Obturación dental: qué es, procedimiento y cuándo debe realizarse

Tener un diente roto o cariado es motivo para visitar al dentista. ¿Será la obturación dental el tratamiento adecuado para ti? Descúbrelo.
Obturación dental: qué es, procedimiento y cuándo debe realizarse
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 15 agosto, 2023

Tener manchas, huecos o fracturas en los dientes provoca incomodidad, afecta la estética y dificulta las funciones de la boca. Una obturación dental permite frenar la pérdida de los tejidos dentarios, eliminar la enfermedad y devolver a los elementos su anatomía, funcionalidad y apariencia natural.

Los empastes son uno de los tratamientos odontológicos más habituales. Con ellos se restauran los dientes que han perdido sus tejidos duros por caries u otras afecciones. Te contamos en detalle de qué se trata este procedimiento, cuándo es necesario y cómo se realiza.

¿Qué es una obturación dental?

Una obturación o empaste dental es el tratamiento que se realiza para restaurar piezas dentarias que han perdido su tejido duro. Se trata de un procedimiento sencillo que permite devolver a los dientes dañados su salud, anatomía, funcionalidad y estética.

Las caries y otros padecimientos orales provocan manchas y huecos en los dientes. A través de la obturación dental se eliminan los tejidos dentarios dañados y se rellena el espacio resultante con materiales específicos.

El objetivo del empaste es eliminar la enfermedad y reconstruir la anatomía dentaria: el diente recupera su forma, su aspecto y sus funciones. Se trata de un tratamiento ambulatorio, rápido, cómodo e indoloro, ya que se suele utilizar anestesia local.

¿Cuándo es necesaria una obturación dental?

La necesidad de una obturación dental la determina el odontólogo, luego de un riguroso análisis del caso clínico. La mayoría de las veces, la pérdida de tejido dentario se puede reparar a través de los empastes. De todos modos, en otras ocasiones pueden ser más convenientes procedimientos más complejos como las endodoncias o las coronas.

El motivo más habitual para realizar una obturación dental es el tratamiento de las caries. Esta enfermedad se produce porque las bacterias de la boca metabolizan los hidratos de carbono de la dieta y producen ácidos que desmineralizan y destruyen los tejidos duros de los dientes.

Esta patología oral es la más frecuente en todo el mundo. Según el Informe sobre el estado de la salud bucodental mundial publicado en el 2022 por la Organización Mundial de la Salud, más de un tercio de la población mundial vive con caries dental no tratada. De ahí la importancia y la demanda de los empastes dentales.

Si la caries no se trata de manera oportuna, la destrucción avanza y se profundiza, pudiendo afectar la pulpa. En estos casos, las obturaciones dejan de ser suficientes y es necesario realizar una endodoncia.

Además de las caries, existen otras situaciones en la boca que ameritan realizar obturaciones dentales:

  • fracturas dentarias por traumas,
  • arreglos antiguos filtrados, desgastados o rotos,
  • fisuras, abrasiones o desgastes dentarios no producidos por bacterias,
  • alteraciones estéticas de forma, color y posición.


Tipos de obturaciones dentales

A la hora de realizar una obturación dental, el odontólogo considera distintos factores que influyen en el tipo de empaste a realizar. Estos son algunos aspectos que el profesional tiene en cuenta:

  • el elemento dentario afectado,
  • el tamaño y la extensión del daño a reparar,
  • la ubicación de la cavidad,
  • los materiales disponibles,
  • las preferencias y posibilidades del paciente.

Existen diferentes materiales y técnicas entre las que el dentista puede optar para reparar los dientes. En función de las necesidades de cada caso, el profesional elige el procedimiento más conveniente.

Según el tamaño y la técnica de la restauración podemos diferenciar dos tipos de empastes dentales:

  • Obturación directa: se realiza cuando la lesión es pequeña y se conserva la mayor parte de la anatomía de corona dentaria. En una sola visita al consultorio, el odontólogo elimina el tejido dañado y rellena el espacio aplicando de manera directa un material moldeable sobre el diente.
  • Obturación indirecta: se utiliza para tratar lesiones más grandes, en las que hay una gran pérdida de tejido dentario. En este caso la restauración se confecciona fuera del diente y luego es incrustada y cementada sobre la pieza dental. Al ser necesaria la toma de impresiones y la confección de la obturación en un laboratorio dental, son necesarias varias consultas.

