luego de varias pruebas, se cementa sobre el pilar.

Las coronas dentales también pueden confeccionarse de distintos materiales: porcelana, resinas, metales, zirconio y la combinación de estos componentes. Esta elección dependerá del sector a restaurar, si es provisoria o definitiva, las necesidades del paciente, sus preferencias y posibilidades económicas.

Las coronas son una excelente alternativa para recuperar la forma, las funciones y la estética en las siguientes situaciones:

  • En reemplazo de un elemento dentario ausente, colocándola sobre un implante dental.
  • Piezas dentarias muy deterioradas.
  • Piezas con anomalías de tamaño, forma o con pigmentaciones que no pueden tratarse con otras alternativas.
  • Elementos dentarios con endodoncias.
  • Dientes débiles, agrietados o con desgastes severos.
  • Como anclaje de un puente que reemplaza otros dientes perdidos.

Implantes dentales

Los implantes dentales son una de las opciones más requeridas para reponer los dientes perdidos. Se trata de la colocación de unos aditamentos especiales en el interior del hueso maxilar para que sostengan uno o varios dientes artificiales.

Esta rehabilitación es más compleja y requiere más tiempo y pasos. En primer lugar, se colocan los tornillos en el interior del hueso a través de un procedimiento quirúrgico. Si se trata de un caso más complejo, en el que el hueso no posee la calidad o el espesor suficiente, pueden ser necesarias terapias complementarias:

  • Injertos óseos.
  • Levantamiento del piso del seno.
  • Colocación de tornillos en sitios más distantes.

Luego de colocar los implantes es necesario esperar un tiempo de cicatrización. En dicho período se produce un proceso denominado «osteointegración».

Según un artículo de revisión publicado en la revista Periodontology, la osteointegración es la conexión estructural y funcional directa entre el hueso vivo y la superficie de un implante que soporta carga. En la actualidad, se considera que un implante se ha osteointegrado cuando no existe un movimiento relativo progresivo entre el aditamento y el tejido óseo con el que está en contacto directo.

El tiempo que tarda un implante en unirse a la estructura ósea e integrarse a la misma varía entre personas y según la cirugía realizada. En general, se esperan entre 2 a 4 meses hasta continuar con el próximo paso, que es la colocación de la prótesis.

El implante dental se utiliza para sostener el sistema de rehabilitación que repone las piezas dentarias faltantes:

  • Una corona cuando falta una sola pieza dentaria.
  • Un puente cuando faltan varios dientes contiguos.
  • Prótesis parciales o completas cuando faltan varios o todos los elementos dentarios. En estos casos, suelen apoyar en varios implantes. Pueden permanecer fijas o removerse a través de sistemas especiales que le permiten al paciente sacárselas para higienizarlas.

Si bien se trata de un procedimiento lento y costoso, los resultados son eficaces y duraderos en el tiempo. Así lo confirma un artículo publicado por la Revista Española de Cirugía Oral y Maxilofacial, que indica que la tasa de éxito de estos tratamientos es del 90 %.



Puentes dentales

La odontología restauradora puede valerse de los puentes dentales cuando es necesario reponer uno o varios elementos dentarios contiguos ausentes. Este procedimiento también se conoce como «dentadura postiza parcial fija». Consiste en insertar una o dos coronas sobre piezas sanas, unidas a dientes artificiales, que reemplazan a los faltantes.

Los puentes cubren la zona dejada por los dientes faltantes con coronas artificiales unidas entre sí. Algunas de estas fundas se cementan en las piezas dentarias sanas, vecinas a la brecha dejada por las piezas ausentes. En estos casos, es necesario realizar el tallado de dichos elementos para que reciban las fundas.

Los puentes también pueden colocarse sobre implantes dentales. A su vez, existen diferentes materiales y diseños de puentes dentales, capaces de adaptarse a las condiciones orales de cada paciente.

Prótesis removibles o dentaduras postizas

Las prótesis dentales son los clásicos dientes postizos removibles que se utilizan para reemplazar las piezas dentarias perdidas y las estructuras orales circundantes. Estas se diferencias según la cantidad de elementos faltantes:

  • Completas: cuando faltan todos los dientes de la arcada.
  • Parciales: cuando quedan algunos elementos naturales en la boca y solo se reponen piezas puntuales.

Las dentaduras postizas son una opción aceptable que permite devolver la funcionalidad a la boca y mejorar el aspecto de la sonrisa y la cara.

Alternativas para recuperar la sonrisa

Contar con una dentadura sana, bonita y funcional permite usar la boca con normalidad y mejora la calidad de vida. Para ello, la odontología restauradora dispone de distintas alternativas capaces de resolver los problemas orales que dañan los dientes.

Contar con diversas técnicas y modalidades de tratamientos que se adaptan a las necesidades y posibilidades de cada persona es una gran ventaja. De todos modos, más allá de la existencia de esta variedad de alternativas, siempre la mejor opción es conservar la salud y evitar los daños. La odontología restauradora será una aliada cuando la prevención haya fallado y sea necesario recuperar la sonrisa.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.