Tratamiento de la salmonela

¿Sufres una intoxicación por salmonela? Te vamos a contar cómo plantear un tratamiento adecuado para minimizar los síntomas y las complicaciones.
Tratamiento de la salmonela
Saúl Sánchez

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez.

Última actualización: 22 mayo, 2021

Una vez que se identifican los síntomas de la infección por algún tipo de Salmonella spp., es importante proponer un tratamiento adecuado para la enfermedad de la salmonela o salmonelosis. Así se evitará la deshidratación y las complicaciones asociadas. Además, se recuperará de forma óptima la función digestiva.

Hay que tener en cuenta que la severidad de la salmonela puede variar, dependiendo de la carga microbiana. Los casos más leves no suelen requerir un manejo exhaustivo, pero en aquellos en los que se experimentan diarreas frecuentes y náuseas es necesario un seguimiento estricto.

Tratamiento casero para la salmonela

Primero vamos a comenzar por los métodos de tratamiento que se pueden poner en marcha en casa para manejar la salmonela. Serán útiles para los cuadros leves o moderados, sobre todo si cursan con diarrea y vómitos que no acarrean deshidratación.

Consumir agua con frecuencia

Lo primero que hay que evitar es la deshidratación. Dicha condición resulta preocupante y puede poner en riesgo la vida, sobre todo en los colectivos de riesgo como los niños. Así lo evidencia un estudio publicado en Annals of Nutrition & Metabolism. Para ello es recomendable plantear la ingesta regular de agua mineral.

De forma paralela y complementaria es posible administrar otros líquidos, como caldos y bebidas deportivas. El objetivo es conseguir asegurar el equilibrio electrolítico, gracias al contenido en sales y minerales de estas infusiones. Hay que tener en cuenta que una pérdida excesiva de sodio podría causar hiponatremia, según una investigación publicada en Journal of the American Society of Nephrology.

Evitar esta disminución en la concentración de sodio es fundamental, ya que agravaría el problema. Se podrían experimentar mareos, debilidad y alteraciones en la presión sanguínea que generasen un riesgo para la vida. Ahora bien, en los casos más graves de intoxicación por salmonela puede que los caldos no sean bien tolerados a nivel intestinal.

Por otra parte, y en el caso de los niños, se pueden usar diferentes soluciones orales comercializadas en las farmacias con el objetivo de maximizar el estado de hidratación. Existen versiones con diferente carga nutricional y electrolítica para evitar la destrucción del tejido magro.

De todos modos, es importante tener claros los signos de la deshidratación, porque si aparece alguno de ellos será recomendable acudir a urgencias:

  • Sensación de sed excesiva.
  • Reducción del volumen de la orina con coloración oscura.
  • Mareo o pérdida de conocimiento con confusión.
  • Fatiga extrema.

En el caso de los niños, la sintomatología puede ser diferente:

  • Sensación de boca seca.
  • Imposibilidad de formar lágrimas.
  • Hundimiento en las mejillas o en la zona de los ojos.
  • Irritabilidad.
Hidratación con agua mineral.
La hidratación es el tratamiento de base para las gastroenteritis, de modo que no se llegue a cuadros severos.

Plantear una dieta blanda

Durante las primeras horas de la infección por salmonela es posible que la persona no sienta apetito. No obstante, con el paso del tiempo pueden recuperarse las ganas de introducir sólidos en la dieta.

Ahora bien, mientras dure la enfermedad, no todos los alimentos serán bien tolerados. Han de evitarse los siguientes:

  • Alcohol.
  • Café y té.
  • Lácteos grasos.
  • Alimentos fritos.
  • Bebidas azucaradas.
  • Frutas con fibra.
  • Comida picante.
  • Edulcorantes artificiales.

En relación a estos últimos, hay que destacar que son capaces de impactar de forma negativa en la diversidad y densidad de la microbiota. Así lo evidencia una investigación publicada en Nutrients. Es importante tener en cuenta que si el perfil de las bacterias del intestino se ve afectado, es más probable que las cepas patógenas de Salmonella causen un daño mayor.

Para mejorar la sintomatología es necesario plantear lo que se conoce como dieta blanda. Está compuesta por una serie de alimentos de sencilla digestión, capaces de aportar nutrientes esenciales que contribuyen a la recuperación y que frenan el catabolismo muscular.

Entre el espectro de alimentos permitidos se encuentran el arroz cocido, el puré de manzana, las tostadas y la pechuga de pollo cocida. El plátano podría ser otra alternativa a considerar una vez que se comprueba la tolerancia. Asimismo, el yogur desnatado suele ser de gran ayuda, ya que contribuye a frenar la diarrea, según un estudio publicado en Journal of Clinical Gastroenterology.

