Las 10 enfermedades oculares más comunes

Las enfermedades oculares afectan a 2200 millones de personas en todo el mundo. La mayoría de ellas están asociadas a la edad o a otras enfermedades, como la diabetes. ¡Descúbrelo!
Las 10 enfermedades oculares más comunes
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 02 octubre, 2021

El sentido de la vista es uno de los más desarrollados en el ser humano. Gracias a los ojos, somos capaces de captar e interpretar a nivel cerebral la luz, el color, la forma, la distancia, la posición y el movimiento de todo aquello que nos rodea. Por desgracia, existen ciertas enfermedades oculares comunes que impiden una correcta visión o la imposibilitan del todo.

Los ojos son estructuras extremadamente complejas que se desgastan con el tiempo, y pueden suceder problemas visuales a nivel de tejido, de los nervios que comunican con el cerebro, de la capacidad para drenar fluidos y muchas cosas más. Prácticamente todo ser humano que viva lo suficiente presentará una enfermedad ocular a lo largo de su vida, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De todas formas, no todas las condiciones oculares se traducen en ceguera y muchas de ellas se pueden prevenir con el sistema sociosanitario adecuado y un estilo de vida saludable. Si quieres conocer las 10 enfermedades oculares más comunes y sus particularidades, sigue leyendo.

Situación mundial de las patologías visuales

Antes de entrar de lleno en las patologías del sentido de la vista, vemos de interés encuadrar a este grupo de cuadros clínicos a nivel global. Diversas fichas informativas de la OMS nos ayudan a brindarte los siguientes datos clave:

  • En todo el mundo, por lo menos 2200 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad visual o ceguera total. Entre todos los casos, al menos 1000 millones de ellos podrían haberse evitado con la atención sanitaria adecuada.
  • Solo en Estados Unidos, 4,2 millones de personas mayores de 40 años presentan ceguera total o tienen una visión muy alterada.
  • La mayoría de las personas con visión deficiente en todo el mundo tienen más de 50 años.
  • La prevalencia de las enfermedades visuales va en aumento. Al trabajar en ambientes cerrados y cerca de pantallas, los humanos forzamos la vista cada vez más y los ojos se desgastan antes.

Sumado a estos datos de gran interés, cabe destacar que los errores refractivos y las cataratas son las primeras causas de discapacidad visual en todo el mundo. Se estima que la miopía y la presbicia, por sí solas, provocan pérdidas de producción estimadas en más de 200 miles de millones de dólares estadounidenses.

Las enfermedades oculares causan pérdida de calidad de vida, pero también de productividad y dinero a nivel sanitario.

Las 10 enfermedades oculares más comunes

La magnitud de la ceguera y las deficiencias visuales están en alza. Más allá de los errores refractivos por el esfuerzo visual, patologías como la diabetes (cada vez más comunes) fomentan retinopatías, entre otros muchos cuadros. Por ello, es de interés que toda persona conozca cuáles son las 10 enfermedades oculares más comunes del mundo y cómo detectarlas antes de que sea tarde.

1. Errores refractivos

Comenzamos con el grupo de patologías más famosas del mundo en lo que al aparato visual se refiere. Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, los errores refractivos tienen lugar cuando se enfoca de forma inadecuada la imagen sobre la retina del ojo, lo cual provoca una disminución notable de la agudeza visual.

Los errores refractivos son la primera causa de pérdida de visión en todo el mundo, pues el 43 % de los cuadros de esta índole se explican por alguno de ellos. A continuación, dedicamos unas líneas a cada una de las patologías dentro de este grupo tan importante.

1.1 Miopía

Las enfermedades oculares comunes incluyen la miopía
Muchos problemas de refracción como la miopía ocasionan fatiga ocular y la necesidad de utilizar lentes.

La miopía es un error refractivo que se manifiesta cuando el paciente percibe borrosos los objetos lejanos. En este cuadro, los rayos de luz convergen delante de la retina, en vez de hacerlo directamente sobre ella, por lo que el enfocado se realiza de forma incorrecta. Este error ocurre cuando hay una discrepancia entre la capacidad de enfoque y la longitud del ojo.

Tal y como indica la Revista Mexicana de Oftalmología, en el año 2015 más de 300 millones de personas eran miopes. Se estima que, para el 2050, la cifra aumente a más de 4000 millones de pacientes. Curiosamente, las prevalencias son muy dispares en todo el mundo: valores de un 6,1 % en África y un 96,5 % en Corea lo dejan claro.

1.2 Hipermetropía

En este caso, los rayos de luz inciden y se produce el enfoque por detrás de la retina, pero no sobre ella. La hipermetropía puede deberse a una capacidad para enfocar deficiente, a un globo ocular demasiado pequeño o a ambas cosas a la vez. Los pacientes con este error refractivo tienen dificultad para ver objetos de cerca.

