Cómo reconocer si tengo leucoplasia oral y cuál es el tratamiento

Las manchas blancas en las mucosas de la boca podrían ser una leucoplasia oral. ¿Cómo reconocer el cuadro? ¿Debería preocuparme?
Cómo reconocer si tengo leucoplasia oral y cuál es el tratamiento
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 16 septiembre, 2023

La leucoplasia oral es una patología de las mucosas de la boca que se presenta como placas engrosadas de color blanco. Aunque los casos leves no suelen ser peligrosos, el cuadro puede sufrir transformaciones malignas y convertirse en un cáncer bucal.

Reconocer las lesiones y actuar a tiempo evita complicaciones y consecuencias graves. En este artículo te contamos todo lo que debes saber sobre esta patología de la boca.

¿Qué es la leucoplasia oral?

Una nota al editor publicada en Dental Research Journal explica que, en 2005, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la leucoplasia oral como «placas blancas de riesgo cuestionable que excluyen otras enfermedades conocidas que no conllevan un mayor riesgo de cáncer». Este cuadro, entonces, no puede caracterizarse como ninguna otra lesión conocida y posee una tendencia a malignizarse.

El autor agrega que esta afección de la mucosa oral es predominantemente blanca y no desaparece al rasparla. Se asocia con el consumo de tabaco, betel y alcohol, aunque también puede ser de naturaleza idiopática.

Los parches blancos pueden observarse en la parte interna de las mejillas, sobre las encías, en el piso de la boca y en la cara ventral y lateral de la lengua. Como expone un articulo publicado en la Revista Atención Primaria, «es la lesión premaligna más frecuente de la mucosa oral y su prevalencia en España se sitúa en torno al 0,5 %».

Síntomas para reconocer la leucoplasia oral

Ya mencionamos que la leucoplasia oral se caracteriza por presentarse en forma de parches blancos o grisáceos sobre la mucosa bucal. Pero existen algunas particularidades que caracterizan a estas lesiones y que pueden ayudar a reconocer el cuadro de manera temprana.

  • Los bordes son desiguales
  • Su textura es plana o irregular
  • Suelen ser indoloras, aunque pueden provocar molestias al contactar con alimentos ácidos o muy condimentados
  • Pueden acompañarse de otras lesiones rojas y abultadas. Este tipo de leucoplasia oral se denomina moteada o eritroplasia, y tiene una mayor probabilidad de transformación maligna
  • No desaparecen al raspar o limpiar la zona
  • Se presenta como zonas de la mucosa elevada, engrosada o endurecida

Leucoplasia oral vellosa o pilosa

La leucoplasia vellosa o pilosa es una variante benigna que se presenta a los costados de la lengua. Una revisión publicada en Head and Neck Pathology, indica que se trata de una lesión blanca, abultada, con una apariencia gruesa similar a pliegues o protuberancias. Se desarrolla con mayor frecuencia en personas con sistemas inmunitarios débiles, sobre todo en paciente con sida.

Como explica una publicación del Journal of Virology, el origen de la leucoplasia pilosa es una infección ocasionada por el virus de Epstein-Barr. Cuando este agente patógeno ingresa al organismo, permanece latente en el cuerpo de por vida. En general, el virus se encuentra inactivo, pero si el sistema inmunitario se debilita, vuelve a provocar enfermedades.



Causas de la leucoplasia oral

Se cree que la irritación crónica sobre las mucosas es la principal causa de la leucoplasia. Este cuadro está muy asociado con el tabaquismo. De todos modos, como indica una revisión presentada en el X Simposio Visión Salud Bucal y IX Taller sobre el Cáncer Bucal, también existen lesiones idiopáticas que no tienen asociación evidente con ningún factor etiológico.

Un artículo publicado en Journal of Dental Education indica que todas las formas de consumo de tabaco, incluidos cigarros, cigarrillos, bidi, pipas y tabaco para mascar son los mayores responsables de las leucoplasias orales. Además, agrega que existe una regresión de la lesión tras abandonar el hábito de fumar.

De todos modos, como indica un artículo publicado en StatPearls Publishing, la irritación de la mucosa puede estar asociada a otros factores:

  • Mascar betel
  • Infecciones virales
  • Consumo de alcohol
  • Higiene oral deficiente
  • Infecciones bacterianas
  • Alteraciones hormonales
  • Deficiencia de micronutrientes
  • Exposición a los rayos ultravioleta
  • Infecciones fúngicas como la candidiasis
  • Dentaduras postizas rotas o mal adaptadas
  • Lesiones de transmisión sexual como la sífilis
  • Galvanismo oral provocado por restauraciones metálicas
  • Piezas dentarias rotas o con bordes filosos que traumatizan las mucosas

La combinación de varios de estos factores incrementa el riesgo de desarrollar la enfermedad y de su transformación maligna. Por ejemplo, como destaca una artículo publicado en Archive of Oncology, el alcohol es un factor de riesgo importante y tiene un efecto cancerígeno sinérgico multiplicativo al asociarse con el tabaco.

Complicaciones

Aunque en general tener una leucoplasia oral no causa molestias, se trata de una lesión potencialmente peligrosa. Según un artículo publicado en Journal of Oral Pathology & Medicine, sufre transformación maligna a carcinoma oral de células escamosas en tasas de entre 0,13 % y 34 %.

El cáncer bucal puede desarrollarse cerca de los parches blancos o bien ser la misma lesión la que presenta los cambios malignos.

