¿En qué se parecen la anorexia y la bulimia?

A pesar de ser dos trastornos bien diferenciados y delimitados, las personas que las padecen comparten diversas características y rasgos a nivel cognitivo y de la personalidad.
¿En qué se parecen la anorexia y la bulimia?
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 24 abril, 2023

Tanto la anorexia como la bulimia constituyen trastornos del comportamiento alimentario (TCA). Así, aquellos que padecen estos desórdenes tienden a presentar una conducta desadaptada referida al hecho de alimentarse. En este sentido, la enfermedad anoréxica y la bulímica pueden llegar a ser muy incapacitantes para los pacientes que las padecen.

Además, son dos entidades clínicas que están creciendo mucho en las últimas décadas. El número de afectados por la anorexia y la bulimia se ha duplicado en los últimos veinte años, lo que remarca la necesidad de una mayor investigación sobre sus causas. A lo largo de este artículo el lector podrá encontrar elementos comunes entre ambas entidades, a través de las propias características que las definen.

«La anorexia o la bulimia son síntomas de una progresiva alienación del sí mismo. Al final uno ya no siente su propio cuerpo».

-Byung-Chul Han-

¿Qué es la anorexia nerviosa (AN)?

Para la Clasificación Internacional de Enfermedades en su undécima edición (CIE-11, OMS), la anorexia incluye un déficit sustancial del peso corporal. En concreto, el índice de masa muscular de Quetelet de estas personas se sitúa por debajo de 18,5, produciendo daños severos y a veces irreversibles en su organismo, como las alteraciones electrolíticas o la amenorrea, respectivamente.

Lo anterior es el resultado del profundo temor a ser obeso. Así, estos pacientes se embarcan en conductas peligrosas con el fin de evitar ganar cualquier gramo de más. En este sentido, hacen uso de comportamientos como el exceso de ejercicio con el objetivo de «quemar las calorías» que se hayan podido ingerir, o la restricción de alimentos.

La forma en que el individuo se percibe a sí mismo, como resultado de lo anterior, es el verdadero núcleo de la AN, según estudios. De esta manera, existe una distorsión o un sesgo en la forma en que estos pacientes se perciben. De hecho, con frecuencia niegan cualquier problema y se ven a sí mismos como «obesos» a pesar de su evidente estado de caquéctico y desnutrido.

«La sobrevaloración de la imagen corporal implica un apego emocional hacia la idea de delgadez».

-Amparo Belloch-



Algunas características de la AN

La anorexia y la bulimia tienen puntos en común
La relación con la comida que tienen las personas con anorexia nerviosa puede llegar a ser muy difícil.

Algunos pacientes se interesan mucho por la comida. Sin embargo, cocinan de manera exclusiva para sus amigos o para su familia. De hecho, en circunstancias diferentes a la expuesta pueden llegar a escabullirse de cualquier evento gastronómico.

Huyen de la comida, incluso cuando la huelen en vez de verla. Esto ocurre porque los pacientes pueden pensar que, a través del olfato, pueden llegar a empaparse de las calorías de la comida (Belloch, 2020). Esto activa de manera intensa la emoción de asco.

Además, pueden llegar a utilizar cucharas, tenedores y otro instrumental de cocina en especial, siempre que consideren que su uso dista de incrementar el riesgo de engordar. En este sentido, pueden llegar a utilizar sus propias bolsas o su propio carrito a la hora de realizar la compra porque los carritos de otras personas podrían estar contaminados con las calorías de otros alimentos.

«Estar delgadas es el máximo propósito en la vida de estas personas, y a veces la única forma de expresar su identidad».

-Amparo Belloch-

¿Qué es la bulimia nerviosa (BN)?

Así como las personas con AN distan de comer de forma compulsiva, las personas con BN se «atracan de comida» para luego compensar. Esta compensación la realizan a través de conductas como vomitar, tomar fármacos laxantes o ejercitarse en exceso (APA, 2015).

Para la American Psychiatric Association, la BN se define por la presencia de incidentes de comida excesiva, que se realizan en un corto periodo de tiempo (inferior a las dos horas). La cantidad de alimento que llegan a ingerir tiende a ser muy superior a la que ingeriría cualquier persona en circunstancias normales.

En consecuencia, llegan a sentirse muy mal tanto por la cantidad ingerida como por la pérdida del control. Además, les preocupa bastante tanto la forma de su silueta como su peso. Ambas impactan de forma extraordinaria en la forma en que se autovaloran y autoperciben. Sin embargo, en comparación con la AN, las personas con BN pueden llegar a tener un índice de masa corporal normal, o incluso puede presentar un ligero sobrepeso.

«Las personas con BN se sienten avergonzadas de sus problemas e intentan ocultar sus síntomas, cometiendo los atracones a escondidas o lo más discretamente posible».

-American Psychiatric Association-

Algunas características de la BN

Las personas con BN pueden llegar a vomitar de manera habitual, como una conducta finalista «por sí misma» (Belloch, 2020). Aunque es infrecuente que estas personas tengan obesidad, lo cierto es que pueden tener un peso superior a lo normal. Esto ocurre por los episodios de ingesta desaforada pueden llegar a suponer un aporte de hasta 3000 kilocalorías.

