Encopresis: síntomas, causas, tipos y tratamiento

La encopresis es un trastorno de la eliminación, que implica evacuar las heces de forma voluntaria o involuntaria. Los episodios aparecen más de una vez al mes, si el niño tiene como mínimo cuatro años. ¡Te contamos más!
Encopresis: síntomas, causas, tipos y tratamiento
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 23 mayo, 2021

La encopresis es un trastorno de la evacuación en los niños que implica defecarse encima (es decir, en momentos inapropiados o fuera del baño). Puede ser que el niño no pueda controlarlo o que lo haga de forma voluntaria, y en ambos casos hablaríamos de encopresis.

Para hablar de este trastorno el niño debe tener como mínimo cuatro años (o un nivel de desarrollo equivalente). Según la Asociación Española de Psiquiatría, la encopresis es menos común que la enuresis (emisión repetida de orina), y en torno a los tres años, el 16 % de los niños muestran aun signos de incontinencia fecal una vez a la semana o más.

En torno a los cuatro años, solo el 3 % de los niños muestra estos signos. A los siete años, las cifras se reducen, y el 1,5 % de los niños todavía no ha logrado la continencia; finalmente, a los 10-11 años la cifra desciende a un 0,8 %.

Encopresis: ¿qué es?

La encopresis se define como un ‘trastorno de la eliminación de inicio en la infancia, más frecuente entre los niños que entre las niñas’. Implica la evacuación de heces de forma involuntaria o intencionada, durante un mínimo de tres meses en niños de más de cuatro años.

Esta evacuación no se debe a los efectos fisiológicos de una sustancia o a una enfermedad. Puede aparecer con estreñimiento o incontinenciaw por rebosamiento o sin ellos (esto debería especificarlo el clínico que diagnostique el trastorno).

Síntomas

Los síntomas de la encopresis son definidos tanto en el DSM-IV-TR (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) como en la última versión de este, el DSM-5, y son similares. Estos síntomas se traducen en cuatro criterios diagnósticos, y son los siguientes:

Evacuación de heces

Síntomas de la encopresis
Estos síntomas pueden aparecer en cualquier momento del día.

El primer criterio diagnóstico y síntoma fundamental de encopresis es la evacuación de heces. Esto sucede en momentos inapropiados o fuera del baño, durante el día o la noche (no puede esperar al lavabo para hacerlo).

Esta evacuación puede ser tanto intencionada como involuntaria. En ambos casos se diagnosticaría encopresis.

Duración de los síntomas

Los episodios de encopresis aparecen más de una vez al mes. Estos episodios duran como mínimo tres meses.

Edad del/a niño/a: 4 años o más

Hasta que los niños aprenden a controlar sus esfínteres, pueden pasar años. Es normal que, durante su desarrollo, necesiten un tiempo para adquirir este control, lo que hace que puedan presentar episodios de encopresis sin llegar a presentar el trastorno.

Así, para poder hablar de encopresis propiamente dicha, el niño o la niña deberá tener cuatro años o más (o un nivel de desarrollo equivalente). Este criterio se establece también en la CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades).

No se debe a una sustancia o enfermedad

El último criterio para la encopresis es este: el trastorno no se debe exclusivamente a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o una enfermedad.

Epidemiología de la encopresis

Según datos del DSM-5, la prevalencia de este trastorno de la eliminación desciende con la edad. Es muy rara su aparición durante la adolescencia.

Es más frecuente en varones que en mujeres, en una proporción de 3 a 4 varones por cada mujer. Se hipotetiza que esto se debe a que los varones maduran de forma más lenta (y lo hacen más tarde).

Por otro lado, es frecuente que este trastorno aparezca junto a otros problemas o alteraciones. Sobre todo los siguientes:

  • Conductas de evitación social.
  • Enuresis (emisión repetida de orina, también voluntaria o involuntaria).
  • Trastornos de conducta (trastorno negativista desafiante y trastorno disocial).

Causas

Existen diferentes causas que explicarían la aparición de encopresis. Entre las más destacadas encontramos: problemas de estreñimiento y alteraciones o problemas de tipo emocional. También, una inmadurez en el desarrollo del niño.

Estreñimiento

En la mayoría de ocasiones, la encopresis se debe al estreñimiento (normalmente, estreñimiento crónico). Cuando este ocurre, las heces del niño son duras, secas y difíciles de pasar. A raíz de todo esto el niño evita ir al baño, porque le cuesta mucho evacuar (o le duele al hacerlo). Todo esto empeoraría el problema.

Además, cuanto más tiempo permanezcan las heces en el colon, más le cuesta al niño expulsarlas. De esta forma, lo que ocurre es que el colon se estira y al final afecta a los nervios, que avisan cuándo es el momento de ir al baño.

Cuando el colon se llena demasiado, pueden producirse pérdidas de heces blandas o líquidas por fuera de las heces retenidas, así como pérdida del control del movimiento de los intestinos. A su vez, algunas de las causas del estreñimiento son las siguientes:

  • No beber suficiente líquido.
  • Ingerir poca fibra.
  • No querer interrumpir los juegos u otras actividades.
  • Tomar demasiada leche de vaca o intolerancia a la leche de vaca (aunque no es una causa completamente demostrada).
  • Contener las heces debido al miedo de ir al baño, sobre todo fuera de casa.

