Ortodoncia: qué es y cuáles son sus beneficios

La ortodoncia no es solo la colocación de «brackets» en los dientes. Esta rama de la odontología lleva adelante tratamientos complejos para mejorar la calidad de vida.
Ortodoncia: qué es y cuáles son sus beneficios
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 26 mayo, 2023

La ortodoncia es una especialidad odontológica que tiene como objetivo el estudio, la prevención y la corrección de algunas anormalidades presentes en los maxilares y en las arcadas dentarias. Dichas anormalidades pueden presentarse en la forma, el tamaño, la posición o el desarrollo que se concreta a lo largo del crecimiento desde la infancia.

Para lograrlo, esta rama de la odontología se vale del tratamiento ortodóntico. El profesional que lo ejecuta intenta mover las piezas dentarias o desplazar las arcadas para lograr armonía en la cavidad bucal. Esto permite lograr una relación natural y equilibrada entre ambos maxilares y entre las piezas dentarias. Aunque en el inconsciente colectivo se vincule solo con los aparatos tipo brackets, lo cierto es que la especialidad es más amplia.

¿Por qué se necesitaría ortodoncia?

Las razones para necesitar un tratamiento de ortodoncia son variadas. En general, un odontólogo indicará iniciar el abordaje si detecta problemas de alineación en los dientes, cambios en la mordida o trastornos funcionales.

Problemas de alineación

La ubicación incorrecta de los dientes en sus arcadas dificulta muchas funciones de la boca. Estos problemas de alineación se benefician con la ortodoncia y son los siguientes:

  • Rotación: un diente gira sobre su propio eje.
  • Diastema: espacio excesivo entre dientes.
  • Apiñamiento: sucede cuando un diente se ubica encima a otro, en general, por falta de espacio para ocupar el lugar correcto.
  • Malposiciones: puede suceder que un diente se encuentre hacia atrás o hacia delante de la línea de la arcada.
  • Falta de dientes: durante el crecimiento, un niño puede perder de manera prematura un diente de leche. Esto generará un espacio que altera la posición del resto de los elementos.


Cambios en la mordida

En estos casos, la relación entre el maxilar superior y el inferior está alterada:

  • Sobremordida: sucede cuando los dientes de la arcada superior cubren a los inferiores en demasía al morder. El problema de base suele estar en la configuración del tejido óseo de los maxilares.
  • Mordida abierta: al intentar morder, la persona no logra que contacten los dientes superiores con los inferiores. Siempre queda un espacio.
  • Prognatismo: los dientes de la arcada inferior están adelantados respecto a los de la arcada superior. O todo el maxilar inferior se encuentra más adelante.
  • Mordida cruzada: hay una falta de alineación que se expresa en una posición externa de algunos dientes superiores sobre los inferiores, al morder. Se trata de una problemática más fácil de corregir en niños que en adultos.
  • Desplazamiento de la línea media: si se traza una línea media en ambas arcadas y no coinciden, entonces hay una situación de asimetría que debe corregirse.

Trastornos funcionales

La cavidad bucal toma parte en diversas funciones humanas. La ortodoncia puede servir para corregir alteraciones de la boca que estén afectando a estas acciones esenciales:

  • Respiración bucal: es un hábito disfuncional que puede requerir ortodoncia. En dicho caso, es habitual que sea el otorrinolaringólogo quien deriva al paciente al dentista.
  • Apnea del sueño: en algunas ocasiones, las personas que presentan esta condición no poseen una buena respiración a causa de un trastorno bucal.
  • Déficit de pronunciación: la boca es una caja de resonancia que permite expresar los fonemas con claridad cuando está sana. Con la ortodoncia es posible mejorar el habla cuando las alteraciones bucales impiden una correcta expresión de las palabras.
  • Disfunción de la articulación temporomandibular (ATM): este cuadro puede cursar con signos intensos, como dolor en el cráneo, mal descanso nocturno, contracturas musculares del cuello asociadas y hasta zumbidos en los oídos. A veces, una corrección ortodóncica mejora la relación de los huesos de esta articulación y se reducen los síntomas o hasta desaparecen.

Tipos de ortodoncia

Para abordar cualquiera de estos problemas, el profesional de la ortodoncia cuenta con diversos tipos de tratamientos. El indicado se elegirá con base en el paciente, la problemática, la experiencia del dentista con la técnica y la disponibilidad de la misma.

Aparatos funcionales

Esta variante de la ortodoncia se basa en aparatos que el paciente puede remover de su boca. Es decir, se pueden poner y quitar.

