Diferencias entre homeopatía y fitoterapia

Con frecuencia se utilizan los términos homeopatía y fitoterapia como sinónimos. Veamos en qué se diferencian y su efectividad de acuerdo con los estudios publicados al respecto.
Diferencias entre homeopatía y fitoterapia
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 30 agosto, 2021

La medicina alternativa recoge una variedad de prácticas que muchas veces se pueden confundir entre sí. A pesar de su escaso respaldo científico, estos métodos no han dejado de popularizarse los últimos años. Recientemente hemos visto cómo la homeopatía y la fitoterapia han aumentado su receptividad por parte de los pacientes. Para despejar dudas hoy te enseñaremos las diferencias entre homeopatía y fitoterapia.

Aunque es verdad que estos métodos comparten varias características en común, en realidad el modo en que operan es completamente diferente. Algunos medios los utilizan como sinónimos, lo cual no ayuda en absoluto a resolver el problema. Si no sabes muy bien las características de cada una, te explicamos 5 puntos a tener en cuenta.

5 diferencias entre la homeopatía y la fitoterapia

Los campos en los cuales se manejan muchos de los métodos de la medicina alternativa pueden generar confusiones entre sí. No solo existen confusiones en torno a la homeopatía y la fitoterapia, sino también con otras variantes como lo son la trofoterapia, la naturopatía, la aromaterapia o la herbolaria.

Todo esto debido a que las prácticas se incluyen en el mismo cajón de la medicina alternativa o la medicina natural. Sin embargo, los investigadores las distinguen muy bien. Te presentamos a continuación 5 criterios para entender las diferencias entre la homeopatía y la fitoterapia.

1. Procedencia de los productos

Las diferencias entre homeopatía y fitoterapia incluye su origen
La obtención de los compuestos químicos, además de los productos originales en sí, es diferente tanto en la homeopatía como en la fitoterapia.

Una de las diferencias más importantes entre la homeopatía y la fitoterapia la encontramos en la procedencia de los productos. La fitoterapia utiliza exclusivamente plantas para la elaboración de sus recetas. Pueden ser partes de sus hojas, flores, tallos, raíces o extractos en forma de aceite.

La homeopatía también utiliza plantas, pero también otro tipo de ingredientes como minerales (como el fósforo o el arsénico blanco), productos animales (como el veneno de serpiente o de abejas) y en ocasiones productos sintéticos. De esta manera, exploran otras alternativas además de las plantas.

2. Elaboración de los productos

Otra de las diferencias entre homeopatía y fitoterapia radica en la manera en que se elabora el producto. Como de seguro ya sabes, un medicamento homeópata ha pasado por diferentes procesos en los que se diluyen los ingredientes en alcohol o agua destilada. Estos procesos se conocen como potenciación o dinamización.

La cantidad de veces que se diluyen los ingredientes depende del criterio del homeópata. Puede ser solo una vez (muy poco común) o hasta 400 veces. Durante la preparación, una parte de los homeópatas, aunque no todos, incluyen pasos para maximizar la eficacia del compuesto. Por ejemplo, exponerlo a la luz solar o rayos X.

No sucede esto con la fitoterapia. Por lo general, muchas plantas se toman a través de infusiones de té. Por tanto, no existe una elaboración previa de los remedios. Es posible también encontrar distribuciones en cápsulas y tinturas. Este último caso es lo más parecido a la homeopatía: se deja macerar la hierba varios días en agua y luego se cuela para obtener su principio activo (sin diluir).

3. Compuestos activos

Lo anterior nos lleva a otra de las diferencias entre homeopatía y fitoterapia. Como has podido observar, durante el proceso de dilución homeopática se pierde prácticamente todo el compuesto activo. Tanto así, que los estudios y las investigaciones dan cuenta que en las altas diluciones prácticamente no quedan moléculas del compuesto activo original.

De esta manera, el paciente termina bebiendo o ingiriendo un producto con una ínfima o nula concentración del compuesto activo. Sucede todo lo contrario en la fitoterapia. Sin importar la distribución que elige el paciente (infusiones, tinturas o cápsulas), siempre termina accediendo a un cóctel con uno o varios ingredientes activos. En algunos casos, en dosis superiores a las recomendadas.

