7 tipos de implantes dentales y sus características

Los diferentes tipos de implantes dentales permiten resolver la falta de dientes según las necesidades de cada persona. Conoce las distintas variantes de estos aditamentos que se colocan en el interior del hueso.
7 tipos de implantes dentales y sus características
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 28 mayo, 2023

La falta de dientes en la boca puede solucionarse con distintos tratamientos odontológicos que permiten recuperar la sonrisa. Los diferentes tipos de implantes dentales hacen de esta alternativa una de las más estables, duraderas y estéticas. Por eso son la opción más elegida en los últimos tiempos.

En términos generales, un implante dental es una pieza metálica que se instala, a través de una cirugía, en el interior de los huesos maxilares. Este aditamento soporta uno o más dientes artificiales que sustituyen a las piezas naturales perdidas.

Debido a los excelentes resultados que se obtienen con estos tratamientos, su demanda se incrementa cada vez más. A la hora de recuperar los dientes perdidos, existen diferentes tipos de implantes dentales que permiten solucionar las necesidades particulares de cada paciente.

¿Qué tipos de implantes dentales existen?

Según una publicación del Journal of Materials Science, los implantes dentales se componen de tres partes principales:

  • La fijación del implante al hueso: se trata de una raíz artificial semejante a un tornillo que se inserta quirúrgicamente en los maxilares y se une con el hueso natural.
  • El pilar o conector que vincula el implante con la corona o prótesis.
  • La corona o prótesis, con un aspecto similar a los dientes naturales perdidos, que se cementa o se atornilla al pilar.

Gracias a los avances de la ciencia odontológica, hoy existen diferentes alternativas de implantes dentales capaces de devolver la salud bucodental perdida a casi todas las personas que los necesitan.

Las variaciones radican en el material que se utiliza, la forma de los aditamentos o la manera en que se colocan en la boca. También si sostienen y reemplazan una, varias o todas las piezas dentarias de la boca, si se colocan de manera inmediata a la cirugía o si se espera un tiempo de cicatrización.

En este artículo nos concentraremos en explicar los diferentes tipos de implantes dentales que se colocan en el interior del hueso y sus características, sin explayarnos en los pilares o las rehabilitaciones protéticas que reciben. Veamos con más claridad las variedades más usadas de aditamentos capaces de devolver la sonrisa cuando faltan dientes en la boca.

1. Implantes endoóseos o intraóseos

Se llaman implantes intraóseos o endoóseos a aquellos dispositivos que se colocan en el espesor de los huesos maxilares. A través de una cirugía se insertan unos aditamentos especiales -con forma de tornillo, lámina o cilindro- que son capaces de combinarse con el tejido óseo e integrarse al mismo. Este fenómeno, conocido como osteointegración, es el fundamento principal de este método de rehabilitación.

El material de los tornillos es capaz de unirse con el hueso que los aloja y generar una fijación biológica y mecánica. Esta integración permite que el implante se comporte como una raíz artificial, capaz de sostener una prótesis de manera firme y estable a largo plazo.

La bibliografía explica que el proceso de osteointegración de los implantes dentales es complejo y lleva varias semanas de curación. Al implantar el aditamento ocurren reacciones inflamatorias en la interfase hueso-implante. Luego se produce un proceso de regeneración ósea y la remodelación del hueso en los sitios que contactan con el tornillo. Con esto se logra la unión del aditamento con el tejido óseo.

De todos los tipos de implantes dentales, los intraóseos son los que más se utilizan en la actualidad, pues tienen alta fiabilidad. De hecho, un artículo publicado por la Revista Española de Cirugía Oral y Maxilofacial sugiere que la tasa de éxito de estos tratamientos es del 90 % de forma aproximada.

Para poder colocar los implantes en el interior del hueso, es necesario que el tejido óseo del maxilar cuente con un espesor suficiente y una calidad adecuada. De lo contrario, el odontólogo recurre a procedimientos complementarios que permiten optimizar las condiciones óseas para colocar el aditamento y que este se integre con éxito:

  • Injertos óseos para aumentar el espesor del tejido que recibirá el tornillo.
  • Elevación del seno maxilar: se realiza el levantamiento del seno maxilar para aumentar el espesor del hueso del sector posterior de la arcada superior.
  • Expansión de cresta: consiste en agregar materiales de relleno óseo a lo largo de la parte superior de la mandíbula.


2. Implantes subperiósticos o yuxtaóseos

Este tipo de implante dental, a diferencia de los anteriores, no se coloca en el espesor de los huesos maxilares, sino que se apoya sobre sus bordes, por debajo de las encías. Por esta razón, el diseño de los aditamentos posee un marco de metal con la forma de la orilla del hueso para que puedan fijarse de manera adecuada.

Se utilizan en pacientes en los que no es posible colocar un implante convencional por falta suficiente de hueso. De todos modos, gracias a las alternativas que permiten aumentar el espesor óseo o colocar los aditamentos en otros reparos anatómicos más lejanos pero más estables, este tipo de implante se usa poco.

Al colocarse por encima del hueso, suelen tener más problemas con la osteointegración y provocar el fracaso del tratamiento. La bibliografía los asocia con complicaciones como infecciones, la exposición del implante, su movilidad o su pérdida.

De todos modos, gracias a los avances de la ciencia y a la aplicación de nuevas tecnologías en la confección de los implantes dentales, los aditamentos yuxtaóseos son una opción a considerar cuando hay poco hueso.

