¿Qué es la prediabetes?

La prediabetes es un estado alterado de la glucemia que precede a la diabetes tipo 2. Por fortuna, se trata de una condición reversible, por lo que un tratamiento adecuado es fundamental.
¿Qué es la prediabetes?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 14 julio, 2021

La diabetes tipo 2 es el tipo de diabetes más frecuente a nivel mundial. Esta patología se desarrolla al cabo de algunos años, por lo que antes del establecimiento definitivo de la enfermedad, las personas pueden tener la glucemia elevada sin padecer ninguna sintomatología específica. Esto es un estado conocido como prediabetes.

Esta condición es un estado en el que hay elevación de los niveles de glucosa en sangre por encima de los valores normales, sin que los mismos alcancen los criterios para el diagnóstico de diabetes. Este es un estado subclínico es muy frecuente y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades establecen que 88 millones de adultos en Estados Unidos lo padecen.

El diagnóstico de la condición se basa principalmente en la medición de los niveles de glucosa en sangre. Por fortuna, se trata de una condición reversible, por lo que un tratamiento adecuado previene su evolución a diabetes tipo 2.

Síntomas

La prediabetes se relaciona con el aumento de peso
La prediabetes no suele provocar muchos síntomas. Sin embargo, las personas afectadas suelen tener sobrepeso u obesidad.

En términos generales, la prediabetes no genera una sintomatología específica en quien la padece, por lo que pasa desapercibida en la mayoría de los casos. Esta condición puede permanecer estable durante muchos años, sin dar indicios claros de su presencia.

Algunas personas pueden presentar un signo llamado acantosis nigricans, el cual es el oscurecimiento de la piel en regiones donde existen pliegues cutáneos. Dicho signo se presenta con gran frecuencia en el cuello, aunque también puede aparecer en zonas como las axilas y la ingle. El mismo suele acompañarse del crecimiento de verrugas en las zonas afectadas.

En ocasiones muy raras, las personas con prediabetes pueden presentar síntomas muy similares a los que aparecen en la diabetes tipo 2, aunque con una intensidad mucho menor. En este sentido, los pacientes pueden referir alguna de las siguientes manifestaciones:

  • Hambre excesiva o polifagia.
  • Aumento en la ingesta de agua o polidipsia.
  • Aumento en el volumen miccional o poliuria.
  • Fatiga.
  • Cambios en el peso corporal.

Causas y factores de riesgo de la prediabetes

Los niveles de glucosa en sangre pueden elevarse por dos razones diferentes, cuando el organismo genera resistencia a la insulina o cuando existe una producción insuficiente de la hormona. La resistencia a la insulina es la principal alteración relacionada con la prediabetes, la misma es una condición en la que la hormona no es capaz de introducir la glucosa a las células.

La insulina es una hormona producida en el páncreas, cuya función principal es introducir la glucosa del plasma a las células para que sea aprovechada en forma de energía. Esta hormona no es capaz de ejercer su función cuando el organismo genera resistencia a la misma, por lo que se mantiene una glucemia elevada.

Por otro lado, la resistencia a la insulina puede generar que el páncreas deje de funcionar de forma adecuada, disminuyendo la producción de la hormona al cabo de un tiempo. En este sentido, ambas condiciones favorecen a la aparición de la prediabetes y su posterior evolución a diabetes tipo 2.

Factores de riesgo

Aún no se ha logrado determinar una causa precisa para la prediabetes, no obstante, existe una gran cantidad de factores de riesgo que aumentan su probabilidad de aparición. La mayoría de ellos están relacionados con el estilo de vida de las personas, por lo que pueden modificarse. Dentro de los principales factores que predisponen a la aparición de la alteración destacan los siguientes:

  • Tener sobrepeso y obesidad.
  • Mantener un estilo de vida sedentario.
  • Una dieta rica en carbohidratos y grasas.
  • Tener abundante grasa abdominal.
  • Hipertensión arterial no controlada y niveles elevados de colesterol en sangre.
  • Tener más de 45 años.

