Las 5 enfermedades más comunes en mujeres y su tratamiento

Las mujeres viven más de media que los hombres, sin importar la región consultada. De todas formas, el género femenino es proclive a sufrir patologías que pueden mermar la calidad de vida.
Las 5 enfermedades más comunes en mujeres y su tratamiento
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 21 marzo, 2021

Tal y como indica la BBC, sin importar la localización geográfica, las mujeres viven más que los hombres. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son claros: la media de vida global en féminas es de 74,2 años, mientras que los varones presentan un valor de 69,8 años. Sin duda, la diferencia es pequeña pero evidente.

Esto se puede explicar por múltiples factores, como el engranado genético con base en el género, la acción hormonal a lo largo de los años y, sobre todo, una importante carga cultural a la hora de concebir la salud y el cuidado personal. Las mujeres suelen cuidarse más, lo que las hace menos proclives a sufrir ciertas enfermedades relacionadas con hábitos.

De todas formas esto no significa que las mujeres se vean exentas de riesgos en el ámbito fisiológico. Toda materia orgánica es finita y, por tanto, está sujeta al envejecimiento y la enfermedad. En base a esta premisa tan necesaria de comprender, te mostramos las 5 enfermedades más comunes en mujeres y su tratamiento.

¿Cuáles son las enfermedades más comunes en mujeres?

Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las 40 principales causas de muerte en el mundo, 33 de ellas se encuentran sesgadas hacia los hombres. Patologías como cánceres de pulmón, de colon y otros tipos de neoplasias son mucho más comunes en el género masculino.

Sin ir más lejos, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) las probabilidades de desarrollar un cáncer en España según la edad son muy diferentes entre varones y mujeres: a los 80 años, el porcentaje de hombres con cáncer alcanza el 50,9 % del total, mientras que en el género femenino la cifra disminuye hasta el 28,3 %.

De nuevo, debemos acudir a factores genéticos, hormonales y sociales para explicar estas tendencias. Con base en esta premisa de “mayor salud femenina general”, te contamos las enfermedades más comunes en mujeres. Adelantamos que muchas de ellas tienen que ver con procesos hormonales y se ven muy influenciadas por la menopausia.

1. Osteoporosis: una de las enfermedades más comunes en mujeres

Entre las enfermedades más comunes en mujeres destaca la osteoporosis.
Esta condición suele diagnosticarse con el apoyo de estudios radiográficos.

Comenzamos con una enfermedad que, de forma estadística, se encuentra sesgada hacia el género femenino. Tal y como indica la Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral, la prevalencia de la osteoporosis en mujeres de 80 años o más es del 80 %, mientras que solo el 8 % de los varones de más de 50 años pueden llegar a presentarla.

Para comprender esta patología, es necesario tener en cuenta que el tejido óseo no es invariable en el tiempo. Los huesos presentan células óseas (osteoblastos, osteoclastos, osteocitos y células osteoprogenitoras) y una matriz rica en minerales, representada en su mayoría por cristales de hidroxiapatita. El 99 % del calcio del organismo se localiza en los huesos.

Las células de los huesos pueden resorber o generar matriz ósea con base en las necesidades del individuo. Por ejemplo, si un paciente presenta una desnutrición severa y falta de calcio, es probable que desarrolle osteoporosis: los cuerpos celulares están disolviendo matriz ósea y debilitando los huesos para que el organismo pueda utilizar el calcio que no recibe.

1 de cada 3 mujeres sufren osteoporosis, sobre todo tras la menopausia. Debido al desajuste hormonal en este periodo (descenso drástico de estrógenos), se produce una mayor tasa de resorción ósea, lo que hace que los huesos se vuelvan frágiles y quebradizos. Esto puede desembocar en lesiones y fracturas.

El tratamiento de la osteoporosis, tal y como indica el portal Quirón Salud, consiste en su mayoría en medidas higiénico-dietéticas. Se requiere que la paciente consuma alimentos ricos en calcio, abandone actividades riesgosas y, sobre todo, que deje el tabaco y el alcohol en caso de consumirlos. Si todo esto no funciona, se recurre a la farmacología.

2. Migrañas

Las migrañas son mucho más frecuentes en las mujeres, con una proporción 3 a 1 con respecto a los hombres. Se sospecha que esto se debe (en muchos casos) a cambios hormonales, pues los períodos menstruales, el embarazo y la menopausia parecen desencadenar la presencia de migrañas intensas en el género femenino.

Aunque no se conocen del todo las causas de estos molestos eventos, la ciencia ha posado sus ojos sobre el papel de la serotonina y otros neurotransmisores en el dolor de cabeza (como el péptido relacionado con el gen de la calcitonina, CGRP). Aunque aún queda mucho camino por recorrer, cada día se conoce mejor a esta patología.

Tal y como indica la Clínica Mayo, las migrañas producidas por desajustes hormonales pueden disminuir con ciertos medicamentos. Por otro lado, algunas pacientes argumentan que estas dolencias empeoran aún más con terapias de reemplazo hormonal y anticonceptivos orales.

Medicamentos como analgésicos, triptanos y fármacos para las náuseas pueden reducir la sintomatología de las migrañas.

3. Cáncer de mama

Aunque parezca mentira, los hombres también pueden sufrir cáncer de mama. De todas formas, esta neoplasia es mucho menos común en varones que en mujeres, pues los tumores mamarios masculinos solo suponen el 1 % del total de los cánceres de mama. Por otro lado, el 30 % de los cánceres diagnosticados en mujeres se localizan en los senos.