1.3 Presbicia

La presbicia es la pérdida gradual de la capacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos. Es una parte natural del envejecimiento del ser humano: comienza a los 40-45 años y empeora de forma progresiva hasta los 65 años. Por ello, la mayoría de gente anciana necesita gafas para leer “de cerca”.

A nivel patológico, la presbicia es causada por un endurecimiento del cristalino del ojo asociado a la senescencia. En pacientes mayores de 40 años, la prevalencia alcanza un 60 %. A partir de los 60 años, el 80 % de la población mundial necesita utilizar gafas, ya sea por este u otro error refractivo.

1.4 Astigmatismo

En el caso del astigmatismo, la córnea del aparato ocular está mal curvada. Esta curvatura anómala provoca que la visión esté desenfocada, y a diferencia del resto de patologías citadas, la mayoría de los pacientes que la presentan manifiestan sus síntomas desde el nacimiento. Con frecuencia, ocurre en conjunción con la miopía y la hipermetropía.

La prevalencia del astigmatismo es del 32,2 % de la población mundial. 

Los errores de refracción manejan cifras astronómicas y cada vez más porcentaje de la población los padece. Estas condiciones se pueden solucionar con gafas, lentillas u operaciones específicas, pero por desgracia, en los países de bajo ingreso mucha gente no se puede permitir ninguna de estas soluciones.

2. Cataratas

Tal y como indica la Clínica Mayo, una catarata es una opacidad de la transparencia normal del cristalino ocular. Dicho de forma sencilla, las personas que padecen esta condición sienten que ven a través de “un cristal empañado” o “lleno de escarcha”. La visión nublada provocada por este cuadro dificulta muchas tareas habituales, como leer, conducir o reconocer a otras personas.

La transmisión de la luz a través del aparato ocular disminuye con la edad por 2 razones principales: la degeneración de las células del cristalino y la disminución del transporte de fluidos en los tejidos de esta estructura. Por esta razón, la causa más común de las cataratas es simplemente el envejecimiento. A día de hoy, unas 22 millones de personas mayores de 40 años manifiestan este cuadro clínico.

Más allá del paso del tiempo, la hipertensión y la diabetes pueden fomentar que se produzca la degeneración del cristalino. Una lesión en el ojo, la exposición a radiación ultravioleta, la predisposición genética y el consumo de sustancias adictivas (como el tabaco) también propician que las cataratas aparezcan antes de tiempo.

3. Glaucoma

El glaucoma se conoce en la sociedad general como “la enfermedad silenciosa”, pues va robándole poco a poco la vista al paciente sin que este se dé cuenta. En una situación normal, el cuerpo ciliar del ojo produce un fluido característico, conocido como humor acuoso. Este se libera a través del sistema del drenaje ocular, manteniéndose así una correcta presión intraocular (PIO).

En los cuadros de glaucoma, el sistema de drenaje del ojo no funciona correctamente y el humor acuoso se almacena. Esto se traduce en una mayor presión intraocular, que a su vez genera daños irreversibles en el nervio óptico. Tal y como indica el portal Glaucoma.orgla PIO normal oscila entre 12 y 22 milímetros de mercurio. Por encima del límite superior, se corre riesgo de sufrir glaucoma.

La prevalencia actual del glaucoma en el mundo es de 60 millones de personas afectadas, de las cuales más de 8 millones están ciegas. Existen 2 tipos principales dentro de este grupo patológico:

  1. Glaucoma de ángulo abierto: la evolución es lenta y no se presenta con síntomas aparentes. Aun así, provoca un deterioro progresivo e irreversible del nervio óptico.
  2. Glaucoma de ángulo cerrado: cursa de forma aguda y con un dolor muy intenso. Se acompaña de dilatación de la pupila, náuseas y vómitos.

4. Conjuntivitis

El término “conjuntivitis” hace referencia a la inflamación e infección (o ambas) de la conjuntiva, una membrana mucosa que cubre la cara posterior de los párpados y la parte anterior del globo del ojo. Uno de sus síntomas más comunes es el enrojecimiento de la esclerótica, debido a la alta vascularización del tejido afectado. 

