Treonina: un aminoácido fundamental para el sistema hepático

La treonina es un aminoácido capaz de intervenir en el metabolismo de los ácidos grasos, así como en el ciclo de Krebs. Te vamos a explicar su importancia en el organismo humano.
Treonina: un aminoácido fundamental para el sistema hepático
Saúl Sánchez

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez.

Última actualización: 28 marzo, 2021

La treonina está considerada como un aminoácido esencial. Esto quiere decir que el organismo humano no es capaz de sintetizarla por sí mismo. Por ello ha de aparecer en la dieta de forma habitual. Por medio del consumo de proteínas de origen animal, se pueden satisfacer las necesidades del nutriente.

Antes de comenzar hay que destacar que las proteínas de origen animal cuenta con un valor biológico superior a las de origen vegetal. Esto quiere decir que no son carentes en ninguno de los aminoácidos esenciales, además de contar con una buena puntuación en cuanto a digestibilidad.

¿Cómo se obtiene la treonina?

Como hemos comentado la treonina se puede encontrar en las proteínas, como elemento formador de las mismas. Se suele obtener en un laboratorio a través de un mecanismo de fermentación, mediado por microorganismos como pueden ser las levaduras.

No obstante también se puede aislar mediante técnicas de hidrólisis, aunque este es un método que solo se suele llevar a cabo con fines farmacéuticos.

En la naturaleza la treonina se genera a partir de la acción de ciertas enzimas que convierten el ácido aspártico. La función principal de este aminoácido es participar en el metabolismo de las grasas que se depositarán en órganos para su reserva, como puede ser el hígado. Así lo evidencia un estudio publicado en la revista Biochemistry.

Fuentes de treonina

La treonina puede obtenerse de múltiples fuentes.
Los alimentos de origen animal son una excelente fuente de aminoácidos.

Según avanzamos la treonina no se puede sintetizar en el organismo, por lo que ha de ser introducida por medio de la dieta. De lo contrario se experimentaría una situación de déficit que pondría poner en riesgo la salud.

Casi todos los alimentos de origen animal cuentan con treonina en su composición, como elemento formador de proteínas. Por ejemplo, los pecados, los huevos, los lácteos y la carne, suponen un aporte más que óptimo del nutriente.

Si dichos alimentos aparecen en la dieta con frecuencia, no habría que preocuparse por la presencia de este nutriente en el organismo, ya que se alcanzarían los requerimientos con creces.

Incluso muchas proteínas de origen vegetal cuentan también con treonina en su haber. La fruta, entre ellos, es un buen reservorio del nutriente, que también se puede encontrar en los frutos secos y en las semillas.

Dado que tanto productos animales como vegetales contienen cantidades significativas del aminoácido, no se corre el riesgo de sufrir una carencia en el contexto de una dieta restrictiva, como puede ser la vegana.

Funciones de la treonina

La treonina es capaz de realizar varias funciones dentro del organismo humano. Destaca por poder transformarse en glucosa y en glucógeno a nivel hepático, por medio de varias vías metabólicas. Este proceso se conoce como gluconeogénesis, y permite que el cuerpo humano no se quede sin combustible en situaciones donde el aporte dietético de azúcares es insuficiente.

Por otra parte, la treonina cumple una función determinante a la hora de limitar el riesgo de que se desarrolle la patología del hígado graso, tal y como evidencia una investigación publicada en Hepatology Communications.

De todos modos hay que tener en cuenta que el estudio está desarrollado en ratones y que no concluye que un aumento en el aporte del nutriente reduzca la incidencia de la patología.

Este aminoácido podría tener la capacidad de disminuir la prevalencia de ciertas enfermedades degenerativas como la artritis. En este sentido, su aporte puede suponer un punto de inflexión en el tratamiento de problemas como los esguinces o las tendinitis, aunque falta que se establezcan protocolos y más estudios sobre su uso.

Dentro de las patologías que cursan con degeneración del tejido, los nutrientes que han demostrado más eficacia son aquellos que consiguen modular los procesos inflamatorios, como puede ser la curcumina. Así lo confirma un estudio publicado en la revista Journal of Medicinal Food.

Eso sí, es posible encontrar en la literatura científica ensayos realizados en animales que sugieren que dosis elevadas de treonina podrían resultar beneficiosas para problemas relacionados con las mucosas y los órganos del sistema digestivo.

Incluso podría ejercer un efecto protector frente al desarrollo de ciertos procesos inflamatorios mediados a través del factor de necrosis tumoral.

La treonina y la salud hepática

Está claro que una buena parte del metabolismo de la treonina se realiza a nivel hepático. Aquí es donde se puede transformar en glucosa para su uso como sustrato, pero también es el lugar en el cual se ponen en marcha los procesos fisiológicos de génesis de energía, donde la treonina participa de forma activa.

