Sangrado por implantación: todo lo que debes saber

El sangrado por implantación es un evento fisiológico normal, que se produce tras 10 días después de la fecundación. No indica un problema del embarazo.
Sangrado por implantación: todo lo que debes saber
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 18 abril, 2021

El sangrado por implantación (conocido de forma vulgar como falsa regla) es un tipo de sangrado vaginal que puede ocurrir en las mujeres gestantes durante las primeras etapas del embarazo. Este sangrado es muy escaso, se considera un evento fisiológico normal y no se asocia a riesgos en la evolución y desarrollo fetal.

Normalmente, ocurre de 10 a 14 días después de la fecundación del óvulo, pero se han registrado sangrados de implantación hasta las 8 semanas de gestación. Si quieres conocerlo todo sobre este común (pero inocuo) suceso, te animamos a seguir leyendo.

La implantación y el milagro de la vida

El sangrado de implantación es común.
Este es uno de los fenómenos iniciales de la gestación.

Tal y como indica el portal Reproducción Asistida ORG, la implantación embrionaria es el proceso mediante el cual el embrión, que ya tiene una semana de edad aproximada, se adhiere al endometrio materno y entra en el periodo de gestación al uso. El endometrio es la parte interna del útero, que permite la formación y el desarrollo de la placenta en el embarazo.

El calendario desde la fecundación del óvulo hasta la implantación definitiva se puede describir de la siguiente forma:

  1. Día 1: se produce la fecundación (unión del óvulo y espermatozoide, gametos haploides) y se forma el cigoto. El cigoto es una célula resultante de la fecundación, pero a diferencia de los gametos, presenta 2 juegos completos de cromosomas (uno del padre y otro de la madre).
  2. Días 2 y 3: se produce la segmentación del cigoto en varias células, de 2 a 32 unidades, mediante mecanismos de mitosis. La estructura derivada de este proceso se conoce como mórula.
  3. 4 y 5: cuando la mórula alcanza un contenido de 32 células, en el día 4 la formación comienza a diferenciarse. Se considera que la mórula se transforma en blástula cuando alcanza un contenido de 64 células. En el blastocisto, existe una cavidad interna líquida (blastocele) rodeada por 2 capas celulares.
  4. Días 5 y 6: el blastocisto se une a la pared posterior del útero.
  5. Días 7 y 8: el blastocisto se implanta de forma superficial en el endometrio, tejido que reviste la pared interna del útero, muy vascularizado y engrosado. Cuando este no se implanta (no hay fecundación), las paredes del endometrio se desprenden, dando lugar al sangrado menstrual.
  6. De los 9 a los 13 días: el blastocisto sufre múltiples cambios morfológicos y se produce una adhesión. No vamos a centrarnos en las particularidades del proceso.
  7. Día 14: se finaliza por completo la implantación. El blastocisto ha invadido por completo el endometrio.

A pesar de que se trate de un proceso muy interesante, no te hemos contado todos estos datos por gusto. Según la Clínica Mayo, parece que el sangrado de implantación tiene lugar, como su propio nombre indica, cuando el blastocisto se implanta en el endometrio. Este evento se concibe entre los 10 y 14 días tras la fecundación, y es algo muy normal.

Para que se produzca la implantación de forma adecuada, el endometrio debe estar receptivo. Debe presentar un grosor de 7 a 10 milímetros.

¿Qué es el sangrado de implantación?

Tal y como indica la American College of Obstetricians and Gynecologysts (ACOG), el sangrado vaginal durante el embarazo tiene muchas causas posibles. En general, si este es leve y se produce durante las primeras semanas, la paciente no debe preocuparse. Por otro lado, los falsos periodos durante el embarazo tardío tienen un pronóstico peor.

Como hemos dicho, se sospecha que el sangrado de implantación se produce cuando la blástula se implanta en el endometrio, un evento normal y necesario para que el embarazo siga su curso. Se estima que ocurre en el 25 % de las mujeres gestantes y, en algunas ocasiones, es la primera señal de que la fémina está embarazada.

Antes de continuar, debemos dilucidar qué es, de forma específica, un sangrado leve y uno grave. En la siguiente lista, aclararemos ambos términos y más:

  1. Spotting o manchas: como su nombre indica, el spotting se manifiesta en forma de puntos o manchas en las prendas de ropa interior. Es de tono marronáceo y aparece fuera de la fase menstrual. En muchas mujeres, es un evento normal.
  2. Hemorragia ligera: una hemorragia fuera del periodo de menstruación se considera ligera cuando supone una pérdida sanguínea menor a 50 mililitros.
  3. Hemorragia abundante: de 50 a 1 000 mililitros de sangre perdidos, pero sin signos de shock circulatorio.
  4. Pérdida de sangre masiva: cuando la mujer gestante pierde más de 1 000 mililitros de sangre, con o sin signos de shock circulatorio. Los síntomas típicos de choque circulatorio son hipotensión, taquicardia y muestras de perfusión periférica pobre. Se trata de una emergencia médica.

El sangrado de implantación suele presentarse en forma de spotting, aunque también puede tratarse de una hemorragia leve que requiera el uso de un tampón. Sea como fuere, no debe manifestarse nunca como una hemorragia abundante.