Como explica una revisión publicada en Journal of Dentistry, ambas técnicas logran buenos resultados en diferentes situaciones. De todos modos, la selección del tratamiento muchas veces depende de las preferencias subjetivas del profesional.

Materiales de obturación dental más comunes

A la hora de realizar una obturación dental, los odontólogos disponen de diferentes materiales que les permiten restaurar los dientes de manera adecuada según las particularidades de cada caso. A continuación mencionamos los más habituales.

Obturación dental de resina compuesta o «composite»

Las resinas compuestas, también llamadas «composites», son uno de los materiales de restauración dental más utilizados en la actualidad. Su mayor ventaja es la estética, ya que logra un aspecto muy similar al diente natural. Además, este producto tiene resistencia, durabilidad y adhesión adecuadas.

Gracias a sus propiedades estéticas, los composites se utilizan para restaurar las piezas dentarias del sector anterior, que son más visibles. De todos modos, como indica una publicación de la Revista Odontología Activa, gracias a las mejoras en la resistencia a las fuerzas masticatorias, también es posible usarlas sobre los molares.

Un artículo del Journal of Cosmetic Dentistry considera que las resinas compuestas son versátiles en su aplicación, ya que pueden adherirse tanto al esmalte como a la dentina. Además, preservan la estructura dental porque requieren una preparación mínima. Los autores agregan que, al tener el mismo color del diente y estar disponibles en una amplia variedad de opacidades y tonos, son una excelente opción estética.

Los composites pueden usarse tanto de manera directa -el dentista coloca capas del material blando en el interior del diente y luego lo endurece con una luz especial- o para hacer restauraciones indirectas que se confeccionan en el laboratorio dental.

Este material tiene una menor resistencia y durabilidad en comparación a las amalgamas y, a veces, con el paso de los años es necesario cambiarlas. Además, otra desventaja es que se pueden manchar y pigmentar con el paso del tiempo.

Obturaciones directas de amalgama de plata

La amalgama es un material que se ha utilizado durante muchos años para realizar empastes en las zonas posteriores de la boca. Se caracteriza por ser una obturación duradera, resistente y económica que soporta muy bien las fuerzas de masticación.

Su mayor desventaja es la coloración oscura del material: al ser muy visible, no se puede utilizar en los dientes anteriores. Además, para su colocación es necesario hacer un mayor desgaste de las piezas dentarias.

La amalgama es una aleación de plata y mercurio. A causa de este último componente su uso en la odontología es cada vez más bajo.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) considera que los niveles de mercurio en estos arreglos son seguros, tanto para el paciente como para el odontólogo que lo manipula. La misma entidad recomienda no reemplazar las obturaciones de amalgama que se encuentren en buenas condiciones.

No obstante, en la consulta odontológica es habitual que los profesionales prefieran otros materiales de obturación, sobre todo en ciertos grupos de riesgo. Las amalgamas se suelen evitar en las mujeres embarazadas, los lactantes, los niños pequeños, los pacientes con problemas neurológicos y las afecciones renales.

Empastes dentales con cementos

Los cementos dentales son materiales con un amplio uso en la odontología. Surge de la mezcla de un polvo y un líquido hasta obtener un producto blando que, luego de un determinado tiempo, endurece.

Entre otras aplicaciones, estos compuestos se pueden emplear para rellenar cavidades y actuar como obturaciones dentales provisorias o definitivas.

  • Cemento de obturación provisoria: se trata de una pasta de endurecimiento rápido que se coloca en el interior del diente para rellenarlo de manera temporaria. Son fáciles de remover cuando llega el momento de reemplazarlo por el material definitivo.
  • Cementos definitivos: son pastas similares a las temporarias, pero mucho más duraderas. Los cementos de ionómeros vítreos son un claro ejemplo de esta categoría. Se utilizan sobre todo para rellenar cavidades en piezas temporarias de los niños.