Un estudio publicado en la Revista de Cirugía Oral y Maxilofacial respalda el uso de implantes subperiósticos totalmente personalizados como una alternativa simple y confiable para rehabilitar a pacientes desdentados atróficos que no pueden o no quieren recurrir a injertos óseos.

3. Implantes dentales de titanio

Los implantes dentales que se colocan en la boca pueden estar confeccionados de diferentes tipos de materiales. Los aditamentos de titanio son los más comunes y utilizados.

El titanio es un metal duro y liviano que puede osteointegrarse al maxilar, dándole al tratamiento la fijación firme y estable que lo caracteriza. Además, es biocompatible, lo que favorece la unión del implante con las células del cuerpo, siendo raros los rechazos. Ofrecen tasas de éxito clínico de hasta el 99 % a los 10 años. Así lo confirma una revisión publicada en la revista Prótesis y Materiales Protésicos.

4. Implantes dentales de zirconio

Otro material con el que pueden confeccionarse los implantes dentales es el dióxido de circonio o zirconio. Se trata de un metal de alta resistencia que está ganando protagonismo en el campo de la odontología.

Los implantes dentales de zirconio tienen la particularidad de unirse al hueso maxilar a través de un mecanismo llamado biointegración. A diferencia de la osteointegración, que es la unión mecánica que se produce en los implantes de titanio, el zirconio se une de manera química con el tejido óseo. Este tipo de conexión entre la superficie del hueso y la superficie del implante es mucho más intensa y se produce en menos tiempo.

Los estudios señalan que este material no muestra corrosión, es menos susceptible a la adhesión bacteriana y a la formación de biofilm, lo que sugiere una menor susceptibilidad a la periimplantitis. De todos modos, su uso en la odontología es relativamente nuevo, por lo que aún no existen estudios con largos períodos de seguimiento.

Estos implantes son de utilidad en pacientes alérgicos al titanio o que demandan una estética exquisita.



5. Implantes dentales con distintos tipos de forma

Los implantes dentales intraóseos pueden tener distintas formas. De las propiedades superficiales del cuerpo del aditamento depende la unión estructural y funcional del implante con el hueso. Estas son algunas de las variantes en el diseño:

  • Tornillos: los implantes dentales de titanio que se asemejan a un tornillo -un cilindro con rosca- son los más usados. Los estudios demuestran que el cuerpo de los implantes que tienen un diseño roscado aumenta el área de superficie entre un 30 % y un 50 % en comparación con aquellos que son lisos. Esto facilita la integración con el hueso.
  • Cilindros: los implantes dentales con forma cilíndrica y pequeñas perforaciones permiten que el hueso pueda desarrollarse en su interior y generar una unión firme. No son tan usados, pues requieren un proceso de colocación e integración más largo y lento.
  • Láminas: se trata de láminas de titanio con perforaciones que permiten el crecimiento óseo entre las mismas y poseen pilares para sostener las prótesis. Se utilizan sobre todo en el sector anterior del maxilar superior o cuando el ancho del hueso no es suficiente para colocar un implante cilíndrico.

6. Diferentes tipos de longitud de los implantes dentales

Otra de las variaciones en los aditamentos que se colocan en los huesos para sostener las prótesis dentales es el largo de los implantes dentales. En términos generales, se pueden diferenciar las siguientes longitudes de los tornillos:

  • Tradicionales: suelen medir unos 10 milímetros.
  • Cortos: miden menos de 8 milímetros. Gracias a los últimos avances odontológicos se han desarrollado implantes dentales menores a 7 milímetros e incluso hasta de 5. Estos aditamentos diminutos, también conocidos como mini implantes, se integran al hueso maxilar y pueden estabilizar una dentadura postiza o servir de anclaje en tratamientos de ortodoncia. Tienen la ventaja de colocarse mediante técnicas menos invasivas.
  • Largos y extralargos: con un mayor tamaño que los convencionales, se utilizan para zonas que requieran un mayor anclaje o en sitios lejanos al arco dental, como los implantes cigomáticos.

7. Implantes cigomáticos

Los implantes cigomáticos son un tipo de tratamiento que permite dar respuesta a situaciones en las que la pérdida de hueso es tan extrema que es imposible colocar implantes convencionales en el maxilar. La bibliografía indica que se trata de una alternativa eficiente para casos de atrofia maxilar severa.

A través de tornillos especiales y cirugías más complejas, se insertan los aditamentos en el malar o cigoma, una zona ósea mucho más estable y firme, capaz de servir de anclaje a las prótesis. El implante se coloca de manera diagonal en el hueso cigomático, que es el arco óseo que constituye los pómulos. La longitud de los tornillos es mucho mayor que los convencionales, llegando a medir entre 30 y 55 milímetros.

Existen variantes de esta técnica en las que los aditamentos se colocan sobre el hueso pterigoideo. La ventaja de estos tejidos óseos es que no se reabsorben, asegurando un anclaje adecuado a largo plazo.

Diferentes tipos de implantes dentales para cada necesidad

La odontología moderna ofrece diferentes tipos de implantes dentales capaces de responder a las necesidades particulares de cada persona. El diseño, el tamaño, la ubicación, el material y la profundidad de cada aditamento varían según los casos. El estudio minucioso de cada paciente le permite al odontólogo ofrecer el tratamiento más adecuado para rehabilitar la sonrisa de manera eficaz y duradera.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.