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades citan los siguientes desencadenantes más comunes de la conjuntivitis:

  • Enfermedades de origen vírico: algunos adenovirus o el causante del herpes zóster pueden provocar conjuntivitis vírica.
  • Infecciones bacterianas: Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Moraxella catarrhalis, Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae son capaces de provocar infecciones en el tejido ocular.
  • Exposición a alérgenos: los alérgenos son sustancias aparentemente inocuas que se reconocen como patogénicas por parte del sistema inmunitario. La conjuntivitis puede mostrarse como un síntoma de un cuadro alérgico.
  • Causas menos comunes, pero posibles: exposición a sustancias químicas, uso de lentes de contacto, cuerpos externos en el ojo, contaminación, infecciones provocadas por hongos y parasitosis.

Las lágrimas artificiales y el uso de compresas frías suelen ayudar a aliviar la sintomatología de la conjuntivitis. La variante alérgica es la más común de todas, pues afecta del 15 al 40 % de la población en ciertas épocas del año, sobre todo en primavera y verano.

La conjuntivitis es una de las enfermedades oculares más comunes y tiene una etiología muy variada.

5. Retinopatía diabética

La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes que afecta al sistema ocular. Aunque no se conozca demasiado esta condición, la revista Elsevier Atención Primaria destaca que esta complicación de la diabetes es la causante del 2,6 % de los casos globales de ceguera.

Dicho de forma rápida y sencilla, esta condición ocurre por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan a la retina asociado al cuadro diabético. Afecta al 80 % de las personas que han tenido diabetes por 20 años o más. En Estados Unidos, la retinopatía diabética provoca el 12 % de los casos de ceguera nuevos anuales y es la primera causa de la misma en personas de entre 20 y 64 años.

Si no se controla el cuadro diabético, esta condición puede derivar en una ceguera irreversible.

6. Tracoma

Quizá esta sea una de las enfermedades oculares más comunes pero que menos gente conoce. El tracoma es una infección en el ojo provocada por el microorganismo Chlamydia trachomatis. Más allá del cuadro ocular, esta bacteria intracelular provoca en humanos infecciones genitales y neumonías.

Tal y como indica la OMS, este tipo de infección supone un problema de salud pública muy importante en 37 países distintos y provoca ceguera o incapacidad visual en casi 2 millones de personas. Vamos más allá, pues se estima que 142 millones de habitantes viven en zonas en las que el tracoma es endémico y sufren riesgo de quedarse ciegos.

El problema del tracoma no es su presentación esporádica, sino que las infecciones constantes dañan al ojo hasta tal punto de causar una ceguera irreparable. El cuadro se agrava cuando el paciente presenta triquiasis, o lo que es lo mismo, una dirección errónea del párpado producto de la infección. Al final, las propias pestañas ayudan a la destrucción del tejido ocular.

7. Degeneración macular asociada con la edad

Las enfermedades oculares comunes incluyen la degeneración macular
Una gran proporción de las enfermedades oculares aumentan su incidencia durante la vejez. El desgaste de los tejidos suele relacionarse con otros problemas de salud crónicos.

Como su propio nombre indica, la degeneración macular asociada con la edad (AMD o DME) es una enfermedad que se vincula con el envejecimiento normal de los seres humanos. En esta condición, se destruye gradualmente la visión central del paciente y se pierde detalle en el reconocimiento de imágenes. Es mucho más común en personas de más de 60 años.

Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la DME se puede presentar en 2 variantes:

  1. DME seca: en esta variante, los vasos sanguíneos bajo la mácula se vuelven delgados y frágiles. Además, se producen deposiciones amarillas en el tejido, conocidas como engrosamientos localizados.
  2. DME húmeda: esta variante es mucho menos común, pues solo representa al 10 % de los pacientes con degeneración macular. En ella, crecen nuevos vasos sanguíneos bajo la mácula que terminan por romperse y provocan la infiltración de líquidos. La DME húmeda es más agresiva que la seca.

La prevalencia combinada de la degeneración macular es del 0,34 % en la población general. De todas formas, entre los 75 y 84 años la probabilidad de presentarla aumenta hasta más de un 15 %. Sin duda, esta es otra de las enfermedades oculares más comunes asociadas a la vejez. 

Un mundo patológico bajo nuestros ojos

En total, te hemos mostrado 10 enfermedades oculares muy comunes en la sociedad general (4 errores refractivos y 6 condiciones separadas). La mayoría están asociadas a la edad, pero por ejemplo, el tracoma es casi exclusivo de los países de bajo ingreso en los que la higiene y el sistema sanitario brillan por su ausencia. Hasta cierto punto, tener una buena vista es una cuestión de clases.

Cerramos este espacio con una de las estadísticas brindadas al principio: de los 2200 millones de casos mundiales de pérdida de visión, 1000 millones de ellos podrían haberse prevenido con la atención sanitaria adecuada. En cierto modo, tenemos suerte de poder llevar gafas si se nos diagnostica una miopía o gotas oftálmicas si tenemos conjuntivitis.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.