Además, la BN, al igual que la AN, puede producir alteraciones muy dañinas y potencialmente irreversibles en sus cuerpos. Entre las consecuencias de esta entidad clínica podemos citar la hipopotasemia, la deshidratación o el consabido signo de Russell en las manos por la provocación deliberada de arcadas (Carrobles, 2015).

Por otra parte, en torno a 80 de cada 100 pacientes con BN presenta otro trastorno. De ellos, los más habituales son las entidades clínicas relacionadas con la depresión, las drogas o el TLP.

«Los atracones en la bulimia nerviosa están seguidos por comportamientos compensatorios y existe una sobrevaloración del peso y de la forma corporal».

-Amparo Belloch-

Elementos comunes en la anorexia y la bulimia

La anorexia y la bulimia son trastornos de la conducta alimentaria
A pesar de sus diferencias, muchos autores consideran que la anorexia y la bulimia podrían formar parte de un mismo estado mental.

La sobrevaloración del hecho de estar delgadas es un factor común a ambas entidades clínicas. De hecho, es más característico desde un punto de vista psicopatológico que el hecho de tener un índice de masa muscular bajo. A estas personas les preocupa, y mucho, estar delgadas.

De hecho, se preocupan tanto que su identidad queda ligada a esta percepción. Se «funden» con su trastorno hasta el punto en que estas personas se autodescriben a sí mismas como «anoréxicas» o «bulímicas».

Para tratar esta característica nuclear de ambas entidades se han desarrollado diferentes intervenciones, como la terapia AVATAR, una intervención que hace uso intensivo de la realidad virtual.



La obsesión: un nexo explicado por el modelo de Cloninger

Por otro lado, se ha visto que ambas entidades comparten características a nivel obsesivo (Belloch, 2020). De hecho, estas personas tienden a ser muy perfeccionistas. Son muy rígidas en su día a día y se sienten bastante responsables de lo que ocurre en su entorno.

Las características obsesivas se observan desde la más tierna infancia y progresan y se afianzan en la adolescencia. Así, lidian mal con los eventos inciertos. Es decir, presentan una intolerancia y malestar extremos ante la incertidumbre.

Esto se suma a los déficits cognitivos, caracterizados por la inflexibilidad en el pensamiento. De hecho, estas personas tienden a ver «el árbol en vez del bosque», es decir, se centran de forma mayoritaria en un único elemento (el peso), en vez de en todo su «yo».

Por otra parte, un gran porcentaje de personas con BN ha padecido con anterioridad la AN. Este dato podría sugerir que, a pesar de ser entidades clínicas diferenciadas, se pueden situar en continuo donde la AN sería el polo más grave de los TC, mientras que la BN tendría una gravedad intermedia.

Según Cloninger, ambos trastornos caracterizan a las personas «buscadoras de novedades». Este rasgo o elemento de personalidad está íntimamente asociado con la conducta impulsiva y podría jugar un rol importante en el fenómeno de tránsito de un diagnóstico de AN a otro de BN. En ambos casos se producen conductas de evitación del daño de la ingesta y de persistencia en la conducta de adelgazamiento.

«El perfeccionismo y la necesidad de control se destacan como factores de vulnerabilidad en relación con la anorexia nerviosa y se han señalado como elementos transdiagnósticos en la bulimia nerviosa».

-Amparo Belloch-

Los trastornos de la conducta alimentaria están relacionados

A pesar de sus diferencias en apariencia bastante marcadas, como hemos visto, existen diversos puntos en común que deben tomarse en cuenta a la hora de analizarlas. Muchos autores las consideran parte de un espectro de gravedad en las que puede caer cualquier persona con factores de riesgo específicos.



  • American Psychiatric Association. (2014). DSM-5. Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5: DSM-5®. Spanish Edition of the Desk Reference to the Diagnostic Criteria From DSM-5® (1.a ed.). Editorial Médica Panamericana.
  • Belloch, A. (2023). Manual de psicopatología, vol I. Mc-Graw Hill.
  • Belloch, A. (2023). Manual de psicopatología, vol II. Mc-Graw Hill.
  • Carrobles, J. A. S. (2014). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos (2a). Ediciones Pirámide.
  • Lenoir, M., & Silber, T. J. (2006). Anorexia nerviosa en niños y adolescentes (Parte 1): criterios diagnósticos, historia, epidemiología, etiología, fisiopatología, morbilidad y mortalidad. Archivos Argentinos de Pediatría, 104(3), 253-260. http://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=s0325-00752006000300011&script=sci_arttext.
  • Organización Mundial de la Salud (2019). CIE-11. https://icd.who.int/es.
  • Pedrero, F. E. (2021). Manual de tratamientos psicológicos: Infancia y adolescencia (Psicología) (1.a ed.). Ediciones Pirámide.
  • Sierra, M. (2005). La bulimia nerviosa y sus subtipos. Diversitas: Perspectivas en psicología, 1(1), 46-62. http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1794-99982005000100007&script=sci_abstract&tlng=es.

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