Signos y síntomas de la colitis ulcerosa

Los síntomas de la colitis ulcerosa se dividen en intestinales y extraintestinales. Hoy te los enseñamos junto con las complicaciones que pueden generar.
Signos y síntomas de la colitis ulcerosa
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 04 julio, 2021

La colitis ulcerosa es una enfermedad crónica que se caracteriza por la inflamación del intestino grueso. Cuando esto sucede el paciente desarrolla una serie de manifestaciones, las cuales pueden ser leves o graves de acuerdo con la intensidad de la inflamación.

Los síntomas de la colitis ulcerosa son muy variados y en ocasiones inconexos, lo que impide caracterizar la condición para su diagnóstico.

También existe la posibilidad de que el paciente sea asintomático o que esté atravesando un periodo de remisión de varios años. En las próximas líneas te enseñamos la presentación clínica de este trastorno autoinmune y algunas complicaciones que pueden surgir si no se trata a tiempo.

Síntomas comunes de la colitis ulcerosa

Los síntomas de la colitis ulcerosa son variados
Los síntomas inespecíficos como la diarrea y el dolor abdominal son comunes en personas con colitis ulcerosa.

La manifestación clásica de los síntomas de la colitis ulcerosa consiste en el desarrollo de trastornos intestinales. Estos, como ha señalado la evidencia, por lo general se presentan con una intensidad leve (hasta en un 49 % de los casos). De acuerdo con Crohn´s and Colitis UK los signos de este tipo más frecuentes son los siguientes:

  • Diarrea: con frecuencia acompañada con sangre, pus o mucosidad.
  • Calambres en al abdomen: por lo general anticipan el evacuado y se manifiestan con una intensidad alta.
  • Necesidad urgente de defecar: la inflamación en el colon impide que este desarrolle sus funciones, lo que acelera el proceso de defecación. También se presentan cuadros de tenesmo; es decir, la sensación de “quedar con ganas” después de evacuar.
  • Pérdida de peso: las evacuaciones constantes y la diarrea pueden impedir que aproveches los nutrientes de tu dieta, lo que te lleva a perder peso. Cuando el trastorno se desarrolla en niños o jóvenes puede limitar su crecimiento.
  • Pérdida de apetito: de igual modo, a sabiendas de las complicaciones que se generarán puedes experimentar pérdida de apetito.
  • Estreñimiento acompañado con espasmos: paradójicamente, la diarrea puede estar acompañada de cuadros de estreñimiento. Estos se presentan en intervalos y suelen acompañarse de leves espasmos en el abdomen.

Todos estos signos se manifiestan de forma gradual y van escalonando en cuanto a intensidad a medida que las úlceras y la inflamación progresan en el intestino grueso. Esto, por supuesto, ante una manifestación típica. Es probable que el paciente desarrolle una variante en la que los síntomas de la colitis ulcerosa desencadenan otras reacciones en el cuerpo.

Síntomas poco frecuentes de la colitis ulcerosa

Si la enfermedad ha progresado mucho o has desarrollado pancolitis (inflamación de todo el intestino grueso), entonces es muy probable que manifiestes síntomas extraintestinales. Los más frecuentes son los siguientes:

  • Artritis inflamatoria: la evidencia nos indica que es el signo extraintestinal más frecuente del trastorno. Suele afectar tanto a las articulaciones grandes como pequeñas y su desarrollo es muy asimétrico.
  • Úlceras en la boca: también conocidas como estomatitis aftosa. Por lo general acompañan al brote y, aunque benignas, ocasionan incomodidad al comer y beber.
  • Problemas en la piel: la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye la colitis ulcerosa, pueden provocar alteraciones en la superficie de la piel. Los investigadores señalan entre las principales el eritema nudoso, el pioderma gangrenoso, la dermatosis neutrofílica y la psoriasis.
  • Problemas en los ojos: el principal es la sequedad, producto de la deshidratación por las evacuaciones constantes. Los estudios también indican que se pueden presentar cuadros de uveítis, cataratas y glaucoma.
  • Fatiga: la cual incluso puede manifestarse en estadios crónicos y estar acompañada de una sensación de malestar general. La fatiga se produce por la mala absorción de los nutrientes.

Es importante que entiendas que el trastorno se desarrolla a través de exacerbaciones y remisiones. En el primer caso experimentas un brote de días o semanas con los síntomas de la colitis ulcerosa, mientras que en el segundo atraviesas por un periodo de ausencia de signos. La evidencia señala que las remisiones pueden durar semanas o años y no hay forma de predecir cuándo ocurrirán.

Posibles complicaciones de la colitis ulcerosa

Los síntomas de la colitis ulcerosa pueden complicarse
En una pequeña proporción de pacientes, la enfermedad puede favorecer la aparición de cáncer de colon.

Son varios los elementos que determinan las complicaciones relacionadas con la enfermedad. La ausencia de tratamiento, un diagnóstico tardío y la inflamación de todo el colon (y no solo de una parte) pueden empeorar la condición. Frente a este contexto aumentan los riesgos de desarrollar lo siguiente:

  • Cáncer colorrectal: de acuerdo con Canadian Society of Intestinal Research los pacientes diagnosticados tienen mayores probabilidades de padecer cáncer colorrectal. Las posibilidades aumentan a medida que esta evoluciona a etapas crónicas.
  • Fístulas: aunque son más frecuentes en la enfermedad de Crohn, la “hermana” de este trastorno, no es infrecuente que los pacientes desarrollen fístulas. Se trata de la formación anormal de canales que se conectan con órganos internos o con la parte exterior del cuerpo.
  • Estenosis intestinal: las continuas inflamaciones causan cicatrización en las paredes del colon. Estas pueden estrechar la cavidad con el tiempo causando estenosis intestinal.

Otras de las complicaciones reportadas son perforación intestinal, desgarros y distensión severa del colon. Por lo general, todas estas solo se presentan en casos crónicos; aunque los pacientes deben estar al tanto de su incidencia.

¿Cuándo buscar asistencia médica?

La colitis ulcerosa no tiene cura, pero por fortuna es una enfermedad que se puede tratar. Las exacerbaciones, el desarrollo de síntomas crónicos y las complicaciones expuestas en el apartado anterior son frecuentes si el paciente no inicia un tratamiento personalizado.

Por tanto, debes buscar asistencia médica en cuanto descubras la prevalencia de alguno de los síntomas anteriores. Hazlo, especialmente, si te percatas de que estos se presentan en intervalos. Existen muchas explicaciones para los signos gastrointestinales, así que no te debes adelantar a sacar conclusiones antes de tiempo.

Solo un profesional cualificado puede hacer el correcto diagnóstico y elegir así la terapia que mejor se ajusta a tu caso. No postergues la visita, de hacerlo no haces más que poner en jaque tu salud.



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