El descanso es importante

Para conseguir un tratamiento de la salmonela efectivo es fundamental garantizar el descanso. Evitar los esfuerzos conseguirá que el organismo ponga todo su empeño en la lucha contra el microorganismo nocivo que supone el origen del problema. De este modo, la molestia durará menos.

Aplicar calor para los dolores

El calor puede funcionar de forma óptima como analgésico. Por este motivo, puede suponer una solución eficaz para los dolores abdominales y para los cólicos.

De todos modos, es importante probar la tolerancia individual, ya que no a todo el mundo le sienta bien. Si se combina con descanso, el resultado suele ser bueno.

Tratamiento farmacológico para la salmonela

Vamos ahora a comentar las opciones farmacológicas de venta libre que pueden resultar de utilidad para el tratamiento de la salmonela. Aunque pueden conseguirse en las farmacias sin receta, siempre es preferible que medie una prescripción profesional.

Analgésicos

Este grupo de fármacos están orientados al manejo del dolor. Provocan un alivio sintomático, aunque realmente no atacan al origen del problema.

Entre ellos destaca el ibuprofeno. De todos modos, no es recomendable abusar de los mismos, ya que tienen varios efectos secundarios. Así lo evidencia un estudio publicado en Therapie.

Antidiarreicos

Estos medicamentos se utilizan con el objetivo de frenar la diarrea y evitar el malestar abdominal y el riesgo de deshidratación. No obstante, no están recomendados en todos los casos. La diarrea es un mecanismo de defensa para que el organismo elimine a la bacteria.

Antieméticos

Existen una serie de fármacos capaces de detener las náuseas y los vómitos. Estos suelen ser beneficiosos cuando ambos síntomas no permiten la ingesta de líquidos, lo que agrava el riesgo de deshidratación. Incluso es posible que el médico administre uno de estos vía intramuscular para mejorar el tratamiento de la salmonela.

Ahora bien, a pesar de que con este remedio se experimenta una mejor sensación a nivel estomacal, no es recomendable descuidar la dieta posteriormente. Hay que seguir con el protocolo de alimentación blanda para mejorar la función digestiva y evitar volver atrás en el proceso.

Probióticos

Los suplementos de probióticos han demostrado ser eficaces para el tratamiento de la diarrea. Las cepas de bacterias beneficiosas consiguen colonizar de forma selectiva el tubo digestivo, evitando así que se asienten otros microorganismos patógenos o nocivos. Es importante elegir el producto adecuado y no siempre es tarea sencilla.

A la hora de seleccionar el probiótico hay que tener en cuenta varios factores. El primero de ellos es el número de unidades formadoras de colonias del suplemento. Es importante que sea superior a 10(8) para asegurar la llegada de las bacterias vivas al intestino.

Por otra parte, también es recomendable que el producto se comercialice encapsulado. Así se consigue que los microorganismos resistan los ácidos estomacales, lo que podría causar la muerte y la ineficiencia de los mismos.

Para terminar, es siempre recomendable optar por un producto monocepa o bicepa. Cuantas más clases de bacterias distintas contenga, menos probable será que llegue un número significativo de cada una de ellas a ejercer su función de colonización en estado funcional.

Suplementos de probióticos.
Los probióticos tienen evidencia a favor sobre su capacidad para reducir las diarreas. De todos modos, hay que seleccionar el adecuado para el caso.

Tratamiento con antibióticos

En los casos leves de infección por salmonela no se prescriben antibióticos. El uso indiscriminado de estos fármacos incrementa las resistencias en las cepas bacterianas, por lo que han de utilizarse solo para aquellas situaciones en las que sean indicados.

Ahora bien, cuando la persona cuenta con un sistema inmune deprimido o comprometido, o cuando la bacteria ha conseguido entrar en el torrente sanguíneo, pueden ser ineludibles. Se indica amoxicilina, cefotaxima o ciprofloxacina.

Cabe destacar que si se opta por el tratamiento con antibióticos está recomendada también la pauta de un suplemento de probióticos para limitar los efectos secundarios. Ya que estos fármacos no son selectivos y eliminan las bacterias beneficiosas del tubo digestivo.

El tratamiento de la salmonela cuenta con varias alternativas

Como has podido comprobar, es posible plantear el tratamiento de la salmonela según la severidad de los síntomas. En los casos más leves bastará con incidir sobre la dieta y el descanso. Sin embargo, a medida que la carga microbiana es mayor puede que con remedios caseros no sea suficiente.

Por fortuna, existen una serie de fármacos de venta libre y de suplementos dietéticos que cuentan con evidencias para manejar las diarreas y los vómitos. Se pueden utilizar llegado el caso, para evitar el riesgo de deshidratación.

No obstante, para los cuadros más graves se reservan las terapias hospitalarias, que han de estar pautadas por un especialista. Estos consiste en hidratación parenteral, antibióticos y monitoreo de los parámetros vitales.



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