Alteraciones emocionales

Causas emocionales de la encopresis
Es importante entender el origen de estos problemas emocionales.

Los problemas emocionales son otra posible causa de la encopresis. El estrés emocional, por ejemplo, puede propiciar este trastorno en los niños, muy sensibles en esta etapa vital (sobre todo a los cambios). El estrés, a su vez, puede aparecer por:

  • Cambios en la vida del niño (por ejemplo: dejar los pañales, empezar la escuela, cambio en sus rutinas, etc.).
  • Divorcio de los padres o nacimiento de un hermano.
  • Proceso de aprender a ir al baño prematuro, traumático o complicado.
  • Necesidad de reclamar atención, tristeza, ansiedad infantil, etc.

Tipos

Existen diferentes tipos de encopresis, según tres criterios: presencia o no de estreñimiento, curso del trastorno y momento de aparición (durante o el día o la noche). Así, hablamos de los siguientes tipos de encopresis:

Encopresis retentiva

La encopresis retentiva es aquella en la que aparece estreñimiento asociado. Es el tipo de encopresis más frecuente, suponiendo el 80 % del total de los casos.

Encopresis no retentiva

La encopresis no retentiva es aquella en la que no existe estreñimiento. No es tan frecuente.

Encopresis continua (primaria)

Según el curso del trastorno, encontramos la encopresis primaria o la secundaria. La primaria, también denominada encopresis continua, es aquella en la que nunca ha habido un control de los esfínteres por parte del niño.

Encopresis discontinua (secundaria)

En el caso de la encopresis secunaria, o discontinua, ha habido un control de los esfínteres. Este control ha durado, como mínimo, 12 meses. La encopresis primaria es igual de frecuente que la secundaria.

Encopresis diurna

Según el momento de aparición de los episodios encopréticos, encontramos la encopresis diurna o la nocturna. La diurna es mucho más frecuente que la nocturna.

Encopresis nocturna

La encopresis nocturna, aunque no tan frecuente, también es motivo de preocupación de padres y madres. En este caso, el niño no puede evitar defecarse encima por las noches.

Tratamiento

La encopresis es un trastorno que suele tener una alta tasa de remisiones espontáneas (es decir, desaparece sin tratamiento). Esta tasa es superior que en la enuresis (emisión de orina), un trastorno donde es más recomendable un tratamiento.

Sin embargo, también existen tratamientos disponibles para la encopresis, y que suelen resultar muy eficaces. Según la Guía de tratamientos psicológicos eficaces de Marino Pérez et al. (2010), encontramos dos tipos de tratamientos para el trastorno: los “probablemente eficaces” y los que están en fase experimental.

Tratamientos probablemente eficaces

Este tipo de tratamientos cuentan con una buena eficacia, aunque no la suficiente como para catalogarse como “bien establecidos”. Encontramos cuatro para el caso de la encopresis:

  • Tratamiento conductual (incluye refuerzo positivo y entrenamiento en relajación de esfínteres) + tratamiento médico completo (con una tasa de éxito del 78 %).
  • Tratamiento médico completo (sin fibra) + refuerzo positivo (73 % de éxito).
  • Tratamiento médico completo + biofeedback de contracción paradójica, donde el niño aprende a relajar este músculo (55 % de éxito).
  • Tratamiento médico completo + refuerzo positivo (51 % de éxito).

Tratamientos en fase experimental

Para este trastorno en concreto solo encontramos un tratamiento en fase experimental. Se trata del tratamiento multicomponente, que incluye técnicas conductuales (como el refuerzo positivo) y médicas.

La encopresis es un trastorno menos frecuente que la enuresis, aunque de igual forma puede preocupar a padres y madres. Sin embargo, es un trastorno que o bien desaparece con el propio desarrollo del niño (de forma espontánea), o con un tratamiento adecuado, que suele incluir la toma extra de fibra en casos de estreñimiento.



  • American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
  • Asociación Española de Psiquiatría (AEPNYA). (2008). Encopresis. Protocolos.
  • Caballo (2002). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos. Vol. 1 y 2. Madrid. Siglo XXI.
  • Comeche, M.I. y Vallejo, M.A. (2016). Manual de terapia de conducta en la infancia. Dykinson. Madrid.
  • Marcelli, D. & Ajuriaguerra, J. (1996). Psicopatología del Niño. Masson.
  • Pérez, M., Fernández, J.R., Fernández, C. y Amigo, I. (2010). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I y II. Madrid: Pirámide.
  • Servera, M. (2002). Intervención en los trastornos del comportamiento infantil. Una perspectiva conductual de sistemas. Pirámide. Madrid.
  • WHO, The ICD-10 Clasification of Mental and Behavioral Disorders: Diagnostic Criteria for Research. (1992). World Health Organization.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.