De hecho los expertos afirman que el aminoácido es elemento importante en el ciclo de Krebs, necesario para la producción de energía, y también en la detoxificación del propio tejido hepático, a través de la síntesis de colágeno y de los procesos fisiológicos que tienen que ver con la génesis de grasa.

Un déficit del nutriente en el organismo podría incrementar el riesgo de desarrollar patologías como el hígado graso no alcohólico, que por lo general es complicada de manejar, dejando secuelas o condicionando los hábitos de vida.

Cabe destacar que son varios los alimentos o nutrientes capaces de favorecer el funcionamiento del hígado. Por ejemplo, el cardo mariano se utiliza de forma frecuente para mejorar el manejo de los problemas hepáticos causados por fármacos, tal y como evidencia un estudio publicado en Medicine.

Treonina y microbiota

La treonina no solo es capaz de causar un beneficio a nivel hepático. Ciertos estudios recientes, aunque realizados en animales, sugieren la importancia de este aminoácido a la hora de garantizar una correcta composición de la microbiota intestinal.

De hecho, se relaciona un consumo adecuado del nutriente con un menor riesgo de desarrollar problemas asociados al tubo digestivo.

No obstante hacen falta estudios en humanos que confirmen la teoría, ya que la mayor parte de los llevados a cabo hasta la fecha han sido realizados en roedores o en aves. Aun así, es posible que garantizar un aporte correcto y continuado de treonina suponga un factor clave para evitar alteraciones en las bacterias que habitan en el intestino.

De todos modos la composición de la microbiota es un parámetro que depende de muchos factores distintos a nivel dietético. La ingesta de alimentos fermentados o de fibra puede impactar de forma mucho más determinante que el aporte de un aminoácido de forma aislada.

Otros aminoácidos importantes

No solo la treonina es importante en el organismo, otros muchos aminoácidos cuentan con funciones esenciales para evitar el desarrollo de patologías complejas que condicionen el estado de salud. En este sentido podemos destacar la glutamina. Dicho nutriente es capaz de mejorar el funcionamiento intestinal, siendo esencial para la reparación del tejido del tubo digestivo.

Asimismo la leucina es otro de los aminoácidos que desempeña funciones determinantes en el cuerpo humano. Se trata de un elemento que resulta clave a la hora de llevar a cabo los mecanismos relacionados con la reparación o con el crecimiento del tejido muscular. En deportistas los requerimientos están aumentados.

Sin embargo una de las diferencias de la treonina con los dos aminoácidos comentados es que en la primera no se valora la suplementación. Es habitual encontrar productos con glutamina o con leucina en el mercado, sobre todo para su uso en el contexto deportivo u hospitalario.

No obstante a día de hoy no existen complementos de treonina, ya que no se ha encontrado ningún efecto positivo a partir de un aporte mayor del elemento.

La importancia de garantizar el aporte proteico

La treonina favorece el desarrollo del músculo.
Para aquellos que buscan aumentar masa muscular, el consumo de treonina es importante.

Es probable que ya hayas escuchado en más de una ocasión que es fundamental cubrir los requerimientos de proteínas de forma diaria. Estos nutrientes se descomponen en aminoácidos dentro del cuerpo humano, los cuales se utilizan para diversas funciones.

Las guías de nutrición actuales apuestan por garantizar un aporte de al menos 1,2 gramos de proteína/kilo de peso corporal/día, pudiendo incrementarse dicha cantidad en el caso de realizar ejercicio físico de forma habitual.

Además es importante que al menos la mitad de estos nutrientes procedan de alimentos de origen animal. Como ya indicamos, estas proteínas cuentan con un valor biológico superior, por lo que no son carentes en ningún aminoácido esencial. Además presentan unos niveles de digestibilidad óptimos.

Aun así no hay que descuidar la ingesta de vegetales, ya que estos también aportan una buena cantidad de proteínas, además de fitonutrientes importantes para la prevención de las patologías crónicas y complejas.

Si tienes dudas acerca de si el aporte proteico de la dieta es el correcto, lo mejor es consultar a un especialista en nutrición. Este puede realizar ajustes en la pauta para maximizar el contenido en proteínas de la misma. Además, también te puede recomendar un suplemento proteico llegado el caso.

La treonina, un aminoácido importante para el hígado

Como has podido comprobar la treonina es un aminoácido esencial que juega un papel importante en el metabolismo y en la salud hepática. Sin embargo, todavía hay ciertas dudas acerca del rol que desempeña en ciertos mecanismos fisiológicos, por lo que están en marcha varias investigaciones que aclararán estos procesos.

Se trata de un nutriente que ha sido bastante estudiado en metabolismos animales, pero no tanto en el contexto de los humanos. Lo que está claro es que un aporte inadecuado del aminoácido en la dieta puede impactar de forma negativa sobre la salud hepática, incrementando el riesgo de enfermar.

Por suerte este elemento se puede encontrar en muchos alimentos, tanto de origen animal como de procedencia vegetal. En este sentido, con una dieta variada es complicado experimentar un déficit del aminoácido.



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