Diagnóstico

La prediabetes se diagnostica con exámenes de sangre
Los estudios de laboratorio (como una química sanguínea) son fundamentales para diagnosticar la prediabetes.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de los pacientes con prediabetes no presentan una sintomatología característica. En la mayoría de los casos, esta alteración se diagnostica por casualidad ante la realización de un examen de sangre rutinario.

Por su parte, el especialista también debe tener en cuenta los factores de riesgo presentes para indicar la realización de alguna prueba.

Los exámenes de sangre indicados para diagnosticar esta condición son similares a los empleados en el diagnóstico de la diabetes tipo 2. En este sentido, se debe medir los niveles de azúcar en sangre para poder detectar la condición.

De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes (ADA), tanto la glucosa plasmática en ayunas, la prueba de tolerancia oral a la glucosa como la hemoglobina glucosilada permiten hacer el diagnóstico. Cada una de ellas debe presentar concentraciones específicas de glucosa en sangre las cuales son las siguientes:

  • Glucosa plasmática en ayunas entre 100 y 125 miligramos por decilitro.
  • Prueba de tolerancia oral a la glucosa entre 140 y 199 miligramos por decilitro.
  • Hemoglobina glucosilada entre 5,7 y 6,4 %.

En muchos casos, puede ser necesaria la realización de múltiples pruebas de sangre antes de dar un diagnóstico certero. Esto se debe a que los niveles de glucosa en sangre pueden verse alterados de forma momentánea por cambios en la dieta, situaciones de estrés o la realización de actividad física.

Tratamiento de la prediabetes

La primera opción en el tratamiento de la prediabetes es la realización de cambios en el estilo de vida, algo muy similar a lo que ocurre en el tratamiento de la diabetes tipo 2. En este sentido, una de las principales medidas que se deben tomar es perder peso, incluso una pérdida de peso moderada puede disminuir en gran medida la glicemia de las personas.

La realización de actividad física o ejercicio de forma periódica también puede ayudar a mejorar la condición. La contracción muscular aumenta el ingreso de la glucosa a las células y mejora la sensibilidad a la insulina a corto plazo. De esta manera, se recomienda hacer al menos 30 minutos de ejercicios aeróbicos 5 días a la semana.

Los cambios en la dieta son tan importantes como las dos medidas anteriores. Lo más recomendable es disminuir la ingesta de carbohidratos, grasas saturadas y alimentos ricos en azúcares procesados. A su vez, es necesario aumentar la ingesta de frutas y verduras hasta un máximo recomendado de 2,5 tazas diarias.

Por otro lado, estudios demuestran que algunos fármacos antidiabéticos y la cirugía bariátrica también son de utilidad en el tratamiento de la prediabetes. La ingesta de metformina, inhibidores de la alfa-glucosidasa, inhibidores de la lipasa pancreática, meglitinidas y agonistas GLP-1 han mostrado grandes resultados en la reversión de esta condición.

Complicaciones asociadas

La principal complicación de la prediabetes es su evolución a diabetes mellitus tipo 2. De hecho, estudios demuestran que cada año entre el 5 y el 10 % de los pacientes diagnosticados con esta alteración desarrollan la enfermedad. En este sentido, el tratamiento oportuno es fundamental para revertir la situación.

Esta condición también genera daños a nivel de los vasos sanguíneos y de la microvasculatura, por lo que es posible desarrollar enfermedades cardiovasculares, incluso antes de su progresión a diabetes. Por otro lado, también está asociada a una forma temprana de retinopatía diabética, afecciones renales y neuropatías.

La prevención de la prediabetes es fundamental

Por fortuna, la prediabetes es una condición que se puede prevenir a pesar de tener ciertos factores de riesgo presentes. En este sentido, es importante tener una vida más activa y mantener una dieta saludable y balanceada. Estas medidas ayudan al cuerpo a mantener los niveles de glucosa en sangre en cifras adecuadas.

Todas las personas diagnosticadas con esta condición deben seguir el tratamiento indicado para cada caso en particular y mantener un control médico periódico. Es importante destacar que es posible frenar el deterioro del estado físico y evitar la aparición de la diabetes tipo 2, pero para ello es necesario realizar un cambio en el estilo de vida.



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