¿Cómo hacer una autoexploración testicular?

La autoexploración testicular te permitirá detectar cualquier masa o bulto antes de que se convierta en un problema. En la mayoría de los casos, el cáncer testicular no se manifiesta con dolor en los primeros estadios.
¿Cómo hacer una autoexploración testicular?
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 19 mayo, 2021

La autoexploración testicular es esencial para detectar ciertos tipos de patologías en varones, entre ellas el cáncer de testículos. La probabilidad de desarrollar esta neoplasia maligna es de 1 entre 250 y la tasa de curación en estadios iniciales roza el 100 %, pero para que el tratamiento sea exitoso, el tumor debe detectarse a tiempo.

Además del cáncer testicular, una autoexploración puede levantar sospechas sobre otras patologías, como la criptorquidia, la epididimitis, el espermatocele, el hidrocele, la orquitis y el varicocele. Ninguna de estas entidades clínicas es grave, pero algunas pueden llegar a afectar (e incluso imposibilitar) la salud reproductiva del paciente si no se tratan.

Para evitar la amenaza del cáncer y mantener la fecundidad del individuo, una autoexploración testicular periódica es esencial. Por ello, hoy te presentamos cómo realizarla, qué esperar de ella y posibles síntomas asociados a las patologías en los genitales masculinos. No te lo pierdas.

Sobre la anatomía de los testículos

La autoexploración testicular es importante.
Comprender la anatomía de los testículos y las vías urinarias es importante.

Los testículos son las gónadas de los varones, encargadas de producir los espermatozoides y la hormona sexual testosterona. Esta hormona es esencial en hombres, ya que permite el desarrollo de los carácteres sexuales secundarios (voz grave, vello corporal, etc.), aumenta la masa muscular y previene la osteoporosis, entre otras cosas.

Estas estructuras son blandas y tienen forma ovoide, con unos 4-7 centímetros de largo y 20-25 mililitros de volumen. Un hombre sano produce aproximadamente 100 millones de espermatozoides al día y los niveles de testosterona total circulantes oscilan 270 – 1070 nanogramos/decilitro de plasma, tal y como indica el Grupo Recoletas.

La parte externa de piel que protege a los testículos es el escroto. Este es una especie de saco (bolsa) que guarda a las gónadas y las mantiene a una temperatura específica. La temperatura interna ideal para la espermatogénesis es de unos 35 ºC (2 ºC por debajo del cuerpo), así que para lograr este ambiente, los testículos deben alejarse ligeramente del núcleo corporal.

Despúes de los testículos encontramos al epidídimo, un solo conducto enrrollado que mide unos 6 metros de largo. Tal y como indica el portal MSD Manualsesta estructura tubular le otorga a los espermatozoides el entorno ideal para que maduren y adquieran su capacidad de movimiento. Cada gónada tiene su propio epidídimo.

El aparato sexual masculino también está compuesto por los conductos deferentes, la uretra, la próstata, las vesículas seminales y otras estructuras. Como estas no son palpables en su totalidad, dejamos su descripción y particularidades para otra oportunidad.

El testículo izquierdo casi siempre cuelga más que el derecho. Esto no es un signo patológico, siempre y cuando se presente durante toda la vida y no surja de forma repentina.

¿Por qué hacerse un autoexploración testicular?

Según estudios llevados a cabo con pacientes jóvenes en ciertas regiones, solo el 23 % de los encuestados han practicado alguna vez una autoexploración testicular (TSE). Además, menos del 50 % de los varones saben lo que es o para qué sirve. El nivel de conocimimiento acerca de las técnicas de evaluación de las gónadas masculinas es, cuanto menos, escaso.

Es común que los hombres tengan síntomas atípicos en la zona testicular. Por ejemplo, el varicocele (condición que repasaremos en posteriores líneas) afecta al 15-20 % de la población adolescente, y suele confundirse con un evento grave. Algunos indicios de que algo falla a nivel gonadal son los siguientes:

  • Dolor sordo o incomodidad, sobre todo cuando el paciente no lleva calzoncillos ni soportes especiales.
  • Masa blanda o endurecida en uno de los testículos.
  • Venas agrandadas y retorcidas en el escroto.
  • Dolor al orinar o necesidad frecuente de micción, aunque esto podría confundirse con una cistitis.
  • Sangre en el semen.
  • Dolor y molestia en la zona pélvica.

Cabe destacar que no todos estos síntomas son sinónimo de un cáncer testicular. Por ejemplo, el portal médico StatPearls nos indica que solo el 10 % de los pacientes con tumores malignos en una gónada sienten dolor agudo. De ahí la importancia del autoexamen en el hogar: la patología más severa es, en ocasiones, la que menos signos físicos reporta.

¿Cómo realizar una autoexploración testicular?

Una vez se han cubierto la anatomía testicular y los posibles signos de un problema en la zona, es momento de describir, de forma rápida y sencilla, cómo realizarse una autoexploración testicular desde casa. La Testicular Cancer Awareness Foundation nos ayuda a traerte la metodología en la siguiente lista:

  1. Lo mejor es comenzar el examen tras una ducha o baño con agua tibia. Este es el momento en el que los testículos estarán menos contraídos, lo que te ayudará a detectar sus estructuras con más facilidad.
  2. Sostén el testículo de interés con las ambas manos, como si trataras de apoyarlo en un “cuenco”.
  3. Mientras el testículo descansa en las palmas de tus manos, ayúdate de tus pulgares para palparlo y moverlo, siempre con mucha gentileza. Estos pequeños movimientos rotacionales te permitirán detectar cualquier anormalidad.
  4. Encuentra y palpa con profundidad el epidídimo, ese tubo enrrollado que hemos comentado en líneas previas. Este tiene una estructura agusanada y es muy blando al tacto: si estás familiarizado con él, no lo confundirás con una masa maligna.
  5. Palpa al testículo en sí mismo, que es muy fácil de reconocer una vez has delimitado el epidídimo. Busca cualquier bulto, masa o irregularidad a lo largo de su forma ovoide.
  6. Mírate al espejo y busca cualquier tipo de anormalidad o cambio de tamaño en el testículo. Recuerda que es normal que uno de ellos cuelgue más que el otro.