En el año 2018, se diagnosticaron más de 2 000 000 de cánceres de mama en mujeres de todo el mundo.

Pese al miedo fundamentado que infunde esta patología, es una de las más “benignas” si hablamos de cánceres: según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la tasa de supervivencia 5 años después del diagnóstico es del 90 %.

La cirugía es la primera opción de abordaje. En ella, se extirpa el tejido mamario donde se ha presentado el tumor y, a veces, también se extraen los ganglios linfáticos que hayan podido verse afectados. Tras ello, se puede acudir a quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida y enfoques hormonales para impedir la recurrencia del cáncer.

4. Fracturas de cadera

Por desgracia, esta patología se encuentra muy ligada a la osteoporosis. Las mujeres presentan una probabilidad de sufrir una fractura de cadera hasta 3 veces mayor que los hombres, pues, como hemos dicho, una caída en un paciente con osteoporosis puede ser fatal.

Estamos ante un tipo de lesión muy grave: el 30 % de los accidentados fallecen durante el primer año tras el golpe y, de aquellos que no mueren, solo un 20 % recupera su movilidad previa. Una fractura de cadera se puede complicar con facilidad, pues promueve la aparición de coágulos sanguíneos e infecciones sistémicas.

Existen diversos abordajes para tratar una factura de cadera, pero la cirugía siempre es la primera opción. Estos son los tratamientos disponibles que se utilizan para salvar la vida del paciente:

  1. Reparación interna con tornillos: se insertan tornillos de metal en el hueso roto para mantenerlo unido mientras la fractura se cura.
  2. Reemplazo total de cadera: es la opción que más éxito reporta. En este procedimiento quirúrgico, se retira el extremo superior del fémur y la articulación en sí misma y se reemplazan con dispositivos artificiales. Es el abordaje más conveniente en todo paciente que no tenga una salud delicada.
  3. Reemplazo parcial de cadera: se extrae la cabeza del fémur y se sustituye por un reemplazo metálico. Solo se aconseja a personas muy débiles o que ya no se valen por sí mismas en ninguna situación.

5. Cáncer de cuello uterino (CCU)

Entre las enfermedades de las mujeres está el cáncer de cuello uterino,
Existen muchos métodos para prevenir el cáncer de cuello uterino, incluyendo la vacunación.

El cáncer de cuello uterino es una entidad clínica muy compleja de entender, pues por primera vez en toda la lista entra en juego un agente vírico. Estamos hablando de los VPH o papilomavirus humanos, un grupo vírico que suele generar verrugas en distintas partes del cuerpo de los seres humanos. Existen más de 200 tipos de VPH y 40 de ellos afectan a los genitales.

De todos los papilomavirus registrados, mínimo 14 son oncógenos, es decir, podrían fomentar el desarrollo de algunos tipos de cáncer. Los VPH 16 y 18 son los que más preocupación generan, pues la OMS estima que causan el 70 % de los casos de cáncer del cuello uterino en pacientes femeninos.

De todas formas, la mayoría de las infecciones uterinas por VPH en mujeres son temporales. El 90 % de ellas remiten en un periodo máximo de 2 años, pero si por cualquier motivo se vuelven persistentes, existe un riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello del útero. Si estas no se tratan, terminan por desembocar en el cáncer de cuello uterino.

El estadio temprano de esta patología no reporta síntomas claros, pero las lesiones precancerosas se pueden diagnosticar mucho antes de que supongan un peligro para la mujer. Entre los síntomas de un tumor ya desarrollado, encontramos los siguientes:

  1. Sangrado vaginal tras las relaciones sexuales, entre períodos o después de la menopausia. La regla normal consiste en un desprendimiento del tejido engrosado del endometrio, así que si la mujer está fuera del ciclo normal, este sangrado debe provocarse por otro motivo.
  2. Fluido vaginal acuoso con sangre o un olor fétido. Este signo clínico no es único del CCU, pues muchas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) se manifiestan con secreciones purulentas.
  3. Dolor pélvico sostenido, sobre todo durante las relaciones sexuales.

El tratamiento dependerá, en gran medida, de la extensión del cáncer y el estado general de salud de la paciente.

Por ejemplo, si se acude a una cirugía se puede extirpar solo el tumor, el cuello uterino entero (traquelectomía) o el cuello uterino y el útero a la vez (histerectomía). Si el cáncer se ha diseminado, puede ser necesaria radio o quimioterapia.

Se recomienda a toda mujer que halla contraído un VPH realizarse análisis del cuello uterino cada 6 meses. Las lesiones precancerosas pueden tratarse, lo que evita la aparición del cáncer.

Las enfermedades más comunes en mujeres y sus motivos

Estas son 5 de las enfermedades más comunes en mujeres, pero no las únicas. El género femenino también presenta patologías como diabetes, cardiopatías isquémicas, intolerancias a alimentos, alergias y otros muchos eventos clínicos. De todas formas, estos desajustes suelen ir ligados al estilo de vida del individuo y no a su sexo biológico.

Seas hombre o mujer, muchas enfermedades encuentran su respuesta en la salud y los hábitos. Sin ir más lejos, 1/3 de los cánceres se producen por los siguientes parámetros: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y alcohol. Más allá del género, cuidarse es la clave del bienestar.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.