Tratamiento del síndrome de Down
La trisomía del par 21 es la causa más frecuente de discapacidad intelectual identificable de origen genético. Se trata de una anomalía cromosómica con una incidencia de 1 a cada 800 nacidos. Aumenta con la edad de la madre. ¿Sabes cuál es el tratamiento del síndrome de Down?
La realidad es que no tiene cura, porque no se trata de una enfermedad, sino de una condición de la persona. Por ello, su abordaje no está enfocado al síndrome en sí, sino a sus síntomas y complicaciones derivadas. En este artículo hablaremos del tratamiento multidisciplinar del síndrome de Down.
El tratamiento multidisciplinar del síndrome de Down
El síndrome de Down es, según un artículo de Flórez y Ruiz (2004), de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria Santander, una entidad que constituye la causa genética más frecuente de discapacidad intelectual y malformaciones genéticas.
No tiene cura porque, como adelantábamos, no es una patología como tal, sino una condición de la persona. El objetivo del tratamiento del síndrome de Down es reducir los síntomas y las complicaciones médicas derivadas.
También incluye el objetivo de mejorar las capacidades físicas y cognitivas de la persona, además de su salud mental y su calidad de vida. El tratamiento ideal incluiría lo interdisciplinar, con intervenciones como la fisioterapia, la psicología (psicopedagogía, estimulación cognitiva, psicoeducación para padres) y la participación médica farmacológica, cuando sea necesario.
La mayoría de los niños con síndrome de Down requieren de diferentes tipos de terapia a nivel psicológico y ocupacional. Algunas se centrarán en ayudar al niño a alcanzar los hitos del desarrollo y otras a potenciar su independencia.
Intervención temprana
La intervención temprana como tratamiento para el síndrome de Down resulta clave para abordar los síntomas derivados. Permite iniciar el trabajo cuanto antes en las dificultades cognitivas y motoras que deben afrontar los pacientes.
En este sentido, la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (IDEA) exige que todos los niños nacidos con este síndrome empiecen a recibir servicios de intervención temprana tan pronto como sea posible.
Tipos de terapia en la intervención temprana
Según la National Down Syndrome Society (NDSS), una intervención temprana es un programa sistémico de terapia, ejercicios y actividades diseñadas para el tratamiento de los retrasos en el desarrollo. Suele incluir tres modalidades: fisioterapia, terapia ocupacional y terapia del habla.
1. Fisioterapia
Uno de los síntomas típicos del síndrome de Down es la hipotonía (un tono muscular bajo). Esto puede retrasar su desarrollo físico. Si no se aborda, provoca problemas como una mala postura.
Es por ello que la fisioterapia se utiliza en los bebés y niños con síndrome de Down para ayudarles a desarrollar el tono muscular y la fuerza. También para enseñarles cómo mover el cuerpo de forma adecuada en su funcionamiento diario.
2. Terapia ocupacional
La terapia ocupacional es un tipo de terapia que ayuda a las personas a participar en las actividades y tareas que quieren y necesitan realizar, a través de la utilización terapéutica de las ocupaciones. En los niños con síndrome de Down, puede ayudarles a desarrollar habilidades necesarias para más autónomos.
Esta terapia incluye una gran variedad de actividades, desde aquellas de la vida diaria hasta las gratificantes. Puede implicar levantar y soltar objetos, vestirse, presionar botones y alimentarse.
3. Terapia del habla
Dos rasgos físicos típicos en el síndrome de Down son la boca pequeña y la lengua ligeramente agradada. Estas características pueden dificultarles hablar con claridad.
Además, este tipo de problemáticas empeoran en los niños con hipotonía, porque su tono muscular bajo afecta la cara. Por otro lado, la pérdida auditiva también podría interrumpir el desarrollo del lenguaje.
Por todo esto, la terapia del habla también se emplea con frecuencia en este síndrome. Puede ayudarles a expresarse mejor oralmente y es desarrollada por logopedas.
Prescripciones médicas en el tratamiento del síndrome de Down
El síndrome de Down conlleva un aumento de la probabilidad de desarrollar ciertas patologías médicas. Muchas de ellas se abordan con medicamentos.
Alrededor del 10 % de las personas con este síndrome nacen con un problema de la glándula tiroides. El más común es el hipotiroidismo, que implica la producción insuficiente de T3 y T4.
Las personas con hipotiroidismo (tengan o no síndrome de Down), suelen tomar una forma sintética de la hormona llamada levotiroxina. Se consume por vía oral una vez al día.
Por otro lado, dependiendo de la afectación complementaria al síndrome de Down, más probable en esta población la leucemia, el alzhéimer, los problemas de visión y de audición.
Cirugías para corregir defectos
El síndrome de Down se asocia a otros problemas de salud que requieren tratamiento quirúrgico. Estos trastornos varían mucho de un caso a otro y son múltiples, aunque podemos hablar de dos de los más comunes.
Defectos cardíacos
Un defecto cardíaco común en el síndrome de Down es el del tabique auriculoventricular (conocido por las siglas AVSD), en el que un orificio del corazón altera el flujo sanguíneo normal. El AVSD se aborda quirúrgicamente tapando este orificio y, en caso de ser necesario, reparando las válvulas que no cierren por completo.
Problemas gastrointestinales
Hay bebés con síndrome de Down que nacen con una deformidad del duodeno llamada atresia duodenal. Esta requiere cirugía. Puede tratarse de forma temporal con un tubo colocado para descomprimir la hinchazón del estómago y con líquidos intravenosos para la deshidratación. Luego se hace la reparación definitiva.
El tratamiento del síndrome de Down es un abordaje de varias especialidades
El síndrome de Down conlleva una serie de síntomas que conviene abordar temprano. A nivel psicológico, se emplea la terapia adaptada al momento evolutivo y a la edad mental de la persona, la estimulación cognitiva, la psicoeducación para padres, las técnicas de psicopedagogía y las adaptaciones curriculares.
Así se trabaja a nivel académico y educativo, pero también a nivel psicológico, a través del abordaje de todos los síntomas que puedan surgir, como la ansiedad y la depresión. Por otro lado, a nivel motor, postural y muscular se trabaja a través de la fisioterapia.
En relación al lenguaje, el área especializada es la logopedia. Finalmente, a nivel médico se tratan todas las complicaciones surgidas a raíz del síndrome.
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