Las 7 enfermedades mentales más comunes

Las enfermedades mentales más comunes van mucho más allá de la depresión y la ansiedad, y sus consecuencias pueden ser muy importantes. Aquí te contamos 7 de ellas.
Las 7 enfermedades mentales más comunes
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 23 septiembre, 2021

Las dinámicas sociales y productivas suponen un verdadero desafío para la mente humana. Vivir en un mundo globalizado nos exige productividad, efectividad, capacidad de socialización, infinitas responsabilidades y muchas más tareas simultáneas. Es normal que la mente sufra los efectos de un ritmo vital desenfrenado, y por ello, cada vez son más comunes ciertas enfermedades mentales.

Tal y como indica el portal Comunica la Salud Mental, 1 de cada 4 personas tendrán un trastorno de esta índole a lo largo de su vida. Vamos más allá, pues el 12,5 % de todos los problemas de salud mundiales están representados por las enfermedades mentales, aunque entre el 35 y el 50 % de los pacientes que las padecen no reciben ningún tratamiento (o este no es el adecuado).

A este ritmo, cabe predecir que los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030. La importancia de divulgar y normalizar los trastornos de este tipo se explica por sí sola, pues solo así las miles de personas que sufren en silencio se animarán a buscar ayuda. Conoce con nosotros las 7 enfermedades mentales más comunes.

¿Qué es una enfermedad mental?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Por ello, una persona puede no presentar un cuadro patológico y aún así no encontrarse bien, y por tanto, estar carente de salud.

Por otro lado, la misma entidad argumenta que la enfermedad es la alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible. El cerebro es una parte del cuerpo, así que un desajuste en este órgano se considera enfermedad.

Esta acepción es muy importante, pues para ciertos sectores de la población es difícil entender que un cuadro sin síntomas físicos puede ser igual de grave que un sangrado intenso o un brazo roto. Un trastorno mental es un patrón de comportamiento que causa angustia significativa o deterioro del funcionamiento personal, y como tal, requiere atención igual que cualquier otra patología.

En líneas generales, las enfermedades mentales se manifiestan como alteraciones en los procesos del razonamiento, en el comportamiento, en la capacidad para reconocer la realidad y en la posibilidad de gestionar emociones y relaciones. Tal y como indica el portal estadístico Our World in Data, 970 millones de personas en todo el mundo padecen alguna condición de este tipo.

A pesar de la alta prevalencia de estos trastornos, hasta el 50 % de los pacientes no reciben el tratamiento indicado.

Las 7 enfermedades mentales más comunes

Ahora que hemos dejado claro que los trastornos mentales requieren atención en todos los casos, podemos entrar en el terreno clínico. Descubre con nosotros cuáles son las 7 enfermedades mentales más comunes en el mundo.

1. Trastorno de ansiedad generalizado

Entre las enfermedades mentales más comunes está la ansiedad
Cuando la ansiedad se produce de forma constante y afecta de forma negativa la calidad de vida, es probable que se haya desarrollado el trastorno de ansiedad generalizado.

La ansiedad en momentos concretos es normal e incluso positiva. Cuando detectamos una amenaza, el cuerpo libera adrenalina y cortisol, dos de las hormonas responsables de los síntomas de estrés agudo y prolongado. En estado de alerta, el cuerpo humano muestra un incremento en la frecuencia cardíaca, vasoconstricción, dilatación de las vías aéreas y movilización de reservas energéticas.

Dicho de otro modo, la ansiedad nos ayuda a responder y a luchar con mayor efectividad. El problema llega cuando no existe ninguna amenaza y el cuerpo se acostumbra a un estado de estrés constante. Tal y como indica la Clínica Mayo, este desajuste fisiológico puede derivar en depresión, problemas digestivos, dolores de cabeza, problemas de sueño y muchas condiciones más.

El trastorno de ansiedad generalizado (TAG) afecta al 5 % de la población en cualquier momento y lugar dados. Esto se traduce en 40 millones de personas con esta condición solo en Estados Unidos, aunque se estima que las cifras reales son mucho más altas. Si presentas síntomas de ansiedad crónicos durante más de 6 meses, no dudes en acudir al psiquiatra.

En el trastorno de ansiedad generalizado (TAG), diversos síntomas aparecen en un intervalo de 6 meses o más.