Su uso más difundido y probado está en la modificación de la posición de los músculos que controlan los movimientos de los maxilares. Por lo tanto, tienen indicación en niños que ya han cambiado algunos de sus dientes de leche y ya poseen otros elementos dentarios permanentes en sus arcadas.

El objetivo es modificar la tracción muscular para cambiar la estructura de los maxilares a largo plazo. Las fuerzas ejercidas podrán ser capaces de alterar para bien el hueso que da soporte a los dientes.

Aparatos removibles

Este tipo de ortodoncia, como su nombre lo indica, es factible de ser retirada. Así, el paciente tiene mayor comodidad al comer o higienizar su boca. Por supuesto que mientras más tiempo de uso exista, mejores serán los resultados obtenidos.

Las versiones para ortodoncia interceptiva se constituyen por placas de acrílico, arcos, resortes y tornillos que ejercen fuerzas sobre la boca. Tienen aplicación especial en la guía del crecimiento del hueso, ayudando a su expansión y corrigiendo mordidas cruzadas o apiñamientos. Resultan ideales para la edad pediátrica, de hecho, se utilizan durante la infancia.

Por su parte, la ortodoncia invisible emplea bandejas plásticas que son transparentes. Las mismas se diseñan a medida para cada persona y se recambian con periodicidad para mantener la fuerza mecánica acorde que necesita el paciente. Su aparente invisibilidad contribuye a la estética y se puede usar en niños, adolescentes y adultos.



Aparatos fijos

Al contrario de los anteriores, y como también se infiere del nombre, es una ortodoncia que no puede ser retirada por el paciente. Se constituye con los clásicos brackets, que son la parte adherida a los dientes, y un arco de metal que los atraviesa.

Este tipo de ortodoncia puede movilizar a cada diente de manera individual y eso es una ventaja frente a otras alternativas. Asimismo, puede traccionar en cualquier dirección. Por lo tanto, tiene un campo de aplicación amplio en la adolescencia, cuando ya no quedan dientes de leche, pero todavía hay crecimiento del hueso maxilar. Además, es de utilidad para tratar problemas de mordida en pacientes adultos.

Los materiales de los brackets son variados. Existen de metal, de cerámica y de zafiro. Además, para los pacientes que buscan una opción estética, los brackets pueden cementarse en la cara lingual de los dientes y así pasar desapercibidos.

¿Cuáles son los beneficios de la ortodoncia?

Si en una consulta con un profesional se ha determinado que se necesita ortodoncia, hay que entender que iniciar y sostener el abordaje trae muchos beneficios. Y aunque mencionaremos a la estética, es preciso aclarar que la recuperación de las funciones normales de la boca es algo esencial.

Entre los principales beneficios del tratamiento ortodóncico se destacan los siguientes:

  • Mayor estética: ya dijimos que no tiene que ser lo esencial, pero sí es cierto que unos dientes alineados contribuyen a la autoestima. Esto puede mejorar las relaciones sociales y fomentar un estilo de vida más activo y más en contacto con otros (si se desea), sin miedos ni vergüenzas.
  • Mejor proceso digestivo: los dientes participan en la digestión. Una mordida deficiente evita que los alimentos lleguen al esófago con el tamaño adecuado.
  • Higiene bucal mejorada: los apiñamientos dentales dificultan el correcto cepillado. Esto no es menor, ya que aumenta el riesgo de caries por no poder alcanzar ciertas partes de los dientes con el cepillo o el hilo dental. A largo plazo, contribuye al acúmulo de placa bacteriana y al desarrollo de enfermedades que podrían implicar dolor, incomodidad y más tratamientos y más gastos para el paciente.
  • Habla adecuada: ya dijimos que la boca es una caja de resonancia esencial en la articulación de las palabras. La correcta alineación de los dientes nos dará una expresión más entendible y cambiará la expresión de los fonemas para bien.
  • Menor riesgo de traumas dentales: sobre todo en los niños, propensos a accidentes domésticos y de deportes. Los dientes bien alineados y que no sobresalen por fuera de la boca tienen menos riesgo de fracturarse al sufrir un golpe.
  • Cuidado del hueso maxilar: los tratamientos con aparatos inciden en el hueso de los maxilares, no solo en los dientes. De esta manera, mejoran el reparto de fuerzas en el tejido óseo y evitan un desgaste excesivo o desequilibrado.

Con un profesional es posible discutir estos beneficios y los otros que se derivan del problema puntual que se desea tratar. El tiempo es valioso en ortodoncia, por lo que un inicio temprano significa mejores perspectivas y resultados más eficientes.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.