¿Cuáles son los niveles de azúcar en sangre normales después de comer?

Los niveles de azúcar en sangre después de comer pueden verse alterados por una gran cantidad de factores diferentes. Por desgracia, una alteración en los mismos puede indicar la presencia de alguna enfermedad.
¿Cuáles son los niveles de azúcar en sangre normales después de comer?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 01 julio, 2021

Los niveles de azúcar o glucosa en sangre son el resultado de la absorción intestinal de nutrientes y de su metabolismo en el interior del organismo. Los mismos pueden verse afectados por la dieta, el ejercicio, los medicamentos y las enfermedades. ¿Te interesa conocer cuáles son los niveles de azúcar en sangre normales después de comer? A continuación te contamos.

La comida ingerida constituye la principal fuente de energía para el cuerpo humano, ya que determina la cantidad de azúcares, grasas y proteínas de las que dispone el organismo. Sin embargo, algunas patologías pueden alterar el metabolismo y cambiar las concentraciones de glucosa en sangre.

Por lo tanto, es vital conocer cuáles son las características glucémicas normales en el diagnóstico temprano es estas afecciones.

¿Quiénes deben controlar los niveles de azúcar en sangre?

Los niveles de azúcar en sangre después de comer pueden medirse con un glucómetro
Los pacientes con problemas metabólicos, especialmente aquellos con diabetes mellitus, deben tener un control regular de los niveles de glucemia.

La concentración de glucosa en sangre es un valor con propiedades preventivas, diagnósticas, terapéuticas y pronósticas. Por tal motivo, los pacientes que padecen diabetes tipo 1 y tipo 2 son los principales que deben mantener un control riguroso de la glucemia. Esto se debe a que la diabetes se asocia a múltiples complicaciones como resultado de la hiperglucemia.

De igual forma, conocer los niveles de azúcar en sangre en ayunas y después de comer favorece a la detección temprana de pacientes con alto riesgo de diabetes. Tal es el caso de las personas prediabéticas o con intolerancia a la glucosa.

Además, la relevancia del control de la glucemia aumenta si se tienen familiares con diabetes o si se padece de obesidad y sedentarismo.

Por otro lado, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) estima que el chequeo rutinario de los niveles de azúcar puede ser beneficioso en otros casos. En este sentido destacan las siguientes condiciones:

  • Pacientes con prescripción regular de insulina.
  • Personas que consumen hipoglucemiantes orales.
  • Mujeres embarazadas.
  • Hipoglucémicos sintomáticos y asintomáticos.
  • Riesgo de cetoacidosis diabética.

Niveles normales de azúcar en sangre después de comer

Por lo general, la glucemia posprandial es aquella que se obtiene 1 a 2 horas posterior a la ingesta. La misma permite analizar el estado actual del metabolismo glucémico y cómo este responde a la absorción de nuevos nutrientes. De esta forma, es posible tomar acciones diagnósticas y terapéuticas oportunas.

En la actualidad, los niveles de azúcar después de comer se pueden medir a través de un glucómetro o con pruebas de laboratorio estándar. Esto como parte de una glucemia casual o de una prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG).

Estudios estiman que los niveles normales de glucemia a las 2 horas de la ingesta en una PTOG son aquellos inferiores a 140 miligramos por decilitro.

Por otro lado, los niveles recomendados de azúcar en sangre en diabéticos son aquellos por debajo de 180 miligramos por decilitro entre 1 y 2 horas después de comer. Sin embargo, los requerimientos de glucemia pueden cambiar con base en la edad, el tiempo de enfermedad y la presencia de comorbilidades.