4. Efectos secundarios

Tal y como señala la evidencia, y considerando además que no cuenta con principios activos (o estos son insignificantes), la homeopatía no produce efectos secundarios. En caso de que la dilución sea muy baja, es probable que se presenten algunos; pero por lo general son muy tenues o imperceptibles. Las secuelas también pueden aparecer por efecto placebo o nocebo.

Las concentraciones elevadas de compuestos activos en los medicamentos y las infusiones de la fitoterapia exponen al paciente a sufrir de efectos secundarios. Debido a esto, los investigadores advierten del uso descontrolado de este tipo de alternativas. Aunque algunas plantas pueden tener ingredientes beneficiosos, también pueden tener algunos tóxicos.

5. Interacción con medicamentos tradicionales

Las diferencias entre homeopatía y fitoterapia son claras
Combinar la medicina alternativa con la tradicional puede resultar peligroso. Las interacciones medicamentosas suelen aumentar el riesgo de efectos adversos.

No es infrecuente que los pacientes decidan abordar una enfermedad desde la medicina convencional y la alternativa al mismo tiempo. Esto supone una serie de riesgos, ya que las opciones de esta última pueden inhibir la efectividad de los medicamentos tradicionales.

Esto sucede principalmente con la fitoterapia por las razones que ya hemos expuesto. Si inicias un tratamiento para la hipertensión a base de hierbas y al mismo tiempo tomas medicamentos antihipertensivos, por ejemplo, puedes presentar secuelas negativas debido a la interacción entre sus compuestos. Por esto los médicos recomiendan abandonar estas opciones si se sigue un tratamiento tradicional.

En cuanto a la homeopatía, no existe evidencia de que interactúe con un tratamiento de la medicina convencional. Esto debido a los motivos expuestos en torno a la ausencia de compuestos activos en el proceso final (o al menos a su presencia infinitesimal).

Como puedes ver, existen muchas diferencias entre la homeopatía y la fitoterapia. No son métodos que operan bajo principios idénticos, de manera que no los podemos considerar sinónimos. Por supuesto, existen otras distinciones que podemos hacer, aunque estas 5 son las principales. Por mencionar una adicional, el tratamiento homeopático suele ser más caro que uno con base en la fitoterapia.

¿La homeopatía funciona?

El consenso entre los especialistas de la medicina es unánime: no existe evidencia sustancial que sirva de respaldo para catalogar a la homeopatía como efectiva. Existen cientos de estudios e investigaciones que refutan las supuestas propiedades de los medicamentos homeopáticos.

La evidencia sugiere que el efecto placebo tiene un papel protagónico en muchas supuestas curaciones con base en sus medicamentos. Aunque desde algunos contextos se pregona que la homeopatía es más efectiva que el placebo, en realidad los investigadores señalan que muchos de estos estudios cuentan con un precario sustento metodológico.

En síntesis, no existe evidencia contundente sobre la efectividad de estos tratamientos. A pesar de ello, es una industria que origina millones de dólares cada año, y su crecimiento no ha dejado de aumentar. La propaganda alrededor del método y la relación médico paciente más estrecha ha llevado a que muchas personas la consideren entre sus alternativas de tratamiento.

¿La fitoterapia funciona?

Se estima que entre el 65 % y 80 % de los pacientes que viven en países en desarrollo recurren a la fitoterapia como primera línea de defensa para tratar a una enfermedad. A diferencia de la homeopatía, sí existe evidencia que respalda el uso de algunas hierbas al momento de contrarrestar los efectos de alguna condición.

Por solo citar algunos ejemplos, se ha estudiado su efectividad para tratar cálculos renales, enfermedades inflamatorias pulmonares, enfermedad periodontal, tos, rinitis alérgica, psoriasis e hiperplasia prostática benigna. Esto no quiere decir que curen estas condiciones, sino que los pacientes reportan cierta mejoría luego de su uso.

Los especialistas siempre recomiendan recurrir a esta alternativa con precaución. Las dosis no siempre se respetan al momento de seguir un tratamiento y los efectos adversos muchas veces son similares a los de la medicina convencional. Esto sin mencionar que para todas estas condiciones existen medicamentos testeados científicamente, seguros y efectivos.

Con esta última reflexión finalizamos nuestra sección de diferencias entre la homeopatía y la fitoterapia. En caso de que pienses recurrir a ellas, te exhortamos a que lo comentes con tu especialista si estás tratando una enfermedad ya diagnosticada.



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