El optimismo según la ciencia

Ser optimista puede prolongar tu vida, reducir los niveles de estrés y mejorar tu salud emocional. Te mostramos en detalle cómo el pensamiento positivo puede causar un impacto en tu vida.
Laura Ruiz Mitjana

Revisado y aprobado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Escrito por Daniela Andarcia

Última actualización: 28 mayo, 2021

Una forma de pensar optimista y su otra cara de la moneda, pesimista o derrotista, podrían tener un impacto significativo en la salud física y mental. The American Journal of Epidemiology publicó un estudio que demostró que las mujeres que tendían al optimismo tenían menor riesgo de morir por múltiples enfermedades.

Esperar a que se obtengan resultados positivos en el futuro, lejos de que algo mágico que haga que los problemas desaparezcan, está asociado a hacer que las dificultades sean más llevaderas y a afrontar los problemas de forma más productiva.

Existe un lazo entre el optimismo y la buena salud… ¡Descubre el optimismo bajo la perspectiva de la ciencia!

El impacto del optimismo en la salud

Algunas de las ventajas que el optimismo pueden tener son las siguientes:

Mayor longevidad

El optimismo puede aumentar la esperanza de vida.
La esperanza y calidad de vida pueden mejorar de forma considerable con una actitud optimista.

Una recopilación de estudios publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences siguió a 69 744 mujeres por más de 10 años y 1.429 hombres por más de 30 años, con la finalidad de hallar la relación entre el optimismo y una vida más longeva.

El equipo de investigadores descubrió que las mujeres y hombres que tenían niveles de optimismo más elevados vivían en promedio de 11 a 15 % más que aquellos con niveles más bajos de optimismo.

Asimismo se reveló que las mujeres y hombres con mayor optimismo tenían un 50 % y un 70 % más de probabilidad de cumplir los 85 años de edad.

Las razones de que esto ocurra podrían ser muchas, pero los investigadores creen que la más plausible es que las personas optimistas tienden a tener comportamientos que promueven la salud, como mayor actividad al aire libre, y a tener menos vicios como fumar.

Otra de las razones que podría estar asociada, es que los optimistas tienen una mayor capacidad de regular las emociones con eficacia. Por lo que pueden recuperarse con más facilidad de las situaciones estresantes.

Tener un mejor estado de salud

Se cree que el optimismo hace que las personas estén más conscientes sobre su salud, lo que las lleva a informarse más sobre el tema.

Una investigación realizada por Personality and Social Psychology Bulletin develó que los optimistas se preocupaban por instruirse en cómo y por qué ocurren los ataques cardíacos, cuáles son los factores de riesgo del estrés e incluso las afecciones causadas por el consumo de alcohol.

Las personas optimistas no solo se preocupan por estar informadas sobre temas competentes a la salud. El mismo estudio encontró que dichas personas tendían a ejercitarse más, optar por alimentos más balanceados (ricos en proteínas y minerales) y, además, poseer una mejor calidad de sueño.

Buscar métodos más eficaces

Ser optimista no te exenta de afrontar tribulaciones, una enfermedad crónica o un accidente. Sin embargo, la forma de pensar marca una diferencia en cómo sobrellevar las circunstancias.

Un estudio en Personality and Social Psychology Review reveló que el optimismo promueve el uso de estrategias más asertivas para hacer frente al problema o reducir la gravedad.

La mente de un optimista parece estar más centrada en buscar, comprender y tener opciones para solventar el inconveniente y de allí elegir la estrategia más idónea, lo que le permite tener un mayor sentido de control y propiedad frente a una difícil circunstancia.

Contar con un mejor apoyo en situaciones adversas

Una investigación publicada en Journal of Personality and Social Psychology sugiere que los optimistas tienden a tener relaciones más sólidas y a rodearse menos de interacciones sociales negativas.

Además poseen mayor habilidad para mantener a largo plazo las amistades y, por ende, en situaciones adversas cuentan y reciben más apoyo al ser comparados con las relaciones sociales de una persona pesimista.

Esto podría deberse a que las personas prefieren solidarizarse más con aquellos que tienen pensamientos positivos, que con personas que mantienen pensamientos negativos recurrentes.

Sin embargo, aún estando una persona optimista en circunstancias donde no reciben el apoyo adecuado, un pensamiento positivo le hará creer que se siente satisfecho con sus relaciones sociales y con el apoyo que le pudieron haber dado, cuando en realidad pudo no ser favorable.