Niveles óptimos de glucosa posprandial según el tipo de paciente

Los niveles ideales de azúcar en sangre después de comer variarán con base en la edad y el estado de salud de la persona. En este sentido, la glucemia posprandial se debe encontrar en los siguientes valores dependiendo del paciente, expresados en miligramos por decilitro (mg/dl):

  • Niños menores de 5 años sin diabetes: menos de 250 mg/dl.
  • Niños de 6 a 11 años sin diabetes: menos de 225 mg/dl.
  • Adolescentes de 12 a 18 años sin diabetes: menos de 200 mg/dl.
  • Niños y adolescentes menores de 18 años con diabetes 2 horas después de comer: 90 a 110 mg/dl.
  • Adultos sin diabetes 2 horas después de comer: 90 a 180 mg/dl.
  • Adultos con diabetes 2 horas después de comer: menos 180 mg/dl.
  • Diabéticos que se administran insulina al comer: menos 180 mg/dl.
  • Diabéticos que no se administran insulina al comer: menos 140 mg/dl.
  • Embarazadas con diabetes gestacional 2 horas después de comer: menos 120 mg/dl.
  • Embarazadas con diabetes tipo 1 o 2 previa, 2 horas después de comer: menos 110 o 120 mg/dl.

¿Cómo los alimentos aumentan los niveles de azúcar sangre?

Al ingerir los alimentos se activa una cascada de liberación de enzimas digestivas a nivel del tracto intestinal, las cuales se encargan de descomponer la comida en metabolitos esenciales. En este sentido, se obtienen carbohidratos, proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales, los cuales serán absorbidos en la mucosa intestinal y pasarán al torrente sanguíneo.

Los carbohidratos son los principales responsables de elevar los niveles de azúcar en sangre después de comer. Investigaciones clasifican a los carbohidratos en monosacáridos, disacáridos, oligosacáridos y polisacáridos de acuerdo a su estructura química. Cada uno de ellos posee un ritmo diferente de absorción intestinal e impacto en la glucemia.

Por tal motivo, la elevación de la glucemia dependerá del tipo de comida que se este ingiriendo. De igual forma, estará condicionada por el índice glucémico que corresponde a cada alimento. En este sentido, si una comida tiene un índice elevado se absorberá más rápido, generando picos de elevación en la glucemia.

Por otro lado, si el índice es bajo el impacto sobre la glucemia será menor. De acuerdo con la ADA, los alimentos que generan un mayor impacto en los niveles de azúcar después de comer son los siguientes:

  • Bagel.
  • Muffin y waffles.
  • Pan blanco.
  • Cereales procesados.
  • Avena y arroz instantáneo.
  • Papas horneadas o hervidas.
  • Puré de papa instantáneo.
  • Bebidas endulzadas y deportivas.

Es recomendable el consumo de fuentes magras de proteína como la carne, las aves y los quesos bajos en grasa para reducir el impacto de la comida sobre la glucemia. Además, las grasas saludables como la mantequilla de maní, las nueces y el aceite de oliva promueven el equilibrio metabólico de los nutrientes.

Manejo del azúcar en sangre

En la actualidad, es posible establecer diversas medidas y cambios en el estilo de vida que permitan controlar la glucemia durante el día y posterior a la ingesta de alimentos. Esto con el objetivo de mantener los valores de azúcar dentro de los límites normales y disminuir el riesgo de padecer patologías metabólicas o de complicaciones de salud a largo plazo.

Control de glucemia y consumo de medicamentos

Los niveles de azúcar en sangre después de comer pueden controlarse
Seguir las indicaciones médicas en cuanto a tratamiento se refiere, permite mantener niveles de glucosa “normales para cada patología” en la sangre.

En los pacientes prediabéticos o diabéticos es vital el control periódico de le glucemia, sobre todo si se administra insulina. De esta forma, es posible tomar acciones preventivas y terapéuticas tempranas ante cualquier variación importante la glucemia.

Por otro lado, las personas deben mantener un seguimiento estricto de los medicamentos y terapias prescritas por el médico especialista.

El tratamiento de la diabetes está orientado a promover la reducción de la glucemia y aumentar la sensibilidad periférica a la insulina. Por esto, pueden aparecer fluctuaciones metabólicas si se abandona el medicamento o no se emplea de forma correcta.