Los síntomas de un sangrado de implantación

Los síntomas más comunes del sangrado de implantación son episodios de spotting leves. Muchas mujeres dicen que esta sangre es diferente al periodo normal, pues presenta un tono más oscuro. Además, algunas pacientes pueden experimentar calambres suaves, mareos leves, pechos un poco inflamados y dolor de cabeza.

Por otro lado, también es común que las mujeres confundan el sangrado de implantación con el inicio de un periodo normal, cuando no saben que están embarazadas. Por desgracia, no hay forma de diferenciar ambos eventos de forma fiable a simple vista, así que lo único que saca de dudas es una prueba de embarazo normal.

La diferencia entre un sangrado leve y uno abundante

Cuando se produce un sangrado llamativo más allá de los 20 días de gestación, toca ponerse un poco más pesimistas. Según el portal MSD Manualsen casi todos los casos esto es un indicio de que se va a producir un aborto espontáneo prevenible (amenaza de aborto) o que, en su defecto, sea del todo segura la muerte del feto (aborto inevitable).

Un aborto espontáneo se considera tal cuando el feto muere antes de la semana 20 de embarazo. Muchas personas sufren este tipo de pérdidas pues, sin ir más lejos, del 10 al 20 % de las gestaciones terminan de esta forma. Es normal tener sentimientos de duelo y pérdida en esta etapa, pero es necesario comprender que se trata de algo usual.

Cuando el feto presenta células con un número anormal de cromosomas, la madre tiene enfermedades graves (como diabetes o infecciones agresivas) o anomalías uterinas, es común que suceda un aborto. Tal y como indica la Clínica Las Condesel 70 % de los abortos espontáneos encuentran su causa en alteraciones genéticas embrionarias.

De todas formas, el sangrado de implantación no suele durar más de 48 horas, mientras que el periodo normal se concibe en un intervalo de 3 a 7 días de duración. Además, los calambres uterinos siempre son de menor intensidad (o ni siquiera se experimentan).

El sangrado de implantación es de tono marrón, lo que significa que es “antigua”. 

Señales de peligro

De todas formas, el aborto espontáneo no tiene por qué suponer un peligro para la madre si se gestiona de forma correcta en el entorno médico.

Si crees que estás sufriendo episodios de sangrado de implantación copiosos, fíjate en los siguientes síntomas, pues puede que se trate de un aborto espontáneo que requiera atención médica inmediata:

  • Desmayos, mareos y palpitaciones: estos son indicativos de hipotensión, uno de los signos más típicos de un shock circulatorio. En general, un desmayo es provocado por una presión arterial demasiado baja.
  • Pérdida de cantidades de sangre muy elevadas o eyección sanguínea con tejidos y/o trombos grandes: estos no son signos de un sangrado de implantación, sino de algo peor. Pueden indicar un embarazo ectópico, es decir, una implantación del feto fuera de la cavidad principal del útero.
  • Dolor abdominal muy vigente, que empeora al cambiar de posición o al hacer esfuerzos mínimos.
  • Fiebre, escalofríos y flujo vaginal que contiene sangre mezclada con pus: la presencia de pus suele ser indicativa de una infección bacteriana que, en este caso, se ha tornado grave.

En todos estos escenarios, te podemos asegurar que la paciente no está ante un cuadro de sangrado por implantación normal. Lo más seguro es que algo haya ido mal durante la gestación y, por ello, es esencial acudir con presteza al centro de urgencias.

La amenaza del embarazo ectópico

El sangrado de implantación puede relacionarse con un embarazo ectópico.
El dolor abdominal puede alertar sobre un embarazo ectópico.

Según el portal médico Elsevier del 1 al 2 % de todos los embarazos son ectópicos, a pesar de que las cifras se hayan estabilizado en los últimos años. A medida que la incidencia aumenta, la mortalidad de crece, pero este evento grave sigue siendo el causante de la muerte del 15 % de las madres gestantes.

El lugar de implantación del feto más frecuente (98 % de los casos) son las trompas de Falopio. Estas son los lugares por los que transitan los óvulos desde los ovarios hasta el útero. Si el óvulo fecundado crece dentro de uno de estos conductos, puede llegar a romperlo y provocar un sangrado interno abdominal muy profuso en la madre. Si no se trata, esto es mortal.

Con estos datos no queremos asustar a nadie: el sangrado de implantación nunca es síntoma de embarazo ectópico, pero aún así, es necesario diferenciar los estadios más leves del último evento con un sangrado normal. Ante cualquier duda, lo mejor siempre es acudir a un profesional médico.

Un evento normal

Como hemos dicho con anterioridad, hasta el 25 % de las mujeres sufren sangrado de implantación durante la primera semana o semana y media tras la fecundación del óvulo. Es algo normal y no provoca ningún daño en la madre, pues se presenta en forma de goteo leve y no dura más de 48 horas. Por ello, no es motivo de preocupación.

Por otro lado, si el sangrado se cronifica o es copioso, toca acudir con presteza a un profesional médico en todos los casos. Sea esto signo de un embarazo ectópico o de un aborto espontáneo, siempre debe ser abordado en el ámbito de urgencias.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.