2. Depresión

La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes del mundo. Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta condición (a veces silenciosa) afecta a 300 millones de personas en todo el planeta, o lo que es lo mismo, a más del 5 % de la población. Además, entre el 70 % y el 80 % de las personas deprimidas en los países de bajo ingreso no reciben tratamiento.

Estos datos son muy alarmantes, mucho más si tenemos en cuenta que hasta el 20 % de los pacientes no tratados acaban eligiendo el suicidio como salida en algún momento de su vida. La recomendación principal se hace por sí sola: si sientes que algo no va bien en tu mente o en tu entorno, no dudes en acudir al psiquiatra. No estar bien no es normal, creas lo que creas.

Algunos de los síntomas o sensaciones más comunes en los pacientes con depresión clínica son los siguientes:

  • Sentimiento continuo de tristeza.
  • Sensación de falta de esperanza y de no poder ser ayudado.
  • Autoestima baja.
  • Sentir ganas constantes o recurrentes de llorar.
  • Presencia excesiva de remordimientos.
  • Intolerancia y falta de motivación.
  • Dificultad a la hora de tomar decisiones.
  • Incapacidad para experimentar alegría en situaciones que deberían ser estimulantes.

Además de estos síntomas psicológicos, existen signos clínicos fisiológicos que se pueden observar en algunas personas con cuadros depresivos. Cualquiera de los síntomas citados indica la necesidad de acudir a un profesional psiquiátrico.

3. Fobias

Una fobia se define como un ‘trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso, desproporcionado e irracional ante un evento o situación concreta’. Según estudios, esta es una de las enfermedades mentales más comunes en todo el mundo, pues su prevalencia a lo largo de la vida llega hasta un 12,5 % de la población general.

Existen fobias hacia muchas cosas: insectos (entomofobia), lugares cerrados (claustrofobia), el concepto de la muerte (tanatofobia) o arañas (aracnofobia) son solo algunos ejemplos. Todas ellas se caracterizan por mostrar un importante incremento de la activación vegetativa, conductas de evitación/escape, anticipación de consecuencias catastróficas y pensamientos de daño.

Las terapias de exposición mediadas por un profesional suelen ser muy útiles en estos cuadros clínicos.

4. Trastorno por el consumo de alcohol

Quizá no esperabas un cuadro como este en la lista, pero al fin y al cabo, los trastornos por el abuso de sustancias son enfermedades mentales. Los circuitos dopaminérgicos a nivel cerebral se ven trastocados cuando un compuesto genera dependencia, y por tanto, el abuso de alcohol y otras drogas se puede incluir perfectamente en el grupo de trastornos psiquiátricos.

Vamos más allá, pues fuentes ya citadas definen las adicciones como ‘enfermedades crónicas y recurrentes del cerebro’. El alcoholismo es abanderado en esta categoría, pues el uso nocivo de esta sustancia es un factor causal de más de 200 trastornos. Cada año se producen 3 millones de muertes por el consumo nocivo de alcohol, o lo que es lo mismo, el 5,3 % de todas las defunciones.

Algunos síntomas de adicción (al alcohol o a cualquier otra sustancia) son los siguientes:

  • Toma de la sustancia en cantidades mucho mayores de las planeadas o por más tiempo del previsto.
  • Consumo continuado de la sustancia a pesar del conocimiento de los perjuicios que genera sobre el adicto.
  • Abandono o reducción de la actividad social, ocupacional o recreativa debido al uso de sustancias.
  • Desarrollo de tolerancia (necesidad de aumentar las dosis) y abstinencia (efectos físicos indeseables al dejar la sustancia).

Más allá del alcohol, podemos citar otras sustancias adictivas, como los narcóticos, los opioides, la nicotina o la marihuana. A día de hoy, la única actividad que se considera adictiva per se más allá de las drogas son los juegos de apuestas (gambling disorder en inglés).

5. Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una afección mental que se caracteriza por la presencia de pensamientos (obsesiones) y rituales (compulsiones) de forma repetida en el tiempo. Estos signos clínicos interfieren de forma notable en la vida del paciente, y no se pueden controlar ni detener fácilmente.

La condición se observa de igual forma en hombres y en mujeres, con una prevalencia del 1 % y 3 % en adultos y del 1 % y 2 % en niños y adolescentes. Tal y como indica el NHS, se cree que su origen es multifactorial e incluye factores predisponentes tanto genéticos como ambientales. El curso del TOC es crónico, pero puede variar dependiendo del estrés del paciente.