Empastes indirectos de porcelana

Las incrustaciones de porcelana son una opción muy estética, resistente y duradera para restaurar piezas dentarias muy dañadas. Además, la cerámica no se pigmenta con el paso del tiempo.

Este tipo de arreglo se confecciona en un laboratorio dental y luego se cementa sobre un diente previamente tallado. Según un artículo de la Revista Internacional de Prótesis Estomatológica, las cerámicas son el material de elección para cualquier tipo de incrustación, pudiendo realizarse sobre espesores mínimos de tejido dental.

Además, como indica un artículo de Operative Dentistry, las restauraciones de cerámica sin metal están cada vez más indicadas en la odontología reconstructiva, gracias a las ventajas que aporta el diseño asistido por computadora. La odontología digital permite lograr obturaciones indirectas de excelente calidad.



Empastes indirectos de oro

El oro es un antiguo material de obturación dental que, en algunas situaciones, aun se sigue usando. Su durabilidad y resistencia es muy alta, pero su costo es bastante elevado.

Algunos pacientes consideran que las restauraciones de este metal precioso les aporta estética o prestigio, por eso lo eligen. Para confeccionar obturaciones con este material son necesarias varias citas. La pieza metálica se fabrica en un laboratorio y luego se cementa sobre el diente tallado.

¿Cómo se realizan los empastes dentales?

A la hora de realizar una obturación dental, lo primero que realiza el dentista es evaluar el caso, hacer un diagnóstico preciso y planificar el mejor tratamiento. El procedimiento varía dependiendo del material a utilizar y si se trata de un empaste directo o indirecto.

Empaste directo

El procedimiento para realizar un empaste directo es sencillo y rápido de realizar, en general no toma más de 20 o 30 minutos. Estos son los pasos que realizará el odontólogo para ejecutarlo:

  1. Anestesiar el diente a tratar para que el paciente no sienta dolor.
  2. Eliminar las caries y limpiar el diente usando la turbina.
  3. Sellar y rellenar la cavidad con el material elegido. Como indica un artículo publicado en Dental Clinics, en la actualidad la mayoría de los materiales dentales requieren el uso de sistemas adhesivos que permiten su unión con el tejido dentario.
  4. Endurecer el material: los arreglos de resina y algunos ionómeros vítreos se endurecen utilizando luz halógena. Los empastes de amalgama se presionan contra la superficie dental con instrumentos especiales.
  5. Acabado: se prueba la mordida del paciente y se desgasta el material excedente. Por último, se pule la obturación para que quede lisa y brillante.

Proceso para realizar una obturación dental indirecta

Para realizar una obturación indirecta son necesarias, como mínimo, dos visitas al consultorio dental. Como adelantamos, la confección de la restauración se realiza en un laboratorio dental.

En la primera visita, luego de anestesiar la boca, el dentista elimina la caries y limpia el diente del mismo modo que en un empaste directo. Luego toma una impresión de la dentadura para registrar la forma de la cavidad que ha quedado.

La impresión se envía a un laboratorio protésico para la confección de la incrustación con el material elegido. Antes de que el paciente se retire, se coloca una obturación provisoria para proteger los tejidos dentarios hasta que el arreglo definitivo esté listo.

En la segunda visita, se retira el empaste provisorio, se prueba la incrustación que llegó del laboratorio y se cementa de manera definitiva.

La obturación dental se puede evitar

Aunque la obturación dental es un procedimiento simple, cómodo e indoloro que permite restaurar los dientes dañados, no deja de ser un material diferente a los tejidos dentarios. Por esa razón, es conveniente cuidar la dentadura y evitar la necesidad del tratamiento.

Para evitar los empastes es fundamental cepillarse los dientes durante 2 minutos, después de cada comida y usar pasta dental con flúor. El hilo dental y los enjuagues orales también son importantes para mantener una higiene bucal correcta.

Evitar los refrescos y las comidas azucaradas es otra medida importante para prevenir las caries. Visitar al dentista cada 6 meses para controles y limpiezas permite completar los cuidados.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.