Mayor logro y persistencia

El desempeño podría estar asociado con el pensamiento optimista. Un estudio con deportistas arrojó que aquellos a los que se les hizo creer que tuvieron resultados desfavorables en los récords que ya poseían, eran más propensos a bajar el rendimiento en el futuro, en comparación con los equipos a los que se les alentaba a tener un pensamiento optimista.

La creencia y confianza de poder alcanzar una meta permite que el individuo, a través de pensamientos positivos, logre atravesar con mayor éxito las dificultades, obstáculos, desafíos o tropiezos, por lo que se convierte en una persona persistente y resiliente.

Mejor salud emocional

Una investigación publicada en Psychiatric Clinics of North America develó que replantear o cambiar la perspectiva de pensamiento de una persona con terapia cognitiva podría ser igual de eficaz que los medicamentos antidepresivos. Además, también sugiere que la terapia cognitiva es más eficaz a largo plazo.

Las personas que se someten a este tipo de terapias tienden a tener mayor control de sus emociones y los contratiempos que se puedan presentar en el futuro. Por lo tanto, el optimismo podría no solo mejorar sino mantener una buena salud emocional.

Algunos consejos para practicar la reestructuración cognitiva son los siguientes:

  • Tómate un tiempo e identifica qué situación te está generando pensamientos o estados de ánimos negativos.
  • Evalúa los sentimientos que te están surgiendo.
  • Permite que los pensamientos fluyan, e identifica los pensamientos negativos que dan respuesta a la situación.
  • Saca los argumentos que evidencian, apoyan o refutan los pensamientos negativos.
  • Planifica un objetivo o meta realista que resuelva tu situación, y reemplaza los pensamientos negativos con el nuevo proyecto.

Mayor manejo del estrés

¿Mucho estrés en la vida? Es necesario aumentar el optimismo.
Las personas que sufren de estrés constante pueden ver mejorados sus síntomas con una actitud optimista y técnicas de relajación.

Al ser comparadas las personas pesimistas con las optimistas, estas últimas tienen mayor manejo del estrés.

Una de las razones es que el optimismo le permite al individuo desarrollar una mayor confianza en sí mismo. También está la creencia de que puede afrontar los contratiempos, y que son más los eventos positivos a venir en el futuro que los negativos.

Además, tienden a disminuir o eliminar los factores estresantes y las consecuencias emocionales.

Menor deterioro cognitivo

Tener una pareja optimista podría traer muchos beneficios para la salud. Entre estos destaca la disminución del deterioro cognitivo, así lo afirma un estudio realizado por estudio realizado por Journal of Personality.

Dicha investigación consistió en seguir durante 8 años a 4.457 parejas heterosexuales. Aquí se concluyó que el optimismo tanto a nivel individual como de pareja, está asociado de forma positiva con el funcionamiento cognitivo. De esta manera, permite que los adultos mantengan un menor deterioro y una mayor función cognitiva a medida que envejecen.

Se cree que al tener una pareja optimista, se realizarán más actividades que beneficien la salud en general. Más salidas al aire libre, una buena rutina de ejercicios y una buena alimentación disminuyen los factores asociados con el deterioro cognitivo.

Peligros potenciales del optimismo

Por lo general, el optimismo está asociado a aspectos positivos que contribuyen de manera beneficiosa a la salud física y mental. Sin embargo, no está exento a tener algunas desventajas. Estas podrían ser:

  • Sesgo de optimismo: tender a un optimismo excesivo podría conllevar a sobrevalorar las experiencias positivas en detrimento de que puedan surgir experiencias negativas. El subestimar que puedan ocurrir cosas malas puede invalidar planificar de forma correcta la realidad.
  • Evaluación de riesgo deficiente: un optimismo desmedido puede velar su realidad, lo que imposibilita mitigar los posibles riesgos en algunas tomas de decisiones. En estas circunstancias se está propenso a los fracasos o al menos a no tomar en cuenta que puede sufrirlo.
  • Positividad tóxica: Reprimir en absoluto los sentimiento negativos podría no siempre ser una opción viable. Sé precavido para que los pensamientos positivos no te imposibiliten reconocer las dificultades de la situación. Mantenerse positivo e ignorar otras emociones podría no ser beneficioso para su salud.

Una conducta con múltiples beneficios

El optimismo puede comprenderse como una forma de vida favorable en múltiples aspectos. El grado en el que una persona lo expresa suele ser consecuencia de múltiples factores ambientales (incluyendo experiencias previas) y genéticos, pero en todo caso esta conducta puede modularse y adquirirse. La terapia mental en este último caso puede resultar útil.



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