Método del plato

La dieta es uno de los elementos claves en el manejo de los niveles de glucosa plasmática. Por tal motivo, es indispensable establecer un plan de alimentación adecuado que permita cumplir con los requerimientos diarios sin excederlos. Para ello, el método del plato promueve una forma práctica de organizar las comidas en porciones y cantidades saludables.

El primer paso es seleccionar un plato de tamaño mediano y dividirlo mentalmente a la mitad en dos porciones iguales. Luego debes trazar una línea horizontal en el centro de una de las mitades para obtener tres porciones en total. De esta forma, cada una de estas secciones será completada por un grupo o familia de alimentos.

Los vegetales sin almidón deberán llenar la porción más grande del plato. Esto permite asegurar la ingestión de una buena cantidad de fibra, vitaminas y minerales.

Además, se debe asegurar una adecuada cantidad de verduras en las comidas que no puedan ser divididas en porciones como los guisos y los caldos. Algunos vegetales sin almidón que pueden emplearse son los siguientes:

  • Tomates y pimientos.
  • Brócoli o coliflor.
  • Zanahoria y espárragos.
  • Hongos y guisantes.
  • Calabaza, apio y pepino.

Por otro lado, una sección del plato debe contener fuentes de proteína magras y bajas en grasas. Estudios afirman que su importancia reside en la capacidad de aportar aminoácidos que participan en el funcionamiento y la estructura de las células. Dentro de las fuentes proteicas más recomendadas están las siguientes:

  • Pollo, huevos y pavo.
  • Pescados y mariscos.
  • Carne de res magra.
  • Queso bajo en grasa.
  • Frijoles y lentejas.
  • Tofu y tempeh.

Para finalizar, se debe llenar la última parte del plato con carbohidratos. Es importante considerar alimentos ligeros y ricos en fibra, evitando aquellos que generan mayor efecto sobre la glucemia como los mencionados anteriormente.

Conteo de carbohidratos ingeridos

En los pacientes de alto riesgo con obesidad, diabetes y prediabetes, una buena opción es el cálculo de carbohidratos ingeridos en gramos.

Para los diabéticos tipo 1 y tipo 2 que consumen insulina a la hora de comer se establece la proporción de carbohidratos e insulina (ICR). La misma define el volumen en gramos de carbohidratos que cubre 1 unidad de insulina y es individualizada por persona.

Una forma práctica de contar los carbohidratos es leer la tabla nutricional que viene en la mayoría de los alimentos. A partir de esta información se calcula la cantidad de carbohidratos que se ingieren con base en el peso o el tamaño de la porción. De esta forma, se tendrá una noción clara de cuantos carbohidratos entran en el organismo cada día.

La cantidad de carbohidratos que se deben comer no es especifica y va a depender de varios factores. Entre estos destacan la edad, el metabolismo basal, el peso, la talla, la actividad física y el estado de salud del paciente. Por tal motivo, es recomendable acudir con un especialista en nutrición para fijar un adecuado plan de alimentación.

Terapia nutricional

En la actualidad, los programas y servicios de nutrición médica permiten brindar apoyo profesional con el objetivo de lograr cambios saludables en la dieta y el estilo de vida de los pacientes. De esta forma, se busca fijar en las personas los principios de una alimentación saludable y balanceada a largo plazo.

De igual forma, los profesionales en nutrición buscan detectar a tiempo las patologías metabólicas existentes. Además, la meta es orientar y educar a las personas para que escojan los alimentos con base en su estado de salud, requerimientos diarios y actividad física.

Los niveles de azúcar en sangre normales pueden variar

El estado del cuerpo humano es resultado de mecanismos adaptativos individualizados. Por tal motivo, los niveles de azúcar en sangre normales a lo largo del día y después de comer pueden variar de una persona a otra, lo que promueve la estimación de rangos de normalidad.

La meta de atención en salud es que el paciente se mantenga dentro de ese rango de glucemia ideal para evitar posibles efectos adversos y complicaciones. Además, se debe tener en cuenta que otros factores como el estrés, la actividad física y el uso de medicamentos pueden condicionar o alterar los valores de azúcar en sangre.



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