Ansiedad en la fibromialgia: lo que debes saber

Solicitar ayuda profesional en caso de malestar emocional es indispensable para promover el bienestar. En el caso de las personas con fibromialgia, esto viene a ser aún más necesario ¡y beneficioso!
Ansiedad en la fibromialgia: lo que debes saber
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 12 junio, 2021

La fibromialgia es una enfermedad difícil de precisar. Y dado que con frecuencia puede ser impredecible, no es extraño que provoque desasosiego y frustración. En este mismo orden de ideas, la ansiedad en la fibromialgia no es infrecuente. Ahora bien, ¿por qué? Para responder a esta pregunta, primero debemos recordar algunos aspectos sobre esta enfermedad.

En su día a día, una persona con fibromialgia no solo experimenta síntomas físicos como: dolor generalizado, sensación de hormigueo, dolor de cabeza, molestias digestivas, mareos, etc., sino que también debe convivir con los pensamientos, emociones y sentimientos que surgen a raíz de ello. Muchos de ellos, negativos.

No es fácil hacerle frente al dolor, el cansancio y el malestar general que persiste a pesar del reposo y otras medidas. A veces, se sobrelleva de mejor manera, pero otras, resulta más difícil. Esto, sumado a la necesidad de cumplir una rutina puede hacer que la persona sienta que ha perdido el control de su vida.

Causas y desencadenantes de la ansiedad

La ansiedad en la fibromialgia es común
Vivir con enfermedades crónicas no es algo fácil, en especial si se asocian al dolor como es el caso de la fibromialgia.

En líneas generales, la sobrecarga sensorial, los cambios súbitos en la rutina, las situaciones estresantes y otros factores son, a menudo, desencadenantes de malestar físico y psicoemocional en personas con fibromialgia.

Si bien resulta innegable la influencia -en mayor o menor medida, según el caso- del estrés y los demás factores mencionados, existe la idea de que la ansiedad también podría tener un componente relacionado con la genética y la química cerebral

A pesar de las numerosas investigaciones realizadas al respecto, aún no se ha podido identificar una causa concreta de la ansiedad. No obstante, cada vez se dispone de más información, lo que permite afinar los criterios para futuras investigaciones.

Lo que dicen las investigaciones

En el año 2006, un estudio expuso que, aunque se habían notificado con frecuencia niveles bajos de vitamina D en personas con fibromialgia, no se pudo demostrar ninguna relación con la ansiedad y la depresión.

Por otro lado, en un estudio publicado en el 2013 se pudo observar -en pacientes con fibromialgia- lo siguiente:

  • El dolor crónico suele ir asociado a comorbilidades como la ansiedad y la depresión. Estos pueden disminuir la calidad de vida.
  • Las personas que tenían altos niveles de ansiedad y depresión mostraron una mayor percepción del dolor, pero no una mayor sensibilidad.
  • Los pacientes con mayores niveles de ansiedad y depresión presentaban un mayor riesgo de padecer fibromialgia grave.

Síntomas de ansiedad

La ansiedad puede manifestarse de diversas maneras y en distinta intensidad. En ocasiones, a través de dolores de cabeza, mareos y náuseas, y en otras, de maneras más incapacitantes tanto a nivel físico como psicológico.

Además, hay que tener en cuenta que no siempre es fácil precisar los síntomas, dado lo difusos que pueden ser. Sobre todo los coloquialmente llamados “achaques”, las sensaciones de debilidad o de malestar generalizado.

El nerviosismo, la irritabilidad, la inquietud, los pensamientos negativos (e incluso fatalistas) y la sensación de estar fuera de control en todo sentido, sumado a la sensación de vivir “al límite”, son síntomas comunes de la ansiedad en la fibromialgia.

    Al igual que en otros problemas de salud, la ansiedad en la fibromialgia no solo se presenta como un síntoma derivado de la enfermedad, sino también como una condición solapante o interdependiente.

    Pero más allá de cómo se clasifique, lo cierto es que la ansiedad puede afectar la calidad de vida de cualquier persona, y aún más en las que sufren de fibromialgia y otras enfermedades crónicas. Por ello mismo, se hace necesario abordarla y aprender a gestionarla con ayuda profesional.

    Por lo general, el primer paso para ponerse “manos a la obra” consiste en reconocer la ansiedad, luego, identificar los posibles desencadenantes y finalmente, aprender a vivir bien, aún cuando se manifieste.

    Los expertos del American College of Rheumatology afirman que con un tratamiento acorde, un estilo de vida saludable y buenos autocuidados es posible mejorar y llevar una vida normal. Por ello, animan a los pacientes a tomar un rol activo en su bienestar.

    Diagnóstico

    Para poder abordar la ansiedad en la fibromialgia, es necesario que la persona acuda a consulta médica y exponga su malestar al detalle. Luego, el médico tratante podrá remitir a un psicólogo o psiquiatra, según considere más oportuno. Los especialistas son quienes podrán realizar el diagnóstico.

    • La ansiedad en la fibromialgia no es un diagnóstico como tal, por ello se hace necesaria la consulta con el especialista.
    • Hay que tener en cuenta que hay pacientes que experimentan ansiedad, pero que no tienen un trastorno de ansiedad generalizada o de pánico, sino un trastorno bipolar, por ejemplo.

    Tratamiento

    La ansiedad en la fibromialgia requiere tratamiento
    Acudir con un profesional de la salud mental es importante para superar esta parte de la enfermedad.

    Desde el American College of Rheumatology se destaca la gran utilidad de la terapia cognitivo conductual en el tratamiento de la fibromialgia. Esta “se centra en la comprensión de cómo los pensamientos y las conductas afectan el dolor y otros síntomas”.

    En la guía elaborada por los expertos de la Sociedad Española de Reumatología, titulada: Aprendiendo a convivir con la Fibromialgia, se confirma que la combinación de la terapia con otras herramientas y técnicas de relajación contribuyen con el bienestar de manera significativa.

    Esto incluye mejorías respecto a la ansiedad, la depresión, el dolor y el impacto global de la enfermedad.

    Por ello, herramientas como el mindfulness, la respiración profunda y otras técnicas de relajación (como las que forman parte de disciplinas que combinan el cuidado del cuerpo y la mente, como del taichí y el yoga) son recomendables.

    En definitiva, para sobrellevar la ansiedad en la fibromialgia y disfrutar de una buena calidad de vida, es necesario poner en práctica una estrategia que permita el bienestar integral. 




    Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.