La leucoplasia pilosa, en cambio, se considera una lesión benigna, ya que es poco probable que provoque cáncer. De todos modos, su presencia en la boca puede ser un indicativo de infección por VIH.

¿Cómo se diagnostica la leucoplasia oral

La presencia de lesiones blancas en la boca, aunque no causen molestias, deben ser abordadas con conciencia y lo más temprano posible. Podrían tratarse de una leucoplasia oral y, como mencionamos, este cuadro puede dar origen al cáncer bucal.

Ante la presencia de manchas, llagas, bultos u otro cambio en las encías, mejillas, lengua o cualquier otra parte de la boca, es pertinente visitar al odontólogo. Una evaluación clínica permitirá descartar otras lesiones similares, ahondar en los factores de riesgo y determinar si el problema es una leucoplasia.

El diagnóstico se confirma a través de una biopsia de la lesión. Esto no solo permite precisar el cuadro, sino también determinar si hay células atípicas.

Una guía publicada en Medicina oral, patología oral y cirugía bucal señala que, como regla general, se debe biopsiar cada leucoplasia independientemente de la presencia o ausencia de síntomas, el subtipo clínico, la extensión y la localización. Lo ideal es que sea un especialista el encargado del abordaje de la situación.



Tratamientos para la leucoplasia oral

Cuanto más temprano se detecte y trate la leucoplasia oral, más favorable será el pronóstico. Los controles odontológicos regulares, así como la inspección rutinaria de la boca en busca de zonas que no se vean normales, tienen un rol clave en el diagnóstico precoz de la patología.

Cuando el odontólogo detecta este tipo de lesiones en la boca, puede realizar distintos abordajes que deben adecuarse a los hábitos del paciente, las sobreinfecciones asociadas, el tipo clínico, la localización y las características histopatológicas de la lesión. Estos son algunos de los tratamientos disponibles.

Eliminación del factor irritante

Muchas veces, actuar sobre los factores desencadenantes de la leucoplasia es suficiente para que la lesión en la boca remita. Dejar de fumar o de consumir alcohol, mejorar la higiene oral, pulir los bordes de los dientes o empastes filosos y reparar las dentaduras postizas son soluciones sencillas y eficaces.

Según una revisión publicada en Dentistry, dejar de fumar contribuye a la regresión de la leucoplasia hasta en un 60 % y reduce el riesgo de desarrollar cáncer. Las lesiones disminuyen de manera progresiva y desaparecen entre los 8 y los 12 meses de suspender el hábito.

Tratamiento médico

Algunos casos ameritan el uso de medicación específica para mejorar el cuadro de leucoplasia oral:

  • Antimicóticos, antivirales o antibióticos locales o sistémicos: cuando la leucoplasia oral está asociada a infecciones, eliminar el agente patógeno ayuda a remitir los síntomas orales.
  • Tratamientos tópico: existen algunos principios activos que se aplican de manera directa sobre las lesiones para reducirlas o prevenir su malignización. Según un artículo en Matrix Science Medica, los más utilizados son el ácido retinoico, la bleomicina, el betacaroteno, el licopeno, medicamentos antiinflamatorios y remedios naturales.

Abordaje quirúrgico

Cuando las lesiones tienen signos sospechosos de malignidad o la biopsia confirma alguna displasia, la extracción quirúrgica con márgenes es el tratamiento indicado. El cirujano, según la complejidad del caso, podrá realizar la cirugía con bisturí, láser o crioterapia. Los controles de seguimiento son muy importantes, ya que las recurrencias son frecuentes.

Tratamiento de la leucoplasia vellosa

Debido a que es este tipo de leucoplasia es benigna, no siempre es necesario recibir tratamiento. Muchas veces el odontólogo puede sugerir controlar y esperar.

Algunos profesionales pueden optar por usar fármacos antivirales que evitan que el virus de Epstein-Barr se replique, aunque no lo eliminan del cuerpo. Al usar la medicación, las placas de la lengua pueden desaparecer, pero suelen volver a manifestarse cuando se suspende la terapia. También existen medicamentos tópicos que se colocan de manera directa sobre la lengua y disminuyen los síntomas.

Prevención de la leucoplasia oral

Para prevenir la aparición de la leucoplasia oral hay algunas medidas simples a considerar, como las siguientes:

  • Usar prótesis dentales en buen estado y arreglar los dientes rotos o filosos.
  • No fumar ni usar otros tipos de tabaco.
  • Mantener una adecuada higiene bucodental.
  • Realizar controles odontológicos frecuentes.
  • Evitar el alcohol o reducir la ingesta de estas bebidas.
  • Llevar una dieta saludable, rica en frutas y verduras frescas.

La importancia de estar atentos

La presencia de una leucoplasia oral muchas veces puede pasar desapercibida. Las placas blanquecinas en la mucosa de la boca, en general, no duelen ni molestan. De todos modos, estas lesiones pueden conducir al desarrollo de un cáncer bucal, por lo que es importante prestarles la atención que merecen.

Estar atentos al aspecto de la boca y realizar controles odontológicos frecuentes es fundamental para detectar cualquier alteración en las mucosas a tiempo. Con un diagnóstico temprano, estas lesiones muchas veces se pueden resolver al quitar el factor irritante que las causa.

Si notas una coloración blanquecina en tu boca o sientes que algo no marcha bien, busca ayuda profesional lo antes posible. Un abordaje a tiempo puede evitar complicaciones graves.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.