5 beneficios de ser bilingüe para el cerebro
¿Sabías que existen diferentes beneficios de ser bilingüe? Y es que nuestro cerebro está bien preparado para aprender más de una lengua, sobre todo durante la infancia. Esto se debe a su gran plasticidad neuronal.
Son muchos los estudios que aseguran que el aprendizaje de una segunda lengua posibilita el retraso o la eliminación del riesgo de padecer determinadas enfermedades neurodegenerativas.
Por otro lado ser bilingüe se relaciona con una mayor flexibilidad cognitiva y con una mejor capacidad de concentración, e incluso podría llegar a favorecer la recuperación cognitiva tras un ictus. ¿Quieres conocer más sobre las ventajas de ser bilingüe para el cerebro? ¡Te las contamos!
5 beneficios de ser bilingüe para el cerebro
Según un artículo (2012) de Mayte Rius, publicado en La Vanguardia, son muchos los grupos investigadores que intentan averiguar cómo afecta al cerebro el aprendizaje de diversas lenguas.
Esta búsqueda lleva varios años en activo, y es que las preguntas sin respuesta siguen abiertas, aunque ya hay datos que acreditan que el cerebro bilingüe ni es ni funciona igual que el cerebro monolingüe (en personas que solo hablan una lengua).
Pero ¿existen realmente beneficios de ser bilingüe a nivel cerebral? Las neurociencias apuntan a que sí, y en este artículo hemos seleccionado 5 de sus beneficios más relevantes.
1. Retrasa la demencia
Uno de los beneficios principales de ser bilingüe para el cerebro es que puede llegar a retrasar la aparición de una demencia. Esta condición potencia la atención y la memoria, lo que favorecería la reserva cognitiva de las personas.
Esto se relaciona con una disminución del riesgo de manifestar una demencia, además de que los síntomas de una demencia se retrasan en personas que han sido bilingües toda su vida.
En este sentido, los expertos señalan que el hecho de dominar dos lenguas nos protege de un posible deterioro cognitivo. Es decir, que disfrutar de una salud mental (y también física) a lo largo de la vida, nos prepara para un envejecimiento más saludable.
Estudio: bilingüismo y demencias
Un equipo de investigadores del Instituto Rotman, de Toronto, comprobó cómo las personas que hablaban asiduamente dos o más idiomas durante su vida, presentaban los síntomas de enfermedad de Alzheimer entre 4 y 5 años más tarde que aquellas personas que hablaban solo una lengua.
Sin embargo, Fergus Crack, el responsable del estudio, es precavido en sus conclusiones. Crack asegura que no es que “el bilingüismo prevenga el alzhéimer”, sino que proporciona una estimulación mental que crea una reserva cognitiva, y que es ésta la que retrasaría la aparición de los síntomas de la enfermedad.
Es curioso que una vez aparece el alzhéimer en las personas bilingües las dos lenguas se ven afectadas de forma paralela. Sin embargo, el deterioro es un poco superior en que lengua que aprendieron más tarde.
2. Deja huella cerebral
El hecho de dominar dos lenguas tiene un reflejo a nivel cerebral. En este sentido, los lóbulos frontales (encargados de las funciones cognitivas), serían las regiones más relacionadas con el bilingüismo.
Un estudio de la Universidad de Washington (EEUU), llevado a cabo con un bebé de 11 meses de familias bilingües (que dominan el catalán y el castellano), demostró diferencias significativas en estas áreas cerebrales.
A través de la investigación observaron que los bebés criados en hogares de progenitores bilingües mostraban una actividad cerebral que se relacionaba con el funcionamiento ejecutivo. Esto se daba desde los 11 meses de vida.
3. Aumenta la concentración y la flexibilidad cognitiva
Otro de los beneficios de ser bilingüe para el cerebro es que aumenta la capacidad de concentración, especialmente en niños. Esto se relacionaría con una mayor flexibilidad cognitiva, ya que su cerebro ha tenido que “adaptarse” o amoldarse al hecho de hablar más de una lengua.
4. Mejora la recuperación tras un ictus
Un ictus, también denominado derrame cerebral o accidente cerebrovascular (ACV), es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre en el cerebro.
Cuando la sangre no llega a su área de destino (por rotura de los vasos o porque se produce una anoxia), entonces se produce un ictus. Esto se traduce en la consecuente muerte neuronal de la zona.
Es posible que las personas bilingües tengan más probabilidades de recuperarse, a nivel cognitivo, tras sufrir un ictus, si las comparamos con personas que solo hablan un idioma.
5. Favorece la actividad cerebral
En relación a lo ya comentado, los expertos aseguran que el hecho de ser bilingüe redunda en una mayor actividad cerebral.
Es decir, que nuestro cerebro está más activo cuando debe aprender (y aprende) dos lenguas distintas. Esto es así porque aprender una lengua nueva, aunque seas pequeño, requiere un determinado esfuerzo cognitivo, además de un aumento de la atención.
Cuando dominamos dos lenguas maternas, y muchas veces ya ni “pensamos” al cambiar de una lengua a otra cuando hablamos, la realidad es que nuestro cerebro está más activo durante estos cambios.
Además, esta actividad cerebral “extra” que manifiestan los bilingües se ha relacionado con una mayor densidad de materia gris (la materia que contiene la mayoría de las neuronas y sinapsis cerebrales).
Este aumento de la densidad se relaciona con el retraso de ciertas enfermedades ya comentadas, como las demencias en general o el alzhéimer.
Un hábito más complejo de lo que parece
Aunque siguen habiendo preguntas sin respuesta en este campo tan interesante como lo es el bilingüismo, lo que está claro es que, a nivel cognitivo y cerebral, dominar más de una lengua presenta ventajas. Existen diferentes tipos de bilingüismo, y los tres más importantes son los siguientes:
- Compuesto: personas que aprenden dos lenguas usando solo un conjunto de conceptos.
- Coordinado: personas que aprenden dos lenguas empleando dos conjuntos de conceptos.
- Subordinado: personas que aprenden un segundo idioma filtrándolo primero a través de su lengua materna.
Sería interesante ver si existen diferencias, a nivel cerebral, entre uno y otro tipo de bilingüismo. Sin embargo, sí nos podemos quedar con la idea general de que ser bilingüe, en cualquiera de sus modalidades, aporta ciertos beneficios.
- Ferreiro, E. (1997), “El bilingüismo: una visión positiva”, en: Garza Cuarón (ed.), Políticas lingüísticas en México, México, La Jornada Ediciones.
- Montrul, S. (2013). El bilingüismo en el mundo hispanohablante. Wiley-Blackwell.
- Vallverdú, F. (1972). Ensayos sobre bilingüismo. Edit. Ariel. Barcelona.