Como podrás observar, esta exploración masculina no puede ser más rápida y sencilla. El único problema puede ser encontrar y delimitar el epidídimo, pero si ya estás familiarizado con esta estructura, lo reconocerás y descartarás cualquier posible patología con rapidez.

Se recomienda realizar este examen una vez al mes.

Algunas de las patologías testiculares más importantes

Ahora ya sabes cómo realizar un autoexamen testicular. Si detectas cualquier masa, anormalidad o acumulación de líquido, acude con rapidez al médico. A continuación, presentamos algunas de las patologías testiculares más comunes y qué esperar de ellas.

Cáncer de testículo

En el cáncer, una estirpe celular muta a nivel genético y deja de responder a los patrones de división y senescencia normales. Por ello, las células proliferan sin control, dan lugar a un tumor maligno y, en los peores casos, migran a otros tejidos y provocan la temida metástasis.

Como su propio nombre indica, en el cáncer testicular la masa aparece en una de las gónadas. En la mayoría de los casos, este tumor se presenta sin síntomas: solo 1/3 de los pacientes perciben un dolor difuso y el 10 % lo manifiestan de forma aguda. Suele aparecer una sensación de pesadez en el escroto, pero en general es indolora.

Según portales ya citados, se han detectado ciertas variaciones en el genoma que predisponen a padecer cáncer de testículo. Algunos ejemplos de mutaciones que lo propician son los siguientes: en el gen UCK1 (cromosoma 1), CENPE (cromosoma 4), TERT (cromosoma 5), MAD1L1 (cromosoma 7) y KITLG (cromosoma 12).

La tasa de supervivencia es de casi el 100 % en los estadios iniciales, pero si existe metástasis, esta probabilidad se reduce al 60-70 %. Representa el 1 % de los tumores en hombres y el 5 % de las neoplasias malignas en el ámbito urológico.

Muchos casos se solucionan solo con la extirpación del testículo afectado. En casos de metástasis, la radioterapia y la quimioterapia pueden ser necesarias.

Varicocele

Como hemos dicho con anterioridad, este padecimiento es motivo de preocupación en muchos jóvenes, ya que afecta hasta al 20 % de los varones en este rango etario. Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos el varicocele corresponde a una inflamación de las venas del cordon espermático que drenan los testículos.

El varicocele suele desarrollarse de forma lenta y casi siempre aparece en el lado escrotal izquierdo, por su conformación venosa. En muchos casos, el varicocele no requiere tratamiento, pues con antiinflamatorios de venta libre (como el ibuprofeno) y prendas íntimas ajustadas suele ser suficiente para manejar el dolor.

De todas formas, si este se agranda y provoca demasiado dolor, puede ser necesaria la cirugía. Esta puede ser abierta, laparoscópica o de tipo embolización. La varicocelectomía se realiza con anestesia generalmente local y no requiere de ingreso ambulatorio. Es muy poco invasiva.

Orquitis

La autoexploración testicular permite evidenciar alteraciones.
En ocasiones es necesario acudir al urólogo lo antes posible.

La orquitis es la inflamación de uno o ambos testículos. La causa más frecuente de este evento es una infección bacteriana, sobre todo por transmisión sexual (ITS).

Como curiosidad, cabe destacar que también aparece en el 25 % de los niños con paperas, en este ocasión a causa de una infección de origen viral.

La gonorrea (Neisseria gonorrhoeae) y la clamidia (Chlamydia trachomatis) son algunos de los agentes etiológicos más comunes de la enfermedad. De todas formas, con el recetado de antibióticos y el uso de preservativos se pueden paliar en gran medida los efectos de esta inflamación y las probabilidades de contrar una ITS, respectivamente.

Algunos de los síntomas que puede presentar un paciente con orquitis son los siguientes:

  • Hinchazón unilateral o bilateral de las gónadas.
  • Dolor, que puede ser muy grave e intenso. Se diferencia de las otras patologías citadas porque, en este caso, es muy difícil obviarlo.
  • Fiebre y náuseas. Estos signos son claros indicativos de una infección, ya sea viral o bacteriana.
  • Indisposición general.

La epididimitis es similar, pero en este caso se inflama el epidídimo. La etiología es casi la misma.

La importancia de la autoexploración testicular

Como has podido comprobar, una autoexploración testicular no cuesta nada y puede prevenir muchos disgustos, sobre todo a la hora de hablar de cáncer. Es esencial concienciar a los varones de todas las edades de la importancia de este tipo de prácticas, pues en general, la sexualidad masculina se ve envuelta en tabúes y conceptos nada sanos.

Al igual que las mujeres deben realizarse una autoexploración mamaria de forma rutinaria, es necesario normalizar la autoexploración testicular en varones. No debe hacerse cuando se sospecha de un problema, sino una vez al mes, con el fin de detectar patologías que son silenciosas a nivel sintomático.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.