7 consecuencias psicológicas de sufrir discriminación
Se entiende por discriminación al trato injusto que se hace a una persona por encasillarlo en grupos, clases o categorías generales. Por ejemplo, la religión, el peso, el color de la piel, la nacionalidad, la edad, el género o la orientación sexual. Aunque ha habido progresos al respecto, es justo decir que se trata de un problema latente en la sociedad. Veamos cuáles son las consecuencias psicológicas de sufrir discriminación.
La discriminación puede afectar tanto a nivel psicológico como físico. Quién es objeto de ella puede desarrollar una serie de patrones de comportamiento para lidiar con sus consecuencias. Esto se traduce en trastornos emocionales, mentales y de los hábitos. Hay muchas consecuencias psicológicas de sufrir discriminación, pero hoy nos enfocamos en las más importantes.
Principales consecuencias psicológicas de sufrir discriminación
En sus inicios se usó el término discriminación para hacer referencia al trato que se hacía a una persona en relación con su color de piel. Hoy su uso se ha masificado, de manera que diferentes cualidades y características pueden usarse para manifestar un acto discriminatorio. Recopilamos 7 consecuencias psicológicas de sufrir discriminación de acuerdo con los expertos.
1. Mayores índices de estrés
Tal y como indica la Asociación Estadounidense de Psicología (APA), el estrés se encuentra entre las primeras consecuencias psicológicas de sufrir discriminación. El estrés es una respuesta natural que prepara al organismo para enfrentar un problema que amenaza su integridad. Forma parte de lo que se conoce como respuesta de lucha u huida; esto es, acciones para huir y sobrevivir o quedarse y luchar.
Quienes están sujetos a una permanente discriminación manifiestan niveles más altos de estrés. Esto se debe a que su organismo está todo el tiempo en estado de alerta para huir o quedarse y luchar. El estrés afecta de manera negativa la salud general, de modo que el afectado desarrollará consecuencias paralelas tanto en el plano físico como en el mental.
2. Trastornos de ansiedad
Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences en 2020 encontró que los episodios de discriminación permanente son un factor de riesgo para el desarrollo de ansiedad. La ansiedad no es un trastorno único, sino un grupo de trastornos. El trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social y las fobias específicas son algunas de sus manifestaciones.
De acuerdo con el tipo específico de discriminación las personas expuestas pueden desarrollar alguno de estos trastornos. Todas estas manifestaciones comparten síntomas en común, como lo son angustia exacerbada, miedo patológico, preocupación excesiva, sentimientos de intranquilidad y dificultad para concentrarse. Los casos severos pueden derivar en ansiedad crónica.
3. Episodios de depresión
También existe evidencia de que las conductas y las actitudes discriminatorias aumentan las probabilidades de manifestar signos depresivos en los afectados. La depresión es un fenómeno muy complejo, uno que desencadena una serie de reacciones físicas, emocionales y psicológicas que alteran por completo el bienestar de una persona. Entre muchas otras cosas se caracteriza por lo siguiente:
- Sentimientos de desesperanza.
- Frustración e intranquilidad.
- Sensación de vacío.
- Pesimismo, impotencia e inutilidad.
- Reducción del placer hacia actividades que antes se disfrutaban.
- Retraimiento social.
- Trastornos del sueño.
- Fatiga, pérdida de energía y sopor permanente.
La depresión está mediada por factores químicos, de manera que no es solo estar triste. Si el grado de discriminación que recibe una persona es moderado o severo no es infrecuente que se presenten episodios de este tipo. Los casos más graves se pueden asociar con pensamientos suicidas e incluso intentos de materializar dichos pensamientos.
4. Menor autoestima
Estudios e investigaciones han asociado la discriminación percibida con un impacto negativo en el autoestima general. La autoestima es la percepción subjetiva que una persona tiene sobre sí misma.
Los comentarios, las burlas, los incidentes y los encuentros discriminatorios pueden alterar dicha percepción. Lo hace en este caso en negativo, y tiene como punto de partida las críticas y los prejuicios vertidos desde afuera.
La baja autoestima es un problema que sigue estando invisibilizado. Sus consecuencias pueden ser muy severas, por ejemplo conductas suicidas, trastornos de la personalidad, adicciones y episodios de depresión y ansiedad. Se construye con base en la relación de la persona con el entorno, de modo que es natural que se vea afectada en el proceso.
5. Traumas permanentes
Por otro lado, algunos investigadores han encontrado que los eventos discriminatorios pueden dejar suficientes secuelas como para generar un trauma.
Se trata así de una de las consecuencias psicológicas de sufrir discriminación que puede perduran durante décadas, y lo hace en la forma del trastorno de estrés postraumático. Algunas de las maneras en las que los traumas se pueden manifestar son por medio de pesadillas, recuerdos frecuentes y falta de emociones positivas.
6. Desórdenes alimenticios
Los desórdenes alimenticios aparecen en concreto en eventos discriminatorios relacionados con el peso o la apariencia física. Por ejemplo, entre quienes padecen de obesidad, sobrepeso, carecen de suficiente masa muscular o son muy delgados.
Estos son propensos a desarrollar anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón y trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos. La vigorexia puede ser también un secuela de estos eventos.
7. Menor percepción del bienestar psicológico general
Por último, las personas expuestas a situaciones de este tipo reportan un bienestar psicológico general reducido. El bienestar psicológico media en la satisfacción general de la vida, de manera que alguien afectado verá como esta atraviesa por un proceso de destrucción y alienación.
Su impacto se verá en el plano emocional, pero también en el modo en que gestiona su día a día, se relaciona con los demás, planifica acciones para el futuro e interpreta su realidad.
Las consecuencias psicológicas de sufrir discriminación no pasan en absoluto desapercibidas, y siempre lo hacen en el plano negativo. Es por esta razón que detener los eventos de este tipo es un objetivo social y público, ya que sus repercusiones se sienten ampliamente en la sociedad.
Se han logrado avances en materia legal, de manera que hoy es posible denunciar ante las autoridades competentes eventos discriminatorios. Hazlo si procede y busca ayuda profesional si has manifestado alguna de estas secuelas.
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