6. Anorexia

La anorexia nerviosa, junto con la bulimia, forma el grueso de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), aunque no son los únicos. Esta condición se caracteriza por un rechazo de la comida por parte del enfermo y un miedo obsesivo a engordar, lo cual deriva en una estricta restricción autoimpuesta en lo que a la alimentación se refiere.

Algunos síntomas de la anorexia son los siguientes:

  • Miedo intenso a ganar peso.
  • Distorsión de la imagen corporal. Dicho de otro modo, el paciente se ve muy gordo a pesar de presentar un índice de masa corporal (IMC) anormalmente bajo.
  • Reducción de peso por debajo de la media esperada hasta el punto de llegar a la desnutrición.
  • Signos físicos: piel rugosa, caída del cabello, irregularidades en la menstruación, mareos, fatiga y muchas cosas más.
  • Tristeza, angustia, evasión de situaciones sociales e irritabilidad.
  • Baja autoestima, a veces propiciada por autoexigencias y perfeccionismo.

Según la revista médica Current Psychiatry Reportsla prevalencia de la anorexia nerviosa es de aproximadamente el 0,9 % de las mujeres adultas. Otros estudios son mucho menos optimistas, indicando que 1 de cada 10 adolescentes mujeres en algunas regiones sufre algún tipo de patología alimentaria.

Por desalentador que parezca, es necesario reportar que la anorexia es la enfermedad mental con mayor tasa de mortalidad del mundo, por encima de la esquizofrenia y la depresión. La muerte suele producirse por fallos orgánicos derivados del bajo peso o por suicidio.

El tratamiento de la anorexia requiere años de atención psicológica constante. La mayoría de pacientes tardan varios años en “estar bien” y muchos otros nunca se recuperan del todo.

7. Trastornos de la personalidad (TP)

Entre las enfermedades mentales más comunes están los trastornos de personalidad
Identificar un trastorno de la personalidad no es tarea fácil, en especial para los propios afectados. Conocer estas condiciones es fundamental como primer paso para buscar ayuda.

Los trastornos de la personalidad son un conjunto de perturbaciones que se dan en dimensiones emocionales, afectivas, motivacionales y en lo referente al entorno social. Los pacientes con una patología de este tipo presentan problemas en la cognición, la emotividad, el funcionamiento interpersonal o el control de impulsos.

Este grupo representa a una de las enfermedades mentales más comunes en todo el mundo, pues engloba ni más ni menos que al 40-60 % de los pacientes ingresados en el entorno psiquiátrico. Además, representan el diagnóstico más frecuente en este tipo de establecimientos.

Existen muchos trastornos de personalidad (TP), englobados en 3 grupos: A (trastornos raros o excéntricos), B (trastornos dramáticos, emocionales o erráticos) y C (trastornos ansiosos y temerosos). Algunos de los más representativos son los siguientes:

  • Trastorno esquizoide de personalidad: la prevalencia se estima en menos del 1 % de la población. Las personas que presentan este trastorno se caracterizan por la falta de interés en relacionarse socialmente y por una restricción de la expresión emocional.
  • Trastorno límite de la personalidad: tal y como indican fuentes profesionales, este trastorno se caracteriza primariamente por inestabilidad emocional, pensamiento muy polarizado, impulsividad y relaciones interpersonales caóticas. Su prevalencia se estima en un 0,2-1,8 %  de la población general.
  • Trastorno de la personalidad por evitación: esta patología se caracteriza por un patrón generalizado por hipersensibilidad a la evaluación negativa, rechazo o desaprobación y evitación de la interacción social.

Todas estas enfermedades requieren atención médica

Son muchas las enfermedades mentales descritas hasta ahora. Todas las condiciones que te hemos citado requieren evaluación psiquiátrica, pues sean más o menos graves, deben ser tratadas. Esto se hace especialmente importante en el caso de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y la depresión.

Aunque la tasa de mortalidad sea baja para casi todas estas patologías, muchas de ellas se vuelven incapacitantes y pueden dificultar seriamente la vida del paciente en el tiempo. Si te has visto reconocido en cualquiera de los síntomas citados, te aconsejamos que acudas a un profesional: no estás solo y la ayuda funciona.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.