Test de embarazo: tipos y recomendaciones
El embarazo es un período en el que las mujeres tienen múltiples cambios, lo que las hace propensas a sufrir enfermedades. En este sentido, es de vital importancia realizarse un test de embarazo cuando se sospeche la presencia del mismo, solo así se podrá obtener atención médica especializada desde el inicio.
Desde hace miles de años, el hombre ha tratado de determinar cuándo la mujer está embarazada. De hecho, existen registros que datan del año 1350 antes de Cristo. Las pruebas de embarazo evolucionaron con el pasar de los años, pasando de métodos inespecíficos hasta estudios con un 99 % de precisión.
La primera pregunta que muchas mujeres se hacen ante un retraso en la menstruación es ¿estaré embarazada? La única forma de salir de esta duda es realizarse un test de embarazo. Por fortuna, existen múltiples pruebas que pueden dar un diagnóstico certero y confiable. A continuación te hablamos un poco sobre ellas.
Tipos de test de embarazo
El test de embarazo es una prueba específica que determina los niveles de la hormona gonadotropina coriónica humana (GCH) en el organismo. La GCH se eleva solo durante el embarazo o en presencia de cierto tumores poco frecuentes, y está presente tanto en la orina como en la sangre.
Las diferentes pruebas de embarazo que existen en la actualidad se dividen dependiendo del fluido estudiado, pudiendo ser pruebas de orina o de sangre. Las pruebas de orina también se conocen como pruebas caseras, mientras que las pruebas de sangre debe realizarla el personal médico capacitado.
Pruebas de orina o caseras
En muchos casos el mejor momento para realizarse un test de embarazo casero es una semana después del retraso menstrual correspondiente.
En este período los niveles de GCH en el organismo estarán tan elevados que podrán detectarse en la orina y el resultado será más confiable. Las pruebas de orina realizadas antes de este tiempo pueden dar falsos negativos.
El primer test de orina es uno de los métodos más utilizados para diagnosticar el embarazo alrededor del mundo de acuerdo a diversos estudios. El mismo permite hacer el diagnóstico durante las primeras semanas y ofrece resultados muy confiables cuando se usa de forma adecuada.
Una de las pocas desventajas que presentan las pruebas caseras es la no estandarización de los resultados, lo que puede generar una interpretación errónea de los mismos. Por fortuna, las diversas pruebas existentes incluyen instrucciones muy precisas para minimizar la posibilidad de errores de interpretación.
Tipos de pruebas de orina
Hoy en día existe una gran cantidad de test de embarazo diferentes que miden la presencia de la GCH en la orina, todos ellos ofrecen resultados precisos y rápidos. Entre los tipos de pruebas caseras más populares destacan las siguientes:
- Tiras de orina reactivas: este es uno de los métodos más fáciles de usar y consiste en la introducción de una tira en un envase con orina. La tira reaccionará ante la presencia de la GCH al cabo de unos minutos, apareciendo 2 líneas de un color diferente en caso de que el resultado sea positivo.
- Orina por goteo: consiste en la utilización de un dispositivo similar a un cassette antiguo, el cual posee una apertura para colocar una gota de orina con un gotero. Es importante orinar en un envase, tomar la muestra y esperar unos minutos a que haga la detección. El resultado positivo se indica mediante 2 líneas.
- Test por flujo de orina: se trata de un cartucho alargado con un extremo especial sobre el que se debe orinar. Los resultados pueden mostrarse de 2 maneras, el test de embarazo tradicional solo mostrará 2 líneas y algunos dan un resultado temprano. También existe el test digital el cual muestra la edad gestacional al cabo de unos minutos.
Prueba de sangre
Los niveles de gonadotropina coriónica humana pueden elevarse en sangre a partir del día 10 después de la concepción, es decir, pocos días después del sangrado por implantación. Este test de embarazo puede parecer más confiable para algunas pacientes y permite realizar un diagnóstico más temprano que las pruebas de orina.
Esta prueba debe realizarse solo en un laboratorio médico especializado, donde el personal de salud procederá a extraer sangre venosa. Este examen tiene muy pocos riesgos y las molestias que pueden aparecer en el sitio de extracción no suelen durar más de unos pocos minutos.
La principal desventaja que representa esta prueba frente a las de orina es la demora en la obtención de los resultados. Los pacientes deben esperar algunas horas e incluso un día para poder obtener un diagnóstico fiable.
Tipos de prueba de sangre
La hormona puede medirse de dos formas distintas en sangre, tanto cualitativa como cuantitativamente. Ambas pruebas determinarán si la paciente se encuentra embarazada, aunque la forma cuantitativa ofrece datos adicionales que pueden ayudar al médico a determinar ciertas variables.
- Análisis cualitativo de sangre: este solo permite determinar la presencia o no de la hormona del embarazo en la sangre. El mismo es tan preciso como una prueba de orina y puede emplearse a partir del día 10 del embarazo. Esta prueba solo indicará si se está embarazada o no.
- Análisis cuantitativo de sangre: también conocido como beta HCG, se encarga de medir la cantidad precisa de la hormona en sangre. Esta prueba permite determinar la edad gestacional, es decir, informa cuantas semanas tiene el embarazo, siendo capaz de detectar hasta cantidades mínimas de la hormona.
Recomendaciones sobre los test de embarazo
Este tipo de pruebas deben realizarse ante la mínima sospecha de un embarazo. Las mujeres gestantes suelen tener requerimientos nutricionales especiales, por lo que un control médico y una dieta adecuada son fundamentales. En este sentido, es importante acudir a una consulta ginecológica lo antes posible ante resultados positivos.
Por fortuna, la realización de una prueba de embarazo no requiere de ningún tipo de preparación previa y puede realizarse en cualquier momento del día. Para obtener resultados fidedignos, es importante respetar los períodos comentados con anterioridad: 10 días en el caso de la prueba de sangre y al menos 14 días para la prueba de orina.
Un test de embarazo negativo no minimiza la posibilidad de salir en estado en un futuro, por lo que se deben usar métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados. La posibilidad de presentar falsos positivos o falsos negativos es poca, sin embargo, se recomienda realizarse una prueba adicional en caso de dudas y consultar con el especialista.
Una prueba rápida y confiable
Las diferentes pruebas de embarazo disponibles en la actualidad han perfeccionado su precisión con el pasar de los años, por lo que tienen un margen de error mínimo. Las mismas ofrecen los resultados en poco tiempo, aunque los análisis de sangre pueden tardar un poco más.
Lo más importante al momento de tener un test de embarazo positivo es acudir al médico para llevar un control adecuado del mismo. Los embarazos sin ningún tipo de control médico son más propensos a sufrir complicaciones que afecten la salud materna y fetal, pudiendo tener incluso consecuencias mortales.
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